EL feto mecánico de la iglesia
católica.
Angelillo de Uixó.
Todas las edades del mundo han sido y
vuelven a ser. Todo se repite.
La materia ni se crea ni se destruye,
se transforma.
y:
¿ Por qué los átomos al combinarse
de nuevo no van a hacer otra vez a Jesucristo?
Jesucristo se ha vuelto a hacer pues.
Ha rebrotado cómo esos guisante de años pasados plantados en el
jardín y olvidados. Jesucristo actual cree en la castidad, en Dios
padre que envió a su hijo Gobo a morir por salvarnos a nosotros de
nosotros. Hágase su voluntad.
. I Parte. El ministro de Justicia
Jesucristo.
Breve historia de
Jesucristo.
Jesucristo en el año 2.000 es un
farandul pobre, muy pobre, de Madrid. Parece un yonky, o un heavy
metal. Se busca la vida cómo puede. Dice ser liberal. Es un hombre
sin estudios, de incontinencia en el verbo que derrama escupiendo a
los que tiene a su alredor. Es un provocador bastante barrio bajero.
Llegado de Carabanchel al centro de Madrid. Unos dice que colándose
en el metro, otros que andando sobre las fétidas alcantarillas.
Malvive en una tienda de campaña bajo las luces de las farolas y los
planetas astrales del firmamento en Plaza Sol. Se cuida mucho de
nazis y los de España 2.000 a los que teme más que a Gobo. Entra en
contacto con el PP gracias a cáritas en el 2002. Se da a conocer con
discurso de la castidad y el pan nuestro de Gobo de cada día. La
revolución de Gobo y el pan para el hambriento, predica ante los del
PP que carece de liderazgo e ideología. Jesucristo los arma
ideológicamente y organiza. Trepa con mucho liderazgo y provocación,
diciendo a todas hora Gobo esto, Gobo lo otro, y Gobo lo aquello, así
hasta a ser ministro de justicia de España en el 2011.
Fin de la breve historia de Jesucristo.
Asoma Jesucristo su geta de yonki en
el balcón del ministerio de justicia custodiado por los cuerpos de
seguridad de matrix y obispos sonrientes. Su cuerpo, estilizado cómo
un monigote del greco: más alto que delgado semeja una garza. Su
anorexia por falta de nutrientes en la juventud le hace ganar en
altura, que es de una persona normal tirando a baja.
El engendro gasta pelo largo no
permanentado. En general parece más una puta travesti más que un
ministro.
En la plaza de nuevos ministerios de
Madrid brotan por doquier banderas papeles junto la roja y amarilla
ondeando en una noche femenina de parpadeantes estrellas. Se presenta
con alegría de vencedor en una larga guerra contra media España.
Los cuernos de la luna temblorosos
contemplan desde el aire el aquelarre de la plaza de Madrid repleta
de los cráneos débiles, labios grises de hombres colilla que
trinan pestes femeninas. Brillan sus colmillos rateros de amarilla
luna poseídos por la fiebre asesina. Jadean mujeres histéricas con
escobas de palo, senos deprimidos, melenas cortas, vientres
hinchados:
- Ujuruju, ujuru, ujuruju, aborto no,
aborto no, muerte a la que aborta.
Golpea sobre las mentes pueriles el
martillo de plástico de la infantil hipocresía de las las tribus de
Uruk haiks de gachupines, latinajos católicos y farandules allí
reunidos. Los niños también han acudido de la mano de sus padres,
allí están idiotizados.
AHHHH; AHHHHH; AHHHHH- hacen y sus
padres les responden:
Ujuruju, Ujuruju, ujuruju….
Oh mariposas algodoneras venid oscuras,
tormentosas, y cubrir mi desnudez hereje con vuestra sedas –manda
redonda y desnuda la luna a las nubes que se encuentran por tierras
de Castellón lanzando granizo sobre las cabezas de los batuecos
levantinos. Quiere la luna que la oculten, que la salven de los
fieros los ojos de los madrileños esa noche rasa, no suban hasta
ella y le claven un sus ojos una cruz.
Marte brilla marcial, alemán,
alineado con Júpiter. Una multitud de gitanos evangelistas,
católicos payos, pobres, militantes de España 2.000 , y del PP,
corean con Jesucristo:
- Vivan las cadenas, viva la pobreza,
viva el dolor , no al aborto.
Jesucristo asoma ungido tras la cortina
azul con el logo del PP. Se presenta pastoral, legislativo y judicial
en la manifestación de fervor por la aprobación de la ley de la
reforma educativa para las abortistas. Han sido congregados para
celebrar el triunfo todos los que han luchado, extorsionado,
amenazado, para que se apruebe la ley del violador, cómo
popularmente se la conoce. Surge la figura de Jesucristo desgarbada
cómo un travestis a los ojos de las masas de la plaza. Alza los
brazos al cielo en señal de victoria o de piedad, y el público se
enfervoriza sinfónico.
OHHHHHH;OHHHHHHH;OHHHHHHH- exclaman.
Su mirada azul es hipnótica y
profunda cómo la de Rasputin. Unos focos viejos que son antiaéreos
comprados de saldo de un aeropuerto militar sin aviones por el
ministerio de justicia, iluminan al ministro que se tambalea cómo un
grosero borracho cegado.
