jueves, 11 de julio de 2013

Terapias para abortistas

III El feto mecánico de la iglesia católica.



EN la fuente pública Angelillo de Uixó rellena su botella de agua. Piensa en la tormenta, en ese arco iris y su significado. ¿Quizás fuera Dios muerto? Se siente cansado del mundo. Ve acercarse una joven chica con aspecto sucio, de mendiga. Está embarazada y sobre un banco se recuesta. Parece muy asustada. Tiene aspecto de lerda, de retrasada mental. Su cara es ancha, con una frente prominente, algo normal en las chicas de Vall d´uixó, ya que desde siglos se casan los primos entre si. Su cuerpo es fuerte, es bajita. El mismo tipo que esas mujeres varoniles que trabajan en verano para el Ayuntamiento quitando hierbas, arreglando los jardines, y en invierno en los almacenes de naranjas, o de peluqueras. -¿Te encuentras bien?- le pregunta Angelillo al ver sus ojos tristes y llorosos. Ella lo mira con temor y rencor por ser hombre. ¿Será una feminista?- piensa angelillo, pero enseguida cae en la cuenta de que en vall d´uixó de eso no hay. -No, no me toques, no te toques, no me toques- chilla histérica tapándose la cabeza con las manos cuando intenta acercarse Angelillo de Uixó. -Pero si yo…-inquieto ante una ventana que se abre el bueno de Angelillo queda petrificado sin saber que hacer. Se le cae la botella que rueda calle abajo. Siente un golpe en el corazón que baila el chum chum de los problemas. Haciendo la señal de la tranquilidad con las manos delante de su cuerpo a la altura de la cintura le susurra: -Tranquila, tranquila, pequeña lerda asustada, si te he molestado lo siento. Ahora me voy, ¿vale? El engendro preñado chilla: AHHHHH; AHHHHH; AHHHHHH. Y Angelillo de Uixó corre calle abajo. Escucha una voz, seguramente la de la ventana que se ha abierto, pregunta: ¿ Es la Policía? Angelillo para cuando se siente seguro. Astutamente se oculta tras un contenedor de basura para ver lo que pasa. Ve cómo llega hasta ella el cura de la parroquia del Ángel, mossen Recaredo Centelles, que por su andar parece que busca a alguien. Al instante aparece la policía. El cura habla con un agente, le da dinero, y la policía se va. La preñada, suplica al cura:
-Piedad, piedad, perdón. No lo volveré a hacer.
El la agarra con brusquedad. Mira a la ventana indiscreta y empuja a la muchacha. Ella se tira a sus pies. Besa sus manos y le mira con su cara de lerda de pueblo. Está de rodillas ante el cura. Este es un tipo bajito, con cabeza grande, cara ancha y antipática, muy similar en aspecto a ella. Lo que da de pensar que son sin duda primos, o de Vall d'Uixó de estirpe. Él va vestido con sotana. Le susurra autoritario unas palabras en latín haciendo al engendro la señal de la cruz sobre su cráneo: -Vestigia alicuius. Ambos se van en silencio y en una paz misteriosa. Angelillo de Uixó siente una profunda inquietud por la bochornosa escena. Decide seguir al par de fantoches por las calles estrechas.
 Los gatos al ver al cura erizan sus cuerpos y rebufan. Bellaluz y Chantán andan cerca- comenta Angelillo acariciando la cabeza de unos de esos besuños animales, y haciéndose la señal de Gobo a modo de protección. En el callejón más oscuro del pueblo, desde el que se ve brillar las luces del viejo campanario de la Asunción, surge la sombra y el brillo de un ojo de un enorme y viejo perro tuerto con collar de púas que hace de guardián. Se escuchan los ladridos del can a la mujer.
 -Buen perro Cancerbero- dice Mossen Recaredo acariciando a la bestia. Tras el animal hay una casa con un crucifijo en la puerta. Sobre el techo de teja asoman dos gárgolas de mediano tamaño que tienen la forma de mujeres de cuerpos desnudos agotados por el abrazo mortal de una serpiente que simboliza al diablo. Ellas están ya inconscientes con los brazos caídos sobre la serpiente que se enrosca por los muslos, las caderas, los pechos. El cura abre la puerta y entran los dos. Angelillo se oculta en un portal cercano. Soborna al perro que se acerca con dientes afilados con unos caramelos de menta que lleva. Hay varios charcos en el suelo de la tormenta en los que se reflejan los cuernos de la luna. Reina un silencio sepulcral. Varios murciélagos vuelan errantes alrededor de las cruces de las antenas de televisión de los tejados. Paf, paf, paf. Se escuchan los pasos sobre unos charcos de la tormenta.








 Un enano jorobado con la capucha de la sudadera sobre la cabeza para no ser reconocido va delante de un grupo de tres chicas chonis embarazas. Guau, guau- aúlla el viejo perro al escuchar los pasos. Va hacia el grupo con los pelos erizados. -Soy Igor Cancerbero, el viejo Igor que trae zorras para el maestro. Igor se acuerda de ti. Toma- el maléfico jorobado entrega al can una cabeza de pollo cruda que saca del bolsillo al animal que la devora al instante moviendo el rabo.
 Igor mueve la cabeza muy rápido mirando a todas partes y balbucea para si intranquilo: Por Chantán, creo que le huele a menta el aliento a Cancerbero. Es extraño. AHHH; AHHHH- gimen las chicas y hacen señal de querer irse. -No irse zorras, están aquí por lo que están- les dice con violencia Igor a las putas zorras. - El perro no les hará nada. ¿Verdad cancerbero?- acaricia Igor al perro quedándose varios pelos en sus mano pues tiene sarna y pulgas. El viejo perro avanza y huele el conejo a las putas zorras de forma lujuriosa. Un rayo de una nube dispersa y retrasada de la tormenta cae sonoro muy cerca iluminado las espantosas gárgolas y al viejo perro horripilante, así cómo la cara de plomo de Igor y las muchachas. Las zorras son hermosas jovencitas de pechos enormes, con tripitas que da gusto ver, redonditas cómo la luna, sus piernas altas y morenas cómo torres morunas. Llevan puestas ropa muy, muy ligera.
 -Sin duda son zorras preñadas. Verdaderas zorras o zorras aficionadas, pero zorras de verdad- exclama Angelillo de uixó- Angelillo de Uixó queda oculto en un portal. Igor llama a la puerta. PAM; pam, pam. La vieja puerta chirriando las bisagras se abre poco a poco. CRAGGGG; CRAGGGGGG- da la bienvenida la puerta. Tras ella no hay nadie. Angelillo busca alguna oquedad donde poder ver lo que pasa. Da vueltas por el callejón viendo desde donde poder asomarse, pero no hay ningún sitio. Las muchachas pasan con temor y a empujones de Igor que grita: -Amo, Amo, Amo- traigo de la clínica abortista a las marranas. Mossen Recaredo asoma por el pasillo con su cara redonda y antipática que asusta a las muchachas. Acaba de atar en un pequeño cuarto insonorizado a una silla de tortura a la prófuga que ha recogido en la calle. Frente a la chica hay una televisión de plasma que emite películas porno de sado con altavoces de jadeos muy fuertes y escenas de bebes muertos, tirados en verteremos, devorados por ratas, cubiertos de sangre, medio descompuesto, operaciones para abortar, y más escenas de sexo. -Bien venidas a la casa del señor, aquí sanarán de sus vicios- les comenta sonriente. Les da la espalda y camina por el pasillo. Igor les ordena que le sigan. Llegan a un salón de mediano tamaño, también insonorizado. Igor cierra la puerta de entrada. Igor y Mossen Recaredo magrean a las chicas que hacen gestos de repugnancia. Se intentan defender apartando las manos de Recaredo e Igor. Grita Igor al oído de una morena de 17 años que tiene asida por la espalda: -Aprendan, aprendan- mientras le levanta la falda. No les van a quedar ganas de follar y preñarse con cualquiera después de este tratamiento. Las jóvenes tiemblan cómo una flor arrancada bruscamente. Las chicas lloran. Un quejido de dolor se escapa por las juntas de cemento de los ladrillos. Los gatos maúllan en la calle y el viejo perro los persigue. Mossen Receredo le pide a Igor el papel con las firmas del consentimiento de las muchachas y los familiares, para el programa antiaborto: -Yo Bella Mari, Bella Elena, Preciosilla, firmo este documento donde me entrego a un experimento para evitar la cárcel por haber intentado abortar. Si abandono el programa de reeducación para la ciudadanía iré a prisión. -Señoritas- les pregunta tras leer el papel Recaredo:
 ¿Saben lo que hacen a las abortistas sus compañeras en prisión? No creo que lo que les hagamos nosotros sea peor. No eviten con sus puercas manos nuestras santas manos. Lo que les hagamos es por el bien de sus almas, e incluso de ustedes. Igor y Mossen Receredo ríen.
 -Ahora acompañarme- les ordena, y ellas obedecen. Las chicas entran en un viejo salón cerrado iluminado con candelabros y varias doncellas que han parido hace poco. Llevan los pechos al descubierto y arrojan gotas leche sus pezones. En un rincón hay cunitas con los niños que dormitan felices de estar vivos, sin importarles que sus madres llegarán a ser unas zorras asesinas.






