lunes, 20 de mayo de 2013

La putilla del facebook de Vall d' Uixó.

                                     La putilla del facebook de Vall d´Uixó.



 Advertencia: El siguiente escrito puede herir la sensibilidad del lector. Está basado en unos hechos acontecidos en vall d´uixó y recogidos en los periódicos. Mediterráneo 16 Mayo 2013, pag 43. Este escrito es una visión particular y de ficción por parte del autor basado en un hecho real. Reparto: Angelillo de Uixó cómo abogado de la putilla. La Vane cómo putilla del facebook de Vall d´uixó. Nayara cómo denunciante. Torrente cómo juez. Borja Mari cómo fiscal. Don Pascual padre de Nayara. Farándules borrachos. Amigos de Nayara cómo testigos. Los padres de la putilla. Satán, un ángel y la luna.





 Acto primero. El juicio a la puta.
 Edificio del juzgado de Nules con ciertos aires de modernismo post modernista. Hierro y cristales, materiales de fortaleza y transparencia para juzgar a la sociedad. Obra de un cínico arquitecto filoterrorista bohemio. Los cristales, ahumados del color de la piel de salmón, los hierros negros cómo el alma humana. En el patio de la entrada, tras los fierros del patio el mástil de la bandera patria algo decaída por la depresión nacional. Aparcados coches de la guardia civil. Entrando y saliendo gente con corbata, e individuos vestidos de macarras con grilletes en las muñecas que gritan: inocente señoría, inocente. Da mucha risa el verlos, ya que por el color de su piel, la marca Adidas de sus chándal, y la fealdad de sus caras ya están condenados de antemano. Por la acera del edificio, cerca de la entrada, con el pelo recogido anda triste, distraída, la fulana. Lleva aspecto de santa. A su lado Angelillo con corbata, su ilustre abogado, es hombre de honor y nobleza, de gran bondad e ideales, más que abogado: poeta. El juez, el fiscal en el lavabo meando. El fiscal casi enano. Hombre de poca vista que utiliza gafas de miope, y unos dientes de roedor le dan un aspecto entre topo y conejo. Viste pijo. Jersey de cuello de ganso marca lacoste.

 El juez un hombre gordo, con bigotillo fascista, medio calvo. Bajo la toga chorretones de sudor marcan las sobaqueras. El fiscal mira desde su urinario el zib del juez. Pequeño, flácido y rancio, algo sucio y blanquinoso su prepucio. Nota la mirada decepcionada del fiscal, pero calla. Salen juntos. El agua limpia los restos inmundos de sus señorías. Resbala chillona. Suben las escaleras. Su señoría saca el pañuelo en el descansillo para despejarse de gotas la frente. Se cruzan en el lugar con Angelillo y su clienta. En silencio suben todos juntos, pero no revueltos. En el banquillo de la puerta del tribunal, en minifalda, con camisa de tirantes con las cerezas de pacha serigrafiadas, que también lleva tatuadas en el cuello: Nayara, la denunciante. Supuestamente inocente y respetable pese a su aspecto. Su padre con cierto parecido por caprichos del destino a Rubalcaba, pese a ser militante de España 2.000, a su lado. Besa la frente de su hija al ver a la acusada. Lanza a la fulana una mirada de desprecio y de incógnita de por qué le ha hecho eso a su hija. Los amigos y testigos, todos ellos de raza latinaja hispana, malcarados, con cierto aire fascista que ya va con la raza morena e inferior a la alemana, y se refuerza en la mirada, la ropa, los gestos. Suelta a la putilla uno de los latinos un piropo que confunde y humilla a la denunciante, qué exclama un: no, a ella no. El juez sube a su cátedra con esfuerzo de gordinflón. Abre el expediente y dice las primeras palabras lanzando las acusaciones con una sonrisita al ver tanto a la acusada cómo a la denunciante. El fiscal, Angelillo y los testigos se suman a las risillas pues el caso en cuestión es cómico, erótico, humillante y asqueroso. Se acusa a la Vane, aquí presente de suplir en facebook la personalidad de la señorita Nayara, y haber contactado con sus amigos a los que ofrecía servicios sexuales a cambio de dinero. Cómo se declara la acusada. La Vane mira a Angelillo. Este guiña el ojo, le soba la pata, y le dice en el oído: Nena ponte en pie delante de estos señores y declárate inocente. -Inocente- susurra la bella doncella agachando la mirada ante el juez que la desnuda con la mirada. -Muy bien- exclama el juez que no la cree tras observar sus curvas ceñidas a una falda con volantes y el bulto de los pechos marcando el jersey de manga larga. El fiscal toma la palabra. Se levanta, da una vuelta al