El lechugar de la chabola.
Perros guardianes de la nada
atados a cadenas oxidadas por la brisa del mar que llega a la
montaña.
De los corrales de panal
brota el ladrido de los canes.
Más asustados que
violentos alertan al hombre que inquieto transita por la cuesta de
San Antonio, y al propietario que asoma el ojo sanguinolento a la
ventana.
Entre las polvorientas
chabolas de cemento y ladrillo se encuentra en medio de un bancal
abandonado un lechugar bravío. Momento de un sueño que llega a su
fin.
Cómo los senos las hojas abiertas.
Abiertas cómo las navajas
las hojas. A punto de irse.
Tiene la lechuga en verano prisas. Es una
gacela verde que rápido se espiga. Brota de sus hojas un cuerno de
unicornio repleto de flores.
Angelillo de Uixó,
agricultor marginal. Cambio lechugas y tomates de mi bancal con sabor
a chabola por otros alimentos. No importa que sean de cáritas, la cruz roja o el partido socialista, y doy petardos de regalo para hacer
ruido y cerillas para prender fuego a la policía.
El lechugar de la chabola by Ángel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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