( España sana/ España
enferma)
De la siguiente jornada que me dispongo a narrar, tuve
noticia gracias a un amigo de Vall
d´Uixó llamado Pablo. Ésta crónica se basa en la movilización anti fascista que
se dio en Castellón. Tuvieron lugar los hechos el viernes 14 de diciembre del año
2018, el onceavo año de esta grave crisis del capitalismo. Los
derroteros de la actual crisis económica, donde más daño ha hecho es en lo social,
moral, espiritual, natural; mucho más que en las vidas personales, aunque se
hayan dado cientos, seguramente más de
1. 000 suicidios en once años. Por eso, fuera de las
penalidades de los personajes que se
describen, debe preocuparnos por encima de nuestras biografías y penalidades
personales, los acontecimientos que son como una sirena cuando suena antes de
un ataque, o ante la noticia de una pandemia.
Por lo que me contó Pablo, la víspera intentaba recuperarse
de sus dolencias alejándose de Vall d ´Uixó. En el pueblo sufría de un entorno
afectivo y familiar cada día más desfavorable.
Paseaba absorto por las calles de
Castellón bajo su gorro de lana, bufanda, chaqueta de pana en un ambiente navideño y de cenas de empresas.
Lo hacia arrastrando como un ancla una enfermedad que se le estaba haciendo
larga contra todo pronostico. Un
resfriado que pilló en octubre, y que no terminaba de curar pese haber ido tres
veces al médico, y haber gastado más de 30 euros en antibióticos ineficaces ante
la nueva colección de bacterias.
Cuando se acerba a mi huerto a hablar conmigo, solía decirme
en referencia a su resfriado incurable:
-Está tan llena de microbios la atmósfera como nunca se ha
visto en la historia de la humanidad. Con las lluvias han bajado para acabar
con nosotros. ¡Son invencibles y están tan atomizados en el ambiente como la derecha!
Yo achacaba a que no expulsara de su organismo las bacterias,
a su mala alimentación debido a su
pobreza, el estado ruinoso de su casa, la pobreza energética, y en definitiva…
al caos en el que vivía a sus 39 años debido a los más de cinco años en el
desempleo y consiguiente ruina en el que se hallaba, lo que le obligaba a ir a
comer con sus padres y regresar por las noches a su cuchitril de Texas. Junto a
estos factores ,estaba la mala organización de los servicios sociales, un mal
reparto del trabajo por parte del Ayuntamiento, una sanidad pública cada vez
peor, un aumento en el precio de los medicamentos, y en definitiva…al caos social en el que
estaba inmerso no solo Pablo, sino cada individuo de España, y para ser justos
con las noticias y sucesos que llegaban, podíamos extender a buena parte de
Europa y del mundo, acabando convertido en enfermo cualquier individuo planetario aunque su salud fuera de hierro.
Sea como fuera, el mal de Pablo no era la gripe, sino algo
más sociológico que su médico no veía.
Varias veces le había
ofrecido a Pablo la posibilidad de que me ayudará en el huerto, donde dinero
para vivir como lo hacíamos antes del 2007, no se lograba, pero se alimentaba
el alma y el cuerpo, faltando otra cosa
era mejor que cáritas y la cruz roja. Ambas organizaciones le
estaban arrancando el espíritu.
Él ante mi propuesta
emitía una extraña sonrisa y silencio que me molestaba; luego se dispersaba en
la conversación hablando de política. De
los partidos de izquierda cada vez más enigmáticos a la hora de interpretarlos,
de los delitos y esperpentos de la
derecha de los últimos años bajo la
protección de los jueces y el poder económico.
También me contaba anécdotas de que si fulanito era
independentista… y le había hecho tal día una broma que le había molestado sobre los presos
políticos que tenía el estado en prisión perpetua violando los derechos humanos; que si aquel
era de izquierdas e iba a misa; que si a un fascista escandalizado por las
declaraciones de algún político catalán que había hablado sobre la vía
eslovena, le había dicho que Cataluña
tenía debía tomar la vía de Corea del Norte, estableciendo en el paralelo cero
que pasa por Alcora la división entre los países catalanes y los países castellanos; entre risas me
contaba que el fascista horrorizado y escandalizado había amenazado con denunciarlo a la guardia
civil y casi le pega …
Así cada día que nos veíamos. Lo hacíamos en un cansancio de hastío de muerte, de enfermedad
española llamada “desesperanza” por vivir, o mejor dicho malvivir, en un país
pequeño y miserable como no hay otro en Europa,
salvo quizás Austria, Rumania y Bulgaria.