Con las manos sobre la baranda, la boca
muy abierta, y ojos de iluminado, habla a la multitud reunida. Los
padres se agachan hasta las cabecitas de sus hijos, y les dicen:
Gracias al señor ministro que va a
hablar, y otros cómo él estáis vivos. Si fuera por Zapatero o
Rubalcaba, ya habríais muerto.
Y los niños lloran muy asustados y
temerosos de Zapatero y Rubalcaba. Y eso en cierto modo es bueno y
comprensible.
El uper de Jesucristo le coloca un
micro. EL verbo vomita de los pulmones a la garganta:
-¿Cómo puedo yo vivir mi castidad?-
canta estas primeras palabras de triunfo asomado a la baranda en loor
de multitudes. El cañonazo blanco de los antiaéreos le hace dar
tres puntapiés a Jesucristo.
-Hermanos, hermanos, hermanos- teatral
desde el atril el ministro colocándose unas gafas de sol alza más
los brazos abriendo las manos y cogiéndose el corazón.
- es muy fácil el camino de la
castidad. Solo hay que coger todos los día el madero, cómo Gobo, y
ponerlo sobre los hombros y salir a la calle con el para disfrutar
de la pobreza, cómo Gobo.
-Rápido, rápido, el madero de Gobo-
grita el obispo de Madrid Rocco metiéndose dentro del balcón al ver
que no acuden los jornaleros. Se ve tras el balcón un enorme salón
ministerial con lámparas de araña colgando por aquí y por allá,
tapices de Cristóbal Colón enseñando castidad a indios en
taparrabos, y ricas mesas muy largas llenas de suculentos manjares.
Los currantes que deben llevar a Jesucristo el madero de Gobo comen
unos pastelitos.
- Por Gobo dejen esos pasteles y
pongan a nuestro señor Jesucristo el madero- indignado de la escena
y la falta de celo, el obispo Rocco, orondo y sonrosado cómo un
cerdito apremia acalorado a los contratados de la temporal Adecco-
Corte Inglés.
Al infierno con los demonios Bellaluz
y Chantán iréis todos - les dice entre dientes haciendo la señal
de Gobo. Los currantes se ríen de sus amenazas celestiales pero
preocupados por el un posible despido.
Colocan el madero al ministro con
cuidado, con unas hombreras para el dolor que no se ven.
Los antiaéreos ciegan la plaza de
nuevos ministerios.
Vuelve el foco de luz blanco a nuestro
ministro que se dirige a la multitud:
- Tarantaran- tarantaran, tarantarantaran, tarantaran-tarantaran. OHHHH;OHHHHHH;OHHHHHH-
Su voz suena
cavernosa, mística y profunda:
- Hermanos, hermanos- chisssss, chisss, zissssss, el micro solapa la voz. El técnico lo arregla y prosigue. El obispo Rocco se queja de tanto incidente.
- Por Gobo, por Gobo, por Gobo.
El ministro
improvisa cómo puede:
- con el madero a cuestas uno se olvida de la castidad, que no es otra cosa que un ejercicio de dignidad y el respeto hacia el otro. Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad. Ved cómo camino casto con el madero, me siento flotar. He aquí la parábola, y he aquí la ley del PP.
Jesucristo con tacones, maquillado,
encorvado por el peso de la cruz que lleva sobre el hombro izquierdo
pasea cómo un pichón por el balcón. Da cuatro pasos por el balcón
hasta llegar al extremo izquierdo donde se detiene mirando al
populacho que aplaude:
-Hermanos, cortemos esas ramas para
ponerme el madero cómo a Gobo, que no puedo más, soy un pecador-
exclama un joven de pelo rapado cuyo zib se ha hinchado grandemente.
Sus ojos de besugo persiguen sátiros las caderas de una monja
comadrona feliz cuyos redondos pechos nadie ha mordido nunca. Es de
mediana edad, pero aun son frescos. Y votan devotos e hinchados al
igual que su neumatizado trasero, digno de un exquisito y refinado
sodomita. El hábito, Oh hermanos, no disimula la carne.
Los legionarios de Cristo podan varias
ramas de los álamos de la plaza, pues son muchos los zib a esas
horas punto salirse. La hinchazón, el dolor y la represión se
contagian. Incluso hay varios jóvenes que ante las palabras de
Cristo se masturban públicamente para mostrar su dolor por el sexo,
y su alegría por la castidad. Derraman blanco semen sobre sus manos
y sus compañeros colocan el símbolo de castigo de Gobo, hijo de
José el carpintero y de María, ama de casa del pesebre.
-MI niño, mi niño- exclama una madre.
-Perdón, perdón, perdón- tira al
suelo una cruz un gobiano pecador. Ha impactado con un niño colgado
de los brazos de su madre. Oh hermanos, cuan frágiles somos. Se
rompe cómo cristales el cráneo. Sobre la cruz brota la sangre del
niño muerto, y en el cráneo del niño muerto hay astillas de la
cruz.
Jesucristo se quita la corbata, la
camisa, los pantalones y enseña su cinturón de castidad con ricas
inscripciones de pedrería y la bandera de España al populacho. A
ellos se dirige:
- Hoy estamos más cerca del estado de
la dignidad, la libertad, la paz y la castidad, al que converge
nuestro gran país, falo de luz del catolicismo. Hemos aprobado la
ley contra el aborto, y no hemos eliminado el derecho a no decidir.
