miércoles, 19 de noviembre de 2014
martes, 11 de noviembre de 2014
Confucio-Jesús. Angelillo superstar
Confucio-Jesús.
Angelillo superstar.
I. A la salida de juzgado ante el Gran Juez de Paz que
les despide diciendo que no puede hacer nada por ellos al denunciar que
sufren amenazas, intentos de agresión e insultos, pues es su destino.
Magno poeta mirando las calles llenas de rostros de hombres llenos de loco furor.
¿ De dónde vendrá esta costumbre nuestra de peregrinar
siempre sin dinero, pobres, humillados, golpeados y al borde de ser
crucificados?
El mesías Juan Karlos.
Dice Caifás que de estar separados de la sociedad , y de
la cordura, pero yo creo que nuestro problema es que estamos demasiado
metidos en ella, e intentamos cambiarla haciendo no que los de abajo
suban arriba, si no que los de arriba bajen abajo, y eso les jode tanto a
los pobres cómo a ricos porque no comprenden lo que les decimos de dar
al césar lo que es del césar, y seguir igual de jodidos hasta pasar a la
posteridad.
Magno poeta.
¿ qué putada no entender que no hay solución verdad?
Juan Karlos.
Es cómo para volverse locos.
Magno poeta.
¿ Vamos al psiquiátrico?
EL mesías Juan Karlos mirando la magno poeta.
Vamos.
II. EN el psiquiátrico.
El portero.
Buenos días caballeros ¿ cuantos son?
Angelillo de Uixó:
Dos.
El portero con ironía:
¿ Seguro?
Riendo:
Venga adelante. Siéntense en el césped y esperen a que salga un doctor.
Sale el doctor llevando de la correa a un hombre que ladra a su alrededor y huele a los dos nuevos pacientes que le acarician.
Juan Karlos.
Que hermoso perro.
¿ Cómo se llama doctor?
El psiquiatra:
Napoleón.
El magno poeta:
¿ sabe dar la patita?
El psiquiatra:
Y hasta hablar cuando quiere.
Dirigiéndose al perro:
Paco, habla con estos señores.
El perro, hablando:
Buenos días.
El psiquiatra volviendo a Juan Karlos y Angelillo de Uixó.
¿ Y ustedes quienes son?
Angelillo.
Confucio.
Juan Karlos:
Jesucristo.
El psiquiatra anota los nombres y con una gran sonrisa les da la bienvenida conduciéndolos a las instalaciones de fóbicos.
Bienvenidos señor Confucio y Jesucristo. Aquí estarán a gusto con Zaratrusta, Buda, Nietzche, Mahoma, Camilo Sexto, la Pantoja….
Al entrar el psiquiatra les deja explorar su nuevo
entorno, y observan con gran gozo a un judío dando vueltas en circulo
por la sala y lanzando en arameo versos de la cábala.
Dos homosexuales subidos a una mesa y con un cucurucho cada uno en la boca hacen cómo que tocan las trompetas de Jericó.
Un anciano desdentado habla con su sombra:
Se salto la tapa de la olla, y empezó a esparcirse la
carne y unos gusanos gigantes comenzaron a comerse los huesos, y luego
se tiraron a mi cara unas lombrices que salían por todas partes de unos
huevos que eclosionaban en la mesa.
Ahhhhhhhhh
Confucio a Cristo.
¿ Por qué hemos tardado tanto en venir aquí?
Jesús susurrando a Confucio:
Por sumisión a una sociedad injusta que enjaulaba nuestra conciencia y nos hacía ser judas.
Hemos vivido en las tinieblas mucho tiempo.
Confucio.
Es hora de despertar.
Una mujer joven con las muñecas de las manos vendadas se
acerca al mesías y se quita la bata blanca quedando todo su hermosos
sexo al descubierto
Se tira a los pies del mesías y se los besa, deseando sentir que es sacrificada su vida a los deseos de un desconocido.
EL mesías:
Levántate mujer.
Ella llorando, desconcertada, humillada suplica:
Soy una ramera.
EL resto de locos coreando:
Es una ramera, es una ramera.
Ella les grita con los ojos llenos de lágrimas:
No soy una ramera.
El resto de locos coreando:
Ella no es ya una ramera.
Entonces se levanta y le pega un bofetón al mesías. Se viste la bata riendo y le da un beso en la mejilla.
Entra un residente con aspecto de moro del patio pegando un portazo y cayendo al suelo.
Es perseguido y azotado por una docena de residentes.
Clama por su crucifixión.
Crucifixión, crucifixión, crucifixión.
Se arrodilla a los pies de Confucio, al que mira intentando reconocerlo.
¿ quién eres le pregunta?
Confucio- responde Confucio.
Y halando a las masas, con voz severa y blandiendo una silla sobre sus cabezas así les dice:
Confucio protege a este hombre, hasta que sepa si debe morir o vivir. O vosotros, matadores, primeros os pregunto:
¿ Por qué queréis crucificar a este hombre?
Las masas reveladas:
Se nos ha encomendado el sacrificio de este hombre a
través de su palabra para poder salvarnos. No deseamos matarlo, bueno
si, pero para salvarnos. Eso es lo que dice y creemos que es cierto.
