El descenso a los infierno
del mesías Juan Carlos.
Angelillo superstar.
Coros de la hoguera
profética.
Estrofa
I.
Marcha de casa honorable
hijo sin padres ni auxilio de nadie.
Antistrofa.
En los andenes bajo la
tierra.
!Qué obtengas un destino
favorable para sacar adelante tu vida!
Estrofa
II.
El camino será largo, Oh
mesías, Juan Carlos.
Conocerás el hambre, la
sed, las penas, la exclusión social, la persecución de los
poderosos.
Solo tienes tu
personalidad para salir adelante.
Haz que sepan que tú eres
el nuevo mesías.
Un libertador.
Antistrofa
II.
Encontraras la paz en
algún momento.
Pero si te equivocas en tu
lucha,
te matara la
multitud.
I.
Dejo de oírse el chirriar
de la hoguera y su llama revolucionaria. Empezó a dormirse hasta
apagarse bajo el asta lunar que declinaba a la llegada de la aurora
en el nuevo día, cuando se acerco husmeando y destrozando con sus
aceradas mandíbulas un cráneo de cordero que encontró tirado en el
descampado, un gigantesco cancerbero de negro pelaje y del tamaño
de un caballo. Al ver a Juan Carlos recostado, le ladró de forma
fiera entre el canto de los heráldicos gallos.
Angustiado, apenado, el
mesías caminaba perseguido por el fiero can por toda la ciudad.
Le pedía ayuda a la
gente, más la gente rehusaba a ayudarle.
Coro
de Juan Carlos pidiendo ayuda del cancerbero.
Por favor ayudadme, Oh
hermanos.
Esto es lo último que me
faltaba.
me ha cogido manía
este cancerbero nazi.
No me lo puedo quitar de
encima.
Va suelto, sin bozal y sin
cadena.
La culpa la tiene el
gobierno.
No se que le pasa conmigo.
Pero esto os digo:
Aquel que me lo quite de
encima,
irá al cielo por
ser un hombre justo.
Más oh hermanos, el
mesías fue conducido por el cancerbero al mundo subterráneo que
era custodiados por varios centauros con fusiles automáticos , ante
los cuales el can se detuvo.
Juan Carlos fue arrojado a
las escaleras mecánicas que le bajaron lentamente mientras se giraba
y veía a través del cristal cómo el perro nazi le daba la patita
a los verdugos del sistema y movía el muñón que tenia por cola la
cual había sido amputada al igual que parte de sus orejas al nacer.
Al volver la mirada Juan
Carlos, se encontró a un revisor frente a él sonriendo.
Intento dar la vuelta para
escapar, pero cuando daba un paso para ascender las escaleras
automáticas que descendían, le devolvían a la misma posición de
partida.
EL revisor pulso el botón
rojo de más velocidad entre carcajadas.
EL mesías saltaba,
brincaba, intentado no descender. Más sus esfuerzo eran superados
por la fuerza de la escaleras mecánicas que iban a velocidad
supersónica.
Juan Carlos tras luchar
valerosamente contra el mecano más de 15 minutos, dio agotado entre
los peldaños metálicos que le arrojaron cómo las bravas olas al
naufrago a los pies del revisor. Le saco de la cartera su último
billete y le dio a cambio un tiket y la vuelta en forma de dos
monedas doradas.
Su tiket señor- le dijo y
se alejo.
Coro
de voces optimistas que se escuchan en el anden.
Oh ciudadano, las viejas
normas nos han pisoteado, ahora nos hemos creado otras nuevas.
Guardarte la buena
voluntad de los perdedores, y emprender el camino con valentía de tú
salvación personal.
todos los problema se
solucionan si eres optimista.
No me molestéis con los
pobres y las desgracias de los que sufren.
No alteréis mi egoísmo
natural y práctico.
Las respuesta están en el
emprendimiento , y en aprovechar la oportunidad de la desgracia de tu
fiel amigo.
Bebe de la sangre del que
sufre y saca partido de su derrota.
