martes, 2 de abril de 2013

Oración por la adopción de un cachorro

Oración por la adopción de un cachorro. Busco hogar en nombre de un cachorro de mi camada de dos meses de edad. Nacido de la unión una perra husky, llamada Varinia, y un pastor alemán, llamado Aquiles. Los antecedentes de esta desgracia ocurrieron en el ocaso de una melancólica y mortecina tarde de otoño cuando regresábamos Aquiles, Meidei, y yo, de un sano e inocente paseo por la fuente de Garrut. ¿Quien iba a pensar lo que acontecería? Pues fue que Aquiles conoció a Varinia que estaba abandonada y deambulaba cerca de la puerta de mi casa buscando Dios sabe que. Hoy en día con la distancia de los acontecimientos me pregunto:¿Quizás lo tuviera todo pensado esa perra cómo acostumbran a hacer otras de su condición caídas en extrema pobreza? El caso es que la tarde se prendió de ardorosa pasión. Meidei y yo nos tapamos los ojos ante la imposibilidad de hacer otra cosa. Meses después nacieron 8 cachorros, habiendo sido adoptado todos menos uno, del cual será por el que oraremos en adelante. El fenotipo de este cachorro: alobado, de ojos azules cómo los hielos del Canadá, y aullido agudo y prolongado los días de luna llena, cuando festejamos la camada que la noche no es negra. Sus dientes aun le florecen, están limpios, y no han sido corrompidos por la caza. Al romper el alba, cuando salimos a los bancales, le vemos correr, tropezar, y caer suelo al lanzarse en pos de las lagartijas, los saltamontes, los sapos, así cómo las cucarachas que se le escapan entre las patas. Y le oímos ladrar frustrado, temeroso, inquieto de fracasar. ¿Qué te pensabas cachorro? Y ahora vuelve con nosotros de tu cacería, regresa de los secos arbustos alimentados por la brisa del amanecer para que te diga: tengas el nervio, la garra, la herencia genética de los lobos de las lejanas y blancas nieves, donde los días son cortos, fríos, oscuros, y el invierno es tan largo que se acaba cuando nosotros estamos en pleno verano. Aunque tengas, OH cachorro, la postura, la ambición, la nobleza, la osadia, y el orgullo del glorioso marques de la Ensenada. ¿Creías novato que solo por eso ibas atrapar esas piezas? Su madre y su padre que ahora viven juntos, cómo una ejemplar pareja, y de los que nunca se aleja, le miran con el hocico sobre la tierra, entre las hierbas, aburridos bajo el sol. Todos estamos quietos, hemos aprendido a estar esperando sin desesperar. Hemos aprendido a esperar sin esperanza. Él ya vuelve con nosotros tras escuchar mis aladas palabras, viene con el rabo gacho. No llores, no llores, cachorro. Aprende y acurrucate junto el lomo de tu madre que tanto te quiere. Reflexiona el cachorro sobre su pequeñez, sobre cómo nada está bajo su control. Sus padres le demuestran lo que es la calma. Yo le insisto: ten paciencia, ten paciencia cachorro. Mira a tu alrededor, escucha al poeta que te habla: “Lo que te rodea es duro, es una competencia brutal por la vida donde cada uno intenta sobrevivir mordiendo a su semejante. Y ahora duerme entre las plantas, sueña con una buena caza”. OH dioses, aconsejarme: Yo no quiero decirle al cachorro que le busco un hogar lejos de nosotros. La crisis es así y tiene estas putadas, pero no debiera ser así. La vida no debe ser tampoco cómo es. Mi camada sufre la agresión y las consecuencias de esta convulsión histórica. Soy consciente de que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades !y a que precio lo pagamos! Ahora la camada aguarda en su posición, copada, embolsada por fuerzas vecinales hostiles, pero con espíritu de resistencia y sacrificio. Muchas cabronadas tengo pensadas hacia mis vecinos antes de caer. Ellos disfrutan mucho con mi situación. Dadme dioses cómo a Sansón fuerzas, ánimo a mi imaginación para llevar a cabo tales actos de los que a veces dudo y me estremezco. Valor, valor, valor, dale acción a la imaginación. Just do it. Para él pido que lo adopte un matrimonio alemán, inglés, o francés, y vaya con ellos al dorado exilio. De un español por cuestiones históricas, raciales y de observar a mí alrededor no me fío. Entre tanto, nosotros, sin mucho que hacer, más que resistir que es vencer, desahuciados, imposibilitados, marginados, descansamos desde la llegada de la roja aurora hasta la lóbrega noche en San Antonio. Esperamos el final sin temor, fieles los unos a los otros, fieles a nuestro ideario, leales a nuestro amor que nos hace ser inmortales, y sabedores de nuestra superioridad moral sobre el populacho y los tiranos que los dominan. Ni unos ni otros nos representan. Ni el pueblo al que maldecimos, ni el gobernante al que detestamos. Este territorio que aun dominamos se sitúa en una colina estratégica repleta de trincheras de la guerra civil. Frente a nosotros se encuentran acampados y desplegados por el barranco las etnias calorras y los hijos de emigrantes andaluces, llamados chonis, que han tomado el control Texas, muy cerca de nuestra posición. El enemigo contra cultural no le reza cómo nosotros a la naturaleza, ni a la lucha social, ni a la resistencia, ni a los dioses primigenios cómo Katulu. Estas tribu enemigas de las luces, de la ilustración, de la ciencia, de la historia, del hombre, no conocen los sentimientos, ni el amor, ni la oración piadosa, ni a Voltaire. Rechazan la igualdad, la libertad, la fraternidad, tanto o más que el agua bendita. Vociferan cómo el populacho hispano: vivan las cadenas, viva cáritas, viva el cacique, viva el tirano, viva el racismo, viva el alcalde fascista Óscar Clavell que nos entrega el pan de la cruz roja. Repudian los valores democráticos y de la raza de los pueblos arios europeos occidentales. Si en el pueblo hubiera estatuas de Platón, Aristóteles, Averroes, en vez de escudos fascistas cómo el de correos, los de la iglesia Segarra, el instituto de FP , los batuecos las romperían. Son heraldos de la muerte, del dolor. Llevan consigo las drogas, la violencia, el maltrato, los toros, el fútbol y la extorsión. Buscan cómo alimañas el dinero, se someten a todo acto de vileza por el metal. Son avaros y codiciosos cómo los enanos de las minas de los Nibelungos. Junto a Texas, se halla el pueblo fascista de Uixó. Es una jungla dura, hay que tener los colmillos bien afilados, y estar atentos. El hombre es un lobo para el hombre, el hombre acecha al hombre, y yo voy armado por las calles cuando bajo al pueblo, y no pasa nada, la policía pasa de todo. Pero tú duerme, duerme mi cachorro junto a nosotros, para ti la vida son pasos cortos, pequeños tropezones de los que te levantas. La felicidad tras dos meses de vida de estar aun con tu madre y tu padre, pocos perros hoy en día que tengan ese privilegio. Duerme cachorro mientras te canto una nana, la camada te protege, y yo te busco un hogar, porque esto es la bomba va a estallar. Angelillo de Uixó. A 2 de abril del 2013, en la última posición de los últimos días. Viva la muerte, viva una nueva guerra civil. Telf 678623579. Licencia de Creative Commons
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