domingo, 20 de mayo de 2012
Pistas ciclistas de entrenamiento para terroristas de Vall d 'Uixó
Pistas ciclistas de entrenamiento para terroristas de Vall d' Uixó.
Camina un conocido anti sistema del pueblo entre trincheras de la guerra civil, matorrales hepáticos por la sequía cuyas amarillentas hojas son mecidas por un viento huracanado que según el meteorólogo Maldonado traerán lluvias a un seco mayo, es decir, no lloverá. El paisaje moruno de piedras grisáceas, matorrales espinosos , frondosas higueras, negros algarrobos, se sucede monótono sobre los bancales a lo largo de la senda de penya creus en Vall d' Uixó. El anti sistema hace una pausa en su lánguido paseo dominical ante unas matas secas de tomillo a las que dedica una reverencia . Se admira ante las diminutas hojas moradas con las que ha tenido a bien engalanar la madre naturaleza, la madre de todas las madres, a ésta bellaza aromática. El silencio místico y espiritual del anti sistema y la mata de tomillo es roto de forma violenta por un metálico chirriar de cadenas y una voz apurada que se acercaba a gran velocidad chillando histérica:
Perro, perro, perro. Luego otro conjunto de voces que le siguen a pocos metros cómo persiguiéndole, se unen al primero y añaden al comentaron otras delicadezas: imbécil, gilipollas, hijo puta. No se sabe bien si dedicadas al anti sistema o al animal.
El perro, con el rabo entre las piernas se aparta y se dirige asustado a los brazos del anti sistema al que le cae suavemente a sus pies descalzos la rama de tomillo segada.
Pasan a gran velocidad ante el anti sistema que recoge a sus dos perros que de milagro no han chafado los ciclistas. Les devuelve los improperios mientras se alejan. Coloca con rapidez y esmero unas piedras en el camino para que los siguientes ciclistas se estrellen y maten.
Mira a su alrededor y nuestro inocente anti sistema se ve rodeado por una brigada de ciclistas que descienden armados con sus cascos, botas, petos, destruyendo todo lo que encuentran a su paso.
El anti sistema viendo lo que se le viene encima, sin que el miedo le amedrante, con sangre fría se refugia entre unas trincheras por las que votan los bicicletas desde una rampa hecha con maderas.
La silueta negra de las sombras de estos modernos y belicosos centauros pasan sobre el cuerpo parapetado en el fondo de la trinchera donde yace el anti sistema y sus perros que gimen asustandos ante las ruedas que giran incesantes en el aire con su característico silbido.
Una vez pasan vuelve a reinar en el silencio la chicharra y el viento cascabelero del poniente. Saca cómo el avestruz de su agujero la cabeza y se retira acompañado de sus perros a lo frondoso del bosque. Detrás de un pino observa la carrera ciclista con la indignación y el sufrimiento del que ve la injusticia de unos tiránicos gobernantes.
Los mismos déspotas que entregaron las montañas a los caciques de la construcción, ahora con el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, entregan las montañas al lobit del grupo ciclistas terratrèmols, que a golpe de pedal mantiene atemorizada a la población campesina de Vall d' Uixó.
Así se encuentra el bosque en Mayo, humillado, en su época de mayor florestas y con la eclosión del jilguero y el ruiseñor de su huevo. Mancillado queda por la bota fascista del ciclista de descenso el lugar donde fueron derrotados por el siempre noble y victoriosos ejercito republicano el rebelde faccioso.
Oh alma dolorida que en Vall d' Uixó ni un domino tengo de tregua para que mi boca de anti sistema calle y admire la vida en paz y silencio. Toda la semana luchando contra la policía nacional que ha ocupado la biblioteca, y ahora cómo colofón antes del bocadillo de tofu ¿Que me encuentro? Con el despiadado cuerpo del grupo expedicionario terratrèmols haciendo el imbécil de a ver quien llega primero a la meta, para que el concejal de deportes les ponga una medalla y se emborrache con ellos bebiendo de la botella de champan. Es mayo, y mi alma esta helada cómo en invierno, ven Meidei, dame un beso- le dice con lagrimas en los ojos el noble anti sistema a su fiel perra que sufre los infortunios de su señor y las afrontas del grupo terratrèmols, pues por millares son los perros que han matado los ciclistas en sus locos descensos.