EL mesías Juan Carlos entristecido:
! Qué decepción ! hasta aquí llega el egoísmo y la barbarie de las masas.
Confucio alegre y esperanzado:
Pero también hay gente que se quiere sacrificar por el bien.
EL mesías apócrifo:
Crucifixión, crucifixión.
Confucio al falso mesías:
No lo hagas hermano, si te matan el mundo seguirá igual.
Los pobres no se salvaran, en el mundo hay gente que te necesita. Se
necesita gente que luche por ellos.
El falso mesías recibiendo una patada de un hombre vestido de Napoleón en un momento de descuido.
Confucio que lanza la silla al emperador.
El mesías apócrifo:
Será la revolución mi eliminación.
Esta fuerza bruta de las masas, no creo que tengan malas intenciones al querer matarme, si no que no comprenden.
Tu misión Confucio es apelar por mi vida y divulgar mi mensaje.
Confucio, convencido:
En verdad te digo que tu eres mi mesías superstar.
¿ Cual es tu nombre?
EL falso mesías:
Buda.
EL mesías Juan Karlos maravillado con el nuevo mesías.
Eres mejor que yo. Te seguiré hermano Buda. Ya no necesito más pruebas ni seguir siendo Jesús.
Confucio:
Ni yo Confucio. Ahora soy otro.
Angelillo de Uixó.
Confucio-Jesús. by Angelillo de Uixó is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en https://angelillo201.wordpress.com/.
domingo, 2 de noviembre de 2014
Motel Benicàssim. Angelillo superestrella.
Motel Benicàssim. Angelillo superstar.
Se han abierto las puertas,
A las once de la noche mientras el gallo canta.
Y la gente baila.
Parece que fueras a una fiesta cómo en los viejos tiempos,
cuando te lanzaban claveles desconocidos,
y te perdías en la carretera,
montada algún automóvil con alguien igual de extraviado.
Para despertar entre niebla al día siguiente,
Tratando de recordar y ser negada cómo Pablo.
Mirando confusa te ibas diciéndote:
No es verdad.
Yendo a ninguna parte , a ningún lugar,
sabiendo lo que iba a suceder.
Que acabarías en algún motel de carretera,
con la media luna, o una palmera dibujada en la puerta.
Donde se baila, donde se ríe , donde se olvida.
Hoy vas por la vieja carretera,
recordando una dirección,
seca y hambrienta.
Sin claveles en el pelo,
sin esperar nada de nadie.
Cómo un gorrión que atraviesa una ventana;
has dejado tu huella,
en el campo tranquilo del motel Benicàssim,
Que te ha cerrado su jaula,
Mientras en el motel se baila y se ríe.
Te llevan en silencio las águilas negras.
Ves cristales rotos y pies descalzos,
y las luces de los coches desorientados en la niebla.
que pasan indiferentes, perdidos a tu alrededor.
II.
Amanece en el hotel Benicàssim con plumas de gorrión arrancadas, enganchadas en los barrotes de las ventanas. Escarcha en los cristales. Los clientes del motel duermen pegados unos a otros. Aliento de licor entre los ronquidos y fluidos estomacales macerados.
Dormir hasta ganar el día. Salir al medio día a dar un vuelta por las calles, comprar el tiket para el circo, escuchar las noticias donde se cuenta que en su motel una ladrona ha robado comida.
Datos de la ladrona extraídos del periódico mediterráneo:
Otros datos
1 Drogadicción.
La ladrona, según su defensa, sufría adicción a las drogas, pero los jueces no aprecían el atenuante.
2. Policía local.
Tanto policía local de Benicàssim como la guardia civil la conocían por otras detenciones.
3. Reincidencia.
La mujer ya había sido condenada por robos con fuerza en dos sentencias de los años 2006 y 2007.
III.
Vuelven al motel Benicàssim de los clientes al anochecer. Gente extraña, de paso, que anda con la cabeza sobre la tierra y sabe moverse por los hoteles, las grandes avenidas iluminadas por hermosas farolas que brillan artificiales sobre gente distraída que saben cuando tienen que sonreír, cuando tienen que saludar, a quien deben escuchar; para buscar y encontrar por el mundo entero el cáliz de sus fantasías, de sus excitaciones y diversiones, tratando de evitar a toda costa penas.
Las sombras parpadeantes de la palmera repleta de bombillas rojas y azules de la entrada del motel Beniàssim, recuerda la virtud a los clientes que se debe mantener para no perderse en el circo, donde algún payaso es capaz de levantar una cruz en medio de la arena y clavar a cualquier espectador a ella, mientras le tira cuchillos hasta desangralo poco apoco y el resto del publico aplaude entre sádicos por brutalidad, y nerviosos de alivio de no ser ellos los que están en su lugar.
IV. a la mujer detenida.
Ay misera de ti.
En el juicio no recordabas nada de lo que te acusaban.
Te has abandonado arrastrada por la fuerza de la sociedad humana que deja en la cuneta a millones y millones de seres para que se hundan.
¿ Quien te resucitará?
Angelillo de Uixó.
Motel Benicàssim. Angelillo superstar. by Ángel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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martes, 28 de octubre de 2014
Jueces por la Fe. Represión y Fe.
