miércoles, 7 de septiembre de 2011
Otro ladrillo en el muro del servef, episodios nacionales de Angelillo de Uixó
Otro ladrillo más en el muro del servef. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó.
La calle donde se encuentra el servef en Vall d' Uíxo queda cercana a la estación de autobuses y a una gran explanada amurallada de un grandioso PAI por construir destinado a la edificación de la mezquita de Uixó. El monumental muro protege del trafico a las ratas, gatas parideras, lagartijas, escarabajos y algún indigente que busca intimidad dentro solar.
El muro realizado con ladrillos bovedilla ha sido ricamente decorado con grafitis por los jóvenes hijos de los obreros que lo construyeron pertenecientes a la artística generación Ni-Ni promoción 2008, reconocibles por el trazo grueso en sus obras, colores vivos, temática propia de la era crisis financiera del crack del 2008, con representaciones de monstruitos, Son gokus, tías buenas en pelotas, coches BMW y frases pidiendo libertad, juerga y democracia.
A esa pared es donde acuden tradicionalmente a lamentarse los parados de Uixó descendientes en su gran mayoría de los judíos, pueblo culpable de todos los males del mundo junto con los infames pigmeos.
Los golpes, el dolor, el malestar, es el mínimo exigible por la sociedad que se le debe pedir a un desempleado por su fracaso personal.
Entre cabezazo y cabezazo oran la plegaría que les concede la absolución:
“ por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa soy un perdedor y no consigo empleo, cuando lo hubo lo desprecie cuando escasea lo deseo, soy un hipócrita. Por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa no consigo empleo, cuando pude formarme no me forme y ahora estoy deformado, soy un bellaco. Por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa no consigo empleo, cuando ganaba 2000 euros en la obra no ahorre y ahora me doy de cabezazos contra el muro”
Una vez limpia la conciencia entran a un edificio amplio, funcional, austero, con aire acondicionado, altavoces que marcan los números de las pantallas.
El edificio es de varias plantas en forma de cuadrángulo, o como se le llama técnicamente en la facultad de arquitectura: nave en forma de caja de zapatos.
El primer piso tiene 100 metros cuadrados, queda dividido el espacio en dos planos separados por un vacío de 5 metros cuadrados por donde discurre arriba y abajo como flotando una mujer seguridad con camisa azul, corbata, pantalones negros, andar silencioso, y un fenomenal cinturón del que cuelga una porra negra cerca de su entrepierna, esposas resplandecientes y un resolver.
En la parte derecha de la primera planta se encuentran en fila diez mesas de transparente cristal separadas por mamparas de plástico. Tras las mesas pegados a las sillas de oficinas están las sonrosadas personas de pelaje porcino llamados funcionarios. Tienen el hocico husmeando casi oculto detrás de la pantalla del ordenador.
Frente a los funcionarios en el ala izquierda de la entrada se encuentra en un enorme banquillo de madera cuyo respaldo es la pared los desocupados: Moros que canturrean la perdida de Al- Andalus, negros que tocan como si fueran tambores tam tam la madera de los bancos, gitanos que dan palmas, y blancos hispanos que maldicen al cabestro de Zapatero.
Los afiliados a la lista del inem antes de la lucha en el circo empresarial por un puesto de trabajo luchan contra sus competidores por cada centímetro de madera para poder descansar sus nalgas en la larga espera.
Sus rostros curtidos por el sol indican cansancio, inquietud. Tienen la mirada melancólica, extraviada, violenta. La larga espera en la cautividad de las oficinas del inem para estas gentes acostumbradas a la vida libre en la calle les provoca un gran estrés, ataques de ansiedad, que se suelen saldar con violentos exabruptos corregidos por la porra de la seguridad.
Los parados suelen perderse en extraña divagaciones mentales de las que vuelven cuando escuchan algún numero desde el altavoz o reciben un cariñoso codazo de su compañero diciendo:
-te toca ya coño.
Los gestos repetitivos, estereotipados, que se producen entre funcionario y la gente del banquillo suelen ser seguidos por los que aguardan turno.