No, no hay posibilidad
de recuperación- comentaba a veces a Pablo ante las buenas cifras del desempleo
que daba la prensa.
Conocíamos esta tierra.
Los crímenes, las
violaciones, las involuciones hacia el socorrido fascismo de la clase dirigente
cuando hay crisis… Por eso eran tan odiosas las crisis para el pueblo, aunque
no comprendiera sus causas porque no se las explicaran, instintivamente ponía
el cuello para que se lo cortarán; pese a que algunos sabios muy queridos por
el pueblo, solían explicar a la gente con vehemencia que era una oportunidad el conflicto y el
hundimiento del capital. Cuando hasta el
vagabundo que duerme bajo el cielo quieto, sabe que el único que tiene una
oportunidad en las crisis y el conflicto, es el cacique y sus hombres armados de
estado.
Volviendo a esta interesante jornada que pasó Pablo en
Castellón, y anuncia de lo que nos
viene, algo igual de inquietante para nuestras vidas que estar con el agua al
cuello dentro de un río lleno de caimanes. Emocionante ¿ no, lector? Una
oportunidad para valorar la vida… como dirían los sabios. Hoy, podemos predecir esto que narro porque ya
se ha visto en las fotografías
amarillentas que salen en los libros de historia, a las que vamos a dar
color con nuestra carne. Pero no anticipemos ni desesperemos a la española lo que ha sido ya escrito con tu sangre, y sube
desde Andalucía. ¡ Oh lector! La que yo llamaría la infame Andalucía, la
violenta Andalucía, la desesperada Andalucía, la enferma Andalucía, la
desconocida Andalucía. La que esperemos que sea la solitaria Andalucía.
¡Debajo de toda España está Andalucía!
Volviendo a Pablo,
compartí con él unas palabras se le grabaron psicológicamente en la cabeza, y
le iluminaron desde los hemisferios traseros a los lóbulos frontales-
Los asesinados en las cunetas y los que vendrán, son el fruto un modelo de gestión capitalista
llamado:
Fascismo.
Se enseña en catequesis como solución con absolución a la violencia.
El peligro es real.
La alerta es inminente.
Borra a las personas.
El contagio frecuente.
En los cuartearles, en cada juzgado, y en la prensa donde
más se da el síntoma.
La cuarentena se pasa en las pateras en medio del
mediterráneo y en las prisiones los
opositores. Estos están inmunizados si no les matan.
Cuando nos vimos Pablo
y yo fue en el médico en urgencia el
sábado, a las once de la mañana el día 16. Yo no paraba de toser y él tampoco. Enfermos en urgencias solo podían verse españoles.
¡Que poco valemos los de España!- comenté a Pablo con
tristeza al saludarlo, y me sonrió una mujer embrazada que me escuchaba
mientras Pablo se sentaba a mi lado.
Con la bufanda hasta la nariz me respondió Pablo.
Ayer por la tarde estuve en la manifestación anti fascista
Ángel.
No sé porque le pregunté con interés por el número de
asistentes:
¿ Erais muchos?
Pablo negó con la cabeza, y me sacó un aparato de esos que
llevan internet:
Muy pocos, había más anti disturbios que manifestantes. Nos
encajonaron en las calle de las Aulas, donde está la diputación. Había
furgonetas llenas de agentes en cada esquina, y sobre todo, en las puertas de
diputación que estaban abiertas con los empleados en la calle.
Ese dato me sorprendió, y me alegro por lo que le pregunté:
¿ Diputación abierta por la tarde y sus señorías dispuestos
a salvar la democracia del fascismo? En verdad Pablo, en que país vivo que no
lo reconozco cuando me lo describes.
Pablo río de buena gana, y todos los españoles enfermos nos miraron cabreados, ya que es una
falta de respeto a las costumbres españolas reír en el médico, o no hablar bien
de España, por lo que Pablo pidió perdón por mi. En voz baja me susurró dejando
el móvil en mis manos. Pude comprobar efectivamente, en una foto a un grupo de personas en las puertas de la
diputación en poses muy animadas vestidos de burgueses. Ellos con abrigos
largos y negros, y ellas con faldas muy cortas, botas altas y abrigos de pieles,
denotaban poder económico. Constataban en esa foto con la policía, que parecían
a su lado unos vulgares mendigos uniformados, y con las juventudes comunistas,
cuyos ropajes obreros de mercadillo dejaban mucho que desear a la elegancia.
