Elegía a un halcón tiroteado y a perro apaleado. De Angelillo de Uixó.
Domingo de la última semana de agosto del 2012, un día de ocio cómo cualquier otro de la semana en un país cómo España: holgazán, sumiso, desindustrializado, sin alternativas más que ser faccioso de barrio . Suenan las campanas desde el minarete de la Asunción de Vall d' Uixó espantando las palomas y compitiendo su sonido con las batuecadas de alguien que tira traca, el escándalo de los chonis ciclistas macarras de descenso que destrozan a ritmo de ballenato y camela los ribazos a las orillas del pueblo con la montaña.
Amenazan con el cante jondo criollo fascistas de “ que te doy, que te mato” a los paseantes que les critican. Los chulos cazadores, que dicen amar la naturaleza y la masacra, pasean de camuflaje admirando los colmillos de aguja de sus canes y matando a los que no les sirven en alguna oquedad remota. Ante la gravedad de los cañones del fusil no reciben criticas de los senderistas cómo los chonis ciclistas. Los de las motos de trial también aman la naturaleza, y para demostrarlo hacen corta fuegos con sus motos que ayudan a propagar la erosión. Los de los quads, siempre divertidos, los más payasos del circo de montaña, con sus cuatro ruedas y manillar hacen todo tipos de piruetas. Entre zarzales, aliagas y rocas silenciosas bajo las cuales descansa las lagartijas, las culebras, los sapotes, los escorpiones, que es lo único que parece estar en silencio, camina el perroflauta Geronimo. Se mezcla entre todo tipo de individuos de la reserva humana de Vall d' Uixó que hace deporte destrozando los antiguos cultivos de secano, las necropolis íberas, las fosas comunes de la guerra civil , el patrimonio artístico cultural , a través practicas e ingenios mecánicos cada vez más aberrantes para conseguir lo que llaman ocio, esparcimiento, recreo de la vida estresante, hedonismo, diversión, aventura, y que no fomenta más que la desidia, el alejamiento de la naturaleza, recaudación para el Ayuntamiento y las empresas de ocio y deporte, junto la memez de la civilización estandarizada anglo- americana. Geronimo contempla a un águila que chilla desde el alto cielo dando vueltas sobre los cholos nazis ciclistas de descenso.
Toma asiento junto la sombra de un algarrobo. Lo hace cruzando las piernas bajo un sol abrasador. El sol le trae sueños que le acercan a los espíritus del bosque de secano. En sus sueños aparece en camisón rojo, muy corto, una rostro pálida descalza, exhibido unas bien depiladas y tersas canillas blancas , baila sigilosa sobre las baldosas de su hogar la danza de la lluvia mientras va a por una botella lanjaron del frigorífico para refrescarse del tórrido calor . Agarra un cubito de hielo que se pasa por sus pechos, luego, goteando y húmedo lo desliza por sus gruesos labios, el diminuto casquete polar en forma de iceberg choca con sus marfilicos dientes, cruje diamantino. Sube del conjelador la mujer de rojo jadeando, refrescada, unos filetes de búfalo. La rostro pálido de Vall d' Uixó, de gran corazón, bautizada cómo Madre de Perro Apaleado, se conmueve por un perro abandonado que ha acudido por azar a su rellano. Le baja comida y agua.
Tímido aparece todos los días, fiel y sumiso. Acude todos los días al rellano de ésta mujer, inagotable en la mendicidad. Hasta los domingos surge la sombra del monigote raquítico, cuya estampa de garabato altera la estética de la calle y la dignidad de los perros bien. Cuando le baja la mujer su plato de paella diario, nada más darse la vuelta los vecinos, rostros pálidos malos, se la tiran al cubo de la basura ante la tristeza del perro que babeando se aleja. También le tiran cenizas a su cubo del agua . Los chiquillos una vez hechos los deberes del verano, mediante el consentimiento de sus padres bajan a la calle y le persiguen con palos para apalearlo ante explosión de risa general. Al final tan amenazado llega a estar el animal que empeora por días de tristeza, de enfermedad, de hambre y de palos, que dicen que es lo que menos duele. Hubo que sacarlo de allí . La rostro pálido llama a Geronimo, el perroflauta, y acaba perro apaleado en casa de Geronimo esperando la muerte por vejez y lismaniosis . Se muere. Geronimo despierta de su sueño que predice un futuro que él ya asume cómo presente. Levanta y anda unos pasos, encuentra las huellas de otro perro apelado que ha muerto hace unos días. Mirando la pacha mama y recogiendo el cráneo de un galgo grita ante el gran cañón del barranco seco que repite el eco su voz: -Tu, perro apaleado, no acabar tirado de forma indigna en una cuneta exhibiendo a la vista de todos cuero cabelludo, trozos de carne carroñera sobre el polvo siendo devorada por las ratas. No, tu tener tumba contemplando esas piedras mudas y sin alma donde tanto te esforzaste siguiendo a tu amo cazador, que obediente a la ley del PP, a la ley primitiva, cuando te ha visto enfermo te ha abandonado para que revientes. No, tu no acabar tirado en un vertedero, ni agonizar para morir. Tu amo blanco, batueco, votante del PP, pasar por estas montaña seguido de su jauría contento con las nuevas adquisiciones y de haberse deshecho de las viejas, pensara ante este cráneo o cualquier otro, que ser su perro apaleado, pero tu cuando ser tu hora descansar con los ancestros lobos. Pronto estarás conmigo y la rostro pálida que se pasa el hielo por los pechos, también adoptar en casa para que baile, cocine búfalo y limpie. Jau.
