Hoy día de todos
los santos,
Tengo que llevarle flores a
Dios,
Puesto que está muerto.
Hijos del hombre con Fe,
Escucharme predicar:
Os digo que Dios es
un muerto que no debéis olvidar.
No es ninguna nueva confesión
la que os traigo,
Sino un deber de Santos.
Llevar flores a Dios muerto.
Orar conmigo.
Tenía algo mal de genio,
Maldecía a los enfermos,
Odiaba a las mujeres.
Nos daba mandamientos.
Por eso lo quisimos.
Flores, flores, flores,
Hijos del hombre,
Flores de difuntos,
Para un genio que se nos ha
muerto.
II.
Así también os digo al
cruzarnos,
Llevando flores a Dios en el
cementerio
Al veros el día de difuntos
Disfrazados de calabazas
espachurradas,
Cantando en una alegre tuna sin
sentido:
Viva Halloween,
Viva Halloween entre las tumbas
Que en otro reino Dios está
vivo y escuchando.
Y donde él vive, la tierra está
más muerta
Y el pasado borrado de las
piedras.
Vayamos andando como almas
tranquilas
Por este cementerio de
borrachos llenos de flores
A llenar nuestra mollera antes
de no ser nada.
Mirad, esta es la tumba de
Socorro,
la niña que murió en un
bombardeo en la guerra.
Pintó con aviones el cielo de
Castellón,
Y unas calles sembradas de
muertos.
Hoy no tiene flores,
Como los que están en las
cunetas.
Aquí es donde nos despedimos,
En el último lugar de reunión y
de ofrendas a Dios.
Angelillo de Uixó.
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