Giros de cabeza de los funcionarios de izquierda a derecha acompañado con el dedo índice imitando el movimiento del limpiaparabrisas del coche, mientras el desempleado obstinadamente enseñando algún papel asiente de arriba a abajo con su cabeza abollada, alza las manos al cielo con cara de perplejidad, se pega golpes en el pecho.
El sonrosado funcionario responde con alzamiento de hombros y ligero de brazos, balanceo sutil de caderas en la poltrona, y sonriendo da turno a otra persona despidiéndose del parado con la mano abierta y agitándola a un lado y otro.
Dante acude una mañana lluviosa de septiembre con su amigo Virgilio para ver si existe la posibilidad de una nueva prestación agotada la presente.
En la puerta del inem de uxió hay coche con las luces encendidas y unos agentes aporreando a un parado que acudió al servef chillando, furioso, con muestras de enajenación por la perdida de la paga de la prestación por haber abandonado un curso de agricultura ecológica de tomates canario que imparte el cuñado del director de servef.
Contempla Dante con pena la paliza a su viejo compañero de largas colas en el inem, de fichajes, y orientaciones laborales. Recuerda todos esos años donde juntos hacían golferias en los cursos inútiles que programa el servef, o en las entrevista laborales en las ETT donde solían tirarle los trastos a las rubias tetonas que recogen los curriculum y realizan los psicotécnicos.
-Dadle fuerte que así se soluciona el paro en España - exclama el sargento de la guardia civil de uxió animando a sus hombres a atajar el problema del desempleo.
El parado sangra abundantemente por la cabeza, su mano está esposada a la de un agente mientras su cuerpo se encuentra abatido de rodillas. Recibe patadas, porrazos de dos guardia civiles jóvenes que se emplean en los golpes. El resto de agentes rodea a sus compañeros formando una barrera y contemplan la escena. Los parados de la cola son indiferentes a la suerte de su compañero de profesión. Repasando una y otra vez los papeles que deben presentar se centran en sus problemas. Los funcionarios mascan chicle, sienten su autoridad y estatus de superhombres realzados, hacen gesto con la mirada a las gentes de los banquillos desde sus butacas con aire de triunfo. Los parados agachan las cabezas fijas entre los papeles.
La lluvia cae sobre la cara del perturbador del orden enjuagando la brecha de sangre de la frente que se arremolina con el agua sobre la rendija del alcantarillado que la engulle.
-Oye, por que no entramos en el alegría de la huerta a tomarnos un café, me ha entrado no se que en el estomago- le dice Dante a su compañero Virgilio.
-Si, creo que será lo mejor tomar café para animarnos, me repugna como tratan los funcionarios y la policía a nuestros compañeros, cada día es peor, hijos de puta. Venga vamos, no podemos hacer nada por ese- exclama Virgilio con aire de resignación estoica.
En un callejón oscuro que recorren un gitano vende ajos sentado en el escalón de una iglesia refugiándose de la lluvia bajo el pórtico repleto de santos y apóstoles esculpidos en piedra. Una vieja rumana de más de 100 kilos vestida con un batín amarillo rebusca por los contenedores ropa con un palo, a su lado tiene un carro del mercadona repleto de ropa vieja que cambia por algo de dinero a los que visitan el callejón.
- Ropa señores, ropa lujosa, traía de la india, realizada por habilidosos chinos, todo marca el corte inglés, compren señores su ropa dos por uno, estamos de rebajas- les dice la mujer ofreciendo un corsé a Dante y Virgilio.
-Ajos, señores, buenos para la circulación, mecheros señores, tengo también mecheros, toda a un euro, aprovechen la fantástica oferta, ajos, mecheros para el niño y la niña, compren señores sus ojos para mascar- les dice el gitano senil más seco que el palo de una escoba.
El gitano tiene a sus pies varios cartones de vino Don simón que comparte con la rumana que se acerca viendo que no le compran el corsé amarillo.
El vendedor carece de dientes deformando su cara arrugada que parece un higo aplastado, con las encías negras mastica unas ciruelas sacadas del contenedor llenas de unos insectos rojos.