 -Estás mujeres han pasado antes que ustedes por el tratamiento. Ahora son madres ejemplares y ciudadanas de primera- mossen Recaredo la señala satisfecha de su obra. - y ahora jovencitas, beban leche de las veteranas. Sepan ser madres- les ordena Igor. -Pero, pero- protesta una rubia de pelo rizado y larga cabellera. Mossen cogiendo un látigo lo balde sobre su cabeza amenazador. -O lames Bella Mari los pechos de una criada, o te desuello. Abriendo los labios ensiliconados, la chonis Bella Mari , empieza a sorber los sonrosados pezones de la criada que tras el tratamiento no siente nada de placer. Es solo carne obediente. EL cura Mossen Recaredo e Igor se sientan en unas sillas y se masturban. -Ven Bella Elena- manda Igor a una morenita bajilla de larga melena. Chupa. La chica obedece y pasea su sonrosada lengua sobre los Zib pequeños, flácidos, del cura y el jorobado que no se ponen erectos. Igor cabreado lanza una puñada a la jovencita en la cabeza. AHHH; AAAHHHH; AAAAAHHHHH- exclama la joven Bella Elena llorando. Recaredo agarra a Bella Mari que tiene la boca llena de leche. Le aprieta los labios con los dedos semejando el morro de Bella Mari el de una cerdita. Así la lleva a una silla. Le baja la falda y las bragas. Coloca a la doncellita de espalda. Se asombra al ver su hermoso trasero. Luego lo lame y le da unas palmadas, y la penetra muy fuerte. Los bebes lloran y Mossen Recaredo se alegra y goza de los alaridos de los bebes que hace que su viejo Zib se ponga erecto. -Rápido, rápido, acerca las cunas Marisa- le grita a una criada- que vean los niños el placer que dan las futuras madres- manda dando palmas muy excitado. La criada acostumbrada al ritual obedece en silencio. Los bebes son llevados y despertados y contemplan la escena llorando.
 -Llorar, llorar al escuchar los alaridos de dolor de las madres, hacer que este viejo prelado alegre su alma- grita mientras los bebes lloran más y el cura penetra el ano de la hermosa bella Mari que jadea sudando:
 -AHHH; AHHHH; AHHHH. La criada, madre de uno de esos niños, acerca varias cunas más, y pone a los bebes de forma que vean todos los ángulos de la escena. Así transcurren varias agotadoras horas. Angelillo de Uixó como no ve nada vuelva a casa con el rabo entre las piernas, intentando adivinar, suponiendo que será una clase de relajación al parto. Las chica unas vez violadas pasan a una sesión de vídeos pornos de embarazadas, de abortos, de violaciones, con imágenes bebes devorados por ratas y altavoces con voces de jadeos, y llantos de bebes muy altos.
 Excelente cena Marisa- dice a una criada en topless Recedero Centelles devorando un bistec y brindando con Igor por la contra reforma de Jesucristo, el ministro de justicia.



 Angelillo de Uixó. Creative Commons License
EL feto mecánico de la iglesia catótica by Ängel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.

No hay comentarios:

Publicar un comentario