Así te debe
manifestar:
Por una vida de placeres.
por una vida sin dolor.
Por una vida sin honor ni
cuidado de nada que no sea yo.
Por una vida sin pecado.
Por la primera persona.
que cada cual haga lo que
quiera, pero siempre buscando la riqueza.
Por la guerra de todos
contra todos y que gane el que más pueda en primera persona del
singular.
Coro
de voces con dolor e indignadas que se escuchan en el anden.
Oh hermanos, cuanto más
observamos las nuevas normas, mejor nos parecen las viejas, pese a
que no estábamos de acuerdo.
Vaya una mierda hemos
hecho entre todos.
Dan ganas de salir con el
fusil al hombro.
Ya nadie vela a los
muertos.
Parecemos Judas que hemos
vendido a nuestro hermano por un salario ridículo.
O Pedro que niega lo que
es por miedo a que lo denuncien.
Nadie acompaña a los que
van a prisión siendo inocentes.
Nosotros, teníamos Fe en
algo mejor, y lo negamos en publico.
Nos hundimos sobre nuestro
muertos pisoteados por jueces, policías, empresarios.
Observamos las calavera
intentando buscar un explicación.
Con miedo a que todo
termine para nosotros.
Decidme, si se cumple que
vienen a por nosotros.
¿ No deberíamos morir
con un fusil en el hombro ante de que estos hijo de puta nos claven
en su cruz ?
¿ Que me venís a
responder, oh hermanos?
II.
EL sol en el horizonte
bañaba las mejilla de Juan Carlos. Los transeúnte le tiraron con
tranquilidad e indiferencia cínica monedas, y algunas miradas
mientras pasaron por su lado esquivando su cuerpo yacente.
Coro de voces alrededor
del mesías.
Que gracia.
está borracho-
Qué vergüenza de país.
Todo el mundo es un
holgazán.
Pobre persona.
Igual se está muriendo.
Tengo prisa.
Ya se apañara.
Levante y anda.
Busca trabajo.
III.
Juan Carlos se levanto
pensando que soñaba y se sentó en un asiento cerca de la papelera
a la que se acercaba gente hablando, tirando paquetes de tabaco,
papeles, pipas, restos de bocadillos. Su voces coreaban en todo
tipo de idiomas, y tenían todo tipo de creencias.
Había seguidores de
Mahoma, Buda, Cristo, Stalin, Elvis Presley.
Sonaron unos pasos y un
encendedor junto a Juan Carlos, y brotó una llama azulada que se
acercó a unos carnosos labios de un bello hombre cuyos dedos
estaban cubiertos de sortijas de oro y diamantes con forma de
serpientes esculpidas y mujeres denudas. Cruzó las piernas
sentándose en el asiento contiguo. Sus zapatos de piel de cocodrilo
brillaron mientras un negro se acerco para limpiarlos. Apoyó entre
sus piernas un maletín de piel de cordero que abrió. Estaba lleno
de dinero y documentos. La llama había encendido un cigarro. Dio
dos caladas se le ofreció al negro el resto del cigarro que acepto
con mucho gusto mientras lo despedía sin haber terminado, dándole un
billete que sonó del fajo al salir. EL caballero volvió a encender
otro cigarro aspirando humo del tabaco y expirando.
El ambiente se lleno de
humo. Y la caverna quedo envuelta en una densa niebla entre la que se
escuchaba el traquetear de las vías cargadas de vagones llenos de
almas, silbidos de sirenas, paneles anunciando el ultimo viaje.
Los agentes con sus
fusiles automáticos se acercaron con cancerbero y el negro
limpiabotas que escoltaban esposado hasta un anden escondido en la
puerta de atrás.
No se puede fumar aquí
señor-le dijeron.
El hombre miró a los
policías entre la niebla. Quedaron cómo hipnotizados ante sus ropa
cara y su aspecto de lujo.
Sacó unos billetes y los
centauros y el perro nazi hicieron reverencias esperando que les
contestará.