No más crímenes bestiales que ofenden a Gobo.
En la plaza los farandules alienados y
con mucha fiebre estallan en clamor, aunque no comprenden lo último
que ha dicho.
OHHH;OHHHHH, Gobo, Gobo, Gobo,
OHHHH;OHHHHHHH. Gobo eres amor y luz.
Más bebes se lesionan por golpe de
cruces, alzamiento de brazos que chocan contra sus cabezas, y
desastrosas caídas de hombros. Son retirados y repuestos por nuevos
seguidores de la Virgen María, que llegan con más bebes. Gobo los
bendice a todos desde el cielo.
Jesucristo y los obispo se arrodillan
ante el todo poderoso Gobo señor del cielo, los mares y la tierra.
El populacho hispano que es muy devoto se santigua haciendo una cruz
en el aire, señal de respeto a Gobo.
Un silencio mortal y espiritual se
adueña tras el estallido de gritos del lugar durante unos segundos.
Los reflectores antiaéreos iluminan
los caretos de los allí reunidos. En el interludio el señor
ministro sale con una muchacha joven embarazada.
-Yo quise abortar- exclama.
La plaza grita:
- Pecadora, pecadora, puta, cortarle el
pelo y emplumarla.
-Ved a esta pecadora- les dice
Jesucristo eucarístico , la agarra y la asoma al borde de la baranda
cómo si fuera a hacerla saltar.
-Ved su tripa- los eventuales de
Adecco avanzan y desvisten de cintura para arriba a una joven aria de
preciosos cabellos rubios que le cuelgan hasta sus enormes pechos que
rebosan leche a borbotones.
- Esta chica de 17 años repetidora de la Esso, sin estudios y reconocida actriz porno iba a abortar, Oh hermanos, está pecadora llamada Chichi Amor fue capturada por los devotos de la Virgen María que hacían guardia en la clínica Marques de Sade, y reconocida de inmediato por un hermano cómo actriz porno. Ha hecho películas porno cómo: Orgía total, Yo no se decir nunca No; Bingo y Dingo. Jesús es amor; Si me preñan me da igual ; España Orgía, playa y aborto ; la cacharra nacional; y Zapareto, Rubalcaba y sus amigos. Ha actuado con: Pajarito Pajares , pajarito Esteso, Sansón Esteban, Tony Cantó, Nino Felipe, y Hércules Garzón. Si alguien los ve, debe comunicarlo a la sacristía más cercana, y por favor, si se es mujer que se aleje. Intentaremos casar a la descarriada con alguno de ellos.
En la plaza la gente llora y se
conmueve ante tanta crueldad y salvajismo por parte de los actores
porno extremistas que parodian de forma cruel la marca España y la
religión. Jesucristo, con voz cansada y contemplando el rostro de la
penitente susurra la buena nueva de la ESPARANZA:
-La condujeron de la clínica
abortista los devotos de la virgen María a la basílica del Remedio
arrastrándola cómo una gata salvaje, pues es una pecadora atroz.
Yo casualmente estaba rezando a Gobo y
hablando con el obispo Rocco sobre un plan de reeducación para
abortistas, cuando entro la pecadora. Fui a ella para ofrecerle
alternativas. Ella se encontraba, Oh hermanos, cómo una hereje bajo
la imagen de Gobo pantocrátor sujeta de los brazos, con los pechos
fuera, diciendo:
-Si queréis violarme, hacerlo,
violarme pero daros prisa que tengo que abortar.
OHHHHH;OHHHHH;OHHHH- grita la plaza.
Y ante mí que hizo, os preguntareis,
cuando le dije que Yo era el ministro de justicia de la marca España.
Pues, oh hermanos, arañarme, escupirme, golpearme, decir que ella
hacia con su cuerpo lo que quería, que este era un país libre y no
una dictadura musulmana, y que iba a ir a la prensa libre cómo ABC y
el Mundo a decir de este ministro:
-moro, moro, moro, fascista, fascista,
fascista.
-OHHHHH; OHHHHHH; OHHHHHH- exclaman el
pueblo reunido en la plaza, y se lamentan mucho:
Por amor de Gobo, por amor de Gobo, por
amor de Gobo. Cruel, cruel, cruel mujer, embustera, embustera,
embustera. Gobo la condene.
Jesucristo satisfecho por escuchar la
voz del pueblo, endurecido en las ideas, líder carismático, y
virtuoso, entendido cómo la capacidad de llevar la idea por encima
del bien y del mal, les habla a los borregos infrahumanos de la
plaza que también están por encima del bien y del mal, es decir son
virtuosos:
-Entonces le tapamos la boca, la
sedamos para hablar con ella con más calma. La marca no es ninguna
dictadura. Las mujeres en España deciden.
-Bravo, bravo, bravo- explota la plaza
de alegría democrática.
