jueves, 11 de julio de 2013

El feto mecánico de la Iglesia católica.


EL feto mecánico de la iglesia católica.









Angelillo de Uixó.







Todas las edades del mundo han sido y vuelven a ser. Todo se repite.
La materia ni se crea ni se destruye, se transforma.
y:
¿ Por qué los átomos al combinarse de nuevo no van a hacer otra vez a Jesucristo?


Jesucristo se ha vuelto a hacer pues. Ha rebrotado cómo esos guisante de años pasados plantados en el jardín y olvidados. Jesucristo actual cree en la castidad, en Dios padre que envió a su hijo Gobo a morir por salvarnos a nosotros de nosotros. Hágase su voluntad.


. I Parte. El ministro de Justicia Jesucristo.
Breve historia de Jesucristo.









Jesucristo en el año 2.000 es un farandul pobre, muy pobre, de Madrid. Parece un yonky, o un heavy metal. Se busca la vida cómo puede. Dice ser liberal. Es un hombre sin estudios, de incontinencia en el verbo que derrama escupiendo a los que tiene a su alredor. Es un provocador bastante barrio bajero. Llegado de Carabanchel al centro de Madrid. Unos dice que colándose en el metro, otros que andando sobre las fétidas alcantarillas. Malvive en una tienda de campaña bajo las luces de las farolas y los planetas astrales del firmamento en Plaza Sol. Se cuida mucho de nazis y los de España 2.000 a los que teme más que a Gobo. Entra en contacto con el PP gracias a cáritas en el 2002. Se da a conocer con discurso de la castidad y el pan nuestro de Gobo de cada día. La revolución de Gobo y el pan para el hambriento, predica ante los del PP que carece de liderazgo e ideología. Jesucristo los arma ideológicamente y organiza. Trepa con mucho liderazgo y provocación, diciendo a todas hora Gobo esto, Gobo lo otro, y Gobo lo aquello, así hasta a ser ministro de justicia de España en el 2011.
Fin de la breve historia de Jesucristo.





Asoma Jesucristo su geta de yonki en el balcón del ministerio de justicia custodiado por los cuerpos de seguridad de matrix y obispos sonrientes. Su cuerpo, estilizado cómo un monigote del greco: más alto que delgado semeja una garza. Su anorexia por falta de nutrientes en la juventud le hace ganar en altura, que es de una persona normal tirando a baja.
El engendro gasta pelo largo no permanentado. En general parece más una puta travesti más que un ministro.
En la plaza de nuevos ministerios de Madrid brotan por doquier banderas papeles junto la roja y amarilla ondeando en una noche femenina de parpadeantes estrellas. Se presenta con alegría de vencedor en una larga guerra contra media España.
Los cuernos de la luna temblorosos contemplan desde el aire el aquelarre de la plaza de Madrid repleta de los cráneos débiles, labios grises de hombres colilla que trinan pestes femeninas. Brillan sus colmillos rateros de amarilla luna poseídos por la fiebre asesina. Jadean mujeres histéricas con escobas de palo, senos deprimidos, melenas cortas, vientres hinchados:
- Ujuruju, ujuru, ujuruju, aborto no, aborto no, muerte a la que aborta.
Golpea sobre las mentes pueriles el martillo de plástico de la infantil hipocresía de las las tribus de Uruk haiks de gachupines, latinajos católicos y farandules allí reunidos. Los niños también han acudido de la mano de sus padres, allí están idiotizados.
AHHHH; AHHHHH; AHHHHH- hacen y sus padres les responden:
Ujuruju, Ujuruju, ujuruju….


Oh mariposas algodoneras venid oscuras, tormentosas, y cubrir mi desnudez hereje con vuestra sedas –manda redonda y desnuda la luna a las nubes que se encuentran por tierras de Castellón lanzando granizo sobre las cabezas de los batuecos levantinos. Quiere la luna que la oculten, que la salven de los fieros los ojos de los madrileños esa noche rasa, no suban hasta ella y le claven un sus ojos una cruz.
Marte brilla marcial, alemán, alineado con Júpiter. Una multitud de gitanos evangelistas, católicos payos, pobres, militantes de España 2.000 , y del PP, corean con Jesucristo:
- Vivan las cadenas, viva la pobreza, viva el dolor , no al aborto.











Jesucristo asoma ungido tras la cortina azul con el logo del PP. Se presenta pastoral, legislativo y judicial en la manifestación de fervor por la aprobación de la ley de la reforma educativa para las abortistas. Han sido congregados para celebrar el triunfo todos los que han luchado, extorsionado, amenazado, para que se apruebe la ley del violador, cómo popularmente se la conoce. Surge la figura de Jesucristo desgarbada cómo un travestis a los ojos de las masas de la plaza. Alza los brazos al cielo en señal de victoria o de piedad, y el público se enfervoriza sinfónico.
OHHHHHH;OHHHHHHH;OHHHHHHH- exclaman.
Su mirada azul es hipnótica y profunda cómo la de Rasputin. Unos focos viejos que son antiaéreos comprados de saldo de un aeropuerto militar sin aviones por el ministerio de justicia, iluminan al ministro que se tambalea cómo un grosero borracho cegado.
Con las manos sobre la baranda, la boca muy abierta, y ojos de iluminado, habla a la multitud reunida. Los padres se agachan hasta las cabecitas de sus hijos, y les dicen:
Gracias al señor ministro que va a hablar, y otros cómo él estáis vivos. Si fuera por Zapatero o Rubalcaba, ya habríais muerto.
Y los niños lloran muy asustados y temerosos de Zapatero y Rubalcaba. Y eso en cierto modo es bueno y comprensible.






