Las blasfemias a Mahoma. De Angelillo de Uixó.
I parte. Los fantasmas.
“El moro está hecho a imagen y semejanza de Mahoma, aquel que me insulta a un moro, me insulta a Mahoma” tonadilla de la etnia calorro-chonis de Vall d´Uixó.
Noche sin luna y sin estrellas. Solo Júpiter tunante aparece difuso sobre una loma polar. Los cielos negros, brumosos de nubes espesas; y el viento cálido de poniente ruge a finales de septiembre del 2012.
En medio de unos bancales, dos algarrobos saqueados por la mano zurda y cobriza del calorro dan la bienvenida, entre jarales y romeros, a una humilde casa de persona honrada y trabajadora.
Al este da con el mar erizado de espumas rabiosas. El lejano faro parpadea ciclópeo erguido sobre las dunas. A la espalda de la pared sur de la vivienda, se encuentran las pistas ciclista ilegales de Vall d´ Uixó que rompen el patrimonio de trincheras y fosas comunes de la guerra civil.
Las flores plantadas con ternura y cariño por la asociación de víctimas de la guerra, manos blancas, falange Española, y las autoridades locales del PP, que embellecen la fosa común que acoge al santo Recaredo Centelles, y a varios oficiales del glorioso ejercito del caudillísimo y laureadísimo Francisquito Franco, han sido atropelladas por la goma fascista del ciclista de descenso y el motorista de trial. Los pétalos vuelan dispersos mecidos por el viento.
El infante Pacheco, noctambulo, sobrecogido por unas pesadillas y una llamada, se levanta de la cama. Sale nocherniego con una idea fija en su cabeza. Cierra la muerta, da unos pasos y vuelve para asegurarse de que está bien cerrada. Repite el ejercicio acrobático tres veces el buen hombre de orden.
Deambula entre sombras por las eras en dirección a las trincheras. Observa con terror en la siniestra noche las formas groseras de las ramas que se retuercen por la mano invisible y burlona del viento cómo muñones de los discapacitados en una asamblea del 15-M . Aparecen fantasmagóricos los verdes colores de los pinares, los amarillos de los romeros marchitos, los grises y azulados de las lavandas, iluminados por la linterna recargada a cada instante por una bobina manual. Las nubes hacen un claro, y redonda cómo un globo purpureo asoma la luna señalando una tumba revuelta. El viento aúlla feroz una espantosa canción:
-Aquí descansa Recaredo Centelles, santo e incorrupto, atormentada su alma por gente que profana su tumba.
Pacheco saca la cámara y filma los restos de la profanación. Queda la tierra santa blasfemada por la marca de los frenazos y derrapes de las bicicletas. Los ribazos que envuelven el paraje de tierra y piedra han sido derribados por el pico de hierro empuñado por el chonis y macarra de barrio, del que brotaron chispas incendiarias. Los nobles algarrobos, sostén de los padres lumpenproletarios de los que descienden los ciclistas marginales, han sido talados para no obstaculizar la marcha batueca del descenso. Pacheco retorna afligido a su hogar acompañado hasta un cruce de caminos por el alma de Recaredo Centelles. Abre su domicilio y a oscuras, sin tropezar con nada entra en su habitación. Bebe leche y agua de dos vasos que hay en la cómoda. Se coloca el gorro de dormir. Arrodillado ante el crucifijo apoya los codos en el colchón. Canta el padre nuestro, se santigua y se recoge en el lecho minutos antes de que cante el gallo los primeros maitines.
Dígame señor Pacheco, ¿desde cuando escucha voces que le insultan por la calle?- le pregunta el psiquiatra sentado en el diván y marcando en una hoja de test sus respuesta, y las respuesta que no da.
Empezó el día después al homenaje de Recaredo Centelles. Vera doctor... hicimos una procesión por el pueblo en su honor, y una romería al lugar donde los rojos le mataron . Acudimos todos los facciosos- católicos del lugar. Fue un día maravilloso. Repartimos comida entre los pobres, se rezo por los caídos por Dios y por España, bautizamos a un gitano evangelista, ! y a un autista !. En fin, hubo reconciliación Nacional y afirmación de los valores patrios- concluye con un ademán exagerado de satisfacción de hombre derechas que silencia sus traumas.
Por favor señor Pacheco, si quiere que le ayude debe contarme la verdad, usted oculta algo- el psiquiatra se muestra severo. Pacheco traga saliva y muestra su rostro verde de caimán estirado, dudas pueriles. El psiquiatra observa sus gestos, deja sus gafas sobre una mesita donde habla un reloj: Tic, tac, tic, tac. Hay unas bolas que le hacen compañía al parlanchín reloj. Nunca paran brincar de derechas a izquierdas, pendulares e hipnóticas, en movimiento uniformemente acelerado.
El silencio se vuelve violento.
Es cierto doctor- se decide a comentar Pacheco- Sobre la fosa común note algo. Creo que fue el principio de todo. Desde ese día no volví a dormir bien. El cura pasaba el botafumeiro, las mujeres de rodillas cantaban hosanna. Yo tenía unas ganas de gritar: ¿Pero no veis compañeros y compañeras que la fosa común del santo está llena de botes de red bull, cámaras ciclistas pinchadas, condones, botes de cerveza, y las flores que plantamos para el acto nos las han chafado esos energúmenos de las bicicletas y las motos de trial? Si por lo menos, doctor, esa gentuza fuera de izquierdas, se podría hacer algo. Pero encima son votantes, o hijos de votantes del PP. Todo el mundo se hizo el loco del estado del lugar ¿Sabe?- Pacheco descansa. Lanza un suspiro profundo, prolongado. Siente su corazón aliviado. Saca el pañuelo con la bandera de España y se seca unas lagrimas. Levanta del diván y anda dando cortos pasos hacia la ventana. Asoma los ojos vidriosos a la calle . Queda de espaldas al doctor que toma notas. Pega cabezazos afirmativos y de satisfacción sin parar de hacer anotaciones ilegibles.
-Ye Jessy, está noche festuki en el caseto de la montaña, junto a las trinchera¿que tanga llevas?- un choni montado en bicicleta le habla a una chica ordinaria que saluda al choni dejando unas bolsas de comida dada por cáritas en la acera. Le enseña su tanga de leopardo. El choni hace una caballito con la bicicleta.
¿Los ve doctor? Están por todas partes- se gira Pacheco entristecido mirando al doctor que se levanta y cierra la ventana.
Siéntese por favor- le indica el psiquiatra encendiendo unas luces blancas parpadeantes que escuchan la conversación.
Creo que sería bueno que se fuera una temporada de Vall d´ Uixó. Podría ir a Cataluña, allí no hay chonis. Nos los tiran a España, o los dejan en la frontera con Francia, incluso ha habido casos de tirarlos al mar.
-Lo había pensado doctor, pero en estos momentos me es imposible. Tengo cosas que hacer, muchas cosas...-responde con mirada de loco Pacheco. Un extraño brillo en sus ojos cargados de ira y de tics se adueñan de su gesto - Sobre las voces y las apariciones doctor, ¿puede darme algo para que no ocurran?- el timbre de voz de Pacheco se mezcla con el chirrido grillesco del timbre que anuncia que su turno ha terminado y le toca a otro demente.
El doctor le receta unas pastillas anti psicóticas.
Sale a la calle y compra la receta en la farmacia adyacente a la clínica. Observa desde la acera el centro de Vall d´ Uixó en plena ebullición de alegría y griterío.
Celebran los batuecos una gran noticia local tan fervorosa cómo la diada catalana.
Desde el balcón el alcaldito del PP de Uixó anuncia a los reunidos:
Por fin lo hemos conseguido. En vez de construir el hospital se va a construir algo más rentable e inteligente:un casino para convenciones a imitación del de las Euro Vegas, donde el juego y las mujeres estarán permitido. Los chonis, calorros, obreros, la oposición, lo celebra con entusiasmo y ardor.
Este Mariano Rajoy esta metiendo mano al dinero negro. Gracias a eso se podrá construir de nuevo casinos- comenta optimista un anciano a otro compadre. Están sentaditos los dos al sol en los bancos que hay frente al ayuntamiento.
No se Yo- responde dubitativo el otro anciano, el pesimista, sus manos le tiemblan de parkinson. Sapientísimo añade a sus dudas una coletilla aprendida a través de las experiencias de una larga vida repleta de traiciones, miserias y trabajos- No se Yo si le dejarán a Rajoy, es demasiado revolucionario.
El otro anciano asiente con su cabeza amplia cómo la de un búfalo.
Hú! Há! Hú Há! Sacatum Sacatum tam tam tam que summun pen que tum pan que, bombas bombas.
Suena amplificada la sinfonía bakaladera de Chimo Bayera de un BMW negro cómo un cuervo, feroz y violento. El auriga, un ser malcarado acompañado de otros seres no menos hoscos, repletos seriedad tiránica dibujada en sus caretos rasurados avanzan estirados. Pasan junto a Pacheco que está detenido leyendo las contraindicaciones de las pastillas.
-Hijo de puta, te vamos a matar si nos vuelves a filmar. Te vamos a matar hijo de puta, te lo juro por Cristo, que te matamos si publicas algo de nosotros en tu blog Juan Carlos I- el coche avanza dejando salir por las ventanas el humo de los porros y el eco de las palabras. La música de Chimo Bayo vuelve a subir hasta hacer temblar los cristales y las mentes de la clínica psiquiátrica contigua la Ayuntamiento y a la farmacia con su celebre himno :
“Así, me gusta a mí, así, me gusta a mí, así, me gusta a mí...”
¿Se lo decían a usted? - pregunta Pacheco confuso a un anciano que entra a la farmacia a por auditone.
El anciano sordo hace un gesto afirmativo. Encorvado entra aullando a la farmacia con la receta para que le atienda Amparito: Ahhh, Ahhhh, Ahhhh.
El BMW se para ante la señal de un policía que detiene el trafico en el paso cebra para que pasen niños. Pitan los farandules matones a las mamis que sonríen a los chulapos. El policía les hace la señal de que pasen.
Pacheco sigue su camino confuso. Intenta buscar una forma de aclarar lo que ocurre en su mente por las noches, y las apariciones de fantasmas durante el día. En una esquina de la judería adornada de helechos en la umbría, gatos acurrucados en los portales, ancianas sentadas dentro de los zaguán que venden las verduras de sus huertas, surge de la nada un calorro adolescente melenudo y barrigón. Uno de sus labios gruesos, carnales y rojos, cómo los de un judío, lo trae partido. Un brazo lo lleva en cabestrillo escayolado. Conforma la estampa heroica de un perro callejero apaleado en alguna cercana discoteca por motivo de alguna hembra, por drogas o quizás por unas zapatillas adidas.
Ye de güey, te mataremos si sigues metiéndote con nosotros, jaripe, jaripe- le dice con voz de carajillero que retumba entre la cacofonía de las casas del callejón de la judería.
Pacheco contempla con asco y horror la siniestra criatura la cabellera de bucles rizados cómo mechones de borrego lanudo que le caen hasta unos hombros asimétricos, donde se lee escrito en su piel a modo de tatuaje hecho con una raspa de pescado: Camarón está vivo. Su cara tostada de sol, cobriza, de nariz chata y ojos negros con cejas pobladas miran con furia al noble rostro de hombre de principios, gallardo, simétrico, equilibrado, de Pacheco que le dice ¿ Qué?
El engendro hediondo se aleja agitando groseramente al aire el brazo pulgoso en cabestrillos cantando: Ayy, Ayyy, Ayyy, el señor Jesucristo, Ayyy, Ayyy, Ayyy, que pena más grande tengo...
Pacheco detiene a una chica embarazada que ha presenciado la escena.
-¿ Ha visto y ha escuchado a eso?- le pregunta dudando de la escena.
-SI, algo he escuchado- le responde indiferentes rancándose la barriga la embarazada.
Pues debería acompañarme a la comisaria- le exhorta Pacheco sintiéndose más tranquilo de no sufrir alucinaciones.
Oh no es para tanto, a mi unos chavales viniendo para aquí me han dicho guarra. Soy madre soltera ¿sabe? También me han ofrecido hacer una película porno. Por cierto, ¿está usted casado?
Pacheco le hace la señal de la cruz y se aleja hablando solo:
-OH Recadero Centelles que suerte tienes de descansar fusilado en tu tumba. Aunque ganamos la guerra, la hemos perdido en la transición. Sin moral no hay nada.
Una fuente histórica en una plaza morisca alegra el día caluroso. Sus aguas frescas y blancas caen dichosas sobre una charca donde un romano o un griego hubiera cantado a una ninfa perseguida por un sátiro. Pacheco se agacha a beber cuando aparece un renault megane cuyos ocupante le increpan: - No queremos que nos filmes las carreras hijo puta, te vamos a matar. Él sigue bebiendo. Mira su reflejo en las aguas. Su imagen turbia se difumina entre las ondas:- Es solo cosa de tu imaginación, ese coche no existe- se dice.
Además ¿ acaso yo filmo algo?
Al llegar a casa toma dos pastillas psiquiátricas y deja transcurrir el día. Las sombras van cubriendo el pueblo, las campanas suenan a lo lejos, y en la televisión los informativos aplauden al valiente Rajoy por sus recortes.
II parte. La blasfemia.
Montes de Uixó, montes de garrofera y piedra. Entre bancales siempre se encuentra alguna casa humilde y abandonada, a veces son ocupadas, pero ellas esperan otras gentes. Gentes de ayer, gentes de una raza extinguida por el inmigrante andaluz, por el chulo castellano, o el étnico indio-balcánico que malvive para su desgracia y erradicación de su cultura en pisos de protección oficial, afinado. Todos ellos son palmeros del PP, y del faccioso militar, genocidas de la raza Catalano-Valenciana, que dueños de está tierra, ahora ante el usurpador inmigrante deben agachar la mirada.
Está nueva casta ensucia los montes con escombros cuando se apropian de las pequeñas construcciones centenarias de piedra seca para hacerse un cortijo. Talan los arboles cómo el algarrobo, el almendro, el alcornoque, el níspero, para quemar su leña los domingos, venderla por los bares, o plantar oliveras.
Ocupan las plazas públicas colaborando con la policía en los desalojos de los manifestantes aborígenes que revindican : dignidad, fueros y autogobierno, para en su lugar cantar salvas rocieras. Silencian y humillan el pasado morisco de las tierras de levante, e increpan al moro que trabaja de sol a sol por cuatro monedas, y que al terminar su trabajo lo veréis subir a los montes místico y profeta para recordar su pasado califal hablando la lengua olvidada de nuestras tierras, que nadie revindica más que la sabia comunidad musulmana autóctona: El algarabía.
Una tarde mustia y aburrida en la periferia ibérica. Madrid está siendo tomada por manifestantes. En Vall d´Uixó los hispano- chonis preparan una fiesta, y el moro Alí sube al monte a por unos higos para su mujer que está enferma. Cree Alí que una serpiente de cabeza blanca le silba para encantarla y alimentarse de la leche de su pecho con el que amamanta a su bebe dormido con la cola de la serpiente en la boca. Alí busca a la serpiente y unos higos. Las malas hierbas invaden el paisaje. Los bancales que un día fueron la riqueza y prosperidad de alguien, ahora son madrigueras de conejos y de escorpiones. Las ratas saltan torpes y sonoras entre los matorrales. Alí camina con cuidado de no meter el pie y partírselo entre las piedras del camino cubierto por hierbajos amarillos y secos sobrevolados por nubes de diminutas moscas blancas.
Para junto a una pequeña vivienda atacada por un grupo de vándalos que han roto las ventanas, robado el hierro de las verjas, de las puertas, así cómo los cables de la luz para venderlo al chatarrero. Al lado de la casa queda todavía una vieja higuera que recuerda otros tiempos donde una familia de agricultores subían los domingos a comer la paella con cuchara de madera, y sentados en sillas de esparto, bajo la sombra del árbol contemplaban felices, tranquilos, el valle de Uixó repleto de campos de naranjos que llegaban hasta el mar, y las pequeñas huertas que hoy son PAI recalificados por bancos y constructoras.
Una bici de descenso en el collado de enfrente ve cómo la mano se Alí se alarga hasta coger unas brevas, y luego cometido el delito, pausado, camina el hombre tranquilo de campo buscando serpientes por el suelo con una vara.
El ciclista hace unas llamadas por el móvil y cuenta la nueva.
La tarde se oculta tras las montañas, los cielos se tiñen de rojo, y el bullicio alegre y festivo que aportan las etnias a la sociedad se hace sentir en el pueblo.
Un grupo de hispano-chonis sube a la caseta de Peñacreus. Lo hacen manada de 20 batuecos. Ascienden coreando insultos, patadas y gritos de cante jondo: -Ayy, Ayyy, Ayyy, el señor que pena más grande, Ayyy, Ayyy, Ayyy. De entre ellos destaca un en altura , cuyo fracaso en la logse le hizo enrolarse militar voluntario para Afganistán. Al ser el único con empleo es el caudillo de la tropa.
Hay que tabasar a los moros, fungán tos a jalufo . Allí en Afgansitan nos los cargábamos a base de bien. Aquí nos achicaran- les comenta ilustrado al resto de chonis que hacen señal afirmativa con el cráneo.
Que paguen el robo de los higos- comenta resuelto un joven de cabeza rapada con la camiseta de la selección española. Se hace un porro delante de la caseta a la que han llegado cómo refuerzo positivo por el esfuerzo.
También hay que darle a Pacheco- achula liando otro porro sentándose en un bancal un chonis de 15 años delgado de hambre, sucio, y abandonado por unos padres divorciados 14 años mayores que él. Vive el chonis con la abuela que está harta de él.
Si tíos, ese maricón de Pacheco va criticando o algo parecido- gritan varios chonis indignados. La jauría saca los diente y escupen veneno. Comienza a dar patadas a las paredes de la caseta. Un chonis semejante a un pollo, afectado de conjuntivitis en un ojo, de la excitación se mete el puño en la boca y lo muerde hasta hacerse sangre. El ojo bueno se inyectan de sangre, y su cuerpo apesta a pedos que se tira. Otro pega con la cabeza a un pino, varias piñas caen.
Tras varias caladas de porro y algo de cerveza se les olvida la rabia.
Que empiece el festuki- sacan dos de ellos entre los matorrales una batería de camión robada dos jornadas anteriores y que ocultan entre la maleza. Conectan luces y el equipo de música.
Surge sobre el mar iluminando las sombras de la noche, la luna roja y vengativa para aquellos Españoles que son injustos, la luna purpura para aquellos latinos o gitanos que merecen repudio, castigo y dolor, mientras en el barrio musulmán de Vall d´Uixó, la luna asoma lechosa para aquellos que siguen el camino recto. Los chonis no saben que toda oveja tiene redil que la encierra.
-¿ Va a venir la Cocos y la Jessy, o qué?- pregunta el militar poniendo sus manos sobre su pene que saca y agita.
-Ostia ten calma, que son solo las once, ahora llamó al Josele- le tranquiliza entre risas de camaradas un colega pasándole la cerveza y sacando el móvil.
-¿ Va a venir la Cocos o qué? ¿ y la Jessy qué?- le pregunta al Josele el lenteja escupiendo saliva en las eses por faltarle dos piños de la boca. Adorna a este engendro, sobre un cuerpo delgado por falta de alimentos en la infancia, las marcas en el cogote apepinado de las pedradas que recibía en la escuela y en barrio.
-Esperar un poco tíos que estoy en el templo. Si que vienen, se están poniendo guapas- de fondo se escucha el canturreo fanático: levantando las manos al señor, levantando las manos al señor...
La cuadrilla que comparten porros y cerveza miran al lenteja y le preguntan al unisono:
-¿Qué?
-El Josele está en el templo, dentro de un momento llega.
Entre ansiedades, desespero, golpes a objetos, exhibición de patadas de karate y drogas hacen tiempo hasta que aparece el Josele con las coimas. Silbidos, aplausos, y guapas, guapas, reciben a un par de chicas maquilladas extravagantemente y que se complementan físicamente. Una es gorda, la otra onoréxica. Los chonis les dan unas cervezas que engullen cómo señoritas educadas eructando al terminarlas. La música bakalado les embriaga de vida y se dejan llevar las dos amigas mientras son sobadas por todas partes.
La más bajita, la Cocos, regordita con peinado semejante a un argamboy , sufre retraso intelectual y ninfomanía aguda. Sonríe al grupo de forma amable dejando ver sus dientes podridos que adorna un rostro redondo de pan quemado. Su amiga, la Jessy, hija de una yonki que se prostituía por una dosis, de cuyo padre se dice que puede ser cualquier del pueblo, es agarrada por el soldado con el que tiene cierto parecido familiar.
Pacheco despierta cómo todas las noches al tañer de las campanas cuando da la medianoche. Coge la cámara y sale a la fosa común de Recaredo Centelles. El espíritu del santo le aguarda y le guía en silencio hasta la caseta. El chirriar de los grillos, la tonadilla de los sapos que melancólicos saludan a la luna da paso a los gritos, jadeos, suspiros, golpes de la orgía.
El militar tirando la botella de coñac vacía al suelo se coloca un turbante y da voces de alférez:
Mirad soy Mahoma y me follo a la Jessy. La muchacha con la bragas bajadas y agarrada por el militar del brazo retorcido en su espalda con una llave de konfu, ríe la gracia. Con las botas le abre sus delgadas piernas que quedan en forma de V invertida. Esto es lo que le hacemos a las putas de Afganistán el ejercito Español. Algunas son niñas de 12 años que tienen las piernas más delgaditas que la Jessy, o que mis brazos. Carne tierna mora, carne deliciosa, no probaréis nada igual. Mahoma es grande.
El grupo ríe. La Cocos de rodilla va pasando la boca por los penes sudorosos de la pandilla, que ayudan y facilitan en trabajo de la muchacha empujando su gruesa cabeza contra sus cojones, sonando entre sus diente podridos el tono de las castañuelas gitanas.
Pacheco regresa a casa acompañando hasta la tumba a Recaredo Centelles. De rodillas ante el crucifijo ora el padre nuestro, bebe leche y agua, reza el padre nuestro de rodillas ante el Crucificado y duerme cómo un bendito.
Al día siguiente el orden del mundo sigue su curso. El kikiriki de los gallos de los corrales de San Antonio le despiertan al despuntar el alba.
Por la calles siguen las apariciones de voces desconocidas que le increpan y le insultan en su camino al psiquiatra.
-Señor Pacheco ¿conoce la hipnosis?- le pregunta el psiquiatra.
Claro doctor- responde Pacheco.
Quiero que siga este reloj con la mirada- el doctor saca un reloj de pulsera y lo pasa por los ojos a Pacheco susurrándole- Va usted a quedarse dormido. Cuando escuche los chasquidos de mis dedos me contará que hizo usted por la noche.
Pacheco en trance se va relajando poco a poco, su rostro de hombre de orden se suaviza poco apoco, sus músculos se relajan tumbados en el diván.
Estoy en la cama y siento una llamada, la de Recaredo Centelles, el beato de la Vall d´Uixó fusilado por las hordas rojas. Me levanto, cojo la linterna y una cámara de vídeo para mostrar a los varones de PP, a la bien amada Guardia Civil, y a mis queridos amigos de falange lo que hacen los ciclistas de montaña en un lugar santo. Camino por ribazos guiado por el Santo. Me lleva a una pequeña caseta de montaña cerca de las trincheras. Escucho gritos de mujeres. Me asomo y pienso que son un par de monjas violadas por los socialistas o los de Izquierda Unida de Vall d´Uixó. Las chicas están rodeadas por más de 20 hombres. Me acerco reptando más. Hay un muchacho alto vestido de militar y con turbante. Le oigo decir que es Mahoma, cuenta lo que hacen los soldados Españoles en Afganistán. Yo por supuesto estoy a favor, aplaudo en silencio sus comentarios. Me doy cuenta de que todo está en orden y de que solo se trata de unos muchachos inocentes pasándolo bien. Vuelvo a casa por las trincheras y me despido de Receredo Centelles. En casa subo el vídeo a youtube. Bebo leche y agua, rezo y me acuesto.
El psiquiatra toma unas anotaciones.
Ahora cuando cuente tres usted despertara y recordará lo que ha hecho ésta noche, tres- observa tras despertarlo la reacción de Pacheco. Su rostro es el de alguien atormentado por los remordimientos. Retuerce los labios, se lleva las manos a la cara, balbucea:
Soy, soy, sonámbulo.
Si- le dice el psiquiatra.
Angelillo de Uixó acosado, amenazado y perseguido desde el 2010 por la etnia gitana y chonis por hacer vídeos de sus carreras ilegales en el barrio de Texas. El Ayuntamiento gobernado por el PP de Vall d´Uixó es cómplice de está situación y responsable de lo que vaya a pasar.
Las blasfemias a Mahoma, de Angelillo de Uixó por Ángel Blasco Giménez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
jueves, 27 de septiembre de 2012
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Carrillo ha muerto, Epitafio de Angelillo de Uixó.
Carrillo ha muerto, epitafio de Angelillo de Uixó.
Carrillo ha muerto, Carrillo ha muerto- muchos nos hemos enterado de este modo, cómo nos enteramos de la muerte de Chanquete. Ha muerto el hombre, pero su legado contradictorio desde hoy se hace leyenda.
-Carrillo Si, carrillo No. ¿Con que bandera le enterramos?- ha preguntado el funcionario de la funeraria ante los diferentes grupos asistentes que han empezado a carraspear mirando al suelo.
Yo soy de los que cree que su dirección en el PC fue para mal. Sin embargo no le quito el valor de haber luchado en la guerra civil .Tampoco le recrimino los acontecimientos todavía sin esclarecer de Paracuellos del Jarama. Si es cierto que mando fusilar a los prisioneros, huelga decir, que Yo, Angelillo de Uixó, en esa situación, dotado de mando, hubiera ordenado lo mismo. Si acaso fuera otro el que dicto la orden de fusilar, decirle que mando bien, y que hizo un gran favor a la humanidad eliminando a una buena panda de facciosos. !Pues el fascismo se cura con plomo!
Por eso compañeros, camaradas: mis huestes situadas más a la izquierda en el extremo de la cuerda que tensa la derecha. Vosotros, mis hermanos que tenéis corazón, alma , sentimiento y amáis al autentico PC , tan desconocido actualmente que los jóvenes confunden con un ordenador. Aquellos de vosotros que hoy no entrareis en la capilla ardiente de Carrillo, ni recibiréis la condolencia del presidente de la Nación, ni tampoco la de Juan Carlos I. No silenciéis vuestro grito en facebook, twenty, a través en los folletines, diarios, ni en los revacholes contra la memoria de Carrillo, pero sed justos. Fue comunista y eso le honra de por si. Luchó en la guerra civil y mató a gente de derechas, y eso es bueno. Recordarlo antes de derramar la tinta sobre su fotografía de ayer.
Su papel en la transición y de Secretario General del PC es inaceptable. Digno de llamarle enemigo de la clase proletaria.
Pero España: ¿ no es acaso una tierra de traidores?
¿No fue el lusitano Viriato el primer traicionado de la historia de nuestra patria cuando los uronenses nacionales: Audax, Dilcatos y Minuros le entregaron a Roma?
No obstante había más justicia que ahora, compañeros y compañeras. La humanidad en esos gloriosos tiempos de la inocencia, donde dominaban los estandartes de las legiones romanas desde la Hispania hasta la Arabia feliz, desde el Rhin hasta el mar Caspio, castigaron a los traidores. Así dijeron nuestros sabios conquistadores : Roma no paga a traidores.
Hoy por hoy todo está lleno de traidores a la clase trabajadora que no pagan ni el café que le sirve un mil eurista. Ves el telediario, y se exhiben entre bambalinas los conspiradores de la clase obrera haciendo proxenetismo de sus felonadas. ¿Quién no ha visto o escuchado a Felipe González, a Zapatero, a Rubalcaba o a Cayo Lara mintiendo con el manifiesto comunista entre las manos mientras nos venden a los mercados para luego solicitar el rescate cómo hizo el caudillo cántabro Coroccota?
En las manifestaciones: ¿ No notáis acaso camaradas el tufo del engaño, cómo nos llevan a un pacto social y capitalista que no deseamos, de la falta de empatía de la izquierda con los menesterosos, la ausencia de conciencia social e ideología de nuestros caudillos que ya no nos representan?
-Camaradas, camaradas, dadme vuestro oído taponado con la cera dorada de las mentiras. Debemos devolver los golpes que estamos recibiendo en esta crisis; y hemos de empezar atizando a nuestros compañeros. Se debe purgar a los que no hacen suficiente para combatir la herejía neo liberal. A Carrillo ya no podemos juzgarlo, no perdáis el tiempo, fue un traidor, si, pero también luchó valientemente y eso le honra. Por lo tanto, aconsejo enterrar la mitad de su cuerpo en un hoyo. De cabeza y de pecho metido, de cadera y de piernas al aire pasto de las alimañas. Es lo justo,fue heroico y traidor.
Empero de otros felones mayores quiero hablar en está elegía. Dentro de la UGT, Partido Socialista, CC.OO. IU, incluso a la misma CGT ha llegado el mal: gente inepta, débil, dialogante con los grupos de poder opuestos a nuestros intereses superiores y más humanos. Hay camaradas que frenan la revolución y preparan una paz perpetua llena de penurias mil veces peor que una guerra.
Es hora de hacer pagar a los traidores el precio de sus engaños e iniciar la lucha revolucionaria contra el capitalismo, la esclavitud del trabajo,la desdicha, y la desigualdad en esta vida.
Angelillo de Uixó. Me quedo con la duda en mi lengua tu nombre, Carrillo, hasta que me aclare quien fuiste y que hiciste.
Carrillo ha muerto, epitafio de Angelillo de Uixó por Ángel Blasco Giménez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Carrillo ha muerto, epitafio de Angelillo de Uixó por Ángel Blasco Giménez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
lunes, 17 de septiembre de 2012
Los Amantes del 15-S. Episodios Nacionales de Angelillo de Uixó
Los amantes del 15- S.
Episodios Nacionales de Angelillo de Uixó.
Marte guerrero y fiero cómo un globo en los cielos anoréxicos de lluvias. Remueve el dios en las conciencias el pasado del hambre.
Unos faros encendidos en la estación de autobuses de Vall d' Uixó apuntan humeantes el horizonte: casas de desempleados apagadas, escombros , basura sobre las aceras, proyectos de urbanismo sin terminar con carteles sobre las paredes sin lucir anunciando el mega puticlub de las palmeras. Entre los faros, el logo de la marca del vehículo: unas aspas rodeadas por un circulo. Suena la explosión de sus pistones . Sale el humo gris de su tubo de escape ascendiendo en la calurosa noche de septiembre entre pasos que se detienen cerca del vehículo. Arrojan las ascuas de unas colillas al suelo, al instante se vuelven grises. Rostros serios, graves, noctámbulos y cansados se saludan en corros de dos o tres personas hablando en voz baja, clandestinos.
En la otra parte del anden un grupo de chonis. Bulliciosos, festivos, drogados y alcoholizados festejan dando palmas y silbidos con sombreros de paja en la cabeza, bermudas hawaianas, el acontecimiento de que es sábado. Se concentran junto a un microbus, dan prisas por arrancar. Una voz discordante de unos de ellos mientras el rebaño sube, exclama:
-Falta la Jessy.
-Que se joda- responde un amiga de la Jessy ya montada. Pone los pies encima del posa cabezas del asiento de delante y deja ver su diminuto tanga. Explota una carcajada conjunta de chonis que da paso entre gritos y abucheos a las amenaza al conductor de que arranca o le meten.
Queda en el anden el otro autobus. El conductor abre la puerta de la cabina, desciende . Dirigiéndose al encargado del grupo, un hombre de mediana edad, cabello engominado hacia atrás, serio y formal, camisa blanca y pantalones de pinza conjuntados con mocasines blancos. Le anuncia mirando su reloj de pulsera:
- Jefe, dentro de cinco minutos arranco- de está forma el chófer demuestra que está dispuesto a cumplir con el deber y no permitir ruegos de “ 5 minutos más, me falta uno.”
-Está bien- responde el encargado del grupo consciente de que falta gente.
Un vagabundo merodea con el deseo de salir de Vall d' Uixó. Aprovecha la oportunidad para montar en la parte trasera mientras todo el mundo sigue abajo pendiente de la conversación del chófer y el responsable. Poco a poco en silencio y en orden van subiendo. Se cierran las puertas y suena la marcha atrás.
-Qué os vais sin mi- berrea una chica haciendo aspavientos con los brazos- Meidei, Meidei- grita con voz de loro.
El autobús frena y abre las puertas. Sube una joven permanentada apestando a colonia barata. Sujeta un móvil con dispositivo MP3 que emite molesta música ballenato. Se baja la minifalda de dos dedos , muestra un tanga rosa y el tatuaje de un Cristo coronado de espinas cerca del chocho. Refriega una mano repleta de sortijas sobre su diminuta camisa de tirantes que apenas cubren los mondongos de sus generosos pechos pircingnadados.
-He tenido que pasar por casa para ver si estaba el padre de mi hijo, pero el muy sin vergüenza está de festuki. Mi chorbo es un hijo de puta, pero lo quiero- pasea entre las gentes buscando caras conocidas.
-¿No está la Mara?- pregunta y nadie le responde. Se sienta al final junto al vagabundo.
Saca un chicle y empieza a mascar.
-¿Tu eres de Texas no?- pregunta.
-No, pero paseaba por allí con frecuencia buscándome la vida- le responde quitando la pierna de la Jessy que ha colocado sobre las suyas.
-¿Tienes novia? -pregunta estallando el chicle sobre su rostro maquillado con cierto isomorfismo caballil cuando el autobús salta una bache .
-No, no tengo, guardo voto de fidelidad a una dama. Una vez, hace una década ame locamente a una mujer. Era la criatura más hermosa del mundo. Cantaba cómo los ángeles, y si hablaba, era para hacerlo de revolución y amor. Sus dientes eran perlas blancas, sus dulces manos acariciadoras eran capaces de darte un masaje reparador cómo de luchar por una sociedad más justa. Juntos íbamos a construir un mundo mejor.
La Jessy se espatarra y suspira. Un viajero que intenta dormir carraspea a modo de queja.
-Jope, nunca he escuchado nada así- le dice incrédula atusándose varios mechones borreguiles de su permanente laqueada.
¿Donde la conociste?- le pregunta tras un breve silencio.
La conocí en una manifestación. Ella agitaba una bandera republicana y alentaba a los compañeros del sindicato y proletarios que desfallecían. Caían por cientos en una plaza de Barcelona bajo la porra de la policía. Consiguió cómo Agustina de Aragón que mantuvieran las posiciones hasta el cambio de turno de una fabrica donde vinieron los refuerzos. Se luchaba por el pan y el puesto de trabajo. Eran tiempos mejores ¿sabes?
Vaya, que fuerte . Eso te lo has inventado de alguna película de Jackie Chan ¿ no?- La Jessy mira al vagabundo de arriba a bajo, desde sus pantalones elásticos sucios, su camisa de Matallica raída y apretada a sus fibrosos músculos, a sus cabellos largos de color pardo cayéndole sobre los hombros hasta llegar a una mirada de furia aplacada, metida en un rostro sereno, armónico, con cierta expresión de ira con la que se ha aprendido a vivir en paz y armonía.
El vagabundo mueve la cabeza en señal de que no se lo ha inventado.
-Uy, Uy, van a poner una peli- exclama la Jessy leyendo el título- Los tres mosqueteros.
Yo la he visto, sale Nicolas Cage y otros muy famosos. Mola mogollón.
-Por favor señorita. Algunos queremos descansar y ver tranquilos las aventura de dartacan- asoma de entre las butacas un cráneo calvo con gafas harto de la Jessy.
El día comienza a clarear entre agrestes lomas despobladas de vegetación, llanuras anchas y cenicientas, repletas de jarales y manchas moteadas en el paisaje de alguna carrasca dispersa entre las monótonas y polvorientas eras de la guerrera y servil castilla.
-¿Crees en los ovnis?- pregunta la Jessy al vagabundo que dormita hablando solo abrasado por la melancolía del recuerdo de su viejo amor.
-Perdona no te he escuchado bien- le pide que repita la frase abriendo los ojos el vagabundo. Nota que tiene la boca seca. Saca del macuto algo de agua de una calabaza.
-¿Qué si crees en los ovnis?-vuelve a preguntar chillando la Jessy. El resto del pasaje la mira perdiéndose el momento en que dartacan atraviesa lanzando la espada cómo un dardo a seis soldados del malvado Luis XVI y vuelve a sus manos para atravesar a trece o catorce malos más.
Sin dejarle responder, le cuenta la Jessy al vagabundo experiencias y conversaciones privadas con su novio.
Mi chorbo y yo después de la sesión de disco, si aun no es de día subimos a la ermita de San Antonio y miramos al cielo para buscar ovnis. Hemos visto flotar luces pasando muy rápidas por encima de nosotros ¿sabes? Mira tío, te contare una cosa que vas a flipar.
Un día salíamos de la disco industrial, la de la vall ¿sabes? Íbamos a Masia. Le metemos al BMW tuneado cuatro euracos de gasofa y arreamos. Mi chorbo hace un trompo y yo le digo: -Tío que nos vamos a matar y estoy de tres meses.
Y él hace otro trompo. Íbamos a 200 por hora en una carretera secundaria con los amplis a tope escuchando Camela. !Cómo te lo cuento! Y vemos en una curva a una tía. Mi chorbo hace un trompo. Yo le digo que pase, que tenga conocimiento que esta conmigo y las marranadas a mi no me gustan. Y él va y frena haciendo un trompo sacando medio maletero por la curva. La has matao- le grito pegándole un bofetón-Bajamos corriendo, nos giramos y nos vemos a la tía en el coche. Montamos, mi chorbo arranca y en una curva nos dice: en esta curva me mate yo- mira tío nos giramos y no está, nos quedamos blancos, te lo juro por el señor Jesucristo, y por qué se muera mi hijo si miento que es lo que más quiero del mundo mundial. Del susto nos la pegamos contra un ribazo.
El autobús hace una parada. Los viajeros cansados entran en el bar y desayunan. A un par de kilómetros se ve sobre una colina una dorada torre medio derruida en la que el sol naciente ilumina sus adobes amarillentos, casi polvo de la misma llanura triste y soñadora, pobre e hidalga, que mira en el pasado tiempos mejores, y con desdén el presente sobre las cenizas grises de sus campos. Los viajeros vuelven a subir. El autocar, lento, monótono,hace camino hasta llegar a Madrid. Antes de abrir sus puertas, el responsable del grupo se dirige a los viajeros:
El recorrido de la manifestación será el siguiente. Ahora estamos junto a la estatua del general Espartero cuyo caballo ya sabéis de sus cojones, al igual de la mala ostia que tenía el ilustrísimo general de las tropas isabelinas- señala la estatua ecuestre que todo el mundo mira situada junto al Retiro- Calle abajo está la Puerta de Alcala, la de la canción, es donde empieza la manifestación. Acaba en la plaza de Colón, famoso por su huevo. A las 2 sale el autobús, espero que paséis un buen día. Lo importante del acto cómo sabéis es ser mucha gente, que nos cuenten y diga la prensa, internet y la TV que eramos un millón. ¿OK?
Ok responden los sindicalistas.
¿Pero que perroflautada es esta?- se pregunta en voz alta el vagabundo.
La Jessy con un ataque de ansiedad se pone en pie y levanta el dedo en posición apostólica.
Una pregunta señor.¿No es aquí la fiesta de la espuma?
No creo que haya espuma compañera, pero fiesta si habrá. Se trata de eso, de pasarlo bien, revindicar. Proponlo en el sindicato, yo no tengo inconveniente en lo de la espuma. Por cierto y solo por curiosidad, tu cara no me suena. ¿Es la primera vez que vienes a una manifestación?- le pregunta el delegado sindical responsable de la logística.
A una fiesta- manifestación si, de otro tipo he ido a muchas- La Jessy se hace la chunga interesante moviendo las piernas e inclinándose sobre la cabeza de un viejo que acaricia.
Ven conmigo- le invita el responsable sindical llamándola con el dedo indice. La Jessy desfila por el pasillo del autobús moviendo rotomtombera las caderas y los pechos que le votan.
Los viajeros salen y en pequeños grupos dispersos empiezan a caminar desplegando las banderas de los sindicatos mayoritarios.
El vagabundo pasa junto a la puerta de Alcala y se acerca a una multitud en profesión de pentecostés.
¿Qué hay camaradas? - saluda hambriento el vagabundo con lección aprendida contemplando a un grupo con bocata de chorizo que siempre llevan de sobra para compartir.
Saludos amigo- le extiende la mano un orondo proletario campechano y delegado de la UGT. Va bien afeitado, vestido con camisa blanca, pantalones de lana, zapatos de piel roja alcanforados.
Por la puerta de Alcala se empieza a mover el personal en dirección a Colón. Desfilan zancudos, un enorme buitre de dos metros de altura movido por un mecanismo de chasis de varillas y poleas oculto por las telas, cartones, y algo semejante a plumas pegadas que dotan de movimiento a esa estructura en forma de buitre, cuya cabeza , alas, se mueven y se desplaza raudo por las calles a través de unos pedales guiados por un conductor. Grupos innumerables de personas caminan con carteles protesta de todo tipo por la plaza de Colón donde se detiene la manifestación. En silencio la gente, mudos, individualistas, solos entre una multitud repleta de ruidos de pitos, timbales,silbidos, aplausos, giran en circulo cómo los musulmanes en torno a la meca, o los penados de Dante en el noveno saco del infierno donde se castiga con razón a aquellos que causan civiles disturbios, o los enfermos mentales. Es el dantesco espectáculo que presencia Mariano Rajoy y el vagabundo.
-!Qué pasada de fiesta! Cuantísima gente- dice la Jessy de subidón. Bailotea con la mano agarrada del delegado sindical en su cintura- La decoración es guay. Hazme una foto- solicita al responsable sindical acerándose a la estatua de Colón. Le da su teléfono móvil con cámara y mp3.
-Sonríe- con un ojo cerrado apunta en la mirilla del objetivo de la cámara a la Jessy que saca de su mochila Tommy un peluche de Bob Esponja al que le lanza besi-Jessis.
-Hazme ahora otra con la bandera- señala el enorme banderón que preside marcial y patrio la plaza del almirante- Mis amigas de facebook que salen con guardia civiles y militares van a flipar. Se van a morir de envidia de no haber venido a la fiesta de la manifestación. !Subidón, subidón, que banderón!- Sonríe emocionada y feliz la Jessy experimentando nuevas sensaciones lúdico- festivas.
-Ahhh.ahhh. Ahhh- empieza a gritar la Jessy alarmando al delegado sindical que deja caer el móvil.
-¿está bien cariño?- le dice acercándose a ella.
La Jessy sale corriendo y empuja a unas pendejas que se están haciendo fotos eróticas con los bomberos de alicante que pasean macarras con cascos, pantalones ajustados, gruesas manguera colgando de sus fornidos pechos por la plaza haciéndose fotos con gays, adulteras y madres solteras.
La Jessy se tira a los brazos de un bombero y lo cubre de besos.
-No, no, es una concentración, y no una manifestación- comenta a su compañero discrepante un manifestante al que ha preguntado el vagabundo el motivo del acto intentando comprender exactamente cual es, ya que ve gente con carteles colgando de sus cuerpos, o sujetos en sus manos, con lemas contra la natalidad, contra los recortes, pidiendo la abdicación del rey...
-No se puede llamar a esto concentración compañero, pues evidentemente nos estamos manifestando- le responde el otro manifestante ofuscado, olvidando al vagabundo que mira el debate nominalista de Guillermo de Ockham.
-Da igual cómo se llame- interrumpe el vagabundo interponiéndose cuando están a punto de dar fin al ambiente festivo y pacifico del acto por unas palabras mal dichas y peor entendidas nacidas de la duda- El motivo es lo importante. Yo no soy sindicalista ni proletario, pero, quiero saber.
-Es por los recortes,contra el gobierno del fascista de Mariano Rajoy- dice triunfante un manifestante.
-No hombre, es para proponer un referéndum o consulta popular sobre si el pueblo español libre y soberano quiere los recortes o no. !Qué se consulte!- petulante responde haciendo gesto altivo de intelectual.
¿ Y si la gente estuviera a favor de los recortes, los aceptaríais?- pregunta perplejo el vagabundo.
Por supuesto, sin lugar a dudas- responde a la vez el concentrado y el manifestante.
¿Sois de izquierdas?- trata de comprender el vagabundo a través de preguntas la dimensión social o política que pueda tener el acto.
Yo soy socialista y de UGT- afirma el concentrado.
Yo soy de IU y de CC.OO- responde el manifestante.
El vagabundo se aleja y los deja discrepando.
-Es maravilloso compañeros, la radio dice que somos un millón de personas. El número amigos es la clave de todo, es el triunfo revolucionario, solo hay que llamar gente y pasarlo bien. Así se gana una revolución. Imaginar cómo se ha adelantado en el mundo. Antes estaban los motines cuando había hambre, injusticias, luego llegaban: las cárceles, las torturas. Uy, uy, que horror, el horror. Pero ahora, mirar que bien. Uno ni se entera que la gente lucha.¿ Yo no me entero y vosotros?
El resto niega con la cabeza.
Bajo la sombra de unos frondosos arboles que dejan caer lentamente sus hojas arrancadas por el cálido viento, los sindicalistas dormitan y celebran que son un millón. A lo lejos se ve la figura de Cándido Méndez, el traidor, el pactista. Trata de dar un discurso cómo un Jesuita sobre la lucha proletaria a la que tanto le deben los parias. Apenas nadie le escucha por qué unos andan por la plaza haciendo ruido con los timbales, otros pitán, grupos de cientos observan las performances de artistas callejeros, pero los más, en número de millares, yacen dignos con el puño en alto a la sombra de un jardín protegiendo los cráneos privilegiados de un sol injusto con los manifestantes y unas temperaturas de cerca de 40 grados.
Andele, andele, cervecita fría gringos para la revolución, no se me sequen la garganta pidiendo la cabeza de Rajoy guates. Venga pendejos, a euro la cervecita fría para ganar la revolución- corea un emprendedor ambulante esquivando los cuerpos de los manifestantes tumbados sobre la hierba un día de septiembre caluroso, enamoradizo, de un cielo azul despejado que invita a disfrutar de la vida, de la compañía de los amigos, y empuja sin darnos cuenta al consumo y al vicio.
Ya que estamos en Madrid concentrados podríamos ir a tomar unas tapitas. Conozco un lugar fantástico cerca de aquí- levanta una voz bajo las ramas espesas de una higuera repleta de sus jugosos frutos abiertos.
Tu si que sabes Evaristo- le dice un camarada que se abrocha en botón del pantalón y se levanta poco a poco desperezándose y bostezando.
Es que me saque la carrera en Madrid. Aquí es donde conocí la ciencia socialista y sus grandes verdades, que el socialismo no es miseria- replica estirando la mano para que le levanten entre dos o tres.
Oye, que os parece si vamos a la milla de oro a comprar algunos cuadros. Cuando veníamos en la manifestación he visto una pinacoteca, me gustaría llevarme algo para el salón. Al fin y al cabo no siempre se está en Madrid- comenta un caballero apoyado su cuerpo junto a un peral del retiro. Guarda en una cartera doblando con cuidado un boletín interno de IU de Mérida y el Granma de Cuba.
Si, esto ya está acabado, seguro que nos han contado ya. Pero una cosa Tomás, a ver si nos perdemos- responde inquieta viendo fuera del parque las grandes avenidas de la capital una mujer elegante y de mediana edad que necesita seguridad.
El vagabundo camina por la plaza cogiendo bocadillos y bebida que guarda en una bolsa de basura afanoso cómo la hormiga preparándose para el invierno.
Recibe varios pisotones cuando se agacha. Los sufre cómo gajes del oficio.
¡Arriba, parias de la Tierra!
¡En pie, famélica legión!
Atruena la razón en marcha:
es el fin de la opresión.
!cuantos años sin oír esa canción!- el vagabundo sufre una profunda conmoción que le bloquea. Su mente queda en blanco, hipnotizada. El corazón palpita emocionado, un torrente de lagrimas a punto de desbordarse le va subiendo desde las vísceras.
Coloca su gran oreja lo más alto que puede sintonizando hacia la delicada voz transportada por el céfiro. Busca con sus ojos que cobran destellos vida, de deseo, y que salen del letargo de su penitencia tratando de encontrar a quien canta esas bellas palabras. A lo lejos, entre la manada de gente ve cerca de un estanque artificial del parque, donde reposan puras, cristalinas , tranquilas, unas aguas blanquecinas surcadas y partidas por las aletas de carpas de colores, y pequeños barquitos y submarinos de recreo teledirigidos por niños y frikis.
Sobre los bloques de mármol que adornan los diques de algo más de medio metro de altura, se posa una hermosa mujer cantando la internacional y agitando una bandera republicana.
Al vagabundo se le anuda la garganta, sufre de no poder expresarse . Envuelta su gruesa frente de un sudor frío, trata de hacerse paso entre la chusma que va hacia los bares y los complejos de ocio.
Varias palomas, unas blancas otras negras, bajan del cielo en picado para posarse cerca de la dama y beber agua. Siguen la tonadilla de la hermosa doncella de largos cabellos castaños cuyos colores otoñales recuerdan a los frutos maduros y sensuales de ésta estación de intensos colores y aromas. Sus zapatitos pequeñitos de charol se mueven equilibristas sobre el pollete del dique. Camina agitando la bandera republicana cómo una danzarina de ballet. Pues su paso tiene el ritmo de la danza y el fuego. Sus marfílicos dientes se muestran cuando sus apetecibles labios nos enseñan el significado de la palabra sonrisa que se produce al ver pasar ante ella unos niños proletarios con sus padres, y anima todo ella gracia: a la lucha, a las barricadas, al amor, a la fraternidad, a la igualdad, a la libertad.
Francisca, Francisca, doña Francisca- grita el vagabundo echando a andar entre las masas que tienen miedo de perder el autobús de regreso a sus pueblo y ciudades, algunos a unas distancia de casi 1000 kilómetros.
- Francisca, francisca- el vagabundo ve cómo baja del estanque y se aleja en dirección contraria a la suya.
Apartar basura, largo de aquí desgraciados- grita desesperado entre un mar de brazos proletarios que le obstruyen el paso- Francesca, Francesca.
El vagabundo tropieza en el suelo con una bandera caída de la CGT. Estos sindicalistas románticos, soñadores, solitarios, individualistas, han aparecido fugazmente en la concentración/manifestación para recriminar a las masas hedonistas y anti revolucionarias que ante la crisis, los recortes, la miseria, la injusticia solo hay una alternativa: el kalasmikof y la granada de mano.
El vagabundo la recoge y atiza con la bandera el cráneo de un delegado de UGT que va camina en sentido contrario al suyo. Pincha en el ojo a otro de CC.OO.
-Apartar o os mato gentuza- amenaza a la gente que se aparta dócil protestando por la violencia del vagabundo.
-Francisca, francisca- grita haciéndose paso con la bandera de la CGT.
Boca Negra- exclama la bella Francisca al ser girada por la fuerza cuando hablaba con un grupo de amigos y reconocerle. Quedan frente a frente - Dios mio- sus ojos brillan de emoción entre lagrimas- ¿ Será cierto lo que veo?- le dice derramando conmovedora ternura.
Soy Yo Francisca-Boca Negra la abraza con fuerza . Besa sus labios, su cuello, sus pechos. Los dos cuerpos quedan rodeados entre miles de personas que hacen fotos, pues jamás en la historia de la humanidad un abrazo fue tan sentido, ni se derramo tanto amor contenido y exiliado por culpa de los gobiernos fascistas de la era del terror democrático de: Aznar- Zapatero-Rajoy.
Desapareciste tras la ultima manifestación- le dice acariciando Francisca la cara rasposa y curtida de Boca Negra.
No Francisca, he estado en prisión detenido muchos años. Al acabar esa manifestación me fui con los colegas, no iba ni a tardar ni media hora. Se que te dije que prepararas la cena y recogieras la casa una vez terminada la concentración para pedir la excarcelación de nuestros amigos del colectivo de liberación animal que soltaron a un león del circo de Valencia que devoro a 14 personas. La cosa de complicó Francisca. Fuimos un momento a comprar unas cervezas, pero no llevábamos dinero ninguno, así que las cogimos y nos las llevamos sin pagar. Luego nos entró hambre y me dije, pues ceno aquí y evito gasto en casa. Volvimos al supermercado y nos llevamos cordero, pollo, salmón, patatas y más cerveza.
¿Y por eso fuiste a la cárcel?- le pregunta Francisca.
No, es que luego vino uno diciendo que se hacia un concierto autogestionado en apoyo a unos okupas para financiarse una placa solar. No teníamos dinero para la entrada. En esos lugares ya sabes que no mola colarse, hay que tener ética. Volvimos al supermercado y lo atracamos. No te dije nada para que no te preocuparás.
Oh Boca Negra, deberías habérmelo dicho- le recrimina Francisca.
¿ Me has sido fiel?- le pregunta Boca Negra enrollando la bandera de la CGT sobre el mástil de plástico.
Francisca levanta ligeramente su precioso y pequeño hombro izquierdo, y hace un ademán femenino y por lo tanto incomprensible y ambiguo. Da un suave beso a Boca Negra.
Bueno ,pues vayámonos a casa, por cierto ¿donde vives?- le pregunta agarrándola de la mano.
En Aranjuez, es un pueblo muy comprometido y reaccionario. Tiene mucha vida social- exclama con orgullo de sedentaria.
Boca Negra tira de ella que se mueve contra su voluntad, arrastrada. Boca Negra lo nota, se detiene y la mira temeroso que en una década sin verse pudiera haber cambiado alguna cosa.
Tengo que contarte algo- balbucea Franceca llevándose la mano al pecho y ruborizándose.
Boca Negra la mira espantado, pues nada puede herir ni dar más temor que la confesión de una mujer después de 10 años.
Soy socialista, y esos que ves, son mis amigos, todos socialistas y de la UGT.
Boca Negra nota cómo su mundo se desploma. Agacha su cabeza hasta su pecho, sus largos cabellos le cubren el rostro.
Da media vuelta despacio. Francesca mira la espalda de Boca Negra, imagina su rostro vencido y atormentado consciente del mal que ha causado en el corazón de Boca Negra. Ella balbucea sin moverse, hierática.
-Boca negra, no lo hagas por favor, no- le ruega dulce.
Boca negra se aleja poco a poco seguido de muchas miradas. Desenvuelve la bandera de la CGT que orgullosa, varonil y gallarda ondea bajo la mirada soberbia y formidable del Gran Cristobal Colón.
Boca Negra se para a pocos metros de los anti disturbios. El sol le cubre los ojos, el sol abrasa, el viento arrastra propaganda de la UGT. Una armónica suena , él sabe que su hora llega. Grita Boca Negra de tal modo que la plaza queda en silencio. Un millón al alma sobrecogidas contemplan el pendón de la CGT en ristre y los cabellos de Boca Negra volando por el viento en su frenético galopar, mientras el capitán de los anti disturbios que estaban recogiendo prepara a sus hombres para la embestida.
-Una fila de rodillas con los escudos cubriendo , la segunda fila de pie y con la porra preparada.
- El pueblo español al rescate de lo que nos han quitado- grita Boca Negra lanzándose sobre la primera fila que sortea golpeando con la bandera de la CGT un escudo de un anti disturbios que destroza.
Varios agentes de la segunda fila dan golpes con la porra, pero con un formidable mandoble de bandera lo para y golpea sus riñones. De un bocado Boca Negra arranca el plástico coloreado de rojo y negro con el logo de la CGT y cubre el casco de un agente que ciego la emprende a palos con sus compañeros.
Poco a poco se amontonan en la plaza de Colón los agentes caídos en servicio a la patria y al deber, pero cada vez van llegando más. Al cabo de una hora de combate del mástil de la bandera de la CGT solo queda ya unos centímetros.
Pide ayuda a los que miran para que derriben el enorme mástil de la plaza de Colón y exterminar cómo Sansón a medio cuerpo de policía nacional de Madrid, pero nadie le ayuda. Boca Negra se ve obligado a luchar con sus manos, y ya sea por número del enemigo, por cansancio, o por qué los dioses le retiraran su favor, Boca negra cae abatido bajo una lluvia de porrazos.
Francesca llora, se mesa sus bellos cabellos y quiere acudir, pero los malvados socialistas amigos del buen vivir y poco luchar la retienen para que no se enturbie su imagen.
-El se lo ha buscado Francesca. La gente tiene lo que se merece cuando no se adapta a las normas.
Girándose al resto de socialistas les advierte amenazador:
Los anti sistema, los revolucionarios, no tiene cabida ni lugar cerca de ningún socialista, aprender la lección y vigilar vuestro pasado.
Angelillo de Uixó, dedicado con cariño a su amiga Francisca.
Ángel Blasco Giménez.
fotos de la manifestación o concentración del 15-S, y el resto de las páginas que ve la policía de Uixó en google.
Los amantes del 15-S. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó por Ángel Blasco Giménez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en wwwalgarabia.blogspot.com.
Los amantes del 15-S. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó por Ángel Blasco Giménez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
Basada en una obra en wwwalgarabia.blogspot.com.
viernes, 14 de septiembre de 2012
La diada y el desembarco de Alcanar
La diada y el desembarco de Alcanar.
Episodios Nacionales de Angelillo de Uixó.
Los mismos que apedrean los cultivos, los que rompen la espiga que otro con esfuerzo siembra, se arrastran entre los secanos. Son la estirpe de Caín. Etnia hispana de casta batueca que recoge miserablemente los frutos del otoño en la geografía castellana aragonesa levantina. Asoman entre ribazos de Vall d´Uixó, sobre las calvas lomas onduladas, el cogote melenudo, greñoso cómo ovillos rizados del borrego, cantando bulerías junto a camaradas de misma leche y diferente sangre, de cabellos taxonómicos mal rapado en forma de crestas puntiagudas, o simplemente pelados: El criollaje latino que afana en colectividad de manada borreguil la algarroba y la almendra, para venderla a un conocido judío del pueblo mayorista de frutos secos que pone monedas en sus morenas manos.
Los campos amarillentos, nada trabajados, esquilmados, olvidados. Cubiertas de chumberas las casas sin techos y tres paredes de mampostería donde vivió alguna familia humilde de labriegos. Entre trincheras y trialeras de motoristas y ciclistas, basura, escombro y esparragueras, llegan las eras hasta el pueblo hispano de Uixó.
Recogido los batuecos entrados en años y los facciosos del PP en una iglesia de barrio marginal, que oficializa su nombre cómo Colonia de San Antonio, aunque es conocido por Texas. Saca pecho el barrio de 50 años de historia ante el cura y las autoridades, cuya biografía no escrita en los muros del facebook de sus habitantes es la de la miseria, la violencia, las drogas, las enfermedades mentales, los problemas de convivencia racial, afinamiento, divorcios, encarcelamientos, robos, maltrato familiar, animal y vegetal que supera con diferencia la media de las favelas de Brasil. Todo en los primeros 50 años de civilización.
Una sombra errante, la de Emiliano, el anarquista oficial del pueblo, vuelve cómo Ulises después de su largo viaje. Sobre su cuello un pañuelo con la señera catalana regalado en la manifestación de la diada. Sube la cuesta de San Antonio ante la mirada feroz y salvaje de sus vecinos. Quitándose el pañuelo que lleva a lo John Wayne lo agita ante ellos. El vecindario son hijos de la madre España. Nacidos con genes de hambre, servidumbre, pleitesía al poderoso y al funcionario que han heredado junto al moreno que gusta a la suecas que veranean en Benidorm. Abre la puerta el viajero apatrida Emiliano. Nadie le espera en su hogar. Una paloma sobre la chimenea levanta el vuelo. Respira con satisfacción el anarquista de poder estar solo. De puertas a dentro todo está en calma. Tras la ventana a la que se asoma observa con desprecio el pueblo de Uixó, con el odio y la intransigencia que debe tener en su corazón un buen anarquista ante la injusticia social y los grupos que impiden un desarrollo material de la humanidad. Llega hasta él la propaganda oficial emitida desde los altavoces del vecino barrio. Reza la oración de la ruina, de la mentira, de la insidia, de la demagogia, el alcaldito Óscar Clavel rodeado de alelíes y farandules en oficio político militar fascista dentro de una iglesia evangelista.
Hoy celebramos los 50 años de éxitos y alegría en la Colonia San Antonio. Vosotros habitantes del lugar sois afortunados por tener un chabolo donde descansar el cráneo y reposar la frente junto al pecho de alguna chorva preñada o sin preñar, y ver a vuestros hijos corriendo por el comedor con alguna piedra, señal inequívoca de que mañana será un emprendedor cómo lo habéis sido los que por necesidad habéis acabado en este maravilloso lugar del mundo, punte de unión de la cultura uxenses con la de la meseta hispana y las etnias tribales, que en tan buena paz y alegría conviven en medio del paro y la miseria. Sois un ejemplo de austeridad. Ningún barrio tiene un indice tan bajo de servicios, con lo que el ayuntamiento ahorra mucho, ni apenas se producen llamadas a la policía, vosotros os administráis la justicia al margen del estado. Vall d´ Uixó os debe mucho, el PP más, y quiero recordar en este aniversario que sois ante todo votantes del PP y Españoles, no cómo esos catalanes que quieren la independencia y de buen seguro que os tirarían de sus tierras una vez hubierais puesto el pie en ellas para intentar colonizarlas. Viva la Vall d ´Uixó, viva la colonia de San Antonio, viva España. Fuera Cataluña.
Los asistentes aplauden el discurso con gestos y ademanes, incluso con elocuentes: -Si, si, si. Afirman propositivos las verdades paternales de las autoridades Hispanas.
Rostros morenos, demacrados, ojerosos, violentos, capaces de los más nefandos vicios y bestiales crímenes, se lanzan en manada hacia unas bandejas de pastelitos y bebidas que ingieren indigestos y flatulentos ante la mirada benévola y triunfadora de las autoridades del PP que cosechan votos.
Más pasteles, más bebidas- llama esplendido el alcaldito a un suministrador.
Emiliano dejando el macuto se tumba en un colchón tapándose con las manos los oídos en gesto de protesta individual.
Diminutas arañas en la esquina de la habitación laborean redes con las que recogen la pesca de avispas, moscas, mosquitos...
-¿Cómo debió de ser el numen de Uixó antes de que la etnia batueca, gachupina y farandula tomará el poder por número, colapso económico y sucesivas mayoría del PP? ¿alguna vez el descendiente del morisco levantino, algún vástago de Alá del que procede el autóctono aborigen del lugar llegó a a amar a su tierra, a su patria califal cómo ocurre en los condados catalanes? ¿ Fue acaso el emigrante castellano, plaga cómo ninguna el que arruino ésta sociedad?- se pregunta Emiliano soñador, recordando los felices días entre nacionalistas, anti sistema y anarquistas que se manifestaban por cada calle, por cada cruce de caminos, desde cada ateneo de Cataluña, mientras él, espectador casual y lógicamente vigilado por tener en el DNI escrito: Valenciano, causa de sospecha de ser agente pro- español hasta que se demuestre los contrario. Demostró su lealtad, no por temor a los catalanes, si no de corazón, públicamente en la plaza de Alcanar. Escupiendo a la bandera de España frente al cuartel de la guardia civil entre aplausos, castañuelas y oles de los asistentes que bailaban sardanas y fados portugueses quemando los colores rojos y amarillo convertidos en humo purificador ascendiendo sobre un cielo infinito, donde el garabato esperpéntico en vuelo alado de la gaviota se alejaba cegada de la rabia a las islas del delta junto al toro bravo que pace confinado en ese lugar bramando dolorido en su negro orgullo.
!Pero oh deidades catalanas, nuevos dioses para un nuevo estado, la vetusta religión católica llama virgiliana a la ventana de Emiliano que lo escucha todo!
-Jaripe, Jaripe, Jesucristo es el señor, el resucitado que limpia todos los pecados cómo el fairy la grasa. Jaripe, Jaripe. Jesucristo da unidad a la patria chabolera, fuerzas para el combate al que recoge chatarra y algarroba. Ayuda al PP, a Óscar Clavel que construye templos al señor- predica el pastor entre la conmemoración barrial y el apoyo político militar al PP al que le deben, y con el que lucharán en la guerra civil. Atruena su voz fanática y su rostro lunero y oscuro cargado los dedos que señalan a los asistentes con anillos de oro y cristo macizo colgando del mismo lugar donde se coloca la soga a los ladrones, vagos y maleantes.
Las voces amplificadas por la megofonía cacarean por medio pueblo rebotando en las paredes y las mentes de los batuecos del lugar amplificando el mensaje.
-Joder que gentuza, habría que exterminarlos a todos con un lanzallamas- comenta para si mismo Emiliano, dotando de verbo el pensamiento en monólogo socrático motivado por la creación de un mundo mejor donde la injusticia, los pastores de pueblo, los lideres, las razas diferentes de los lugares de origen, desaparezcan sin causarles sufrimiento ni dolor.
Emiliano deambula por la casa marcado por la indecisión, dolorido por los cánticos enemigos y herejes, pero resucitado por la ilusión anarquista en la creencia de la llegada del hombre de paz y buena voluntad comprometido con la sociedad y el ser humano que triunfará la conflictividad revolucionaria.
-Revolución o muerte- se dice lleno de rabia cogiendo el macuto. Cierra la casa y echa libre a andar.
Un vecino que ordeña una cabra le observa con mirada Española, ojos de judas entorcados, cejas pobladas y muy juntas, gesto de bobalicón receloso, pómulos metidos para adentro, frente amplia de cabestro. A su alrededor chatarra, sacos de algarroba, iniciativas de emprendedores del gachupinaje español que malgasta su vida caminando por las veredas en busca de fortuna cerca de las rentas altas.
Emiliano repleto de coraje de hombre de izquierdas y comprometido con los pobres, alzando su frente orgullosa, levanta nerodiano el dedo pulgar y el mentón mientras el choto asustado bala. Exclama a la cara de su vecino: Revolución o muerte.
Desciende loma abajo hasta la estación de autobuses, deja atrás , sobre las aceras repletas de vagos que acuden a las terrazas a emborracharse: chonis, los canis y el gitanerío burlón y gritón.
Sola la raza mora: trabajadora, unida, verdaderamente emprendedora, agrícola, artesanal, que no se ensucia la túnica ni las alparcas en la miseria de la chatarra ni la algarroba, merece el respeto del anarquista Emiliano.
El autobús impuntual, caro, lento, le lleva monótono hasta la estación de trenes a Emiliano, sufriendo el tener que escuchar lo que escuchan los conductores de autobuses de España:
a la cope y libertad digital insultando a Cataluña.
II. parte el desembarco de Alcanar.
Emilianatio, Emilianito, has vuelto a nuestras tierra- abren los brazos sus compañeros agricultores ecológicos anarquistas de Cataluña.
Emiliano se mete entre sus brazos.
-Valencia arde, Vall d´Uixó es territorio calorro-chonis. No quiero estar allí. El PP está lanzando consignas anti catalanistas y la gente les sigue. Llega la guerra. Varias mujeres apellidadas Carot han sido violadas, y la tienda de cavas del señor Maragall ha sido saqueada, a sus hijos les han apalizado- les cuenta con tono grave Emiliano enseñando las pruebas: un mensaje de su móvil que ha recibido de un amigo cuando estaba cerca de la estación de Vinaroz.
-Pues violemos a todos los que se apelliden Toledo, Franco, Guzman- se conjuran varias voces de anarquistas indignados con los españoles.
-Creo que en casos así es lo justo- replica sapiencísimo y oportuno Emiliano.
Camaradas tenemos que hablar de nuestro proyecto agroecológico ahora que Emiliano está de nuevo con nosotros- toma la palabra un anarquista con rastas.
-No procede Parua, la situación político- social está por encima del trabajo- responde Cacambo, un anarquista prototípico clásico: moreno, delgado, alto, con barba a lo Marx y gafas redondas que impone seriedad en las asambleas. El resto aprueba la moción de censura a Parua y salen a la calle a quemar contenedores y coches catalanes para protestar contra el invasor español que quema coches y contenedores en España para protestar contra el separatistas catalán.