Le ofrecí dinero por acudir un
programa experimental para dejar de abortar. La ley de reeducación o
de lo contrario iría la cárcel, pues el aborto iba a ser ilegal en
breve, aunque no sabemos cuando. Las mujeres en la marca tienen
alternativas. Si quieren abortar que lo hagan después de hablar con
los curas psicólogos. Ella, Oh hermanos, la aquí presente, opto
por el programa, es decir por el dinero y la libertad.
Ha estado en tratamiento, que más que
tratamiento tengo que decir han sido unas vacaciones pagadas por el
estado. Allí ha conocido el amor y la dignidad, el respaldo de la
sociedad. Se le ha curado de su enfermedad mental y sus inclinaciones
abortistas gracias a un tratamiento bueno. Unos doctores han
reflexionado con ella. Y ella libremente tras el tratamiento ha
decidido tener la criatura. La marca no obliga. Matrix deja elegir.
Ya no quedan más dudas, ni temor de
que huya a Inglaterra a abortar.
¿Verdad?- Con gesto simpático
acaricia la cabeza de la muchacha que asiente.
Di algo- la convida a hablar. Ella con
cara de idiota, irreconocible tras el tratamiento que ha destruido su
voluntad, su capacidad de decidir, de saber lo que está bien o mal
si no se lo dicen un capellán habla:
-SI, Oh hermanos, ahora estoy bien,
quiero a mi hijo.
La plaza aplaude y canta:
OH Gobo, Oh Gobo eres amor, ten piedad,
perdona cómo nosotros perdonamos. OHHHH, OHHHHH; amen.
Jesucristo toma la palabra:
-Tras el tratamiento es incapaz de
pensar en el aborto, incluso cuando ve a un niño, aunque sea un bebe
negro siente ganas de ponérselo en su pecho y alimentarlo.
Que alguien me traiga un bebe.
Desde la plaza varios bebes van en
volandas, aupados, los van pasando sobre las cabezas hasta llegar a
la puerta del ministerio donde un ujier selecciona a uno bien gordo y
lo sube. Los demás no seleccionados son lanzados hacia atrás y
tirados de mano en mano de regreso.
-Que monada- exclama Rocco contemplado
a la cosa elegida.
Jesucristo avanza con el bebe y lo
asoma al balcón:
-Dejad que los niños se acerquen a mí.
-Bravo, bravo, gloria ti ministro. Te
queremos. Presidente, presidente- explota el populacho- Los
reflectores iluminan la escena.
La luna se tapa cada vez más, quiere
separarse de la tierra, pero ésta la retiene con los lazos de la
gravedad. Chichi Amor al ver al niño se lanza sobre él. Un foco
ilumina la escena. Un niño moreno, peludo y gordo cómo un gitano,
mama.
-Ved hermanos, ved cómo esta mujer que
iba a abortar ahora ama a cualquier niño.
Chichi balbucea triste e idiota:
-Cucuritu, cuchuritu y haciendo
carantoñas al niño que rechaza esa leche demasiado viva, demasiado
agria, busca a su verdadera madre.
Intenta escapar, pero la rubia lo
retiene.
Retiren a la mujer y el bebe- Ordena
Jesucristo.
NO, no, el jorocho mío. Bebe, el
jurijuri ser mío- Chichi cómo un animal besuño se resiste. Tiene
una fuerza extraordinaria y varonil. La meten dentro y allí la sedan
y le quitan la criatura.
Y así llega el final del acto.
Jesucristo se retira, la ley está aprobada y España: salvada.
Dentro se felicitan de la presentación
de la ley, y habla discreto Jesucristo y el obispo Rocco del proyecto
de reeducación.
- Es sorprendente, por Gobo, la transformación de esa fulana de izquierdas mata bebes en una madre ejemplar.- exclama Jesucristo al obispo Rocco mirando a la joven en un rincón. Acaba de cobrar conciencia Chichi. Esta muy mansa jugando con un osito de peluche al que le canta un preciosa nana chonis:
- OHHHH; OHHHHH; AHHHH; AHHHHHH; UHHHHH, UMMMMMM, PUMMMM hace papa, Rummm, RUMMMMM; RUMMMM hace el motor del coche de papa.
- Tenemos grandes psicólogos- responde el obispo sonriendo cómo un actor porno que acaba de terminar su actuación con tres rubias de 16 años. Y le recuerdo que esperamos su ayuda para convencer al ministro de ciencia y desarrollo de España para que amplíe el presupuesto del feto mecánico- comenta Rocco con sarcasmo. La iglesia, ya ve ministro, está pobre con tanto pobre, valga la redundancia.
Un prelado con aspecto de judío que se
encuentra cerca salmodia con sombrío rostro de funeral:
-Le recuerdo al ministro, que el señor
ministro de ciencia y desarrollo ha puesto algunas pegas
estrambóticas exclamando su preocupación, y haciendo alusiones
impertinentes de que el programa del feto mecánico elimina ciertos
derechos y garantías , y de que si parte del pueblo se entera antes
de la reconversión total de la sociedad de que se fuerza la voluntad
de las muchachas y algo más, derrocarán al bendito gobierno de
Rajoy gritando: fascistas, fascistas, fascistas, violadores, y esas
cosas. Decía el ministro de ciencia también algo de Egipto, donde
el pueblo ha derrocado la democracia por coartar libertades y esas
cosas.
El ministro de ciencias es un hombre de
confianza- exclama Rocco.