Toca los pechos a la rumana que bebe y ríe como una loca en celo por las caricias.
Bonica, bonica, ven con conmigo- le dice el gitano escupiendo un hueso.
La rumana se lanza a los sus brazos rodeando su diminuto cuerpo con sus carnes magras.
La étnica pareja envuelta en la sombras del callejón se dan arrumacos. Las palomas ante los pasos de Dante y Virgilio alzan el vuelo hacia el cielo. El sonido del aleteo de las palomas se mezcla con el choque de sus labios, suspiros ahogados, gemidos, y miradas llenas de ternura. Sus cuerpos se abrazan suavemente bajo los pétreos evangelistas del pórtico. Las palomas tras su vuelo circular sobre el campanario se acurrucan sobre las cabezas de San Juan evangelista, San Pablo, San Marcos...
Dante y Virgilio entran en un bar pequeño llamado el alegría de la huerta.
El lugar es oscuro, suenan música de pasodobles, en mesas de madera se agolpan hasta seis farandules por tabla con sus respectivas cervezas apoyadas en la periferia de la mesa, el centro de la tabla es el lugar donde reposa dinero y caen cartas. Los ojos de los golfos siguen con atención la caía de la baraja dando chillidos de alegría cuando el azar alza a la gloria a un jugador.
Un rusa de menos de 18 años es la camarera. Tiene el rostro angelical, exhibe escote al que llega su larga melena rubia, va cubierta de cintura a dos palmos abajo con la pertinente minifalda negra, delantal corto blanco, cofia.
Se acerca a los nuevos cliente que acaban de entrar. Les dirige una agradable sonrisa rusa.
-¿que desearrrr señorrres?- les dice con acento eslavo.
-A mi me gustaría un café con leche, fuerte de café- dice Dante sin perder de vista el escote.
-Yo un café largo rubia - pide Virgilio.
!Como esta la chiquilla!- les dice un tuerto que se encuentra sentado al lado de Virgilio y bebe cerveza.
-Ya te digo, con lo feo que son los rusos y como están sus mujeres- comenta riendo Dante.
Tras la barra del bar hay una cortina, cubre a la visión de un pequeño almacén. Se descubre la cortina azul y sale un gordo patrio con un bote enorme de tomate triturado que deja en el frigorífico. Respira como todo gordo por la boca y con dificultad. Se acerca con andar de elefante marino a la rusa que prepara los café, con disimulo le da un pellizco en el culo entornando los ojos. Ésta le sonríe de forma forzada.
-¿has visto Virgilio?- le pregunta Dante a su compañero.
-Así es el mundo, los que no tienen nada deben soportar las humillaciones de los poderosos que tienen algo- le responde.
La luz de la calle ilumina la cloaca humana del bar.
Entran dos mujeres de mediana edad, vestidas elegantemente, los parroquianos giran la mirada hacia otro lado al verlas, escupen en el suelo.
Ellas entran cogidas de las manos sentándose en los taburetes de la barra. Miran a la rusa con deseo.
- ¿Lo de siemprrrre?- Le pregunta la muchacha risueña con su dulzura habitual y el acento abrupto propio de esas personas que vienen de las estepas, el hielo y los grandes lagos.
-Hay que ver lo pesados que están los parados hoy- dice una de las mujeres con gesto de enojo que es funcionaria del servef.
-Si chica, cada día están peor, creo que han perdido la esperanza o será la lluvia, son una amenaza,algún día tendremos un disgusto, no dan más que faena, te descuidas y te quieren convencer a una con sus penas. ¿Te acuerdas del albañil de ayer? !que chillidos pegaba por que no encuentra trabajo! que se hubiera formado- le dice la otra mujer que también es funcionaria, pasa la mano a su compañera por la rodilla.
-Cuando ganaban 3000 euros al mes los albañiles no se quejaban, ganaban más que nosotras dos juntas, y ahora que todo ha estallado viene con sus problemas de que no tienen dinero. Otros muchos de los que vienen exigen trabajo, y cuando había faena no querían trabajar, y ahora...¿A que vienen, dime, a que vienes esos miserables ahora?- puntualiza la funcionaria coincidiendo en el análisis social de su compañera.