Pablo me explicó:
Tranquilo Ángel , que vas a reconocer a España en esta
fotografía.
Te contaré como llegué a meterme en la manifestación. Por la
mañana discutí en servicios sociales con la trabajadora social, luego en casa a
los que fui a pedir dinero con mis padres, después con mi médico, a la salida
con José, el del Toledo, al que me encontré en una terraza y me invitó a una
cerveza. En el bar empezó a decir sin venir a cuento, viendo las noticias, y
sin dudas siendo una excusa para echarme en cara lo que por algún motivo me
reservaba. Me dijo a gritos que el se sentía orgulloso de ser Español, que este
siempre había un país rico y prospero, pero que los inmigrante los había tirado
a peder, que primero los Españoles… y ya sabes ángel, el típico léxico que
acompaña este discurso.
Yo le interrumpí hablando conmigo mismo:
José siempre ha sido un poco así, ya tenía síntomas… ahora
aflora como a tantos idiotas enfermos, cada día son más tontos, hasta que al
final maten a alguien haciendo una tontería.
Pablo no se dio
cuenta de lo que había confirmado mi pensamiento en voz alta, él proseguía
hablando:
así que me vine a Castellón a dar una vuelta. Empecé a
caminar sin rumbo dando tumbos. Fui de este modo a dar al centro de la ciudad.
Me era especialmente desagradable las luces navideñas. En los restaurantes se anunciaba
las cenas de empresa. En las aceras los vagabundos a las seis y media ya
estaban echados con sus mantas roncando
pesadamente. Pasaban las mujeres sobre sus cabezas riendo en grupos, y se paraban
en los escaparates para ver lo deseables que estaban. En los balcones ondeaba
la bandera de España. El ambiente era desolador, y mi alrededor solo veía
enfermos. Iba a volver a la estación de autobuses cuando me encontré con la
espalda de la manifestación. Era un grupo de muchachos y muchachas jóvenes con
el pelo largo y banderas comunistas que iban cantando alegremente:
Castellón anti fascista.
Un lorito desde un balcón que les escuchaba empezó a cantar:
Castellón anti fascista, uarrrr.
Castellón anti fascista, uarrrr.
Pablo me cogió el móvil que tenía en la mano y paso la
imagen. En la siguiente se veía un vídeo que había grabado y titulado:
El lorito anti fascista de Castellón.
Duraba unos minutos.
Se veía la fachada de un piso primero; balcón entre geranios
y claveles, bandera de España colgando
junto un retrato de la virgen María, y lorito mimético cantando al compás de la manifestación:
Castellón anti fascista.
Luego salía su dueño agitado , hombre calvo obeso y con
bigotillo, por toda ropa llevaba unos calzoncillos de la marca Opus Dei.
chillaba al loro que se le erizó la cabeza cuando su dueño
le pegaba metiendo la mano en la jaula mientras le gritaba histérico :
Calla cochino loro rojo, o te mato. Di arriba España.
La escena de cerraba con su señora en batín y rulos en la
cabeza dando a su marido una escopeta para que matara al loro.
El vídeo, bastante duro de ver por lo trágico de una escena
tan habitual en España, tenía ocho reproducciones y varios comentarios
insultantes a Pablo con amenazas de matarlo, también se exigía la muerte del
loro, y una condecoración al propietarios del loro, la mujer y el balcón.
La manifestación no tenía mucho éxito, sabes Ángel,- hizo
este inciso Pablo aprovechando para pedirme el móvil de nuevo una vez vi con resignación
nacional el vídeo- repartían octavillas a la gente que estaba en los bares,
informaban al pueblo de la importancia
de frenar el fascismo. Pablo silenció al escuchar llamar por megafonía el nombre de un español enfermo.
José Antonio pase por puerta dos.
Por fin te toca José Antonio, que suerte, solo has tardado
dos horas- le dijo afectivo el español que llevaba dos horas a su lado esperando
Una vez se levantó el caballero se hizo un silencio, la sala
quedó con españoles enfermos mirando el suelo y Pablo siguió contando su
relato.
La mayoría del pueblo rechazaba las octavillas, y les
increpaba diciendo que deberían meterlos en una cuneta en cal viva a los anti
fascistas.
llegamos a la calles las aulas, donde se encuentra la
diputación.