Cómo un loro el jesuita canta las
palabras del ministro:
-EL fanatismo no se ha impuesto en
Egipto. Esperemos que en la marca España eso no pase eso. Estoy muy
asustado por la izquierda, y si despierta de su letargo y resucita a
Lenin.
El jesuita adopta un tono sarcástico
- Todo lo que decía señor ministro era muy raro, muy raro.
Jesucristo al que le parpadea un
nervio ocular de la tensión enrojece su recto rostro, abre la boca
por la impertinencia y mira muy fiero al judío prelado. Balbucea:
-¿Duda usted de la influencia y poder
de este ministro? Este ministro tiene el poder supremo sobre los
demás ministros- ¿Qué es el ministerio de ciencia y desarrollo
comparado con el de justicia?- le pregunta al jesuita.
-Es un buen hombre el ministro de
ciencias, prudente, solo eso.- hace de poli bueno Rocco.
El judío jesuita hace una mueca
maliciosa y se retira. Rocco va hacia la chica que juega con un
peluche:
OHHHH;OHHHH; Hijo mío.
Mirando al ministro dice Rocco:
-Lo hacemos por ellas ministro, nacidas
para ser madres, Gobo así lo dijo. Y por España, para garantizar en
un futuro las pensiones.
-Mire que hermoso, que hermoso, que
hermoso es verla así y no haciendo películas porno- Rocco, el viejo
obispo verde, con boca de caimán verde, la abre mucho dejando ver la
lengua verde. Habla a la pobre, pobre, pobre Chichi.
-¿No estás mejor así que fornicando
a todas horas y abortando? –
-Siiiii, siiiii, siiii- responde la
estúpida sin voluntad.
Jesucristo conmovido exclama:
-Si el ministro de ciencia pone pegas
informe Rocco. Este ministro le asegura en el nombre de Gobo, fondos
para el proyecto. El pueblo ya ve cómo responde, no se a que tiene
miedo ese ministro de ciencias. Esto son votos.
II: Él es un arco iris.
España ahoga, anula, elimina a los no
católicos. Batuecos, farándules de Vall d´uixó en un ocaso
mortecino de Julio del 2013 celebran fiesta hispánica. En Madrid,
tras la presentación de la ley del aborto por el ministro de
justicia Jesucristo, se celebra el día del orgullo gay. Un
anacronismo reciente en el nuevo rumbo de la patria que vira de nuevo
hacia la moral católica. Vall d´Uixó es ajena al orgullo gay. El
anacronismo nunca ha existido. El 11 de Julio celebra por barrios
festejos taurinos y asfixiantes verbenuchas con el Fary de banda
sonora. Pasodobles y flamenco gitano suenan a través de la
chirriante megafonía. Unos perros recién nacidos, aun con sangre y
placenta se encuentran en una caja de zapatos. Son unos cachorros.
Están todos juntos dándose calor. Tiñe de rojo la caja y de
alegría a un ser embrutecido, sudado, inmundo, de raza latina que
pasea por un parque. Deja la caja de zapatos en un banco. Saca una
brillante navaja y los apuntilla. Se escuchan los lamentos. El
espectáculo es deprimente y triste, incomprensible. El engendro
tiene una cara extraña, desencaja de felicidad sádica que mantiene
de forma estática varios minutos.
Grita:
Muerto, muerto, muerto.
Lleva de vuelta a casa la caja con los
perritos muertos. Su hija Mari Luz está preñada de un drogadicto
del barrio. EL chico es además de drogadicto, moreno, evangelista.
Una herejía del gobismo.
El farandul sube a casa, su mujer lo
recibe sin decir nada. Mari Luz, con 15 años, en tanga, con la
barriga hinchada se abanica mirando Gran Hermano. Una perra Chihuahua
está a su lado. Tiene cómo ella los pechos hinchados. Ha sido madre
hace poco. La perra ladra a la caja.
-Mira Mari Luz- le dice el padre
dándole la caja- mira que te traigo.
-AHHHHH;AHHHHH; Guau, guau- gritan Mari
Luz y Canela la perra al abrir la caja
Ojillos cerrados de los chihuahuas y
cuerpecitos oscuros llenos de sangre cubre la caja que cae. La perra
agarra varios con la boca y se los pone en los pezones gimiendo.
Los ojos de Mari luz están encharcado
de gotas.
El padre levanta la mano y le da cuatro
ostias. La madre calla.
¿No querías abortar puta?
AHHHHH; AHHHHH; AHHHH- exclama. Le sale
sangre de la nariz.
Mañana te vas al programa para dejar
de abortar. El padre coge la cartera y se va al bar cinco copas.
Allí hablara de lo que ha hecho y le aplaudirán los borrachos y
drogadictos.
Angelillo de Uixó baja a la fuente a
por agua. La tarde de cielo azul, luminoso, transparente, ha
desaparecido. Nubes holandesas cubren el paisaje y el crepúsculo
entre rayos luminosos que encienden el cielo y avanzan desde el
oeste, donde vive la sierra que amenaza con tragarse el valle de
Uixó. Llegan retumbando truenos y tempestades cómo a lomos de un
caballo desbocado. El fary metido en los altavoces silencia. Ya
están los eléctricos y fulminantes cómo hachas del holocausto: los
rayos. Y llega una gota y otra. Y luego una cortina de agua que
parece llevarse toda la inmundicia y dejar la melancolía de la
herida de la vida, o quizás la melancolía de la herida de la
muerte.