El gesto de enfado e indignación de las funcionarias lesbianas se suaviza con la llegada de la rusa.
La rusa les sirve ante las mirada vidriosas y lujuriosas de las funcionarias unas cervezas con unas tapas de sepia, patatas fritas, jamón ibérico, salchichón, aceitunas.
Esa muchachita es preciosa- le dice una a la otra acariciarle la mejilla.
Algún día vendrá al servef y la tendremos- le dice la compañera.
Dante y Virgilio pagan sus café y salen a la calle, la lluvia cesa, las aceras están sucias repletas de papeles pegados que ha arrastrado el agua, se forman charcos en los socabones del suelo.
En la puerta del servef hay un hombre vestido con una túnica repartiendo octavillas. Es de edad avanzada, bajito, gordo, tiene una larga melena blanca recogida en una goma, su barba también es blanca, al igual que su piel, semeja a un enfermo por falta de melanina.
La mujer seguridad hablan con él de forma discreta. Ningún parado ha cogido las octavillas quedando sobre el suelo mojado.
A los pies de Dante ha llegado una hoja en buen estado. Con la curiosidad de los escépticos la recoge. La lee con una sonrisa irónica, en la octavilla dice:
“Por la emancipación obrera, sindicatos anarquistas, dignidad obrera, unámonos todos y todas para acabar con el paro”
Bajo esta adenda se observa una formula matemática con unos dibujos geométricos llenos de datos.
Dante con el papel se acerca al anarquista, le saluda ya que le conoce de cuando creía que era posible un cambio de la historia. Sus ideales se desmoronaron como los de todos los Españoles de bien cuando aquella grieta del muro de berlín lo derribó convirtiendo los principios éticos y humanistas europeos revolucionarios en una escombrera causante de ese desastre neoliberal llamado unión europea.
-¿ Qué tal Niño Becerra, propagando la biblia de la liberación?- Le dice con sarcasmo Dante.
-El capitalismo esta agotado Dante, debemos luchar contra el- responde por encima del hombro de la seguridad que le esta tomando el nombre- Ayudame en el nombre de Durruti, que si la palabra de cristo curaba a los enfermos, sanaba la vista, eliminaba la lepra, las palabras de Malatesta, Marx, Bakunin erradican la pobreza y tú lo sabes, venga aquí esa solidaridad que el aprieto con las fuerzas del orden es grande.
¿Y que soluciones propones esta vez tú o tu sindicato anarquista, la teoría poliédrica?- le pregunta Virgilio con media sonrisa.
No te rías Virgilio, que esta vez todo el mundo va a salir a la calle a luchar- suspira el anarquista- la reforma de la constitución nos llevara a la revolución inminente, y nosotros estamos preparados para encarrilarla.
Si hombre, ya lo hemos visto todos estos años como os habéis comportado los anarquistas y anti sistemas,tres años de crisis y atracón de conciertos para protestar, venga la juerga con la generación Ni-Ni del casal popular, los pankis y los perro flautas, esos son los verdaderos anarquistas de hoy. Ahora se ponen las cosas muy mal y os acordáis de que se debe hacer algo, pero estoy seguro de que no tenéis ganas de hacer nada más que estar tumbados, escribir poemas y fumar hierba- le responde con escepticismo Dante.
Niño Becerra agacha la mirada y la alza con furia asesina.
- Quinta columnistas traidores, esquiroles- les dice arrojando unos panfletos a Dante y Virgilio en el rostro.
¿Conocen ustedes a este loco? ¿tiene familia con la que contactar para que lo ingresen?- les pregunta la seguridad.