De repente, les llega del bosque el lamento de los arboles.
Los arboles lloran Meidei, Aquiles, vayamos con ellos y abracémoslos, nos necesitan.
Junto a un algarrobo unas bicicletas aparecen apoyadas, un sonido metálico de acero sobre madera retumba cómo un eco agudo. Se clava ese angustioso ruido cómo una espina en el corazón del anti sistema . Bajo el sol y las nubes esparcidas por el viento observa el golpe del hacha talando unas maderas para hacer unas rampas.
Unos ciclistas uniformados de negro y con los emblemas de la unidad a la que pertenecen cortan los arboles que caen derribados, otros se afanan en levantar sobre los ribazos las plataformas que servirán para lanzarse con las bicicletas.
Los milenarios ribazos son abatidos bajos las palancas de acero. Poco a poco van escalando los ciclistas en su destrucción hasta lo alto de la cumbre de la montaña con sus andamios, pasarelas, toboganes. Transforman el paisaje de una montaña agrícola, donde el cultivo de la algarroba, el olivo, la uva, el higo, hizo la fortuna de muchos hogares que hoy ven a sus nietos en el paro, y sin más futuro que ser campeón de bicicleta de descenso de montaña.
Fuera de aquí, fuera, esto es un perímetro acotado, largo- escucha decir el anti sistema que reptando se ha acercado a los restos de una atalaya republicana donde puede seguir los acontecimientos mejor. Observa cómo los ciclistas echan a una anciana que iba a recoger espigas de lavanda.
Esto es muy raro Meidei, Aquiles, algo me dice que aquí pasa algo más- les dice el anti sistema que cómo buen anti sistema debe estar atento para ver alguna conspiración en cualquier lugar, aunque sea bajo una piedra que levante de una patada. Seguro que de allí sale una conspiración monumental.
Inesperadamente aparece el alcalde y el concejal de deportes acompañados con un jeque árabe con un maletín. Se acercan al grupo de ciclistas con los que hablan amistosamente. Al cabo de unos minutos las autoridades mirando a todas partes por si les espían se retiran dejando el maletín en manos del jefe de los ciclistas que lo deposita en la cesta que lleva en el manillar del vehículo sujeta con varias bridas de plástico.
Nos vamos- les ordena a esa tropa que tienen aspecto de bárbaros : largas melenas, barbas a lo ZZ Top, tatuajes, pañuelos piratas en la cabeza, camisas de tirantes. Montan se forma brusca, haciendo un caballito con las bicis se alejan pedaleando a toda velocidad.
Esto en más gordo de lo que parece Meidei, Aquiles- les dice a sus perros embriagado de la emoción al haber descubierto el anti sistema la madre de todas las conspiraciones.
Con cuidado avanzan por el lugar repleto de plataformas, maderas, andamios, hoyos, rampas, cuya finalidad pudiera parecer a una persona normal que fuera la de utilizarlas para lanzarse en bicicleta. Pero no, nuestro anti sistema ve infraestructuras para fortalecer el cuerpo, lavar el cerebro, adiestrar en el combate y en la guerra de guerrillas en un escenario de trincheras, maleza, ribazos. Los ecologistas mienten una vez más, ellos dicen que el lugar está consagrado al noble ejercicio del descenso ilegal ciclista y no se puede hacer nada, aunque la verdad:
! Es un campo de entrenamiento para terroristas !- les dice a sus perros el anti sistema.
Ahora comprendo por qué la policía nacional lleva tres semanas en la biblioteca de Vall d' Uixó atrincherada. Realmente no venían a por mi, ni a hacer labores burocráticas del DNI, si no que están siguiendo a esta organización terrorista. Debo averiguar de que parte están por si vale la pena unirse a ellos. Sabes Aquiles- le dice con tristeza al pastor alemán- me arrepiento de haberme quejado al ayuntamiento por las pistas ilegales ciclistas. Ahora no me dejaran ingresar en su organización, cómo si lo viera. Si pido perdón públicamente, un articulo en el diario crónica de la Vall, quizás...¿Tu que piensas Meidei?
Aquiles se relame el hocico y Meidei se rasca la oreja , una pulga sale disparada agarrándose a la pierna del anti sistema picando con fuerza y saña.
Angelillo de Uixó.
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