Dura unos minutos el agua de tormenta.
EL negro sobre el dorado de los últimos
rayos de sol, y el rojo sobre el negro envuelven las moles
piramidales de las pardas montañas. Sobre el sendero de la ladera
por el que ha descendido Angelillo de Uixó, se vuelve, y queda cómo
Lot contemplando las casetas de San Antonio y 10 años de vida, que
dejan al ojo una fotografía que parece un Rembrandt, o una escena de
la película de Apocalipsis Now.
Cierra la escena la exclamación de
Angelillo de Uixó con una botella vacía de agua contemplando la
aparición del arco iris:
Da ganas de pegarse un tiro.
Alza los ojos al cielo con ganas de ser
fulminado. El arco iris tiende un puente que descansa sobre el nido
de ametralladoras de la guerra civil en la suave colina de Peña
creus. Bajo la peña el barrio marginal y torero de texas. Y el otro
pie del arco iris se cruza nervudo el arco del acueducto romano
visigodo, bajo el cual serpentea un pequeño torrente vivo que viene
espumoso de Assumet. Angelillo de Uixo está en el centro del arco
del arco iris. Amenazador gravita sobre su cabeza de rojos y violetas
encendidos.
Las nubes se han vuelto del color de la
sangre y casi tocan la tierra. Están hinchadas y entre ellas brotan
columnas densas que parecen pilares que suben el sufrimiento del
pueblo, al cielo. Flota el arco iris cómo un sueño, o una
pesadilla.
Esto no es real- exclama angelillo de
Uixó que escucha explosiones, que o son truenos o petardos de los
farándules. En Vall d´uixó la tierra explota sanguínea cómo el
cielo. Se confunde tierra y cielo, mar y cielo, al observar el marino
horizonte donde se juntan. Las campanas y los rayos sonoros estallan
luminosos, asesinos, en el camino que hace cansado Angelillo de
Uixó. Todo parece irreal. Las voces cadavéricas, rotas,
carajilleras que llegan de las calles de Uixó se mezclan con el olor
a hierba mojada, a humedad, a podredumbre. EL pueblo es macabro, y el
brillo y la fuerza del rayo se confunden con el brillo de la navaja.
El arco iris en su viaje pasa por debajo del pecho de Angelillo de
Uixó haciéndole una radiografía. Poco a poco el espejismo
apocalíptico va desapareciendo. La tormenta se aleja sobre la mar, y
deja paso a la última luz del día y los primeros destellos de
planetas y estrellas.
III El feto mecánico de la iglesia
católica.
EN la fuente pública Angelillo de Uixó
rellena su botella de agua. Piensa en la tormenta, en ese arco iris y
su significado. ¿Quizás fuera Dios muerto? Se siente cansado del
mundo. Ve acercarse una joven chica con aspecto sucio, de mendiga.
Está embarazada y sobre un banco se recuesta. Parece muy asustada.
Tiene aspecto de lerda, de retrasada mental. Su cara es ancha, con
una frente prominente, algo normal en las chicas de Vall d´uixó, ya
que desde siglos se casan los primos entre si. Su cuerpo es fuerte,
es bajita. El mismo tipo que esas mujeres varoniles que trabajan en
verano para el Ayuntamiento quitando hierbas, arreglando los
jardines, y en invierno en los almacenes de naranjas, o de
peluqueras.
-¿Te encuentras bien?- le pregunta
Angelillo al ver sus ojos tristes y llorosos.
Ella lo mira con temor y rencor por ser
hombre.
¿Será una feminista?- piensa
angelillo, pero enseguida cae en la cuenta de que en
vall d´uixó de eso no hay.
-No, no me toques, no te toques, no me
toques- chilla histérica tapándose la cabeza con las manos cuando
intenta acercarse Angelillo de Uixó.
-Pero si yo…-inquieto ante una
ventana que se abre el bueno de Angelillo queda petrificado sin
saber que hacer. Se le cae la botella que rueda calle abajo. Siente
un golpe en el corazón que baila el chum chum de los problemas.
Haciendo la señal de la tranquilidad
con las manos delante de su cuerpo a la altura de la cintura le
susurra:
-Tranquila, tranquila, pequeña lerda
asustada, si te he molestado lo siento. Ahora me voy, ¿vale?
El engendro preñado chilla:
AHHHHH; AHHHHH; AHHHHHH.
Y Angelillo de Uixó corre calle abajo.
Escucha una voz, seguramente la de la
ventana que se ha abierto, pregunta:
¿ Es la Policía?
Angelillo para cuando se siente seguro.
Astutamente se oculta tras un contenedor de basura para ver lo que
pasa. Ve cómo llega hasta ella el cura de la parroquia del Ángel,
mossen Recaredo Centelles, que por su andar parece que busca a
alguien. Al instante aparece la policía.
El cura habla con un agente, le da
dinero, y la policía se va.
La preñada, suplica al cura:
-Piedad, piedad, perdón. No lo volveré
a hacer.