Si lo conocemos. Es un hombre de méritos donde lo ve, una leyenda viva de la lucha revolucionaria nacional, ha leído el manifiesto comunista, ha visto la película tierra y libertad, vive sin televisión, hace yoga y también ha publicado las octavillas revolucionarias: el mercado de esclavitos, obreros punto guión 086 , y la vaca revolucionaria la teta no da más. Sus artículos se pueden leer en el blog revolution.org. Además ha patentado una teoría basada en una novedosa estadística, no la típica donde se ve una raya que desciende con percentiles y luego sube, si no en un circulo que se cierra y dentro quedan atrapados los números y las personas pobres, fuera hay un poliedro estadístico financiero en cuyos vértices está wall street, microsof, la monsanto, bayer, el corte ingles y emi discos intentando dominar el mundo. Familia no tiene más que un rincón en un casal popular ocupa que comparte con un par de perros y un mestizo de esquimal y china que está de erasmus.
Asombroso- exclama la seguridad contemplado el rostro lleno de orgullo de Niño Becerra al escuchar su bibliografía- pero aun así pese a ser un ilustrado debe irse, nuestros parados están bastante mal, es mejor dejarles tranquilos mientras se acerca su fin. No puedo permitir que un agitador profesional viole el orden.
Lo comprendemos, nos hacemos cargo- le responde Virgilio.
Niño Becarra, atiende- le dice Virgilio dando un guantazo al anciano al anarquista que exaltado le explicaba del error de apoyar el capitalismo a un asustado mantero que iba por la acera a vender cd en un bar- debes portarte bien o te darán de ostias como siempre. Escucha, por que no te vas a casa, te preparas una o dos tilas y haces como tus compañeros de sindicato la lucha revolucionaria a través del blog y lo pasas por email diciendo algo así:
compañeros y compañeras hoy en el servef mientras ayudaba a la clase obrera oprimida y angustiada por causa del capitalismo, las fuerzas del orden que se ha privatizado delegando en empresas privadas de seguridad como indica mi formula trapezoidal que pasaría, me han tirado de una institución publica asustados de que las clase oprimidas vieran la luz. Es una conspiración contra nosotros, quieren acabar con nuestra superiores ideas anarquistas.
Niño becerra mirando a los parados a través de la puerta que está abierta presencia como una embarazada colombiana se pelea con una anciana española paralitica para que le deje un sitio en el banco, como los funcionarios despachan al instante a unos indocumentados negros, los altavoces no paran de repetir números, los rostros de tensión, el afinamiento, la miseria... El agitador mira su formula estadística cuya comprensión por parte de la clases oprimidas debe llevarles a una nueva dimensión de la evaluación de la realidad y liberares del yugo burgués.
Zafándose de Virgilio, Dante y la segurata que le agarra de la túnica quedándose la prenda en su mano entra desnudo al grito :
!Libertad obreros explotados!
Lanza papeles a los parados que caen en sus caras mientra corre por el pasillo.
En el último rincón del banquillo de los parados un hombre de rostro duro, bajito, con garrota, boina, mirada severa, permanece imperturbable como los hombres de antes de la democracia.
La segurata persigue a Niño Becerra con la porra y lo alcanza en la escalera que sube al segundo piso. Se abalanza sobre él, el anciano aun ágil pese a la edad se revuelve y queda encima de la mujer, ésta pierde la gorra quedando libre una fenomenal melena pelirroja y unos ojos verdes repletos de esperanza. Los dos cuerpos se observan, la seguridad le abraza con las rodillas a la altura de las costillas, y el anciano le muerde el cuello apretando con fuerza a la mujer. Los dos cuerpos quedan unidos en un amasijo de piernas, brazos que gimen y se revuelcan. La mujer intenta moverse bamboleándose a un lado y a otro, sigue el ritmo Niño Becerra.
De tanto movimiento caen juntos rodando por las escaleras con la mala fortuna que Niño Becerra se desnuca en el último peldaño.
Los asistentes en el servef aplauden. El anarquista pancha arriba semejante a una enorme foca lanza un eructo mortal. Su cuerpo desnudo yace junto la mesa 10 con los brazos extendidos en cruz.
Llaman a los de la limpieza que agarrándolo de los pies lo meten en el cuarto de los trastos en espera del personal del tanatorio.