El uper de Jesucristo le coloca un micro. EL verbo vomita de los pulmones a la garganta:

-¿Cómo puedo yo vivir mi castidad?- canta estas primeras palabras de triunfo asomado a la baranda en loor de multitudes. El cañonazo blanco de los antiaéreos le hace dar tres puntapiés a Jesucristo.
-Hermanos, hermanos, hermanos- teatral desde el atril el ministro colocándose unas gafas de sol alza más los brazos abriendo las manos y cogiéndose el corazón.
- es muy fácil el camino de la castidad. Solo hay que coger todos los día el madero, cómo Gobo, y ponerlo sobre los hombros y salir a la calle con el para disfrutar de la pobreza, cómo Gobo.
-Rápido, rápido, el madero de Gobo- grita el obispo de Madrid Rocco metiéndose dentro del balcón al ver que no acuden los jornaleros. Se ve tras el balcón un enorme salón ministerial con lámparas de araña colgando por aquí y por allá, tapices de Cristóbal Colón enseñando castidad a indios en taparrabos, y ricas mesas muy largas llenas de suculentos manjares. Los currantes que deben llevar a Jesucristo el madero de Gobo comen unos pastelitos.
- Por Gobo dejen esos pasteles y pongan a nuestro señor Jesucristo el madero- indignado de la escena y la falta de celo, el obispo Rocco, orondo y sonrosado cómo un cerdito apremia acalorado a los contratados de la temporal Adecco- Corte Inglés.
Al infierno con los demonios Bellaluz y Chantán iréis todos - les dice entre dientes haciendo la señal de Gobo. Los currantes se ríen de sus amenazas celestiales pero preocupados por el un posible despido.
Colocan el madero al ministro con cuidado, con unas hombreras para el dolor que no se ven.
Los antiaéreos ciegan la plaza de nuevos ministerios.
Vuelve el foco de luz blanco a nuestro ministro que se dirige a la multitud:
  • Tarantaran- tarantaran, tarantarantaran, tarantaran-tarantaran. OHHHH;OHHHHHH;OHHHHHH-
Su voz suena cavernosa, mística y profunda:
  • Hermanos, hermanos- chisssss, chisss, zissssss, el micro solapa la voz. El técnico lo arregla y prosigue. El obispo Rocco se queja de tanto incidente.
  • Por Gobo, por Gobo, por Gobo.
El ministro improvisa cómo puede:
  • con el madero a cuestas uno se olvida de la castidad, que no es otra cosa que un ejercicio de dignidad y el respeto hacia el otro. Un pequeño paso para el hombre, pero un gran paso para la humanidad. Ved cómo camino casto con el madero, me siento flotar. He aquí la parábola, y he aquí la ley del PP.















Jesucristo con tacones, maquillado, encorvado por el peso de la cruz que lleva sobre el hombro izquierdo pasea cómo un pichón por el balcón. Da cuatro pasos por el balcón hasta llegar al extremo izquierdo donde se detiene mirando al populacho que aplaude:
-Hermanos, cortemos esas ramas para ponerme el madero cómo a Gobo, que no puedo más, soy un pecador- exclama un joven de pelo rapado cuyo zib se ha hinchado grandemente. Sus ojos de besugo persiguen sátiros las caderas de una monja comadrona feliz cuyos redondos pechos nadie ha mordido nunca. Es de mediana edad, pero aun son frescos. Y votan devotos e hinchados al igual que su neumatizado trasero, digno de un exquisito y refinado sodomita. El hábito, Oh hermanos, no disimula la carne.
Los legionarios de Cristo podan varias ramas de los álamos de la plaza, pues son muchos los zib a esas horas punto salirse. La hinchazón, el dolor y la represión se contagian. Incluso hay varios jóvenes que ante las palabras de Cristo se masturban públicamente para mostrar su dolor por el sexo, y su alegría por la castidad. Derraman blanco semen sobre sus manos y sus compañeros colocan el símbolo de castigo de Gobo, hijo de José el carpintero y de María, ama de casa del pesebre.
-MI niño, mi niño- exclama una madre.
-Perdón, perdón, perdón- tira al suelo una cruz un gobiano pecador. Ha impactado con un niño colgado de los brazos de su madre. Oh hermanos, cuan frágiles somos. Se rompe cómo cristales el cráneo. Sobre la cruz brota la sangre del niño muerto, y en el cráneo del niño muerto hay astillas de la cruz.
Jesucristo se quita la corbata, la camisa, los pantalones y enseña su cinturón de castidad con ricas inscripciones de pedrería y la bandera de España al populacho. A ellos se dirige:
- Hoy estamos más cerca del estado de la dignidad, la libertad, la paz y la castidad, al que converge nuestro gran país, falo de luz del catolicismo. Hemos aprobado la ley contra el aborto, y no hemos eliminado el derecho a no decidir. No más crímenes bestiales que ofenden a  Gobo.
En la plaza los farandules alienados y con mucha fiebre estallan en clamor, aunque no comprenden lo último que ha dicho.
OHHH;OHHHHH, Gobo, Gobo, Gobo, OHHHH;OHHHHHHH. Gobo eres amor y luz.