coso. -Inocente, ¿cómo alguien se puede declarar inocente de vender su cuerpo a través de facebook? Si hasta a mí me ha llegado el mensaje ya que soy casualmente agregado a las amistades de Nayara por tener de amigos comunes: las peñas taurinas de Vall d´uixó, la discoteca industrial, la mina, la hermandad religiosa del Cristo del Calvario. Es cierto que no le di importancia, pues recibo muchos mensajes de este tipo- el fiscal Borja Mari habla repleto de indignación por el escándalo. Su inconsciente adoctrinado por Gallardón le traiciona, cómo a su maestro Gallardón. Se le escapa al exterior el inconsciente- Además rehúse a su invitación sexual porque yo soy hombre religioso y casado con otro hombre. No concibo otro tipo de relación que no sea con mi Manolo- la sala le mira con asombro. Borja Mari dando un gruñidito de rabia por lo que ha dicho decide callar arrepentido- Señoría no tengo nada más que decir más que está probado los hechos, y son condenables pues afecta a la integridad y al honor de Nayara, a la cual se le ha causado un daño irreparable. Esta criatura no volverá a ser la misma, llevará le estigma y el hedor de la ramería. El fiscal ratoneando camina hacia su banquillo hablando consigo mismo, y mirando con horror a la putilla se sienta. Mete la cabeza entre los folios para tratar de hacerse invisible. Angelillo se Uixo, moviendo las caderas a lo Elvis y chasqueando los dedos se pone en el centro de la sala sabiéndose triunfador. EL juicio lo tengo ya ganado- se dice - Levanta el dedo índice señalando los pezones de la imagen de la justicia que posa con sus balanzas. -Caballeros, señoría. Acabamos de escuchar un montón de insensateces por parte del fiscal que mejor hubiera sido no escuchar de semejante engendro. Y más siendo maricón cómo ha reconocido. ¿Yo me pregunto señoría? Que sabrá él de estos temas. -Protesto- exclama el fiscal indignado.¿ Pues quien más que un maricón ha de saber de ramería? -No procede señor fiscal- prosiga Angelillo, y aclare donde quiere ir a parar- le dice el juez. -Señoría, el fiscal ha mencionado que hecho de que mi defendida se pasara por otra persona ha causado daño a la imagen de la denunciante. Una chica joven y hermosa cómo vemos.
  Nayara sonríe mostrando sus marfilitos dientes, feliz de sentirse observada por todos pese a estar en un juicio humillante para la especie femenina. Angelillo prosigue sin perder de vista a la denunciante- Pero yo pregunto en esta sala repleta de gente que la conoce. ¿Quién pone la mano en el fuego por su honor? Se hace el silencio unos minutos. -Yo la pongo- exclama valientemente el padre. Los amigos de Nayara callan y meten la cabeza entre las manos. Angelillo se dirige al banco donde esta el padre, que con su digna barba blanca mira a los ojos del abogado. -¿Esta seguro de poner la mano?- le pregunta cínicamente, casi riendo. EL juez se pone la mano en al boca para que no se note la risa tras mirar las piernas de Nayara. Don Pascual la extiende y Angelillo sacando un mechero le dice a su ayudante, el procurador: - dale al play Ricardo. Su criado obedece. En la pantalla de la sala se ven fotos de Nayara sacadas de su cuenta de facebook, twiter, youtube, my space, bailando con el pelo alborotado con chonis en las discotecas de Vall d´uixó. En diferentes poses se la ve con cubatas dando muestras de embriaguez, enseñando los pechos, sacando la lengua lujuriosa. Incluso en una foto se muestra a la denunciante con un enorme negro que la agarra de la cintura en una sala de despedidas para solteras con un chupa chus en la boca. El padre retira rápidamente la mano antes de que arda y la sala entera se carcajea. Al buen hombre le suben los colores hasta las cejas. Angelillo de uixó se transforma. Coge su corbata, la desanuda y la tira al suelo en señal de protesta contra la sociedad viciosa de Vall d´uixó, que tras la apariencias de cristiandad y rectitud del PP esconde todo tipo de vicios: drogas, bailes importados de Brasil cómo la lambada, festivales de flamenco, orgías, incesto, fiestas taurinas… El horror, el horror, el horror, el caos, al anarquía y el pecado viven en Vall d´Uixó bajo la alcaldía de un alcalde homosexual del PP. Vuelve Angelillo al centro de la escena. Se quita la camisa se seda y deja ver bajo ella, la camiseta de Iron Maiden. El fiscal protesta. Esto es un striptis señoría de antisistemas. Una burla. Procede señor fiscal- exclama el juez que no comprende la actitud de ilustre Angelillo.
 -Señor angelillo, le llamo al orden. Una camiseta de Iron Maiden no se acepta ¿A donde quiere ir a parar? Le pregunta intrigado. -Señoría, aquí no se debe juzgar a la Vane por putilla, que lo es sin duda, si no a toda nuestra sociedad repleta de vicios, que es la verdadera culpable e inductora de los pecados de la acusada. No se puede juzgar a la Vane si no se juzga a la denunciante. Y no se puede condenar a una si no se condena a la otra. Señoría, juzgar los vicios de la sociedad sobrepasa a un abogado, solo un poeta puede hacerlo. Le pido que me deje proseguir cómo poeta. El juez medita y sentencia: Prosiga, tengo interés en saber. Protesto. Esto es un tribunal y no un teatro- exclama el fiscal. No procede. Eso lo juzgo yo. Que si supiera las sentencias que pongo no diría esas tonterías. Siéntese coño Borja Mari-le reprocha el juez con mirada cansina ante los continuos e ilegales exabruptos del fiscal. Ricardo, dale al play- solicita a su siervo el doctísimo letrado transformado en poeta. Su rostro bello es iluminado por un rayo de sol. Una mariposa se posa en el cristal del proyector y su sombra engrandecida con la silueta de sus alas se dibuja en la pared donde apunta. Vea señoría, estas fotos. Son una tarde de toros, de sangre, deseo y de fiesta en vall d´uixó. Podemos apreciar el ganado de gachupinas sobre la barrera, exhibiendo tatuajes, tangas, silicona pechil- Ricardo, detén la foto y amplia- el juez Torrente mira con detenimiento la colección de féminas y las juzga por experiencia en la materia cómo fulanas - sigue Ricardo le dice Angelillo una vez a comprobado que el juez está con su opinión. - Señoría, miembros del tribunal. Cómo pueden comprobar de forma empírica estás personas que salen en las fotos, muchas de las cuales están aquí, no tienen derecho al honor: Se hacen fotos para publicar en facebook en poses eróticas e indecorosas. ¿Y las chicas no quieren ser tratadas cómo putas y los farándules cómo macarras? Cómo los pajarillos en la rama de un olivo, entre los cabirones de la barrera taurina se agolpan personas de nuestro pueblo. Hombres y mujeres de raza latina señoría. Todas juntas, apretadas. La escena cómo pueden ver es repugnante. El ambiente violento, enmascarado de muerte que se muestra a través de los rostros de delincuentes de los farándules morenajos, latinados cobrizos, de pelo espeso, negro y mejillas enjutas. En las fotografías señoría podrá reconocer a muchos de ellos, seguramente detenidos más de una vez. Ricardo por favor detén un momento la foto y amplia que se vea sus ojos el juez. En la fotografía que es el reflejo del alma, algo así cómo el color de la piel de un ser humano mediante la cual podemos predecir su cultura, inteligencia y anticipar la conducta, se ven en los adolescente de aspecto quinquillero ojos de criminales, capaces de cualquier cosa al haber sido educados en el desprecio a si mismos, en el dolor, y en un caldo de cultivo de miseria por pertenecer a una estirpe de padres pobres sometidos a las injusticias de las instituciones españolas y el cacique empresario. Prosigue Ricardo. Angelillo el poeta abogado de los débiles, de las mujeres descarriadas, de los minusválidos, sigue explicando a través de las imágenes la radiografía étnico nacional. -Vean el capricho español- exclama con furia asesina del Ku Klux Klan Angelillo de Uixó. Caminando hacia la bancada donde se encuentran gente de Vall d´Uixó les pregunta con desprecio: ¿ Y ustedes, gente de Vall d´Uixó, se atreven a acudir a la justicia cuando se pasan las tarde deseando ver correr sangre en los toros. Cuando en los parques públicos y las discotecas juzgan a todo el mundo de guarros y guarras?- El abogado les da la espalda y se dirige al juez: - Tras ver estas imágenes y averiguar de sus vidas. Consciente de que siendo culpable mi clienta. Son estás personas señoría mucho más delincuentes y sus delitos infinitamente peores porque degradan no a un individuo, si no a toda la sociedad. Su existencia envilece la vida humana, la hace inútil, carente de sentido y totalmente despreciable. -Protesto- exclama el fiscal. -No procede- corrige con atino el juez- que mira a la denunciante y los testigos con repugnancia tras ver las fotos del facebook de Nayara. Ricardo dale. Ordena Angelillo a su criado que está embobado viendo los pechos de la denunciante Nayara y la Vane. No escucha la orden que tiene que repetir de nuevo el abogado. -Ricardo por Dios y la Santa Virgen María, dale al play- le dice con malestar y tono autoritario al que tiene derecho por su superioridad de cargo. Las imágenes se mueven y Angelillo las comenta: -Aquí podemos ver secuencia de cómo el canalla del gachupinaje se congrega entre calles estrechas. Eso es ya indicio de criminalidad. Les gustan las calles estrellas señoría. En ellas podemos observar a cientos de ellos. Entre barreas de madera, entre balcones enrejados que casi se tocan de acera a acera. El horror, el horror, el horror señoría. Todo culpa de la debilidad moral causada por la democracia. En las fotos no podemos escuchar lo que se dice. Pero no hace falta: estoy firmemente convencido de que nada bueno deben decir. Angelillo hace un alto en el discurso. Se escuchan los primeros aplausos en al sala. El abogado magistral, comedido, hace una reverencia al auditorio que le pide un bis. Ricardo prosigue la presentación: Ahora quiero que vean esta foto ampliada. En un portal cercano a donde se encuentra la denunciante, se muestra una puerta entre abierta. Algunos dirán: una persona confiada en el prójimo, otros: un insensato al que le van a robar los gitanos. Pero yo digo a esta sala que la puerta entre abierta es el símbolo del impudor que corre ya por nuestras calles, sin duda culpa de la democracia. No hay vergüenza. A través de la puerta abierta verán la sombra de dos amantes follando. Ampliando las fotos se ven sus rostros, y cómo en fotos posteriores tanto la chica y cómo el chico saludan a Nayara. -protesto- exclama el fiscal escandalizado. -No procede- le recrimina el juez. Señor Borja Mari si prosigue con esa actitud lo desalojo. Haga el favor de no ser tan meapilas y escandalizarse por todo. Prosiga Angelillo y mande a una copia para que se investigue a ese par de pendejos y se les alecciones en moral. Ya veremos si ese Romeo en la cárcel y capado tiene ganas de seguir buscando a Julieta que acabará enclaustrada en un convento. -Bien dicho señoría- hace una nueva reverencia el poeta por la alusión Shakespiriana y sigue con repugnancia mostrando las fotografías del facebook. Un cúmulo de rostros aceitunados, con tatuajes, capuchas, prendas nike, osos de peluches en las bandejas de BMW, hieren la sensibilidad de los miembros de la sala. Hasta la propia denunciante y sus amigos empiezan a tomar conciencia del camino antisocial, antigrupal, antihispánico , antitradicional y afrancesado que llevan sus vidas díscolas e indisciplinadas, basadas en el hedonismo capitalista y la memez. Las miradas se clavan en Nayara que traga saliva. Sus enormes pechos sobresalen de la camiseta erótica de Pacha. Consciente, pide a su padre en un acto inaudito de decencia que le deje la americana para cubrirse. Papa, un escalofrío me recorre el cuerpo. ¿Me dejas tu americana?

