Vall d´Uixo celebra eclipse lunar
con linternas y panderetas.
Viernes 27 de Julio del año 2018, escribo desde mi ventana a las once
de la noche. El cielo se ha vuelto extrañamente azulado hoy , las
aves han volado al revés, y los astros han pasado unos sobre otros
cambiando la forma y el orden del firmamento. La luna era el sol, el sol
la luna. En cuanto a los hombres que han visto esto, lejos de sentirse
impotentes, contemplo una de las más bellas tradiciones de Vall d´uixó. Como
cada doscientos años desde hace dos mil años, se celebra la tradicional
romería por la alineación planetaria Marte- tierra y Sol- luna,
causante del eclipse que está empezando a formarse. Con esta celebración
se pretende acabar con todas las supersticiones y temores heredados de
las épocas paganas. Como protección contra la superstición que causan los
eclipses, en este lugar ancestral, se saca de la iglesia de los Ángeles de
nuestro Señor del Cielo, al Cristo de los Planetas, montado en una
especie de catapulta tirada por doce bueyes que seguido por clavarías vestidas
de vestales que custodian al Cristo. Un doncella vestida de negro lleva
un gato negro recogido de la calle en una jaula. La última vez que sacaron a
ver las estrellas al Cristo de los Planetas fue en..! 1818!. En el museo
de bellas arte de Vall d´Uixo se guarda el cuadro de esta última romería. Se
puede ver a Mossen Recadero Centelles junto la catapulta, acaba de soltar
al cielo al Cristo de los Planetas sobre la colina de Marte. ilumina el buen
párroco el cielo señalando con una antorcha en la mano a la luna, y con la
otra sobre la frente examinando el tiro . La luna aparece roja, como
salpica de sangre tras un suplicio, y el planeta Marte está a su lado. Bajo
la luna se ve el sol queriendo pasar entre Es asombro este cuadro que no me canso de ver en el museo de bellas artes de Vall d´Uixó, coincide con la programación cultural del Ayuntamiento sobre este eclipse que hoy se celebra, y lo que he leído en la sección local de la biblioteca sobre esta costumbre ante los eclipses . me gusta investigar las tradiciones de los lugares donde voy o vivo, como la vall d´Uixó donde estoy, aunque yo sea de Valencia capital y no tengamos las mismas costumbres ni mentalidad que estas pobres y piadosas gentes. Por eso he ido a la romería . Empieza en el palacio de los marqueses de Vivel , donde se entrega un mocador con los típicos dulces. El mocador lleva inscrito el emblema del Ayuntamiento y una frase: Festividad religiosa del sagrado eclipse. Luego dan linternas a todo el mundo, incluso a los ciegos, que las guardan para sus sobrinos. No todos siguen la romería, mucha gente cuando les dan los regalos, se van a casa diciendo que ya irán dentro de docientos años al otro eclipse a ver que dan. Los que son romeros de esta tradición de toda la vida, si acuden en silencio a
"Valleros y valleras somos,
Venimos Cristianos verdaderos
Y con Fe, bautismo y amor,
a por el cristo de los Planetas
Para lanzarlo al espacio,
y que regrese a la tierra,
en algún punto del planeta,
Que nosotros iremos a adorarlo,
y a convertir a los paganos,
si aterriza en tierra que no son de cristianos.
Amen"
(Aplausos, lloros, emoción, entre la gente, )
Entonces se abren las puertas de metal de la iglesia de "los ángeles de nuestro señor del cielo" cubiertas del mismo material con que se fabrican los cohetes espaciales. La puerta poseen valor artístico e industrial, están gravadas con relieves de ángeles volando entre los planetas y las estrellas. En el interior de la iglesia surgen una gran rampa para la catapulta, y baja del altar accionado por poleas el cristo atado con arneses que empieza a volar descendiendo hasta llegar a los alto de una catapulta. Cristo queda metido en la enorme cuchara de este artilugio móvil que avanza accionado con seis ruedas. Sale por la rampa al exterior, a la calle, y es enganchado a una docena de bueyes. cada uno de los bueyes lleva el nombre de un evangelista tatuado en los cuernos.
La procesión sale de las calles y se adentra por una suave colina que esta frente a mi casa. Allí es donde me he despedido de la gente de la procesión con un par de pañuelos, ya que me he puesto en la cola dos veces para coger más pasteles y más linternas. Es también costumbre muy arraigada hacer esto. A veces sale mal y el personal que da los recuerdos te reconocen y te tiran fuera de la iglesia, el ayuntamiento, el parque o el palacio, ente abucheos y gritos de la gente del tipo :"que poca vergüenza tienen algunos"
Pero como aquí todos nos conocemos da igual que te digan eso.
A las diez menos diez la luz empieza a irse. Estoy en un recodo sobre una piedra a mitad de la colina. Veo una fila de luces de las linternas emitiendo unos blancos parpadeos, y parece el bosque de la colina de Marte que estuviera lleno de luciérnagas. Los que han llegado a la cumbre empiezan a hacer sonar sus panderetas que se junta con el sonido de las chicharras. Un gran zumbido de chicharras y panderetas sube al espacio. Hay gente que se tiene que poner los dedos en los oídos y caen de rodillas porque no pueden aguantar aquello. El párroco que ya ha llegado al igual que la catapulta en esto se muestra muy duro. le escucho gritar cuando pararon un segundo las panderetas para descansar las palmas que están calientes de tanto:
do, re, mi fa, sol-
sol fa, mi re,do-
Mirar al cielo , o iréis al infierno . En el cielo esta el eclipse idiotas, no en el suelo. Y nuestro cristo va a luchar contra los astros, y va a vencer.
la luna comienza poco a poco a ir despareciendo, contemplo sobrecogido como queda un punto rojo en su lugar. Sé racionalmente que es el efecto del sol, pero una parte de mi siente que es la sangre de la humanidad derramada en vano flotando como un océano sobre las cabezas de todos los habitantes del planeta. Las panderetas vuelven a sonar frenéticamente y la mancha roja cada vez es más grande.
El cura pide silencio a las panderetas y levanta las manos al cielo como si rezara.
El viento, el viento, el puto viene de poniente.Girar la catapulta. rápido holgazanes cristianos. Ahora. corta la sagrada cuerda.
Los bueyes empiezan a bramar y se escuchan gritos.
Cristo es lanzado al espacio junto al gato negro que eclipsa unos segundos a cristo. Sus maullido se mezclan con las palmas y las panderetas. La gente ve a Cristo volar entra la mancha roja y conforme pasa empieza a volverse a ver la luna blanca.
Entonces todo el mundo aplaude y se besa y pide un deseo.
Yo soy el primero en bajar. Desde mi ventana veo las luces parpadeando todavía y la voz del cura.
¿ Lo habéis escuchado? Lo debéis haber escuchado caer. En algún sitio debe haber caído Cristo. Quiero ami Cristo. me escucháis, quiero a mi cristo.
Tras esta romería siempre aumenta el número de nacimiento al cabo de nueve meses y de matrimonios al cabo de tres o cuatro meses de gestación, cuando se nota. Esta parte esta representada en otro cuadro del que ya habláremos que se titula:
Angelillo de Uixó.
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