Relato de represión y Fe.
http://angelillo201.wordpress.com/2014/10/28/jueces-por-la-fe-angelillo-superstar/
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lunes, 27 de octubre de 2014
El descenso a los infierno
del mesías Juan Carlos.
Angelillo superstar.
Coros de la hoguera
profética.
Estrofa
I.
Marcha de casa honorable
hijo sin padres ni auxilio de nadie.
Antistrofa.
En los andenes bajo la
tierra.
!Qué obtengas un destino
favorable para sacar adelante tu vida!
Estrofa
II.
El camino será largo, Oh
mesías, Juan Carlos.
Conocerás el hambre, la
sed, las penas, la exclusión social, la persecución de los
poderosos.
Solo tienes tu
personalidad para salir adelante.
Haz que sepan que tú eres
el nuevo mesías.
Un libertador.
Antistrofa
II.
Encontraras la paz en
algún momento.
Pero si te equivocas en tu
lucha,
te matara la
multitud.
I.
Dejo de oírse el chirriar
de la hoguera y su llama revolucionaria. Empezó a dormirse hasta
apagarse bajo el asta lunar que declinaba a la llegada de la aurora
en el nuevo día, cuando se acerco husmeando y destrozando con sus
aceradas mandíbulas un cráneo de cordero que encontró tirado en el
descampado, un gigantesco cancerbero de negro pelaje y del tamaño
de un caballo. Al ver a Juan Carlos recostado, le ladró de forma
fiera entre el canto de los heráldicos gallos.
Angustiado, apenado, el
mesías caminaba perseguido por el fiero can por toda la ciudad.
Le pedía ayuda a la
gente, más la gente rehusaba a ayudarle.
Coro
de Juan Carlos pidiendo ayuda del cancerbero.
Por favor ayudadme, Oh
hermanos.
Esto es lo último que me
faltaba.
me ha cogido manía
este cancerbero nazi.
No me lo puedo quitar de
encima.
Va suelto, sin bozal y sin
cadena.
La culpa la tiene el
gobierno.
No se que le pasa conmigo.
Pero esto os digo:
Aquel que me lo quite de
encima,
irá al cielo por
ser un hombre justo.
Más oh hermanos, el
mesías fue conducido por el cancerbero al mundo subterráneo que
era custodiados por varios centauros con fusiles automáticos , ante
los cuales el can se detuvo.
Juan Carlos fue arrojado a
las escaleras mecánicas que le bajaron lentamente mientras se giraba
y veía a través del cristal cómo el perro nazi le daba la patita
a los verdugos del sistema y movía el muñón que tenia por cola la
cual había sido amputada al igual que parte de sus orejas al nacer.
Al volver la mirada Juan
Carlos, se encontró a un revisor frente a él sonriendo.
Intento dar la vuelta para
escapar, pero cuando daba un paso para ascender las escaleras
automáticas que descendían, le devolvían a la misma posición de
partida.
EL revisor pulso el botón
rojo de más velocidad entre carcajadas.
EL mesías saltaba,
brincaba, intentado no descender. Más sus esfuerzo eran superados
por la fuerza de la escaleras mecánicas que iban a velocidad
supersónica.
Juan Carlos tras luchar
valerosamente contra el mecano más de 15 minutos, dio agotado entre
los peldaños metálicos que le arrojaron cómo las bravas olas al
naufrago a los pies del revisor. Le saco de la cartera su último
billete y le dio a cambio un tiket y la vuelta en forma de dos
monedas doradas.
Su tiket señor- le dijo y
se alejo.
Coro
de voces optimistas que se escuchan en el anden.
Oh ciudadano, las viejas
normas nos han pisoteado, ahora nos hemos creado otras nuevas.
Guardarte la buena
voluntad de los perdedores, y emprender el camino con valentía de tú
salvación personal.
todos los problema se
solucionan si eres optimista.
No me molestéis con los
pobres y las desgracias de los que sufren.
No alteréis mi egoísmo
natural y práctico.
Las respuesta están en el
emprendimiento , y en aprovechar la oportunidad de la desgracia de tu
fiel amigo.
Bebe de la sangre del que
sufre y saca partido de su derrota.
Así te debe
manifestar:
Por una vida de placeres.
por una vida sin dolor.
Por una vida sin honor ni
cuidado de nada que no sea yo.
Por una vida sin pecado.
Por la primera persona.
que cada cual haga lo que
quiera, pero siempre buscando la riqueza.
Por la guerra de todos
contra todos y que gane el que más pueda en primera persona del
singular.
Coro
de voces con dolor e indignadas que se escuchan en el anden.
Oh hermanos, cuanto más
observamos las nuevas normas, mejor nos parecen las viejas, pese a
que no estábamos de acuerdo.
Vaya una mierda hemos
hecho entre todos.
Dan ganas de salir con el
fusil al hombro.
Ya nadie vela a los
muertos.
Parecemos Judas que hemos
vendido a nuestro hermano por un salario ridículo.
O Pedro que niega lo que
es por miedo a que lo denuncien.
Nadie acompaña a los que
van a prisión siendo inocentes.
Nosotros, teníamos Fe en
algo mejor, y lo negamos en publico.
Nos hundimos sobre nuestro
muertos pisoteados por jueces, policías, empresarios.
Observamos las calavera
intentando buscar un explicación.
Con miedo a que todo
termine para nosotros.