El padre se la da con ternura. Ella sintiéndose segura se cubre cuanto puede en un gesto de decencia que la honra. El juez que ve la escena toma nota con agrado de su cambio. Trata Nayara con esa imaginación de que hacen gala las féminas de buscar algo que tape sus larga piernas sedosas que exhibe al ir solo cubierta con un pequeño trapo llamado minifalda que humilla a la mujer. Agarra unos papeles y los extiende hasta las rodillas. Las fotografías siguen desfilando. Clubs de noches, salas de fiesta, bingos. Ninguna de Nayara en al biblioteca donde le decía su padre que iba todos los días. El padre exclama sollozando: Nayara. Y ella por fin rompe a llorar. El juez interrumpe con el martillo de thor la escena. Padre e hija se abrazan. - Perdón, perdón, perdón padre- balbucea conmovida. La sala se llena de piedad y ternura. Por hoy ponemos fin al juicio- sentencia el juez dando otra vez con el martillo. La sala de desaloja. La Vane necesitada de consuelo, de un hombre que le tienda la mano, sale del brazo de Angelillo a la calle. -Por favor, no me sueltes o me desmayare- le dice suplicante para que la agarre con miedo de ser despreciada. Angelillo todo un caballero, ajeno a lo que puedan decir, le tiende humanitario la mano. La Vane, morena de larga cabellera con el pelo recogido para la ocasión al estilo de las mujeres virtuosas españolas de los años 50 y 60, falda de volantes que le llega hasta más abajo de las rodillas, de rostros suave y perfumado, le mira con esos ojos hechizantes, oblicuos y algo rasgados, cómo los felinos de los que sin duda está emparentada. Angelillo siente una profunda atracción, pero rápidamente cae en la cuenta del peligro que tiene amar a una mujer así. En la calle, ante el ajetreo de los coches, las mujeres decentes que pasean, el aire limpio y el cielo despejado respira aliviada. Susurra palabras aterciopeladas de gracias: -Gracias Angelillo, has hecho que me sienta mucho mejor. Me sentía en esa sala tan humillada. Si he hecho lo que he hecho es porque trataba de adaptarme, de salir adelante. ¿No es así cómo nos educan? Yo no tengo trabajo y me gusta vivir bien… -Por favor Vane, no sigas, no es necesario- le dice filantrópico Angelillo- yo te comprendo, no hace falta que me digas nada. Cómo abogado he conocido a muchos inadaptados e inadaptadas que no han sido tan perspicaces con el sistema que tenemos cómo tu. Tu único error ha sido hacerte pasar por otra, de lo contrario hubieras triunfado. Nuestra sociedad realmente premia tu conducta. Aunque yo prefiero la desadaptada, la del arrepentimiento. -¿Te arrepientes?- le pregunta con vehemencia y ternura Angelillo. Ella le mira con sus ojos de felinos rasgados llenos las lágrimas que escupen el excremento de la culpa. Se ha convertido en una mujer de verdad a través de experimentar el sincero arrepentimiento de su culpa. -Si, algo me dice que lo que he hecho, que prostituirme está mal. Siento asco de mi misma. Ahora lo comprendo. - Tu comprensión nace del juicio de los demás- le dice Angelillo besando su frente-Ahora que te señalan y te insultan te sientes mal. Sin embargo cuando el juicio social era todo lo contrario y te ensalzaban por ser puta, no te sentías así. Por eso es tan importante que se juzgue el puterio Vane. Créeme, eres una heroína. Deberías cuando esto acabe dar conferencia en los colegios para que las niñas aprendan a respetarse, e incluso ir a un gran hermano cómo concursante. - De santa me tirarían al cabo de una hora en un colegio, y en el gran hermano a la primera frase que dijera a favor de la castidad- le responde riendo la Vane recordando su colegio y los programas que ha visto de gran hermano. -Tienes razón. ¿Quieres tomar un café? Le pregunta. Angelillo. SI. Ambos jóvenes cómo si fueran un par de personas normales caminan por las calles de Nules buscando una cafetería que no tenga zona wifi para que nadie  reconozca a la Vane.


Acto II. La casa de la Vane.