La Milana bonita, la Milana bonita, la milana bonita- grita un espantajo que va directo hacia Geronimo aspando los brazos. El engendro, un demente sin dientes, moreno, con boina, viejo, medio encorvado, corre de forma semejante a un animal que es a lo que está más próximo en la escala zoológica por entendimiento y comportamiento. Galopa el semi hominido monte arriba pasando entre los ribazos con los que tropieza. Se da de morros y levanta, cae, levanta, chilla entre los zarzales que le hacen sangre.
Azarias ¿Qué pasar?- le pregunta el perroflauta.
La milana bonita, la milana bonita, que los chungos de texas, los quinquis ,me la están matando- contesta Azarias, un viejo trabajador de los caciques hermanos ventura, hijo de vencidos de la guerra civil. Fue traído a Vall d' Uixó de despeñaperros por los caciques en unas jornadas de caza por el lugar. Ahora jubilado del trabajo con una pensión por minusválido de 80 euros al mes, su única compañía en la vejez es una Milana bonita. Corre hacia Geronimo y tira cómo un animal asustado el demente de su brazo para que vaya con él.
La milana bonita, que me la matan los mercheros quinquis de los parany. Dicen los señoritos calorros que la milana ahuyenta los jilgueros que cazan, y le han disparado cuando volaba. La milana bonita, la milana bonita- exclama el Azarias, gesticulando, empujando a Geronimo, en un torrente de lagrimas inocentes que baña su rostro y que solo en las bestias se pueden hayar estas emociones tan puras.
Andar Azarias, andar para allá Azarias. Yo seguirte en cazar mercheros, grupo marginal que no ama la madre naturaleza- Geronimo comprende al animal Azarias de forma rápida, y la situación en que le han puesto los sub seres chungos, criollaje de blanco y gitano, animal carroñero de barrio dañino que debe ser extinguido.
Monte a través caminan el hombre, y el infra hombre unos pasos atrás, entre trincheras, sendas repletas de malas hierbas que invitan a la desesperación, a la muerte, a la violencia.
A lo lejos ven a un grupo de mercheros y quinquis del barrio marginal de texas y las casetuchas de san Antonio en corro de sádicos. Escuchando música bakalao se pasan un monigote que agita levemente las alas. El collar de hierro que lleva el jefe Geronimo del cuello, conseguido en un cambalache a un okupa al que le paso marihuana, refleja la luz del sol que golpea las gafas de sol de pera de los batuecos.
Corred, achipe, achipe, que nos hacen fotos y nos sacan en facebook con titulares de: los gitanos y quinquis marginales y fascistas de Texas maltratan animales. Y eso es mentira.
Los farandules tiran al pobre animal que cae extendido patético en el suelo con un ala colgando y lleno de sangre. Intenta dar unos pasos el animal, pero cae extenuado. Los gachupines corren hacia los pisos gratuitos que dio el estado en Texas a las tribus nómadas gitanas tanto de España, cómo las llegadas de Kosovo y Serbia, donde están implicados y buscados la mayoría de gitanos acusados de genocidio de albaneses y kosovares.
-La milana bonita, la milana bonita- Azarias llorando se aleja a unos pinos, nervioso se mea en las manos, costumbre muy normal en discapacitados.
Geronimo recoge al animal que le mira sin pestañear lanzando con el pico en forma de tenaza picotazos que esquiva. Ante la inutilidad de su ataque, el ave queda majestuosa apretada en su mano con la boca abierta, exhibiendo una lengua rosacea. Observa el rostro conmovido de Geronimo con unos ojos negros, fijos cómo luceros, con algo de duende y de luna.
Geronimo abre el ala ensangrentada. Ve el agujero de la bala que ha destrozado las membranas de las plumas y se ha incrustado en su cuerpo produciendo un boquete donde cabe un dedo. Le cierra el ala y sujeta al animal. -Tu no morir a manos de batuecos quinquis. Tu morir con dignidad en compañía querida, serás enterrada Milana bonita en lo alto de la montaña, cerca de las nubes. Tu alma volverá en forma de oso a los llanos de naranjos de Castellón.
Azarias sale corriendo a Texas blandiendo un palo. Los gitanos le asesinan clavando cada uno de ellos una puñalada al inocente. Mientras estas bestias humanas negruzcas que le han rodeado le clavan las facas, Azarias, cayendo, ya de rodillas, empapado en sangre y vísceras, levanta cubierto de sangre la mano entre esa masa de grasas, músculos y nervios cobriza. Mirando el inocente al cielo entre las cabezas sonriente que contemplando su desgracia baten el acero de albacete sobre su tronco, exclama antes de callar para siempre el Azarias:- Milana, la milana bonita.
De Angelillode Uixó. Justicia para las animales de Vall d' Uixó, y los miembros del ELK albaneses muertos por la minoría étnica gitana, que colaboraron con las fuerzas Serbias de Slobodan Milosevic y se ocultan en España amparados por el PP.
Elegía a un halcón tiroteado y a perro apaleado, de Angelillo de Uixó por Ángel Blasco Giménez se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.
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