Más bebes se lesionan por golpe de cruces, alzamiento de brazos que chocan contra sus cabezas, y desastrosas caídas de hombros. Son retirados y repuestos por nuevos seguidores de la Virgen María, que llegan con más bebes. Gobo los bendice a todos desde el cielo.
Jesucristo y los obispo se arrodillan ante el todo poderoso Gobo señor del cielo, los mares y la tierra. El populacho hispano que es muy devoto se santigua haciendo una cruz en el aire, señal de respeto a Gobo.
Un silencio mortal y espiritual se adueña tras el estallido de gritos del lugar durante unos segundos.
Los reflectores antiaéreos iluminan los caretos de los allí reunidos. En el interludio el señor ministro sale con una muchacha joven embarazada.
-Yo quise abortar- exclama.
La plaza grita:
- Pecadora, pecadora, puta, cortarle el pelo y emplumarla.
-Ved a esta pecadora- les dice Jesucristo eucarístico , la agarra y la asoma al borde de la baranda cómo si fuera a hacerla saltar.
-Ved su tripa- los eventuales de Adecco avanzan y desvisten de cintura para arriba a una joven aria de preciosos cabellos rubios que le cuelgan hasta sus enormes pechos que rebosan leche a borbotones.
  • Esta chica de 17 años repetidora de la Esso, sin estudios y reconocida actriz porno iba a abortar, Oh hermanos, está pecadora llamada Chichi Amor fue capturada por los devotos de la Virgen María que hacían guardia en la clínica Marques de Sade, y reconocida de inmediato por un hermano cómo actriz porno. Ha hecho películas porno cómo: Orgía total, Yo no se decir nunca No; Bingo y Dingo. Jesús es amor; Si me preñan me da igual ; España Orgía, playa y aborto ; la cacharra nacional; y Zapareto, Rubalcaba y sus amigos. Ha actuado con: Pajarito Pajares , pajarito Esteso, Sansón Esteban, Tony Cantó, Nino Felipe, y Hércules Garzón. Si alguien los ve, debe comunicarlo a la sacristía más cercana, y por favor, si se es mujer que se aleje. Intentaremos casar a la descarriada con alguno de ellos.










En la plaza la gente llora y se conmueve ante tanta crueldad y salvajismo por parte de los actores porno extremistas que parodian de forma cruel la marca España y la religión. Jesucristo, con voz cansada y contemplando el rostro de la penitente susurra la buena nueva de la ESPARANZA:

-La condujeron de la clínica abortista los devotos de la virgen María a la basílica del Remedio arrastrándola cómo una gata salvaje, pues es una pecadora atroz.
Yo casualmente estaba rezando a Gobo y hablando con el obispo Rocco sobre un plan de reeducación para abortistas, cuando entro la pecadora. Fui a ella para ofrecerle alternativas. Ella se encontraba, Oh hermanos, cómo una hereje bajo la imagen de Gobo pantocrátor sujeta de los brazos, con los pechos fuera, diciendo:
-Si queréis violarme, hacerlo, violarme pero daros prisa que tengo que abortar.
OHHHHH;OHHHHH;OHHHH- grita la plaza.
Y ante mí que hizo, os preguntareis, cuando le dije que Yo era el ministro de justicia de la marca España. Pues, oh hermanos, arañarme, escupirme, golpearme, decir que ella hacia con su cuerpo lo que quería, que este era un país libre y no una dictadura musulmana, y que iba a ir a la prensa libre cómo ABC y el Mundo a decir de este ministro:
-moro, moro, moro, fascista, fascista, fascista.
-OHHHHH; OHHHHHH; OHHHHHH- exclaman el pueblo reunido en la plaza, y se lamentan mucho:
Por amor de Gobo, por amor de Gobo, por amor de Gobo. Cruel, cruel, cruel mujer, embustera, embustera, embustera. Gobo la condene.
Jesucristo satisfecho por escuchar la voz del pueblo, endurecido en las ideas, líder carismático, y virtuoso, entendido cómo la capacidad de llevar la idea por encima del bien y del mal, les habla a los borregos infrahumanos de la plaza que también están por encima del bien y del mal, es decir son virtuosos:
-Entonces le tapamos la boca, la sedamos para hablar con ella con más calma. La marca no es ninguna dictadura. Las mujeres en España deciden.
-Bravo, bravo, bravo- explota la plaza de alegría democrática.
Le ofrecí dinero por acudir un programa experimental para dejar de abortar. La ley de reeducación o de lo contrario iría la cárcel, pues el aborto iba a ser ilegal en breve, aunque no sabemos cuando. Las mujeres en la marca tienen alternativas. Si quieren abortar que lo hagan después de hablar con los curas psicólogos. Ella, Oh hermanos, la aquí presente, opto por el programa, es decir por el dinero y la libertad.
Ha estado en tratamiento, que más que tratamiento tengo que decir han sido unas vacaciones pagadas por el estado. Allí ha conocido el amor y la dignidad, el respaldo de la sociedad. Se le ha curado de su enfermedad mental y sus inclinaciones abortistas gracias a un tratamiento bueno. Unos doctores han reflexionado con ella. Y ella libremente tras el tratamiento ha decidido tener la criatura. La marca no obliga. Matrix deja elegir.
Ya no quedan más dudas, ni temor de que huya a Inglaterra a abortar.
¿Verdad?- Con gesto simpático acaricia la cabeza de la muchacha que asiente.
Di algo- la convida a hablar. Ella con cara de idiota, irreconocible tras el tratamiento que ha destruido su voluntad, su capacidad de decidir, de saber lo que está bien o mal si no se lo dicen un capellán habla:
-SI, Oh hermanos, ahora estoy bien, quiero a mi hijo.
La plaza aplaude y canta:
OH Gobo, Oh Gobo eres amor, ten piedad, perdona cómo nosotros perdonamos. OHHHH, OHHHHH; amen.
Jesucristo toma la palabra:
-Tras el tratamiento es incapaz de pensar en el aborto, incluso cuando ve a un niño, aunque sea un bebe negro siente ganas de ponérselo en su pecho y alimentarlo.
Que alguien me traiga un bebe.
Desde la plaza varios bebes van en volandas, aupados, los van pasando sobre las cabezas hasta llegar a la puerta del ministerio donde un ujier selecciona a uno bien gordo y lo sube. Los demás no seleccionados son lanzados hacia atrás y tirados de mano en mano de regreso.

-Que monada- exclama Rocco contemplado a la cosa elegida.
Jesucristo avanza con el bebe y lo asoma al balcón:
-Dejad que los niños se acerquen a mí.
-Bravo, bravo, gloria ti ministro. Te queremos. Presidente, presidente- explota el populacho- Los reflectores iluminan la escena.
La luna se tapa cada vez más, quiere separarse de la tierra, pero ésta la retiene con los lazos de la gravedad. Chichi Amor al ver al niño se lanza sobre él. Un foco ilumina la escena. Un niño moreno, peludo y gordo cómo un gitano, mama.
-Ved hermanos, ved cómo esta mujer que iba a abortar ahora ama a cualquier niño.
Chichi balbucea triste e idiota:
-Cucuritu, cuchuritu y haciendo carantoñas al niño que rechaza esa leche demasiado viva, demasiado agria, busca a su verdadera madre.
Intenta escapar, pero la rubia lo retiene.
Retiren a la mujer y el bebe- Ordena Jesucristo.
NO, no, el jorocho mío. Bebe, el jurijuri ser mío- Chichi cómo un animal besuño se resiste. Tiene una fuerza extraordinaria y varonil. La meten dentro y allí la sedan y le quitan la criatura.
Y así llega el final del acto. Jesucristo se retira, la ley está aprobada y España: salvada.
Dentro se felicitan de la presentación de la ley, y habla discreto Jesucristo y el obispo Rocco del proyecto de reeducación.
  • Es sorprendente, por Gobo, la transformación de esa fulana de izquierdas mata bebes en una madre ejemplar.- exclama Jesucristo al obispo Rocco mirando a la joven en un rincón. Acaba de cobrar conciencia Chichi. Esta muy mansa jugando con un osito de peluche al que le canta un preciosa nana chonis:
  • OHHHH; OHHHHH; AHHHH; AHHHHHH; UHHHHH, UMMMMMM, PUMMMM hace papa, Rummm, RUMMMMM; RUMMMM hace el motor del coche de papa.
  • Tenemos grandes psicólogos- responde el obispo sonriendo cómo un actor porno que acaba de terminar su actuación con tres rubias de 16 años. Y le recuerdo que esperamos su ayuda para convencer al ministro de ciencia y desarrollo de España para que amplíe el presupuesto del feto mecánico- comenta Rocco con sarcasmo. La iglesia, ya ve ministro, está pobre con tanto pobre, valga la redundancia.
Un prelado con aspecto de judío que se encuentra cerca salmodia con sombrío rostro de funeral:
-Le recuerdo al ministro, que el señor ministro de ciencia y desarrollo ha puesto algunas pegas estrambóticas exclamando su preocupación, y haciendo alusiones impertinentes de que el programa del feto mecánico elimina ciertos derechos y garantías , y de que si parte del pueblo se entera antes de la reconversión total de la sociedad de que se fuerza la voluntad de las muchachas y algo más, derrocarán al bendito gobierno de Rajoy gritando: fascistas, fascistas, fascistas, violadores, y esas cosas. Decía el ministro de ciencia también algo de Egipto, donde el pueblo ha derrocado la democracia por coartar libertades y esas cosas.
El ministro de ciencias es un hombre de confianza- exclama Rocco.
Cómo un loro el jesuita canta las palabras del ministro:
-EL fanatismo no se ha impuesto en Egipto. Esperemos que en la marca España eso no pase eso. Estoy muy asustado por la izquierda, y si despierta de su letargo y resucita a Lenin.
El jesuita adopta un tono sarcástico - Todo lo que decía señor ministro era muy raro, muy raro.
Jesucristo al que le parpadea un nervio ocular de la tensión enrojece su recto rostro, abre la boca por la impertinencia y mira muy fiero al judío prelado. Balbucea:

-¿Duda usted de la influencia y poder de este ministro? Este ministro tiene el poder supremo sobre los demás ministros- ¿Qué es el ministerio de ciencia y desarrollo comparado con el de justicia?- le pregunta al jesuita.
-Es un buen hombre el ministro de ciencias, prudente, solo eso.- hace de poli bueno Rocco.
El judío jesuita hace una mueca maliciosa y se retira. Rocco va hacia la chica que juega con un peluche:
OHHHH;OHHHH; Hijo mío.
Mirando al ministro dice Rocco:
-Lo hacemos por ellas ministro, nacidas para ser madres, Gobo así lo dijo. Y por España, para garantizar en un futuro las pensiones.
-Mire que hermoso, que hermoso, que hermoso es verla así y no haciendo películas porno- Rocco, el viejo obispo verde, con boca de caimán verde, la abre mucho dejando ver la lengua verde. Habla a la pobre, pobre, pobre Chichi.
-¿No estás mejor así que fornicando a todas horas y abortando? –
-Siiiii, siiiii, siiii- responde la estúpida sin voluntad.
Jesucristo conmovido exclama:
-Si el ministro de ciencia pone pegas informe Rocco. Este ministro le asegura en el nombre de Gobo, fondos para el proyecto. El pueblo ya ve cómo responde, no se a que tiene miedo ese ministro de ciencias. Esto son votos.


II: Él es un arco iris.




España ahoga, anula, elimina a los no católicos. Batuecos, farándules de Vall d´uixó en un ocaso mortecino de Julio del 2013 celebran fiesta hispánica. En Madrid, tras la presentación de la ley del aborto por el ministro de justicia Jesucristo, se celebra el día del orgullo gay. Un anacronismo reciente en el nuevo rumbo de la patria que vira de nuevo hacia la moral católica. Vall d´Uixó es ajena al orgullo gay. El anacronismo nunca ha existido. El 11 de Julio celebra por barrios festejos taurinos y asfixiantes verbenuchas con el Fary de banda sonora. Pasodobles y flamenco gitano suenan a través de la chirriante megafonía. Unos perros recién nacidos, aun con sangre y placenta se encuentran en una caja de zapatos. Son unos cachorros. Están todos juntos dándose calor. Tiñe de rojo la caja y de alegría a un ser embrutecido, sudado, inmundo, de raza latina que pasea por un parque. Deja la caja de zapatos en un banco. Saca una brillante navaja y los apuntilla. Se escuchan los lamentos. El espectáculo es deprimente y triste, incomprensible. El engendro tiene una cara extraña, desencaja de felicidad sádica que mantiene de forma estática varios minutos.
Grita:
Muerto, muerto, muerto.
Lleva de vuelta a casa la caja con los perritos muertos. Su hija Mari Luz está preñada de un drogadicto del barrio. EL chico es además de drogadicto, moreno, evangelista. Una herejía del gobismo.
El farandul sube a casa, su mujer lo recibe sin decir nada. Mari Luz, con 15 años, en tanga, con la barriga hinchada se abanica mirando Gran Hermano. Una perra Chihuahua está a su lado. Tiene cómo ella los pechos hinchados. Ha sido madre hace poco. La perra ladra a la caja.
-Mira Mari Luz- le dice el padre dándole la caja- mira que te traigo.
-AHHHHH;AHHHHH; Guau, guau- gritan Mari Luz y Canela la perra al abrir la caja
Ojillos cerrados de los chihuahuas y cuerpecitos oscuros llenos de sangre cubre la caja que cae. La perra agarra varios con la boca y se los pone en los pezones gimiendo.
Los ojos de Mari luz están encharcado de gotas.
El padre levanta la mano y le da cuatro ostias. La madre calla.
¿No querías abortar puta?
AHHHHH; AHHHHH; AHHHH- exclama. Le sale sangre de la nariz.
Mañana te vas al programa para dejar de abortar. El padre coge la cartera y se va al bar cinco copas. Allí hablara de lo que ha hecho y le aplaudirán los borrachos y drogadictos.