El la agarra con brusquedad. Mira a la
ventana indiscreta y empuja a la muchacha.
Ella se tira a sus pies. Besa sus
manos y le mira con su cara de lerda de pueblo. Está de rodillas
ante el cura. Este es un tipo bajito, con cabeza grande, cara ancha y
antipática, muy similar en aspecto a ella. Lo que da de pensar que
son sin duda primos, o de Vall d'Uixó de estirpe.
Él va vestido con sotana. Le susurra
autoritario unas palabras en latín haciendo al engendro la señal de
la cruz sobre su cráneo:
-Vestigia alicuius.
Ambos se van en silencio y en una paz
misteriosa. Angelillo de Uixó siente una profunda inquietud por la
bochornosa escena. Decide seguir al par de fantoches por las calles
estrechas. Los gatos al ver al cura erizan sus cuerpos y rebufan.
Bellaluz y Chantán andan cerca-
comenta Angelillo acariciando la cabeza de unos de esos besuños
animales, y haciéndose la señal de Gobo a modo de protección.
En el callejón más oscuro del pueblo,
desde el que se ve brillar las luces del viejo campanario de la
Asunción, surge la sombra y el brillo de un ojo de un enorme y
viejo perro tuerto con collar de púas que hace de guardián. Se
escuchan los ladridos del can a la mujer.
-Buen perro Cancerbero- dice Mossen
Recaredo acariciando a la bestia. Tras el animal hay una casa con un
crucifijo en la puerta. Sobre el techo de teja asoman dos gárgolas
de mediano tamaño que tienen la forma de mujeres de cuerpos desnudos
agotados por el abrazo mortal de una serpiente que simboliza al
diablo. Ellas están ya inconscientes con los brazos caídos sobre la
serpiente que se enrosca por los muslos, las caderas, los pechos. El
cura abre la puerta y entran los dos.
Angelillo se oculta en un portal
cercano. Soborna al perro que se acerca con dientes afilados con
unos caramelos de menta que lleva. Hay varios charcos en el suelo de
la tormenta en los que se reflejan los cuernos de la luna. Reina un
silencio sepulcral. Varios murciélagos vuelan errantes alrededor de
las cruces de las antenas de televisión de los tejados.
Paf, paf, paf. Se escuchan los pasos
sobre unos charcos de la tormenta.
Un enano jorobado con la capucha de la
sudadera sobre la cabeza para no ser reconocido va delante de un
grupo de tres chicas chonis embarazas.
Guau, guau- aúlla el viejo perro al
escuchar los pasos. Va hacia el grupo con los pelos erizados.
-Soy Igor Cancerbero, el viejo Igor que
trae zorras para el maestro. Igor se acuerda de ti. Toma- el
maléfico jorobado entrega al can una cabeza de pollo cruda que
saca del bolsillo al animal que la devora al instante moviendo el
rabo. Igor mueve la cabeza muy rápido mirando a todas partes y
balbucea para si intranquilo:
Por Chantán, creo que le huele a menta
el aliento a Cancerbero. Es extraño.
AHHH; AHHHH- gimen las chicas y hacen
señal de querer irse.
-No irse zorras, están aquí por lo
que están- les dice con violencia Igor a las putas zorras. - El
perro no les hará nada. ¿Verdad cancerbero?- acaricia Igor al perro
quedándose varios pelos en sus mano pues tiene sarna y pulgas. El
viejo perro avanza y huele el conejo a las putas zorras de forma
lujuriosa.
Un rayo de una nube dispersa y
retrasada de la tormenta cae sonoro muy cerca iluminado las
espantosas gárgolas y al viejo perro horripilante, así cómo la
cara de plomo de Igor y las muchachas. Las zorras son hermosas
jovencitas de pechos enormes, con tripitas que da gusto ver,
redonditas cómo la luna, sus piernas altas y morenas cómo torres
morunas. Llevan puestas ropa muy, muy ligera.
-Sin duda son zorras preñadas.
Verdaderas zorras o zorras aficionadas, pero zorras de verdad-
exclama Angelillo de uixó-
Angelillo de Uixó queda oculto en un
portal.
Igor llama a la puerta.
PAM; pam, pam.
La vieja puerta chirriando las bisagras
se abre poco a poco.
CRAGGGG; CRAGGGGGG- da la bienvenida la
puerta. Tras ella no hay nadie.
Angelillo busca alguna oquedad donde
poder ver lo que pasa. Da vueltas por el callejón viendo desde donde
poder asomarse, pero no hay ningún sitio.
Las muchachas pasan con temor y a
empujones de Igor que grita:
-Amo, Amo, Amo- traigo de la clínica abortista a las marranas.
-Amo, Amo, Amo- traigo de la clínica abortista a las marranas.
Mossen Recaredo asoma por el pasillo
con su cara redonda y antipática que asusta a las muchachas. Acaba
de atar en un pequeño cuarto insonorizado a una silla de tortura a
la prófuga que ha recogido en la calle. Frente a la chica hay una
televisión de plasma que emite películas porno de sado con
altavoces de jadeos muy fuertes y escenas de bebes muertos, tirados
en verteremos, devorados por ratas, cubiertos de sangre, medio
descompuesto, operaciones para abortar, y más escenas de sexo.