Decidme, si se cumple que
vienen a por nosotros.
¿ No deberíamos morir
con un fusil en el hombro ante de que estos hijo de puta nos claven
en su cruz ?
¿ Que me venís a
responder, oh hermanos?
II.
EL sol en el horizonte
bañaba las mejilla de Juan Carlos. Los transeúnte le tiraron con
tranquilidad e indiferencia cínica monedas, y algunas miradas
mientras pasaron por su lado esquivando su cuerpo yacente.
Coro de voces alrededor
del mesías.
Que gracia.
está borracho-
Qué vergüenza de país.
Todo el mundo es un
holgazán.
Pobre persona.
Igual se está muriendo.
Tengo prisa.
Ya se apañara.
Levante y anda.
Busca trabajo.
III.
Juan Carlos se levanto
pensando que soñaba y se sentó en un asiento cerca de la papelera
a la que se acercaba gente hablando, tirando paquetes de tabaco,
papeles, pipas, restos de bocadillos. Su voces coreaban en todo
tipo de idiomas, y tenían todo tipo de creencias.
Había seguidores de
Mahoma, Buda, Cristo, Stalin, Elvis Presley.
Sonaron unos pasos y un
encendedor junto a Juan Carlos, y brotó una llama azulada que se
acercó a unos carnosos labios de un bello hombre cuyos dedos
estaban cubiertos de sortijas de oro y diamantes con forma de
serpientes esculpidas y mujeres denudas. Cruzó las piernas
sentándose en el asiento contiguo. Sus zapatos de piel de cocodrilo
brillaron mientras un negro se acerco para limpiarlos. Apoyó entre
sus piernas un maletín de piel de cordero que abrió. Estaba lleno
de dinero y documentos. La llama había encendido un cigarro. Dio
dos caladas se le ofreció al negro el resto del cigarro que acepto
con mucho gusto mientras lo despedía sin haber terminado, dándole un
billete que sonó del fajo al salir. EL caballero volvió a encender
otro cigarro aspirando humo del tabaco y expirando.
El ambiente se lleno de
humo. Y la caverna quedo envuelta en una densa niebla entre la que se
escuchaba el traquetear de las vías cargadas de vagones llenos de
almas, silbidos de sirenas, paneles anunciando el ultimo viaje.
Los agentes con sus
fusiles automáticos se acercaron con cancerbero y el negro
limpiabotas que escoltaban esposado hasta un anden escondido en la
puerta de atrás.
No se puede fumar aquí
señor-le dijeron.
El hombre miró a los
policías entre la niebla. Quedaron cómo hipnotizados ante sus ropa
cara y su aspecto de lujo.
Sacó unos billetes y los
centauros y el perro nazi hicieron reverencias esperando que les
contestará.
Largo de aquí, y soltar a
ese hombre. Me ha limpiado los zapatos.- les ordenó y así se hizo.
Cientos de voces se
escuchaban entre la niebla, buscándose sin poder verse, hablando
todos a la vez. Bajaban decenas de almas en pena las escaleras
mecánicas de la luz a la oscuridad, y subiendo de la oscuridad a la
claridad.
Miró a Juan Carlos este
hombre poderoso de semblante majestuoso. La niebla se alejaba por el
túnel lentamente.
Le comento con voz
dulce y seductora.
“todos sufrimos
una airada vida.
Un gran silencio y soledad
envuelve la tierra.
Toda esta gente que ves
está dormida y en una prisión.
Y Tú puedes despertarla”
El hombre poderoso lazó
el cigarro al suelo. Se levantó, y desapareció con la niebla.
Coro
del chico que vende periódicos.
Nuestro país se salva, ha
vencido la peste de la crisis.
Los bancos están
saneados, han pasado el estrés test de la salvación nacional.
Coro
de un parado estresado sobre el puente del anden hablando solo antes
de cientos de hombres indiferentes que entran y salen de los trenes.
Lágrimas de rabia caen de sus mejillas. Así habla a los viajeros.
¿ Bancos con estrés?
Estás dormido mundo.
Habéis hecho humano al
dinero.
ahora tiene estrés,
miedo, alegría, el dinero.
Todos sois cómplices de
esta mierda.
Os habéis vendido la
mejor postor.
Coro
de gente que viaja.
El dinero tiene vida y ha
venido a ayudarnos.
Milagro
Mírame dinero y ayúdame.
Quita nuestras penas para que nos divertamos.
llena nuestra bolsa con tu
amistad y nuestros problemas aliviaras.
Tu todo lo puedes en este
reino.
Sálvanos poderoso
caballero,
oh dinero.
Te construiremos nuevos
templo en forma de banco.
Te daremos nuevos
sacrificios y comisiones.
Si quieres nuestro brazos
te los daremos.
Si quieres nuestras
piernas te las daremos.
Si quieres nuestros
hígados te los daremos.
Si quieres nuestro ojos te
los daremos.
Nuestras cabezas son
tuyas.
Si quieres a nuestra madre
te la venderemos.
Yo quiero ser tu mejor
amigo, oh dinero.
Coro
del parado estresado.
Se acabo.
No tenéis remedio.
No puedo comprenderos.
Enciende el parado
estresado un trapo de una botella con gasolina, y cuando abren las
puertas del tren la lanza produciendo una gran explosión. Los cuerpos
humanos arden dando palmas y gritos. Se funden entre los hierros en
llamas derritiéndose cómo la cera de las velas de las iglesias.
Suenas las bronciferas
campas por la paz, y las doradas trompetas por la compasión.
Ondean las hermosas
banderas patrióticas a media asta, y se hinchan el orgullo y
sentimiento de venganza cómo los sapos los jueces judíos del reino
y los fariseos de los políticos y la policía franquista y asesina.
Coro
del mesías Juan Carlos.
Dormir, dormir hermanos
míos en este abismo.
El fin no justifica los
medios contra Roma.
Yo toda esta sangre la
condeno,
cómo la deuda
externa.
así no derribaremos sus
murallas.
Sana, sana, sana Dios.
Oh gente que veis, ver.
Sana, sana, sana Dios.
Oh gente que podéis
habar, hablar.
sana, sana, sana Dios.
Oh vivos vivir.
¿ que habéis hecho de
nuestros ideales y del mundo?
Habéis dejado que un
santo se pierda.
Y acabe haciendo una
locura.
Vivimos en las tinieblas.
Los vivos deben vivir para
ver otra vez la luz,
y comprender nuestra
revolución y salvación.
Angelillo de Uixó.
El descenso a los infierno del mesías Juan Carlos. by Ángel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://angelillo201.wordpress.com/.
Puede hallar permisos más allá de los concedidos con esta licencia en wwwalgarabia.blogspot.com
sábado, 25 de octubre de 2014
Amaos los unos a los otros. Angelillo superstar
Amaos los unos a los otros. Angelillo superestrella.
Coro de oprimidos por el sistema leyendo el periódico.
Paco observó las palomas descender entre la fina lluvia en la azotea del edifico del banco.
Los cristales goteaban lentamente. EL humo de los taxis,
el vapor de la lluvia y del aliento de Paco ascendía lentamente. Los
coches avanzaban despacio en un gran atasco. De una ventana de la
séptima planta se asomo una persona a respirar. Observaba cómo un
centauro victorioso el paisaje de luces de la ciudad y su letanía bajo
la lluvia.
Un helicóptero de la policía volaba cerca de las cumbres de los rascacielos.
Paco se retiro unos metros hasta la esquina, buscando un
buen angulo, y saco un subfusil de la mochila de deporte que llevaba
consigo.
La bala avanzo partiendo las gotas que caían heridas a
la acera hasta incrustarse en el cerebro de esa persona que se balanceo
sin comprender nada. Y haciendo una extraña pirueta casi cómica voló
cómo un imbécil por el vacío aterrizando en el techo de un taxi con sus
alas muertas.
Luego Paco vació el cargador contra los cristales del
edifico del banco que explotaban y se fragmentaban en miles de trozos
dejando ver a las personas de las oficinas desnudos de alma, cómo en una
radiografía psicológica, muertos de miedo gritando, gimiendo, y
corriendo cómo concejos de feria de aquí para allá entre las balas y
las explosiones.
Paco volvió a cargar el subfusil y abrió fuego contra varios policías que cayeron abatidos.
Su sangre corrió mezclada con el agua formando un
pequeño torbellino donde había atrapadas varias hojas muerta en el
desagüe que lo engullía todo lentamente.
Paco entro en el edificio que le había embargado su
casa, sus nominas, y con el que tenía una deuda de por vida que iba a
devolver.
El conserje que tantas veces le había dicho buenos días, no dijo nada en esa ocasión y recibió tres tiros en el pecho.
Paco cargo el subfusil mientras el ascensor descendía
cargados de ejecutivos que al abrir la puerta vieron a Paco. lLenos de
pánico atrapados en esa ratonera metálica de luces parpadeantes que
gritaba por el altavoz:
Primera planta, primera planta, primera planta.
Intentaban llorando dar el botón de cerrar mientras
cientos de balas por segundo se clavaban en sus cuerpos. La puerta se
cerró automáticamente subiendo sus cuerpos muertos hasta los cielos.
Haciendo parada en la quinta, la séptima, la novena planta.
Estrofa del Magno poeta tras peregrinar al templo del
mesías, ahora deshabitado,sin su legitimo Dios tras su ingreso
hospitalario. Allí puede aún ver los escasos gramos de arroz con los que
se alimentaba Juan Carlos. Medio paquete de lentejas abierto. Varias
palomas picoteando ente las migas de pan de la última cena.
El poeta, embriagado por la paz lanza su grito revolucionario:
“Os ordeno amaros los unos a los otros.
Sea está la palabra del mesías que flota en este templo”
Las palomas elevan el vuelo y predican el evangelio del amor.
Coro de adeptos al amor y el bien.
La idea de amarnos,
está en todos nosotros.
Danza de forma marcial en nuestros corazones.
Solo hace falta que alguien nos lo ordene para sacarla al exterior.
Más no sabemos cómo hacerlo solos.
Necesitamos a muchos para esta misión.
Implica a toda la humanidad.
¿ Cómo lo hacemos, oh poeta?
¿ a que mesías debemos seguir para saber amar?
Dinos poeta, dinos poeta.
Tu que has visto la luz.
que has estado en el templo.
Y has recitado versos
¿ Cómo lo hacemos?
¿ Cómo lo hacemos?
Te pedimos la voz y la palabra.
Magno poeta a los coros.
Lo primero que tenemos que hacer,
es coser una bandera con nuestra propuesta para que se vea.
Luego recoger firmas por el amor,
y que no se le ponga barreras.
Haremos un desfile con ella para ganar adeptos.
Y una gran marcha a los juzgados.
allí derrocaremos a la figura de la justicia.
Esa dama de piedra frígida y virgen,
con los ojos vendados.
Y yo mismo la violare para que sepa que es el amor.
esparcire mi semen entre sus senos,
luego la meare.
Será cómo violar a un ciega,
pues tiene los ojos vendados.
Así se evita el delito y el pecado.
Luego libraremos a los presos,
para ver cómo abrazan a los policías y a los jueces,
mientras hacemos ondear la bandera del amor.
Coro de adeptos al amor y al bien.
Tu propuesta, Oh magno, es solida y consiente.
Es ideal para hacer un país cómo Dios manda.
Es evangélico y moderno.
Esta bien conjugado el verso.
Lo llamaremos amorlandia en vez de España.
Estamos tan contentos de tu revelación,
que nos dan ganas de gritar.
Que llegue el amor ya
que llegue el amor ya
que llegue el amor ya.
Queremos amar.
Somos adeptos.
Es Tú voluntad Oh señor.
Danos, danos, danos el cáliz del amor.
Te seguiremos hasta la muerte, o la victoria.
Por el amor.
Por el amor.
Por el amor.
Qué aplaque nuestro odio.
EL final de este evangelio termina con una marcha triunfal.
EL magno poeta pide fidelidad de forma clásica.
Sobre una tribuna sujeta la bandera del amor, y pide a sus legiones adeptas que juren besando la bandera.
Besad la bandera y jurad por ella legiones del amor oprimidas por el odio y el rencor del sistema de mierda que tenemos
Coro de legionarios adeptos al amor oprimidos por el odio y el rencor del sistema de mierda que tenemos.
Juramos por el amor, estamos hartos de odiar por culpa de este sistema de mierda que tenemos.
Poeta gritando.
Jurad por vuestra sangre.
Coro, desfilando uno por uno y besando.
Juramos por nuestra sangre no volver a odiar y solo amar
juramos por nuestra sangre no volver a odiar y solo amar
juramos pro nuestra sangre no volver a odiar y solo amar
Así miles y miles de seguidores de amor, dispuestos a
sacrificar su vida, su alma por la causa al alta del ser humano, el
amor, que redimirá al ser humano.
Hágase tu voluntad Juan Carlos.
Angelillo de Uixó.
Amaos los unos a los otros. Angelillo superestrella. by Angelilo de Uixó is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
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viernes, 24 de octubre de 2014
Lanzar la piedra contra la pecera quien este libre de pecado.
Quien este libre de pecado que tire la piedra contra la pecera.
Angelillio superstar.
El magno poeta se asoma con una piedra en la mano a una
enorme pecera de cristal piramidal donde en diferentes sacas y niveles
se representa un idílico mundo paradisíaco decorado con montañas,
valles, ciudades, pueblos, valles, cuevas, cuidado por sus marinos
habitantes que disponen de libre albedrío y su raciocinio para
organizarlo.
Disposición estratificada de la pecera.
En la cumbre de la pecera, muy cerca de la superficie
nadan panza arriba satisfechos con el festín los gordos escualos, junto
los gallardos peces espadas de azules agallas. Bajo estos,a su sombra
nadan los orondos meros, las morenas de afilados dientes. Nadando un
poco más abajo se encuentran un enjambre de miles y miles de plateadas
sardinas, arenques, anchoas. Sobre el fondo de la pecera, limpiando el
fango y comiendo la mierda de todos los otros, se encuentran las
negruzcas y escuálidas anguilas, los feos rapes.
Estrofa del magno poeta ante la pecera con la piedra en
la mano. Observa ese mundo y reflexiona en las palabras revolucionarias
del mesías Juan Carlos.
“El que este libre de pecado que lance la primera piedra”
Estrofa del poeta dejando la piedra en el suelo.
EL tirar la piedra es una cuestión de virtud.
¿ Soy un hombre bueno y justo para lanzar esta piedra?
El Magno poeta se coloca las gafas de bucear sobre su
rostro y coloca sobre sus creyentes pies unas aletas. Sube a lo alto del
trampolín, y sobre los rojos cielos que le cubren lanza estas aladas
palabras antes de mojarse en el mundo.
Quiero ver tu luz, oh mesías.
Quiero saber porque te mueres de hambre Juan Carlos.
El Magno poeta pasa entre los escualos y se mete en una cueva donde hay una sirena.
A la entrada de la cueva hay un cartel que pone Ayuntamiento de Nueva Acuopolis City.
Una hermosa sirenita es funcionaria de ese ayuntamiento.
Padece de claustrofobia dentro de la pecera. Necesita oxigeno. Sueña
con el amor, con salir de allí. Su conciencia por la noche sueña con el
espacio exterior. Viaja de la mano de un apuesto astronauta vestidos
ambos con sus trajes espaciales entre los asteroides y cometas en
llamas.
Al desperar cada día y verse bajo el agua quiere gritar.
Su trabajo consiste en recoger las quejas que le llevan
las sardinas y los arenques de nueva Acuopolis city, y pasársela a su
jefe, un enrome mero que trabaja para un escualo que ha ganado en las
elecciones la alcaldía de la ciudad mordiendo a otro escualo, ya viejo y
mellado.
Canción de Magdalena Sirena.
Cortar , pegar, sellar.
cortar, pegar, sellar
cortar, pegar, sellar.
Así paso las horas de mi trabajo.
No puedo más.
Esto es opresivo.
Una maquinaria infernal la de esta pecera.
Cortar , pegar, sellar.
cortar, pegar, sellar
cortar, pegar, sellar.
¿ quien me puede ayudar?
He dado mi vida al mejor postor.
Trabajo para un mero que tiene miedo a que el gran escualo lo devore.
Me pide que selle más deprisa todos estos expediente.
Tengo 33 años y me parece que haya pasado una eternidad aquí.
Mi cola de sirena está vieja ya.
Cortar , pegar, sellar.
cortar, pegar, sellar
cortar, pegar, sellar.
Para que la pecera funciones bien.
Así paso las horas de mi trabajo.
No puedo más.
Esto es opresivo.
Una maquinaria infernal.
Para que la pecera funcione bien.
Ojala alguien le tire pronto una piedra y estalle todo.
Canción Paco el anguila.
Oh hermanos quiero que sepáis antes de que sea devorado
por el gran escualo y desparezca para siempre por todos mis pecados,
esto:
Que en los años que he vivido en esta pecera lo he hecho en medio del fango.
Y si cometí ese crimen contra un arenque, fue porque mis tripas estaban vacías.
La crisis hizo que bajaran a los bajos fondos a muchas sardinas y arenques.
Las anguilas nos quedamos sin la mierda que nos
alimentaba, y en nuestra desesperación acabamos enfrentándonos a
sardinas y arenques por la lucha por la mierda que nos lanzaban los
escualos, los peces espadas, los meros, las sirenas.
Antes de que me devoren quiero advertir esto al resto de la pecera:
Romperles los dientes a esos tiburones,
quebrar el sable de los peces espadas.
Devorar a los serviles meros ,y que su carne y su sangre os sirva de alimento.
Ahora, yo voy a morir por mi crimen.
No me arrepiento de lo que he hecho.
Coro de los grandes escualos.
Saltando fuera de la pecera y sudando surgen las figuras
de varios enormes escualos, y un enorme pez espada que también suda al
ser juzgado fuera de la pecera. Le acusan de cientos de asesinatos de
insignificantes pececillos.
Los sobrevivientes al ataque del pez espada, se han
organizado en un coro y claman ante los tiburones que les representan
que les hagan justicia.
Coro de escualos al pez espada.
Se le acusa de haber pinchado con su espada la pecera,
causando que muchos arenques y sardinas de pequeño tamaño fueran
empujados fuera de la pecera y murieran ahogados.
Gran pez espada, con cinismo, sonriendo, derogando su responsabilidad.
Yo cumplía con mi deber.
De me dio orden de pinchar la pecera cuando el encargado
de vigilar el nivel de presión se durmió. Había mucha presión en la
pecera. Todo podía haber estallado. Era necesario abrir un sumidero.
Una vez vaciado de presión nuestra pecera, los trabajadores taparon la fuga.
La pecera funciona bien.
No hice nada que no contemplen nuestras leyes.
Sigamos nadando, oh hermanos.
Vayamos dentro, que aquí sudamos mucho.
Lo que he dicho es la verdad.
Lo juro por la Gran Ballena Blanca.
Los escualos lo absuelven con un poema Bertolt Brecht.
!Esos peces ya no existen!
Mala suerte para el juez:
Hoy declaran los escualos
que no entienden de escasez
Ellos no recuerdan nada
Y no hay nada que rascar
Que un escualo no es escualo
Si no se puede probar.
La escena termina cuando el poeta sube a la superficie con el alma triste de esta visión marina.
Sale de la pecera y vuelve a pensar en las palabras de Juan Carlos que se muere de hambre en el fango de nuestro mundo.
El que este libre de pecado que lance la primera piedra.
Busca la piedra y dentro de su conciencia mirando la pecera el magno poeta.
Se va hacia atrás, coge carrerilla y lanza la piedra.
La pecera estalla en mil pedazos.
Angelillo de Uixó.
Quien este libre de pecado que tire la piedra contra la pecera. by Angel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://angelillo201.wordpress.com/.
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jueves, 23 de octubre de 2014
Angelillo superstar: ¿ Eres tú mi rey?
¿ Eres tú mi Rey? Angelillo superstar.
Coro I.
Juan Carlos está en un hospital entre los cojos que no
quieren andar, los ciegos que no quieren ver, los sordos que no quieren
escuchar, los mudos que no quieren hablar.
El tribunal de la inquisición del hambre juzga su conducta.
Fiscal, concejal de bienestar, banquero y auxiliar de contabilidad portando una escudilla con sémola de trigo.
¿ Dices ser Tú el rey de estos desgraciados?
¿y que vienes a salvarlos?
Juan Carlos.
Lo dices tú.
yo solo soy un hombre más que siente dolor y amor a partes iguales.
Fiscal, concejal de bienestar, banquero, y auxiliar de
contabilidad con la escudilla con sémola de trigo que ofrece al mesías
poniéndose una medalla al altruismo tras su desgravación de la factura.
Extraño en verdad es tu poder, oh rey de los pobres,
pues apenas puedas caminar y te debemos alimentar para que no te mueras.
. Nunca hemos visto alguien tan débil que pretenda tanto. No eres capaz
de meterte esta cuchara de sémola en la boca
¿ Y quieres hacer una revolución ?
De verdad que no te entendemos.
Por eso pensamos que estás loco.
Juan Carlos.
En verdad os digo a vosotros que el cojo podrá caminar,
el sordo podrá escuchar, el ciego podrá ver, y el mudo podrá cantar al
mundo, y recitar versos que unan a la gente a través de los sentimientos
para coordinar al que pueda remar, y llevarán está nave a buen puerto.
Este es el poder de los débiles, realmente el que mueve al mundo.
Fiscal, concejal de bienestar, banquero y auxiliar de contabilidad dejando en la bandeja la sémola de trigo.
Forman un coro furioso dando vueltas a su alrededor cómo hienas.
Estás loco Juan Carlos.
Estás loco Juan Carlos.
Estás loco Juan Carlos.
Cómo, cómo, ¿cómo quieres que tus semejantes perdonen tus errores cometidos?
Aquí tenemos el curriculum de tu vida.
No terminaste sus estudios,
abandonaste la carpintería donde trabajabas,
fuiste músico ambulante.
luego alfarero.
Más tarde desempleado de larga duración.
Hay varias además varias rupturas sentimentales.
Dime, de verdad.( risas en el coro)
¿crees que alguien así debe ser nuestro rey?
Juan Carlos.
Vosotros decís que soy un rey.
Yo no lo digo.
Solo soy un hombre sobre este mundo que habla de dignidad aunque lo tengan que alimentar.
Bien lo veis.
pero os digo, aquí maniatado, en vuestras manos de las que pendo.
Mi pasado y mis errores me sirven para ir hacia atrás,
y coger impulso para saltar hacia arriba.
No importa cuando caminas,
O si lo haces riendo o llorando.
Hay versos y canciones para todos esos momentos.
Yo no reniego del dolor,
ni de la fragilidad,
solo de aquellos que son demasiado duros.
La gente inclemente de corazón.
Los fuertes,
Los poderosos
la gente inflexible.
no sobrevivirán a la revolución que ha de llegar.
Seguir a los grandes mariscales.
Caminar detrás de los grandes reyes.
Cantar a la gloria y a la rapiña de la guerra
Conlleva tarde o temprano desaparecer en el camino.
¿ A cuantos grandes a lo largo de la historia tras incendiar campos y pueblos,
una vez derrotados tras las grandes tormentas, no les
hemos visto ante los tribunales pedir perdón balbuceando para salvar el
pellejo, y decir que ellos no sabían nada.
Yo os digo Grandes hombres, Poderosos, que sois mucho más débiles que cualquiera de estos ciegos, sordos, mudos.
Coro de ciegos, sordos, mudos.
Bailando alrededor del mesías.
¿ Puedes hacer que vea Juan Carlos?
¿ Puedes hacer que oiga Juan Carlos?
Con el lenguaje de los signos
¿ Puedes hacer que hable Juan Carlos?
Juan Carlos.
De todas vuestras taras os podréis liberar si sois libres.
Yo he venido a ayudaros a liberaros.
Si creéis en la justicia social.
veréis, oiréis, hablareis.
Antiestrofa I.
El magno poeta hace huelga de hambre frente al ayuntamiento de vall d¨uixó, lee los objetivo del milenio de Juan Carlos.
Mantener conductas erradas.
Ser detenidos y juzgados por la gran corte penal de escualos.
Morir de hambre por la justicia social.
Aguantar la miseria y la dignidad antes que el expolio laboral de las colaboraciones sociales.
Dejarse sacrificar por la venganza de los poderosos.
Bajar a los infiernos de los servicios sociales.
Mantener el alma pura.
Comprender el sacrificio de Juan Carlos, y de todos aquellos que se sacrificaron por los demás.
Pasarse al Islam.
Afiliarse al partido comunista.
Observar las leyes del nihilismo.
Nueva canción del concejal de los servicios sociales.
¿ quien es ese Juan Carlos, cuya vida está en mis manos para decirme a mi ,que debo ir a buen puerto?
Desafía la buena vida que le damos.
¿acaso 90 euros al mes y unas horas de trabajo no es bueno para estos desdichados?
Aún se quejan de que los hemos abandonado.
Pues que escuchen este canto que es una resta:
90, 80, 70.
Sigo cantando y restando, y ellos rezando y suplicando basta Concejal.
60,50, 40.
Esto es lo que os daré.
40 euros al mes,
y que se encomienden al espíritu de Juan Carlos.
Jaaaaaaaaaa
jaaaaaaaaaaa
Jaaaaaaaaaaa.
Angelillo de Uixó.
¿ eres tú mi Rey? Angelillo superstar. by Angelilo de Uixó is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License.
Creado a partir de la obra en http://angelillo201.wordpress.com/.
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