Angelillo de Uixó baja a la fuente a por agua. La tarde de cielo azul, luminoso, transparente, ha desaparecido. Nubes holandesas cubren el paisaje y el crepúsculo entre rayos luminosos que encienden el cielo y avanzan desde el oeste, donde vive la sierra que amenaza con tragarse el valle de Uixó. Llegan retumbando truenos y tempestades cómo a lomos de un caballo desbocado. El fary metido en los altavoces silencia. Ya están los eléctricos y fulminantes cómo hachas del holocausto: los rayos. Y llega una gota y otra. Y luego una cortina de agua que parece llevarse toda la inmundicia y dejar la melancolía de la herida de la vida, o quizás la melancolía de la herida de la muerte.
Dura unos minutos el agua de tormenta.

EL negro sobre el dorado de los últimos rayos de sol, y el rojo sobre el negro envuelven las moles piramidales de las pardas montañas. Sobre el sendero de la ladera por el que ha descendido Angelillo de Uixó, se vuelve, y queda cómo Lot contemplando las casetas de San Antonio y 10 años de vida, que dejan al ojo una fotografía que parece un Rembrandt, o una escena de la película de Apocalipsis Now.
Cierra la escena la exclamación de Angelillo de Uixó con una botella vacía de agua contemplando la aparición del arco iris:
Da ganas de pegarse un tiro.
Alza los ojos al cielo con ganas de ser fulminado. El arco iris tiende un puente que descansa sobre el nido de ametralladoras de la guerra civil en la suave colina de Peña creus. Bajo la peña el barrio marginal y torero de texas. Y el otro pie del arco iris se cruza nervudo el arco del acueducto romano visigodo, bajo el cual serpentea un pequeño torrente vivo que viene espumoso de Assumet. Angelillo de Uixo está en el centro del arco del arco iris. Amenazador gravita sobre su cabeza de rojos y violetas encendidos.
Las nubes se han vuelto del color de la sangre y casi tocan la tierra. Están hinchadas y entre ellas brotan columnas densas que parecen pilares que suben el sufrimiento del pueblo, al cielo. Flota el arco iris cómo un sueño, o una pesadilla.
Esto no es real- exclama angelillo de Uixó que escucha explosiones, que o son truenos o petardos de los farándules. En Vall d´uixó la tierra explota sanguínea cómo el cielo. Se confunde tierra y cielo, mar y cielo, al observar el marino horizonte donde se juntan. Las campanas y los rayos sonoros estallan luminosos, asesinos, en el camino que hace cansado Angelillo de Uixó. Todo parece irreal. Las voces cadavéricas, rotas, carajilleras que llegan de las calles de Uixó se mezclan con el olor a hierba mojada, a humedad, a podredumbre. EL pueblo es macabro, y el brillo y la fuerza del rayo se confunden con el brillo de la navaja. El arco iris en su viaje pasa por debajo del pecho de Angelillo de Uixó haciéndole una radiografía. Poco a poco el espejismo apocalíptico va desapareciendo. La tormenta se aleja sobre la mar, y deja paso a la última luz del día y los primeros destellos de planetas y estrellas.

III El feto mecánico de la iglesia católica.