Largo de aquí, y soltar a
ese hombre. Me ha limpiado los zapatos.- les ordenó y así se hizo.
Cientos de voces se
escuchaban entre la niebla, buscándose sin poder verse, hablando
todos a la vez. Bajaban decenas de almas en pena las escaleras
mecánicas de la luz a la oscuridad, y subiendo de la oscuridad a la
claridad.
Miró a Juan Carlos este
hombre poderoso de semblante majestuoso. La niebla se alejaba por el
túnel lentamente.
Le comento con voz
dulce y seductora.
“todos sufrimos
una airada vida.
Un gran silencio y soledad
envuelve la tierra.
Toda esta gente que ves
está dormida y en una prisión.
Y Tú puedes despertarla”
El hombre poderoso lazó
el cigarro al suelo. Se levantó, y desapareció con la niebla.
Coro
del chico que vende periódicos.
Nuestro país se salva, ha
vencido la peste de la crisis.
Los bancos están
saneados, han pasado el estrés test de la salvación nacional.
Coro
de un parado estresado sobre el puente del anden hablando solo antes
de cientos de hombres indiferentes que entran y salen de los trenes.
Lágrimas de rabia caen de sus mejillas. Así habla a los viajeros.
¿ Bancos con estrés?
Estás dormido mundo.
Habéis hecho humano al
dinero.
ahora tiene estrés,
miedo, alegría, el dinero.
Todos sois cómplices de
esta mierda.
Os habéis vendido la
mejor postor.
Coro
de gente que viaja.
El dinero tiene vida y ha
venido a ayudarnos.
Milagro
Mírame dinero y ayúdame.
Quita nuestras penas para que nos divertamos.
llena nuestra bolsa con tu
amistad y nuestros problemas aliviaras.
Tu todo lo puedes en este
reino.
Sálvanos poderoso
caballero,
oh dinero.
Te construiremos nuevos
templo en forma de banco.
Te daremos nuevos
sacrificios y comisiones.
Si quieres nuestro brazos
te los daremos.
Si quieres nuestras
piernas te las daremos.
Si quieres nuestros
hígados te los daremos.
Si quieres nuestro ojos te
los daremos.
Nuestras cabezas son
tuyas.
Si quieres a nuestra madre
te la venderemos.
Yo quiero ser tu mejor
amigo, oh dinero.
Coro
del parado estresado.
Se acabo.
No tenéis remedio.
No puedo comprenderos.
Enciende el parado
estresado un trapo de una botella con gasolina, y cuando abren las
puertas del tren la lanza produciendo una gran explosión. Los cuerpos
humanos arden dando palmas y gritos. Se funden entre los hierros en
llamas derritiéndose cómo la cera de las velas de las iglesias.
Suenas las bronciferas
campas por la paz, y las doradas trompetas por la compasión.
Ondean las hermosas
banderas patrióticas a media asta, y se hinchan el orgullo y
sentimiento de venganza cómo los sapos los jueces judíos del reino
y los fariseos de los políticos y la policía franquista y asesina.
Coro
del mesías Juan Carlos.
Dormir, dormir hermanos
míos en este abismo.
El fin no justifica los
medios contra Roma.
Yo toda esta sangre la
condeno,
cómo la deuda
externa.
así no derribaremos sus
murallas.
Sana, sana, sana Dios.
Oh gente que veis, ver.
Sana, sana, sana Dios.
Oh gente que podéis
habar, hablar.
sana, sana, sana Dios.
Oh vivos vivir.
¿ que habéis hecho de
nuestros ideales y del mundo?
Habéis dejado que un
santo se pierda.
Y acabe haciendo una
locura.
Vivimos en las tinieblas.
Los vivos deben vivir para
ver otra vez la luz,
y comprender nuestra
revolución y salvación.
Angelillo de Uixó.
El descenso a los infierno del mesías Juan Carlos. by Ángel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://angelillo201.wordpress.com/.
Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en wwwalgarabia.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario