jueves, 11 de julio de 2013

Él es un arco iris II.



Él es un arco iris. 



España ahoga, anula, elimina a los no católicos. Batuecos, farándules de Vall d´uixó en un ocaso mortecino de Julio del 2013 celebran fiesta hispánica. En Madrid, tras la presentación de la ley del aborto por el ministro de justicia Jesucristo, se celebra el día del orgullo gay. Un anacronismo reciente en el nuevo rumbo de la patria que vira de nuevo hacia la moral católica. Vall d´Uixó es ajena al orgullo gay. El anacronismo nunca ha existido. El 11 de Julio celebra por barrios festejos taurinos y asfixiantes verbenuchas con el Fary de banda sonora. Pasodobles y flamenco gitano suenan a través de la chirriante megafonía. Unos perros recién nacidos, aun con sangre y placenta se encuentran en una caja de zapatos. Son unos cachorros. Están todos juntos dándose calor. Tiñe de rojo la caja y de alegría a un ser embrutecido, sudado, inmundo, de raza latina que pasea por un parque. Deja la caja de zapatos en un banco. Saca una brillante navaja y los apuntilla. Se escuchan los lamentos. El espectáculo es deprimente y triste, incomprensible. El engendro tiene una cara extraña, desencaja de felicidad sádica que mantiene de forma estática varios minutos.
Grita:
Muerto, muerto, muerto.
Lleva de vuelta a casa la caja con los perritos muertos. Su hija Mari Luz está preñada de un drogadicto del barrio. EL chico es además de drogadicto, moreno, evangelista. Una herejía del gobismo.
El farandul sube a casa, su mujer lo recibe sin decir nada. Mari Luz, con 15 años, en tanga, con la barriga hinchada se abanica mirando Gran Hermano. Una perra Chihuahua está a su lado. Tiene cómo ella los pechos hinchados. Ha sido madre hace poco. La perra ladra a la caja.
-Mira Mari Luz- le dice el padre dándole la caja- mira que te traigo.
-AHHHHH;AHHHHH; Guau, guau- gritan Mari Luz y Canela la perra al abrir la caja
Ojillos cerrados de los chihuahuas y cuerpecitos oscuros llenos de sangre cubre la caja que cae. La perra agarra varios con la boca y se los pone en los pezones gimiendo.
Los ojos de Mari luz están encharcado de gotas.
El padre levanta la mano y le da cuatro ostias. La madre calla.
¿No querías abortar puta?
AHHHHH; AHHHHH; AHHHH- exclama. Le sale sangre de la nariz.
Mañana te vas al programa para dejar de abortar. El padre coge la cartera y se va al bar cinco copas. Allí hablara de lo que ha hecho y le aplaudirán los borrachos y drogadictos.

Angelillo de Uixó baja a la fuente a por agua. La tarde de cielo azul, luminoso, transparente, ha desaparecido. Nubes holandesas cubren el paisaje y el crepúsculo entre rayos luminosos que encienden el cielo y avanzan desde el oeste, donde vive la sierra que amenaza con tragarse el valle de Uixó. Llegan retumbando truenos y tempestades cómo a lomos de un caballo desbocado. El fary metido en los altavoces silencia. Ya están los eléctricos y fulminantes cómo hachas del holocausto: los rayos. Y llega una gota y otra. Y luego una cortina de agua que parece llevarse toda la inmundicia y dejar la melancolía de la herida de la vida, o quizás la melancolía de la herida de la muerte.
Dura unos minutos el agua de tormenta.

EL negro sobre el dorado de los últimos rayos de sol, y el rojo sobre el negro envuelven las moles piramidales de las pardas montañas. Sobre el sendero de la ladera por el que ha descendido Angelillo de Uixó, se vuelve, y queda cómo Lot contemplando las casetas de San Antonio y 10 años de vida, que dejan al ojo una fotografía que parece un Rembrandt, o una escena de la película de Apocalipsis Now.
Cierra la escena la exclamación de Angelillo de Uixó con una botella vacía de agua contemplando la aparición del arco iris:
Da ganas de pegarse un tiro.
Alza los ojos al cielo con ganas de ser fulminado. El arco iris tiende un puente que descansa sobre el nido de ametralladoras de la guerra civil en la suave colina de Peña creus. Bajo la peña el barrio marginal y torero de texas. Y el otro pie del arco iris se cruza nervudo el arco del acueducto romano visigodo, bajo el cual serpentea un pequeño torrente vivo que viene espumoso de Assumet. Angelillo de Uixo está en el centro del arco del arco iris. Amenazador gravita sobre su cabeza de rojos y violetas encendidos.
Las nubes se han vuelto del color de la sangre y casi tocan la tierra. Están hinchadas y entre ellas brotan columnas densas que parecen pilares que suben el sufrimiento del pueblo, al cielo. Flota el arco iris cómo un sueño, o una pesadilla.
Esto no es real- exclama angelillo de Uixó que escucha explosiones, que o son truenos o petardos de los farándules. En Vall d´uixó la tierra explota sanguínea cómo el cielo. Se confunde tierra y cielo, mar y cielo, al observar el marino horizonte donde se juntan. Las campanas y los rayos sonoros estallan luminosos, asesinos, en el camino que hace cansado Angelillo de Uixó. Todo parece irreal. Las voces cadavéricas, rotas, carajilleras que llegan de las calles de Uixó se mezclan con el olor a hierba mojada, a humedad, a podredumbre. EL pueblo es macabro, y el brillo y la fuerza del rayo se confunden con el brillo de la navaja. El arco iris en su viaje pasa por debajo del pecho de Angelillo de Uixó haciéndole una radiografía. Poco a poco el espejismo apocalíptico va desapareciendo. La tormenta se aleja sobre la mar, y deja paso a la última luz del día y los primeros destellos de planetas y estrellas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario