lunes, 28 de junio de 2010

la colina de la hamburguesa: san Antonio







San Antonio, la colina de la hamburguesa.

Es San Antonio morada de algunos de los habitantes del más profundo populacho Vall
d' Uixó.
Las crónicas de San Antonio se hunden en el inconsciente de los tiempos, antes de que nacieran el canto de los trovadores a las nobles acciones de los caballeros, antes de que naciera el honor y la vergüenza.
San Antonio es un grupo de casas hechas por gente humildes, a fuerza de no poder ser otra cosa.
Son gentes que caminan por la vida nerviosos, mirando a todos lados ágiles como un conejo que ha olido a un perro.
Van por la veredas sin conciencia del semejante.
Les puede su ruino yo, un yo pequeño, insignificante.
Son San Antonio las casas de obreros cargado de todos los pecados.
Supervivientes dentro de un rebaño idiotizado.
Venidos cabalgando a lomos de pobreza resignada y repletos de odios homicidas.
No miran acechan con ojos, dientes y garras, al vecino y al territorio.
Aguardan como una rapaz de cacería.
Codician lo que no tienen y sienten un ansia asesina profunda.
Les duele en la sangre no poder matar, tanto como les duele no poder amar.
Buscan la pelea de gallos, sangre por menudencias: Por una hembra, por una linde, por una lechuga o un trozo de hueso.
Y se acurrucan en su hombría de cobardes ante su propia indigna situación de pobreza.
Cuando deben luchar contra su verdadero enemigo : El patrono burgués, no lo hacen.
Si guerrean ensañándose es contra la naturaleza: arboles, animales y personas caídas.
Sádicos son en el trato con los animales.
Poseen muchísimos perros enjaulados devorados en la miseria de pulgas y garrapatas, cuelgan los parásitos sobre las bestias hasta por los parpados.
Estos hombres oscuros se agigantan contra los animales y las personas débiles.
Caen igual que el buitre sobre la presa moribunda.
Ni los arboles de San Antonio están exento de venganzas.
Bástele al lector una anécdota de las más suaves, divertidas y para todos los públicos del anecdotario de San Antonio.
Un viejo algarrobo fue envenenado por un vecino enfrentado a otro.
El ajuste de cuentas al árbol aconteció por un aparcamiento.Aparcaba bajo un esplendido algarrobo un vecino para proteger su vehículo del sol.
Se le antojo al otro vecino un buen día que el que allí aparcaba no debiera seguir haciéndolo.
Se lo comunicó en estos términos al aparcante, y al no hacerle caso y seguir aparcando se lo mato.
El pobre árbol que no tenía nada que ver en esa disputa (que ni fue tal) siendo más bien una advertencia fulminante carente de sentido.
El caso, fuera aquello disputa o acto de locura, el algarrobo debido a su sombra de buen gusto para uno y de mal gusto para otro, la espicho sin verlas venir.
Las gente de San Antonio no ponderan a que se hace daño, si no a quien.
El como da igual. Puede ser un árbol, un perro, un coche, un hijo...
Tienen los hombres y las mujeres de San Antonio la mirada cambiante al modo del populacho: Turbia y lacrimosa de los niños apunto de explotar a llorar para desahogar la conciencia en los brazos de un padre que los atiende cuando les ha reprendido, o repleta de ira pueril homicida y loca de la rabieta sádica infantil.
Es el peregrinar por la vida de esta estirpe de nuestro pueblo un lamento.
Son un monumento viviente a la derrota.
Les muerde en el alma una avispa carnívora, los devora.
Su desasosiego es tal que siempre están activos estos quinquilleros pueblerinos, ya sea a martillazos contra las paredes de sus casas, ya sea maquinado mentiras y mezquindades sobre las gentes de su alrededor: si fulanito ha dicho tal o hecho cual cosa... insignificancias a la fin que solo el populacho les da valor.
Varios vecino de San Antonio por motivos desconocidos, podemos presuponer influenciados por la pedagogía de los hermanos ventura, se han enfundado el mono de operario.
Creyéndose los venturas han venturizado gran parte de la montaña con una retroexacavora.
Sin permiso de nadie ! Dios sabrá el fin !
La colina llamada de San Antonio parece una hamburguesa: devorada en su parte de abajo por los Ventura y Bancaja, en la parte de arriba con el escombro de las múltiples reformas, a un lateral con una pista ilegal de bicicletas de descenso, en el contralateral descarnada de su manto vegetal por las motos de trial y abajo el parking solar más grande de Europa que tirara toda su porquería toxica de cableado por San Antonio.
Ahora atacan por el centro de la colina de la hamburguesa. En su propio corazón, y encima el ataque es quinta columnista.
Una retroexcavadora destroza algunos de los últimos ribazos y algarrobos cercanos a las viviendas.
Los hechos se están produciendo 27 de Junio.
Tras este ataque doy por perdida la colina.
Ésta ofensiva al más puro estilo barrio bajero ventura, pero realizada por parte de vecinos malintencionados de San Antonio seguramente se deba al ocio de estar en el paro, al estrés que les causa no romper o andar matando, junto efecto de contagio destructivo de los Ventura y el Ayuntamiento.
Confieso el desconocimiento del objetivo de la ofensiva vecinal:
¿Un aparcamiento para coches sin algarrobos? ¿Una pista de descenso para bicicletas? ¿Hacer prácticas de retroexcavadora? ¿ Un campo de placas solares al estilo Ayuntamiento de Vall d' Uixó? ¿ Una nueva manera de cazar conejos y culebras?

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