EN la fuente pública Angelillo de Uixó rellena su botella de agua. Piensa en la tormenta, en ese arco iris y su significado. ¿Quizás fuera Dios muerto? Se siente cansado del mundo. Ve acercarse una joven chica con aspecto sucio, de mendiga. Está embarazada y sobre un banco se recuesta. Parece muy asustada. Tiene aspecto de lerda, de retrasada mental. Su cara es ancha, con una frente prominente, algo normal en las chicas de Vall d´uixó, ya que desde siglos se casan los primos entre si. Su cuerpo es fuerte, es bajita. El mismo tipo que esas mujeres varoniles que trabajan en verano para el Ayuntamiento quitando hierbas, arreglando los jardines, y en invierno en los almacenes de naranjas, o de peluqueras.
-¿Te encuentras bien?- le pregunta Angelillo al ver sus ojos tristes y llorosos.
Ella lo mira con temor y rencor por ser hombre.
¿Será una feminista?- piensa angelillo, pero enseguida cae en la cuenta de que en
vall d´uixó de eso no hay.
-No, no me toques, no te toques, no me toques- chilla histérica tapándose la cabeza con las manos cuando intenta acercarse Angelillo de Uixó.
-Pero si yo…-inquieto ante una ventana que se abre el bueno de Angelillo queda petrificado sin saber que hacer. Se le cae la botella que rueda calle abajo. Siente un golpe en el corazón que baila el chum chum de los problemas.
Haciendo la señal de la tranquilidad con las manos delante de su cuerpo a la altura de la cintura le susurra:
-Tranquila, tranquila, pequeña lerda asustada, si te he molestado lo siento. Ahora me voy, ¿vale?
El engendro preñado chilla:
AHHHHH; AHHHHH; AHHHHHH.
Y Angelillo de Uixó corre calle abajo.
Escucha una voz, seguramente la de la ventana que se ha abierto, pregunta:
¿ Es la Policía?
Angelillo para cuando se siente seguro. Astutamente se oculta tras un contenedor de basura para ver lo que pasa. Ve cómo llega hasta ella el cura de la parroquia del Ángel, mossen Recaredo Centelles, que por su andar parece que busca a alguien. Al instante aparece la policía.
El cura habla con un agente, le da dinero, y la policía se va.
La preñada, suplica al cura:
-Piedad, piedad, perdón. No lo volveré a hacer.
El la agarra con brusquedad. Mira a la ventana indiscreta y empuja a la muchacha.
Ella se tira a sus pies. Besa sus manos y le mira con su cara de lerda de pueblo. Está de rodillas ante el cura. Este es un tipo bajito, con cabeza grande, cara ancha y antipática, muy similar en aspecto a ella. Lo que da de pensar que son sin duda primos, o de Vall d'Uixó de estirpe.
Él va vestido con sotana. Le susurra autoritario unas palabras en latín haciendo al engendro la señal de la cruz sobre su cráneo:
-Vestigia alicuius.
Ambos se van en silencio y en una paz misteriosa. Angelillo de Uixó siente una profunda inquietud por la bochornosa escena. Decide seguir al par de fantoches por las calles estrechas. Los gatos al ver al cura erizan sus cuerpos y rebufan.
Bellaluz y Chantán andan cerca- comenta Angelillo acariciando la cabeza de unos de esos besuños animales, y haciéndose la señal de Gobo a modo de protección.
En el callejón más oscuro del pueblo, desde el que se ve brillar las luces del viejo campanario de la Asunción, surge la sombra y el brillo de un ojo de un enorme y viejo perro tuerto con collar de púas que hace de guardián. Se escuchan los ladridos del can a la mujer.
-Buen perro Cancerbero- dice Mossen Recaredo acariciando a la bestia. Tras el animal hay una casa con un crucifijo en la puerta. Sobre el techo de teja asoman dos gárgolas de mediano tamaño que tienen la forma de mujeres de cuerpos desnudos agotados por el abrazo mortal de una serpiente que simboliza al diablo. Ellas están ya inconscientes con los brazos caídos sobre la serpiente que se enrosca por los muslos, las caderas, los pechos. El cura abre la puerta y entran los dos.
Angelillo se oculta en un portal cercano. Soborna al perro que se acerca con dientes afilados con unos caramelos de menta que lleva. Hay varios charcos en el suelo de la tormenta en los que se reflejan los cuernos de la luna. Reina un silencio sepulcral. Varios murciélagos vuelan errantes alrededor de las cruces de las antenas de televisión de los tejados.
Paf, paf, paf. Se escuchan los pasos sobre unos charcos de la tormenta.

Un enano jorobado con la capucha de la sudadera sobre la cabeza para no ser reconocido va delante de un grupo de tres chicas chonis embarazas.




Guau, guau- aúlla el viejo perro al escuchar los pasos. Va hacia el grupo con los pelos erizados.
-Soy Igor Cancerbero, el viejo Igor que trae zorras para el maestro. Igor se acuerda de ti. Toma- el maléfico jorobado entrega al can una cabeza de pollo cruda que saca del bolsillo al animal que la devora al instante moviendo el rabo. Igor mueve la cabeza muy rápido mirando a todas partes y balbucea para si intranquilo:
Por Chantán, creo que le huele a menta el aliento a Cancerbero. Es extraño.
AHHH; AHHHH- gimen las chicas y hacen señal de querer irse.
-No irse zorras, están aquí por lo que están- les dice con violencia Igor a las putas zorras. - El perro no les hará nada. ¿Verdad cancerbero?- acaricia Igor al perro quedándose varios pelos en sus mano pues tiene sarna y pulgas. El viejo perro avanza y huele el conejo a las putas zorras de forma lujuriosa.

Un rayo de una nube dispersa y retrasada de la tormenta cae sonoro muy cerca iluminado las espantosas gárgolas y al viejo perro horripilante, así cómo la cara de plomo de Igor y las muchachas. Las zorras son hermosas jovencitas de pechos enormes, con tripitas que da gusto ver, redonditas cómo la luna, sus piernas altas y morenas cómo torres morunas. Llevan puestas ropa muy, muy ligera.
-Sin duda son zorras preñadas. Verdaderas zorras o zorras aficionadas, pero zorras de verdad- exclama Angelillo de uixó-
Angelillo de Uixó queda oculto en un portal.

Igor llama a la puerta.
PAM; pam, pam.
La vieja puerta chirriando las bisagras se abre poco a poco.
CRAGGGG; CRAGGGGGG- da la bienvenida la puerta. Tras ella no hay nadie.

Angelillo busca alguna oquedad donde poder ver lo que pasa. Da vueltas por el callejón viendo desde donde poder asomarse, pero no hay ningún sitio.

Las muchachas pasan con temor y a empujones de Igor que grita:
-Amo, Amo, Amo- traigo de la clínica abortista a las marranas.

