viernes, 1 de junio de 2012

Adiós Blai, adiós my friend, de Angelillo de Uixó

Adiós Blai, adiós my friend, de Angelillo de Uixó.
Un amigo llamado Blai Andrés Julía se ha ido, ha emigrado a la pérfida albión para trabajar cómo forestal en sus bosques, y aquí en nuestra patria cautiva de Europa, que se debe rebelar y luchar para ser de nuevo mora , yo, Angelillo de Uixó, me he quedado.
Tu voz, tu risa y tus pasos camarada Blai, acompañados de tu perra luna que jugaba con mis perros fraternalmente, ya no suenan en estos bosques donde solíamos pasear y admirar este lugar antaño combativo durante la guerra civil. A nuestras amadas trincheras que cruzan entre la indiferencia de nuestro pueblo por su propia servidumbre, les han prendido fuego. Cada vez somos menos los que aquí quedamos y los que aguantamos lo hacemos para ser sacrificarnos y acabar convertidos en rastrojos calcinados, sombras vivientes tísicas y anémicas de nuestra propia gallardía. Pisoteados y humillados por el cacique empresario, el concejal , el pistolero a sueldos del estado, la justicia, y nuestros propios vecinos consagrados al egoísmo.
Tu siempre has amado la libertad y la vida, y la llevaras contigo aunque sea en naciones enemigas cómo la odiada Inglaterra. Yo por el contrario siempre he amado las raíces aunque sean negras y serviles cómo son las de España, la patria de Caín, y aquí me quedo por no sentir la ausencia de mis perros, el ruido de las colmenas en primavera, la visión de la flor flor del azahar y el cálido viento de Oran arrastrando olor a romero y a hierba buena. Aquí de pie , entre matorrales y trincheras con orgullo esperare resignado en pose de hidalgo quijotesco. Sin hacer nada aguardare lo que venga, con paciencia y honor hasta que mis enemigos claven sobre mis huesos dos cruces en lo alto de un ribazo que contemple al mediterráneo y que recuerden mi heroico nombre. Me duele tu separación, tus buenos consejos y tu ayuda. Sin ella estoy más huérfano, más solo y menos optimista, y he de confesarte que me hubiera gustado que te quedarás aquí a luchar conmigo, a compartir el final del estado fallido de España, a celebrar la guerra civil, aunque también comprendo que quieras vivir. Te deseo suerte, goodbye míster Blai, goodbye.
Tu amigo, Angelillo de Uixó.

1 comentario:

  1. Es un dilema muy jodido; dejar tu familia, tu espacio y raíces para poder vivir en mejores condiciones. Una cosa angelillo, solo se recuerda a los héroes que se quedan y luchan, los que se van, desaparecen de la memoria popular.

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