sábado, 27 de octubre de 2018

Si tú consientes un Guernica en Yemen







Pueblo bravo y trabajador Español
Os llamo a vuestra generosa alma.
Ayudar a vuestra patria a vender armas.
No tengáis temor a gritar:
¡ Viva la guerra, viva la muerte!
No os dejéis intimidar por la mujer que sostiene a su hijo muerto entre sus brazos, caminado por una calle destruida.
Ni por un caballo que relincha herido.
Ni por un perro junto al cadáver de su amo ahorcado.
La guerra, nos da de comer.
Seamos ciudadanos prácticos.
 y estemos unidos por una sola vez,
aunque sea para vender armas ,
o los chinos no ganaran otra  batalla en Arabia.
Seamos razonables,
 como los alemanes que sembraron de terror nuestras ciudades
Y pusieron fin a tantas vidas en Guernica.
No les ha ido nada mal haciendo tanto mal.
No tengamos prejuicios morales.
La vida es un campo de batalla,
Un festín para nuestra patria,
 tan miserable y pobre es España,
 que tiene que vender armas a terroristas.
¿ No os da más pena eso que todas la vidas humanas de Yemen?
Además,
 la guerra está lejos de nuestras fronteras
¿ quién sabe dónde está Yemen en el mapa?
Nadie
¿ Y qué ha hecho Yemen por España?
Nada.
¿A qué viene entonces tanto preocuparse por ellos?
 ¿ qué hay de malo con sacar provecho si les están matando?
Seamos hombres prácticos y hagamos algo de comercio.
También los enterradores tienen derecho a trabajar.
Quizás seamos nosotros los que mañana seamos bombardeados
Y no diremos nada.
*****
En un viejo audio he rescatado una entrevista de mi difunta abuela, María Ángeles González  García, nacida en 1914 en la calle de Sagunto de Valencia. En esa grabación hablamos sobre la guerra civil, la riada de Valencia y su salud.  De la guerra civil   recordaba  un camión que pasaba por las calles con los presos que llevaban a fusilar y la mirada  de esos presos que iban a morir. La mayor parte de la guerra la pasó mi abuela en casa cosiendo, ya que este  era su oficio, durante la guerra estaba la mayor parte del día en casa trabajando, abandonándola para ir a los refugios cuando bombardeaban. intentaba hacer una vida normal y alejada de la guerra.  Hoy, 104 años después del nacimiento de mi abuela, soy  yo que el sufro represión social y económica  en Vall d´uixó. España sigue siendo la misma gran exportadora y consumidora  de injusticias y violencia, eternamente  dirigida por caciques . Mucha gente   carece de empleo como en los tiempos de mi abuela, y la industria se dedica  vender armas a países terroristas. lo consienten los empleados de navarti, lo toleran los sindicatos, defiende un país como este ante opinión pública el mismo presiente de España Pedro Sánchez, un ser indigno y miserable. En España se persigue a la gente crítica, hay presos políticos, somos cómplices en esta nación de crímenes de guerra, de torturas, y dentro de poco se hablará de nuevo en nuestras calles  de camiones que llevan a presos al paredón; pero la gente lo consentirá, seguirá trabajando en sus fábricas, en los astilleros, mirando a otra lado cuando vean esos feos   camiones que van a un matadero humano, y se preguntarán con profunda pena y sabia resignación como mi abuela:
¿ por qué esos pobres chicos jóvenes hablaron contra el poder, sino se puede hacer nada?


Angelillo de Uixó.

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