ETA !Entrega al pueblo las armas!

ETA !entrega las armas pueblo!

Le pido a ETA coherencia y responsabilidad, por ello le exijo : ! Entrega las armas al pueblo !

Hoy tras desayunar té aguado, he salido con los perros a dar un paseo. Acogotado cómo todas las gentes de mi pueblo por la casta política y empresarial nacional, por un pueblo que no conoceréis los bravos guerreros vascos, amantes de los valles cerrados y los ríos al aire libre. Mi pueblo se llama vall d' Uixó, y todo pasa al revés de Euskadi, los valles son abiertos y los ríos van bajo la tierra ya que son subterráneos. La gente mayor tiene costumbre de sentarse en piedras para hablar, ya que bancos públicos apenas hay, pues aquí en lo publico no se piensa, y si los hubiera alguien los privatizaría, pues el pueblo está desgraciadamente dentro de la Comunidad Valenciana. La gente suele salir aquí con una silla plegable para sentarse donde más les guste a las afuera del pueblo, o con cuatro piedras de un viejo ribazo hacen un rogle, almuerzan, y dejan en el campo el papel de albal, las bolsas de plástico, los restos de latas de atún, que es cómo lo cocinamos en levante: de la lata al bocata. Cuando terminan de almorzar y desprovistos del peso de la bolsa que a buen seguro estará enganchada en una rama de romero, van al bar a tomar café.

Está mañana mientras paseaba con mis perros, con la cabeza alborotada de pensamientos, resignado por la crisis económica, notando cómo me hundo y se me traga la tierra, desmoronándome cómo los ribazos al que les quitan una piedra, y al día siguiente otra, y luego otra, así voy rodando al barranco descompuesto, y conmigo mucha gente, ya que veo en los servicios sociales, en las colas de cáritas, de la cruz roja, la polvareda al caer de rodillas al precipicio, pero eso si, en silencio, que aquí nadie dice nada. Si alza la voz es por el fútbol, los toros, las mascletas, en las verbenas, que continúan cómo si tal cosa, por qué aquí el otro no nos importa. Nuestra gente no es brava cómo la vuestra, hijos de mineros, señores del martillo y de la fragua. Aquí nos hemos dedicado a plantar margaritas, y eso cosechamos. Por doquier brotan cómo margaritas la cabeza gachas, tristes por lo que nos están haciendo, pero nadie dice nada. Almorzaban sardinas en lata, que es cómo aquí las cocinamos, de la lata al bocata, unas personas mayores sentadas en unas piedras bajo un algarrobo, hablaban de la entrega de armas de ETA al gobierno. Yo paseaba con los perros por el lugar y no he podido evitar escucharlo. Mi corazón ha temblado al oírlo. No le daba crédito, deseo que eso no ocurra. Después de tantos años de lucha comprendo que uno se canse, y más si parte del pueblo vasco no tira del carro, pero: !dárselas al PP, a la guardia civil! No ETA, no, eso no, es un desperdicio. !Dárselas al pueblo!

Dármelas a mi para que las reparta entre los obreros en paro. Tomaremos el Ayuntamiento de Vall d' Uixó, tiraremos por el balcón al Alcalde Óscar Clavel y sus secuaces, acudiremos a los bancos, cajas de prestamos, de ahorro, y con un tiro en la nuca saludaremos a los gerentes, luego dividiremos el dinero entre los obreros en paro, entre las familias desahuciadas, entre los inmigrantes que tan mal lo están pasando. Haremos un recorrido turístico por las urbanizaciones de los ricos, donde viven los patrones de la sangre de los trabajadoras. A sus bellas mujeres las violaremos junto a sus hijas. Las chachas y mayordomos liberados de su servidumbre nos dirán donde está la caja fuerte de la casa y las joyas. Luego, tras un justo juicio den el patio, bajo la palmera y el limonero, con un tiro en la sien dejaremos tendidos en el césped, junto a las rosas a los patrones para que recapaciten eternamente en el infierno sobre la justicia social. ETA , tu que has luchado tanto por tu pueblo, por tu tierra oprimida por los castellano: entreganos las armas. Se que diréis que Vall d 'Uixó no es euskadi, quizás nos llaméis moros, pues nos parecemos más a ellos en aspecto y en costumbres que a vosotros los vascos. Pero aquí queremos luchar por la libertad, por la autodeterminación del yugo de los caciques político- empresariales, libranos extrajudicialmente de nuestros verdugos : Fabra, Camps, Aparici, Óscar clavel, hermanos Ventura, Porcelanosa... !ETA entreganos las armas! Haremos una fotos, firmaremos documentos cómo que vosotros estáis desarmados, y habéis entregado las armas. Así el gobierno, Rajoy, las Naciones Unidas no podrás deciros nada. Vosotros diréis en voz alta y sin mentir a la comunidad internacional: ETA está desarmada. !ETA entrega al pueblo las armas! De Angelillo de Uixó.