Mira- de nuevo me mostró la fotografía a través de la pantalla de su
artilugio. Se ve diputación con adornos navideños. La gente en los bares, estas
personas estaban insultando a las manifestantes, los anti disturbios acariciando las porras,
los manifestantes fuimos rodeados como los cristianos echados a los leones en
el circo romano, y estos, los señores que trabajan en las instituciones ( me
los señalo con el dedo en la pantalla)
de espaldas a las peticiones de salvar democracia.
entonces ¿qué hacían?
Le pregunté en referencia a esas esplendidas mujeres vestidas de galas, y por esos hombres en corrillo junto la
policía a las puertas de diputación, a los que parecía que les iba la vida muy
bien y estaban muy felices.
¿ todavía no lo has comprendido, Ángel? Me preguntó con
fuego en los ojos Pablo.
Yo negué con la cabeza impactado de su mirada. Pablo me
apartó la foto y con medía sonrisa me dijo:
-Iban a la cena de empresa sus señorías, por eso estaba
abierta la diputación. Era la comida extraordinaria de empresa. Llevaban desde
el almuerzo comiendo, bailando y riendo. Varios camareros sacaron las sobras en
bandejas a los anti disturbios. Había
faisanes, patos confitados, salmón… hasta jabalí. La policía se iba a las
furgonetas con botellas de vino y carne a comer las sobras de sus señorías. ¡Y
esto mientras el pueblo pasa hambre!
Y me pasó el siguiente vídeo hecho por él, dejándolo en mis
manos , lo había titulado:
las amistades
peligrosas de Castellón.
Se veía un
famoso diputado del PP de más de 50 años
agarrando a su secretaria, una muchachita delgada, morena, con melenita de
cabellos sedosos y finos de 22 unos años,
la agarraba de la cintura, bailaba con ella que era una verdadera beldad, y sin duda enchufada en la diputación al
terminar sus estudios, como todos los que allí trabajaban, por ser sus padres
del opus dei, el PP o el PSOE. Reían y bailaban como compañeros de trabajo,
amigos y lo que siguiera. Lo hacían delante de los ojos pueblo, en las
escalinatas de la diputación, entre aplausos de ellos mismos que los
retroalimentaba. Todos esos servidores públicos, estaban totalmente de espaldas
a los manifestantes, y a la realidad, embriagados en un ambiente liberal
burgués . Ignoraban con verdadera frivolidad a la manifestación, que les
hablaban a menos de veinte pasos de parar el fascismo. Los miraban con desdén y
les volvían la espalda. Es irónico, los manifestantes que no les tenían
simpatía , les protegían, ¡a ellos!,-que
iban a ser desalojados del poder por la extrema derecha muy pronto. Los
manifestante hablaban de la necesidad de
parar al fascismo también desde las instituciones, de hacer políticas dirigidas a erradicar la
pobreza del pueblo. Y ellos, las autoridades, estaban de espaldas, gozando de
su vida burguesa.
Pablo silenció. Entonces yo le comenté:
¿ De que nos ha servido interesarnos por el bienestar de
otros? Ahora fíjate, estamos enfermos y desahuciados. EL resto nos ha pasado
por encima mientras pedíamos por ellos. Déjame susurrar improvisando unas
estrofas.
Así es la
España patriótica y social,
y la demócrata
liberal que tenemos enfrente.
cuando más necesitados está el pueblo
No se le deja ni quejarse, ni pensar en sus derechos
Desde el poder se las hace gestos,
y se les da
instrucciones a través de los partidos,.
A los que son españoles,
incluso de baja cuna,
Se les dice que se los quiten al resto que no lo son,
y tendrán un
nuevo derecho reconocido.
Y el que está más necesitado de entre los españoles, lo
acepta.
Se apela a la infamia y la estupidez
Pidiendo hoguera para las brujas
Y cacería de inmigrantes, rojos, independentistas,
idealistas.
En verdad la voxmatosis produce risa más que miedo.
Y se queda corta al pedir la horca mujeres, inmigrantes y
maricones.
Habría que quemar la sociedad entera, sin excepción.
A ver si es verdad que de las ceniza solo nacen Españoles
verdaderos,
y que valgan algo más
que estos.
Pablo me miró negando con la cabeza y se aparto del asiento
exclamando:
¡ eres igual que el resto!
Vete al infierno Pablo- le grité yo, tiritando.
Sonó mi nombre, me mandaban a la puerta cuatro.
Pablo me siguió con la mirada envuelto en su bufanda,
tosiendo a rabiar.
Angelillo de Uixó.
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