Mossen Recaredo asoma por el pasillo con su cara redonda y antipática que asusta a las muchachas. Acaba de atar en un pequeño cuarto insonorizado a una silla de tortura a la prófuga que ha recogido en la calle. Frente a la chica hay una televisión de plasma que emite películas porno de sado con altavoces de jadeos muy fuertes y escenas de bebes muertos, tirados en verteremos, devorados por ratas, cubiertos de sangre, medio descompuesto, operaciones para abortar, y más escenas de sexo.
-Bien venidas a la casa del señor, aquí sanarán de sus vicios- les comenta sonriente. Les da la espalda y camina por el pasillo. Igor les ordena que le sigan. Llegan a un salón de mediano tamaño, también insonorizado. Igor cierra la puerta de entrada.
Igor y Mossen Recaredo magrean a las chicas que hacen gestos de repugnancia. Se intentan defender apartando las manos de Recaredo e Igor. Grita Igor al oído de una morena de 17 años que tiene asida por la espalda:
-Aprendan, aprendan- mientras le levanta la falda. No les van a quedar ganas de follar y preñarse con cualquiera después de este tratamiento. Las jóvenes tiemblan cómo una flor arrancada bruscamente.
Las chicas lloran. Un quejido de dolor se escapa por las juntas de cemento de los ladrillos. Los gatos maúllan en la calle y el viejo perro los persigue. Mossen Receredo le pide a Igor el papel con las firmas del consentimiento de las muchachas y los familiares, para el programa antiaborto:
-Yo Bella Mari, Bella Elena, Preciosilla, firmo este documento donde me entrego a un experimento para evitar la cárcel por haber intentado abortar. Si abandono el programa de reeducación para la ciudadanía iré a prisión.
-Señoritas- les pregunta tras leer el papel Recaredo:
¿Saben lo que hacen a las abortistas sus compañeras en prisión? No creo que lo que les hagamos nosotros sea peor. No eviten con sus puercas manos nuestras santas manos. Lo que les hagamos es por el bien de sus almas, e incluso de ustedes.
Igor y Mossen Receredo ríen.
-Ahora acompañarme- les ordena, y ellas obedecen.
Las chicas entran en un viejo salón cerrado iluminado con candelabros y varias doncellas que han parido hace poco. Llevan los pechos al descubierto y arrojan gotas leche sus pezones. En un rincón hay cunitas con los niños que dormitan felices de estar vivos, sin importarles que sus madres llegarán a ser unas zorras asesinas.
-Estás mujeres han pasado antes que ustedes por el tratamiento. Ahora son madres ejemplares y ciudadanas de primera- mossen Recaredo la señala satisfecha de su obra.
- y ahora jovencitas, beban leche de las veteranas. Sepan ser madres- les ordena Igor.
-Pero, pero- protesta una rubia de pelo rizado y larga cabellera.
Mossen cogiendo un látigo lo balde sobre su cabeza amenazador.
-O lames Bella Mari los pechos de una criada, o te desuello.
Abriendo los labios ensiliconados, la chonis Bella Mari , empieza a sorber los sonrosados pezones de la criada que tras el tratamiento no siente nada de placer. Es solo carne obediente. EL cura Mossen Recaredo e Igor se sientan en unas sillas y se masturban.
-Ven Bella Elena- manda Igor a una morenita bajilla de larga melena. Chupa.
La chica obedece y pasea su sonrosada lengua sobre los Zib pequeños, flácidos, del cura y el jorobado que no se ponen erectos.
Igor cabreado lanza una puñada a la jovencita en la cabeza.
AHHH; AAAHHHH; AAAAAHHHHH- exclama la joven Bella Elena llorando.
Recaredo agarra a Bella Mari que tiene la boca llena de leche. Le aprieta los labios con los dedos semejando el morro de Bella Mari el de una cerdita. Así la lleva a una silla. Le baja la falda y las bragas. Coloca a la doncellita de espalda. Se asombra al ver su hermoso trasero. Luego lo lame y le da unas palmadas, y la penetra muy fuerte.
Los bebes lloran y Mossen Recaredo se alegra y goza de los alaridos de los bebes que hace que su viejo Zib se ponga erecto.
-Rápido, rápido, acerca las cunas Marisa- le grita a una criada- que vean los niños el placer que dan las futuras madres- manda dando palmas muy excitado.
La criada acostumbrada al ritual obedece en silencio. Los bebes son llevados y despertados y contemplan la escena llorando.
-Llorar, llorar al escuchar los alaridos de dolor de las madres, hacer que este viejo prelado alegre su alma- grita mientras los bebes lloran más y el cura penetra el ano de la hermosa bella Mari que jadea sudando:
-AHHH; AHHHH; AHHHH.
La criada, madre de uno de esos niños, acerca varias cunas más, y pone a los bebes de forma que vean todos los ángulos de la escena.
Así transcurren varias agotadoras horas.
Angelillo de Uixó como no ve nada vuelva a casa con el rabo entre las piernas, intentando adivinar, suponiendo que será una clase de relajación al parto.
Las chica unas vez violadas pasan a una sesión de vídeos pornos de embarazadas, de abortos, de violaciones, con imágenes bebes devorados por ratas y altavoces con voces de jadeos, y llantos de bebes muy altos.
Excelente cena Marisa- dice a una criada en topless Recedero Centelles devorando un bistec y brindando con Igor por la contra reforma de Jesucristo, el ministro de justicia.




Angelillo de Uixó.

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EL feto mecánico de la iglesia catótica by Ängel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.



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