 La luna lunera, con sus cuernos apuntan al cuarto de a una ventana donde la Vane está encerrada. Desnuda solloza tras los cristales. El recuerdo del juicio se agolpa en su mente. La lluvia cae suave, su sonido melancólico llega cargado de culpa. En la mesita de la doncella hay una pequeña palancana para lavarse, jabón, y un baso de leche, sin café para que no se excite. En la pared cuelga con cuatro chinchetas un póster del gran hermano y en suelo de la alfombra CD de Camela, los chichos y Estopa. Material musical que incita a la prostitución, al robo, a la pelea de gatas callejeras. La madre y el padre, en paro, compungidos, ataviados en batín, lloran abrazados en el salón al resplandor de la estufa de gas. -Que vergüenza, que vergüenza- exclama la madre. -Llora, llora ahora. Toda la culpa es tuya por haberle comprado a la criatura un ordenador- reprime el padre a su esposa con deseo de buscar algún culpable desesperado ante tanto dolor. Ay, Ay, Paco. Per deu, si me dijo que se lo habían mandado en el curso de peluquería. Yo que iba a saber- la madre tras disculparse pierde el conocimiento. Se extiende sobre el sofá dejando al descubierto las canillas sin depilar. Un pequeño perro Chihuahua llama a la puerta de la chica. La luz lunar ilumina el cuerpo desnudo de la joven. Yace en la cama sollozando. Exuberante, blanca, hermosa queda extendida. A primera vista, cualquiera que la juzgara pensaría que es una joven repleta de inocencia y se conmovería por sus lágrimas. Emana pese al llanto un agradable olor a hembra. Un fuerte calor la abrasa, y ni el lloro lo apaga. Es el fuego nacido el deseo luciferino al que le guía la naturaleza femenina, el gran hermano y la sociedad del consumo excesivamente feminizada.

En la cama tiene un momento de reflexión que ha de cambiar su existencia en esa lucha dialéctica que se desarrolla en la mente de las personas cuando despierta su consciencia- O nace una nueva personalidad o mantiene la que tiene, he aquí el dilema. Ha de ir a vomitar al cuarto de baño, tal es la intensidad del combate. Su conciencia le ordena mirarse en el espejo. Mírate Vane, mírate- le dice el espejo ¿qué ves? Una zorra. Tócate, tienes el tacto de los billetes de diez euros. Escucha, escucha, ¿no oyes las risas de los tíos en el bar hablando de ti? Los ojos de la Vane chocan con sus ojos reflejados espejo. Quiere irse de allí, pero no puede, queda atrapada por si misma. La luna atravesando el ojo de buey de la ventana del cuarto de baño ilumina su trasero perfecto. Sobre la espalda le cae la larga melena. Por favor, calla- le dice a su alma llorando. En el cristal del espejo escribe la luna las letras de los mensajes de facebook mandados por ella. Ven y fóllame. Haré lo que quieras. Poséeme. ¿quieres joder conmigo cariño? Soy barata, soy discreta. Soy tuya baby, baby, baby. La Vane escupe a su imagen. Se desploma poco a poco llorando, pegándose con el cepillo del pelo en la cabeza mientras risas masculinas e insultos llenan el cuarto de baño. -Me arrepiento- exclama desde el suelo convertida y salvada. Un ángel aparece en la habitación dispuesto a restituirle su alma perdida. Las voces callan ahuyentadas por el ángel, y el espejo donde vive Satán se rompe. La luna ilumina su cuerpo moreno y lujurioso. Embrujada por la luna se levanta y se asoma a la baranda. El resplandor blanquecino la ilumina mientra ella absorta mira los cielos y las estrellas convertida en la Eva del paraíso: ingenua y limpia.
 Un grupo de latinajos que viene de los toros medio borrachos la observan y silban. -Guapa, guapa, ven a chapárnosla fulana, zorra, asquerosa- le gritan. La Vane los mira horrorizada. Sus delicados dedos aferrados a la baranda se sueltan del hierro. Abalanza el cuerpo arqueándolo hacia los mozos que gritan su nombre pues la han reconocido. Ella poco apoco se va inclinando más hasta saltar. Los farándules salen de allí corriendo. La luna ilumina su cuerpo. Sus ojos vidriosos aun brillan. La boca abierta. Las sirenas de ambulancias y policía llegan chirriando. Una manta sobre el cadáver con sus padres abrazados en la calle pone fin a esta obra. Angelillo de Uixó. Licencia de Creative Commons
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