Al día siguiente despierta solo Emiliano en su casa okupa de Alcanar, el resto noctámbulos y guerrilleros continúan la fiesta por su cuenta, algunos incluso ya en otras provincias.
El Montsiá se yergue majestuoso y misterioso entre nubes que envuelven sus crestas calcáreas. Sobre sus calizas las águilas imperiales que vuelan en circulo. El Ebro a lo lejos llegando a su desembocadura que se abre en mil canales repletos de huertas y arrozales.
Frente a Emiliano, en línea recta al este observa las hermosísimas islas del delta rodeadas de un flotilla de veleros cómo hace siglos lo estuvo de piratas. Las salinas insulares, las lenguas de tierra y agua, la vegetación rodeada de mar entre aguas turquesas azuladas y plateadas de los destellos cegadores. Se embriaga de ternura naturalista la vista sensible de Emiliano. El día, caluroso, estival de mediados de septiembre. Los granados que rodean la terraza están cargados de sus frutos otoñales que se abren rojos y sensuales junto los manzanos. Las flores surgen por doquier, el aire cálido se llena de gritos de las aves que llegan al delta para invernar. Nada invita más a la vida que los colores y las fragancias de la naturaleza. Pegado a la casa hay un invernadero y un huerto colectivo, que llenara de riqueza, dicha y orgullo el alma de agricultores ecológicos de la comunidad de anarquistas.
Mañana cultivare, hoy es mejor ir a la playa. La vida es breve y la asamblea tiene que pensar, sea- se decide valientemente Emiliano cogiendo una toalla de Pamela Anderson en topless.
Camina varios kilómetros hasta el mar . El azadón, herramienta inventada por el burgués capitalista explotador se queda huérfana en una esquina. Por las calles la gente disfruta, sueña cosmopolita con la independencia. Emiliano sonríe y aplaude a la bandera de los estados catalanes. Las playas de Alcanar repletas de tranquilas calas de jabonosas olas que rompen contra los desfiladeros llenan de espuma blanca el cuerpo de Emiliano que nada entre mar y roca. En una de las brazadas se detiene. Alza su vista mirando la negra costa. Sobre un acantilado ve unos bunkers. De uno de ellos sale un soldado con un fusil que le hace señales de que salga. Se gira a su espalda y ve una flota de barcos y lanchas neumáticas con la bandera de España dirigiéndose a la orilla. Emiliano desconcertado nada raudo hacia la playa. De repente una ráfaga de ametralladora surge de los bunkers alcanzando a varias balsas neumáticas. Varios soldados que van en ellas, haciendo piruetas acrobáticas caen al agua. El estruendo de la artillería es ensordecedor y el agua se agita en torbellinos. Una nueva andanada de baterías desde la orilla vuelca varias lanchas. Se levantan cortinas verticales de agua de los cañonazos y el fuego de mortero por el que desfilan en formación de V las lanchas de desembarco.
El señor está con nosotros, no temáis nada- grita desde un bote el capellán del regimiento.
Los soldados agarrados al mauser en el suelo de las barcazas rezan, cantan o lloran. Tiemblan sus cuerpos antes de la batalla que acaba de comenzar.
-Más abajo, más abajo, el fuego de mortero más abajo, están pasando los botes. Colocar varias ametralladoras en la primera línea del flanco norte. Los anti carros, los anti carro, ¿ donde coño están los anti carro? Fuego, fuego, abrir fuego de forma más intensa- el valiente capitán de artillería del ejercito republicano catalán Carlos Machín, arenga a sus tropas. Varios cañonazos alcanzan a varios botes que se hunden rápidamente. Los acorazados frente a las líneas republicanas hacen fuego de cobertura. Las lanchas motoras escupiendo el humo de sus motores diesel avanzan rápidamente encallando en la orilla a la que saltan los sobrevivientes. Otras más lentas, llenas de agua que achican los soldados con los cascos de forma desesperada, son alcanzadas y hechas añicos. Emiliano se entrega a un soldado de la orilla que le retira riñéndole y empujándole.
-Rápido, rápido, sal , vas a estropear el desembarco. ¿ Es que no lees las noticias, ni lees los carteles?- le grita el soldado empujándole con violencia.
Yo, yo- balbucea Emiliano avergonzado y confuso.- dame un fusil, quiero luchar- resuelve plantado frente al soldado que se ríe.
¿Tienes el carnet?- le pregunta sarcástico.
Antes pertenecía a la CGT compañero, pero me borre por no pagar la cuota- le responde Emiliano de forma brusca convencido de sus principios que pone en duda con su mirada un soldaducho de menos años que él.
Varias ráfagas de tiros caen cerca de ellos.
Mira tío, ese carnet no vale para está batalla, no puedo hacer nada, lo siento, haz el favor de salir de aquí- le dice el soldado empujando a Emiliano y tirándose al suelo. Empieza a disparar derribando a dos facciosos. Emiliano subiendo unas escaleras huye hacia las trincheras.
Los soldados del ejercito rebelde toman las primeras posiciones de la playa de Alcanar.
Desde los bunkers bajan las metralletas y barren a la infantería facciosa que detrás de unas dunas prepara lanza cohetes y morteros.
Retirada, retirada de la primera línea, repliegue de la 101 división- manda la orden el capitán.
El ejercito republicano catalán se retira precipitadamente. Algunos caen prisioneros de las tropas italianas, otros llegan a unas rocas rodeadas de mar de unas calas teniendo la retirada imposibilitada. Allí quedan heroicamente disparando sin cesar. Poco a poco van cayendo por esos cobardes golpistas que quieren ponerle el yugo a los hombres libres. El pueblo Catalán: valiente, luchador, de izquierdas, anti fascista jamás se dejara doblegar. Un pequeño grupo de cuatro soldados, ya sin munición se tiran al mar, pero las barcas pasan por encima de ellos.
Cobardes fascistas, criminales, viles- grita Emiliano detrás de unos pinos presenciando la dantesca escena.
En la arena solo quedan tras las defensas anti desembarco una pequeña escuadra que se retira por las dunas cómo puede intentando alcanzar una escalera de hormigón que sube a los acantilados. Fratricidamente son abatidos por las tropas rebeldes. Solo queda uno del pelotón, el soldado Ryan.
Corre Ryan, corre- le gritan sus compañeros para animarle a alcanzar las escaleras, pero un tiro en la pierna lo derriba y cae prisionero.
En el búnker de mando entra un mensajero.
Mi Capitán Carlos Machín, los facciosos han tomado la playa, de los acorazados salen más tropas de refresco. Nosotros no tenemos ninguna el enemigo ha partido el frente. Vinaroz ha caído y una escuadra de aviones vienen hacia aquí. En Gandesa los combates son muy intensos, estamos en un bolsa de un frente de más de 90 kilómetros mi capitán.
Gracias soldado- le saluda marcial Carlos Machín para que se retire mientras piensa observando desde el puesto de mando unos mapas del frente. Saca un compás y traza una ballesta. Varios cañonazos caen sobre la bóveda del búnker. Se desprende algo de cemento que cae en la taza de café de Carlos. Bebe y escupe el material de obra al suelo , va a parar junto a la punta sus lustrosas botas.
Nos atrincheramos para resistir, es la orden- le dice al sargento Juan para que la divulgue.
Si mi capitán- le dice el valiente sargento Juan.
Emiliano deambula entre las trincheras, se mete en el búnker de mando.
-Eh tu, no eres del grupo- le dice unos de los soldados.
-Ya lo se, llevadme al oficial de mayor mando-solicita enérgico Emiliano.
El soldado receloso acepta. Emiliano entra en lo más profundo del búnker iluminado por una bombilla amarilla y se cuadra ante la oficialidad.
-Quiero servir a la república independiente catalana contra el fascismo de Mariano Rajoy y Mayor Oreja- les dice a los congregados que le miran cómo a un loco y empiezan a reír.
De repente se escuchan aplausos. Gente vestida de civil entre al búnker con rosas y tarjetas de felicitaciones.
Emiliano mira a todos lados mareado por las flashes de las cámaras. Exclama en voz alta:
-No entiendo nada- se deja caer en una silla abatido.
-Por favor despejen que va a dar comienzo el desembarco de cartagineses y fenicios- un chambelán anuncia el siguiente evento.
- ¿alguien me puede decir que está pasando?- desesperado Emiliano se levanta de súbito agarrando del cuello a un soldado que le pega con la culata del fusil. Otros se animan a la fiesta y pegan una buena paliza a Emiliano. Lo arrastran fuera del búnker. Emiliano camina tumefacto por el arcén de carretera de Alcanar dirección Vinaroz con lagrimas, confuso, hablando solo. Un grupo de ciclista en pelotón le alcanza. El que va en cabeza avisa al resto de sus compañeros:
-Salir del arcén, hay un vagabundo.
-No soy ningún vagabundo hijos de puta- les grita Emiliano a su paso.
El jefe del pelotón frena y el resto hace lo mismo.
-¿Qué has dicho?- le pregunta.
-Dejame en paz fascista- le insulta Emiliano siguiendo su camino.
Los ciclistas le pegan una tunda de palos y lo dejan sobre el arcén semi inconsciente.
Reptando Emiliano se arrastra hasta unos arbustos. En una rama enganchada hay un papel que el viento ha empujado donde se ve la figura de un soldado de la guerra civil y otra de las guerras púnicas. Anuncia:
“Grupo de Alcanar de recreación de batallas históricas. Se recreará el desembarco de Alcanar en la batalla del Ebro y el desembarco de Anibal. En octubre les invitamos al desembarco de los moros y las tropas cristianas de Carlo Magno. Esperamos su asistencia.”
Emiliano pasa la noche acurrucado.
Al día siguiente llega a la casa, el invernadero está sin trabajar, los campos igual.
-Seguro que habrán matado a mis compañeros- se dice Emiliano llorando.
Agarra el macuto y huye a Francia.
Angelillo de Uixó.
La diada y el desembarco de Alcanar by Ángel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Creado a partir de la obra en wwwalgarabia.blogspot.com.
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