-Bien venidas a la casa del señor,
aquí sanarán de sus vicios- les comenta sonriente. Les da la
espalda y camina por el pasillo. Igor les ordena que le sigan. Llegan
a un salón de mediano tamaño, también insonorizado. Igor cierra la
puerta de entrada.
Igor y Mossen Recaredo magrean a las
chicas que hacen gestos de repugnancia. Se intentan defender
apartando las manos de Recaredo e Igor. Grita Igor al oído de una
morena de 17 años que tiene asida por la espalda:
-Aprendan, aprendan- mientras le
levanta la falda. No les van a quedar ganas de follar y preñarse con
cualquiera después de este tratamiento. Las jóvenes tiemblan cómo
una flor arrancada bruscamente.
Las chicas lloran. Un quejido de dolor
se escapa por las juntas de cemento de los ladrillos. Los gatos
maúllan en la calle y el viejo perro los persigue. Mossen Receredo
le pide a Igor el papel con las firmas del consentimiento de las
muchachas y los familiares, para el programa antiaborto:
-Yo Bella Mari, Bella Elena,
Preciosilla, firmo este documento donde me entrego a un experimento
para evitar la cárcel por haber intentado abortar. Si abandono el
programa de reeducación para la ciudadanía iré a prisión.
-Señoritas- les pregunta tras leer el
papel Recaredo:
¿Saben lo que hacen a las abortistas
sus compañeras en prisión? No creo que lo que les hagamos nosotros
sea peor. No eviten con sus puercas manos nuestras santas manos. Lo
que les hagamos es por el bien de sus almas, e incluso de ustedes.
Igor y Mossen Receredo ríen.
-Ahora acompañarme- les ordena, y
ellas obedecen.
Las chicas entran en un viejo salón
cerrado iluminado con candelabros y varias doncellas que han parido
hace poco. Llevan los pechos al descubierto y arrojan gotas leche sus
pezones. En un rincón hay cunitas con los niños que dormitan
felices de estar vivos, sin importarles que sus madres llegarán a
ser unas zorras asesinas.
-Estás mujeres han pasado antes que
ustedes por el tratamiento. Ahora son madres ejemplares y ciudadanas
de primera- mossen Recaredo la señala satisfecha de su obra.
- y ahora jovencitas, beban leche de
las veteranas. Sepan ser madres- les ordena Igor.
-Pero, pero- protesta una rubia de pelo
rizado y larga cabellera.
Mossen cogiendo un látigo lo balde
sobre su cabeza amenazador.
-O lames Bella Mari los pechos de una
criada, o te desuello.
Abriendo los labios ensiliconados, la
chonis Bella Mari , empieza a sorber los sonrosados pezones de la
criada que tras el tratamiento no siente nada de placer. Es solo
carne obediente. EL cura Mossen Recaredo e Igor se sientan en unas
sillas y se masturban.
-Ven Bella Elena- manda Igor a una
morenita bajilla de larga melena. Chupa.
La chica obedece y pasea su sonrosada
lengua sobre los Zib pequeños, flácidos, del cura y el jorobado
que no se ponen erectos.
Igor cabreado lanza una puñada a la
jovencita en la cabeza.
AHHH; AAAHHHH; AAAAAHHHHH- exclama la
joven Bella Elena llorando.
Recaredo agarra a Bella Mari que tiene
la boca llena de leche. Le aprieta los labios con los dedos
semejando el morro de Bella Mari el de una cerdita. Así la lleva a
una silla. Le baja la falda y las bragas. Coloca a la doncellita de
espalda. Se asombra al ver su hermoso trasero. Luego lo lame y le da
unas palmadas, y la penetra muy fuerte.
Los bebes lloran y Mossen Recaredo se
alegra y goza de los alaridos de los bebes que hace que su viejo Zib
se ponga erecto.
-Rápido, rápido, acerca las cunas
Marisa- le grita a una criada- que vean los niños el placer que
dan las futuras madres- manda dando palmas muy excitado.
La criada acostumbrada al ritual
obedece en silencio. Los bebes son llevados y despertados y
contemplan la escena llorando.
-Llorar, llorar al escuchar los
alaridos de dolor de las madres, hacer que este viejo prelado alegre
su alma- grita mientras los bebes lloran más y el cura penetra el
ano de la hermosa bella Mari que jadea sudando:
-AHHH; AHHHH; AHHHH.
La criada, madre de uno de esos niños,
acerca varias cunas más, y pone a los bebes de forma que vean todos
los ángulos de la escena.
Así transcurren varias agotadoras
horas.
Angelillo de Uixó como no ve nada
vuelva a casa con el rabo entre las piernas, intentando adivinar,
suponiendo que será una clase de relajación al parto.
Las chica unas vez violadas pasan a una
sesión de vídeos pornos de embarazadas, de abortos, de violaciones,
con imágenes bebes devorados por ratas y altavoces con voces de
jadeos, y llantos de bebes muy altos.
Excelente cena Marisa- dice a una
criada en topless Recedero Centelles devorando un bistec y brindando
con Igor por la contra reforma de Jesucristo, el ministro de
justicia.
Angelillo de Uixó.
EL feto mecánico de la iglesia catótica by Ängel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
No hay comentarios:
Publicar un comentario