lunes, 14 de junio de 2010

angelillo y las trincheras de vall d´uixó




Angelillo y Las trincheras del Vall d' Uixó.

Ignora nuestro pueblo su pasado oculto detrás de los troncos ahuecados de algarrobos moribundos, bajo el polvo amarillento acumulados con los años, y sobre los rastrojos esqueléticos por los que caminan los peregrinos de la “ vuelta”, buscadores de alivio liviano del estrés diario.
Son las trincheras de Vall d' Uixó un conjunto de piedra sobre piedra que vencieron al plomo del fascismo.
Todavía se encuentra esta dilatada herida rodeando al ceniciento pueblo, protegiendo con su forma de vena agigantada y extendida por todas y cada una de las montañas la dignidad del que lucha.
Está taponada esta arteria con la maleza formada por piteras y espinos que cubren los alambres, la roca y la arena de las derruidas defensas.
Son vestigios de un pasado aun vivo que se muere un poco más cada ocaso.
Parece hoy anécdota que se diera en este mismo pueblo acobardado, destinado al yugo, al masoquismo falangista, cuna reciente de bueyes, un bravo pueblo en armas defendiendo la libertad.
La que desprecian los presentes entregados al mercado, a la vanidad hortera, al entretenimiento barato con aroma rancio de cristos, tiendas, discotecas y toros.
Fue el ayer sangriento y se ha hecho hoy el día sobre la sangre de difuntos.
Tanta sangre derramada fue engullida por las grietas de las fosas sin que sirviera de nada.
Nuestro pueblo permite la codicia, las grandes fortunas, a los empresarios que florecen con el sudor ajeno.
Sin embargo el obrero con la frente aboyada de tanto duro manotazo, en estos incomprensibles nuevos tiempos de pobreza barroca y contradicciones, no se observa esclavo más que de sus pecados.
Otorga su sudor doblando la frente al amo.
! Esta empezando a sentir la misma miseria contra la que se revelaron nuestros antepasados!
Pero sigue callado, neurotizado por los quienes le dicen que ha superado la lucha, que si es pobre y desgraciado es por su culpa.
!Arrepiéntete obrero!
Tu has causado tu desgracia desgraciado.
Nos queda el pasado, el esfuerzo de resistencia hecho trinchera por mujeres, niños, obreros, esparcidos en cada palmo de tierra de nuestro termino.
En hoyos aun descansan alimentando a la tierra los que lucharon.
Hoy sobre los huesos de aquellos estamos sembrando futuro, al que se le abandona a su suerte por temor.
¿ A qué, o a quién? No se sabe muy bien, pero el temor existe. Es arma, es dueño de muchos histéricos.
¿ Que infraser humando ha parido el a XXI que asiste indiferente a su sufrimiento y muerte?
Se deprime la gente ante la lucha, languidece por doquier en la tierra el ánimo del combate.
Los leones se arrancan los colmillos, y los revolucionarios son santones karmapacifistas.
-No me hables de la muerte, no me hables de la guerra, deja esas historias ya pasadas que sus aguas se las trago el mar. Ama, ama, angelillo, aun con el estomago vacío y atado con cadenas - me dicen los nuevos filósofos de la revolución de la conciencia.
Los patronos están haciendo de todos nosotros bueyes asustados.
Las barricadas, la lucha armada, los guerrilleros, las trincheras, los ideales, las ideologías, han caído en un profundo hoyo con los difuntos, quizás sea el leve sueño del pasado.
El pueblo esta sin tierra, la tierra está sin pueblo.
Uno y otro de espaldas con los brazos caídos esperan resignados el final de su ruina con un duro golpe dado por el alzamiento del burgués.
No quiere admitir nuestro pueblo que vive acogido en una trinchera, que venimos de la sangre, de la lucha, del hambre; y como un ciclo se cierra el circulo.
Únicamente puede ser vencido el cerco, la bolsa de miseria, arrebatando de las garras de las fieras el poder.
Luchando, luchando contra la fiera: el burgués.
Pasan de largo ignorando las trincheras los caminantes embueyados pensando cuanto deben, lo felices serían si les diera más migajas del pastel, aun sufriendo una vuelta más de la cadena estranguladora y doblaran la cabeza hasta el extremo casi partir la nuca.
Por un poco más los bastardos de Vall d' Uixó se arrancarían la cabeza.
No quieren ver las piedras, el hormigón, el hierro, los sacos terreros transportados por todo un pueblo de tigres que frenaron a los tanques y la arrogancia chulesca del fascista.
La vuelta de cada día por el campo está ya sin eras, donde no crece más que el abandono y la paranoia del obrero.
El karmapaseo de los corderos empieza y acaba en el atardecer, más temprano en invierno y hasta el declinar de la breve noche en el verano.
Y se esconde en cada canto, en cada piedra de trinchera colocada por una encallecida mano luchadora, una anónima historia de heroica resistencia. Oculta a nuestro pueblo arruinado por su codicia predadora.
No volverá a florecer la trinchera, ni asomarán los fusiles entre los rosales de las piedras.
Caeremos todos en lo profundo del hoyo por no haber defendido nuestra tierra.

Angelillo del valle de Uixó al itinerario la Cova- San Antonio realizado el 13 de Junio del 2010, año de la gran depresión económica, esperando la gran revolución.

1 comentario:

  1. Todo mi apoyo desde Euskadi Angelillo. Los fachas ladran y te acosan pero tu les metes un gol una y otra vez, bravo. Lo que te han hecho (o intentado) en A3 no tiene nombre. Me lo he pasado pipa cuando se han autodeclarado cortos de entendederas. Eres un puto crack. Tienes que subir el vídeo para reirnos de ellos.

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