Dante y Virgilio aguadan su turno de pie, se acerca a ellos un viejo amigo.
-Hola Dante- le dice un hombre bajito con la cara roja de sol playero.
-Joder Manolete, cuanto tiempo- le dice Dante contento ante su presencia.
-Si chico, si hace tiempo que no nos vemos, desde que me quede en el paro por dúo décima vez- le responde dándole un abrazo.
Esta jodido el trabajo - le dice Virgilio cuando termina de abrazar a Dante.
-Si que esta mal- le responde Manolete de forma mecánica acostumbrado a repetir esta coletilla.
Sin querer mira hacia la puerta de la entrada, una visión perturba su aspecto, Dante y Virgilio que miran su rostro felices del encuentro al ver la expresión sombría de Manolete miran donde él lo hace.
Entra una mujer provocativa con un bañador negro que cubre solo una pequeña parte de las nalgas , para vestir un poco más lo complementa con un pareo transparente. Exhibe piernas largas morenas de piscina, cintura adornada con varias cadenas labradas en plata, colgantes de perlas, gafas de sol. La cabeza está cubierta con una pamela enorme con pluma de pavo real. Va de la mano de un hombre de mediana edad vestido con traje y corbata. Al instante se convierten en el centro de las miradas de ambos bandos del servef.
Caminan por el espacio vacío cruzándose en la ronda con la seguridad.
La mujer de la pluma de pavo real al ver a Manolete sonríe y le hace una carantoña. Él aparta la cara cuyos mofletes están rojos y los labios temblorosos. El caballeo que acompaña a la madama se separa unos metros de la nueva pareja pues todo indica que van a hablar. Enseguida el caballero es rodeado por unos parados necesitados.
-¿Buscando empleo Manolo? Siempre igual, eres un perdedor- le dice con sarcasmo la mujer plantándose delante y haciendo poses con una mano en la cintura y la rodilla flexionada mientras coloca la otra sobre el escote del que cuelgan un grueso collar de perlas. Los dedos finos de la mano se encuentran ensortijados, su cuerpo exhala olor a perfumes muy caros que marean.
La pamela le deja al descubierto medio rostro muy femenino, ojo de felina con los que examina el rostro convulsionado y deprimido de su ex marido.
Manolete mirándola con violencia no dice nada, su cuerpo hierático es un tempano de hielo a punto de desmoronarse por el incendio de un fuego fatuo.
-No quieres decirme nada, igual podría ayudarte- le dice tocándole la nariz suavemente sin que este se mueva- Mi actual pareja va a construir un mercadona en Vall d' Uíxo, es empresario, también tiene otros muchos negocios y necesitará chicos para cargar los carritos de la compra. No paga mucho pero es un buen trabajo. Eso si, te tienes que afeitar, depilar y tomar hormonas para rebajar el timbre de tu voz. Las clientas del mercadona se pueden asustar y no consumir si un buenos días suena muy grave.
-Largate y dejame en paz, me oyes- le dice Manolete que lentamente camina hacia la salida.
Conforme sale a la calle respira el vapor húmedo de la lluvia de septiembre que el sol del mediterráneo veraniego hace irrespirable.
Al caballero que la acompaña los desempleados siguen haciéndole preguntas.
-Señor Cándido Méndez ¿van a empezar dentro de poco las obras del mercadona y de la perfumería drumi sueños húmedos de pijas anoréxicas?- le preguntan al conocido caballero que es un gran empresario.
of caurse, ok, good, good- dice el empresario con acento yanky tocando teclas del móvil sin mirar a la cara a los golfillos del paro- he venido aquí para pone anuncios del personal que necesite, y creo que voy a necesitar a varias jóvenes anoréxicas para mi perfumería.
El empresario mira a los farandules y centra su atención en una chica esquelética del banco que aguarda turno. Lleva trenzas rubias, ropa dos tallas menos muy ajustada, mira una revista de moda con las piernas cruzadas carentes apenas de carne.
Méndez con mirada picara de empresario va hacia ella.
-Hey girl ¿ leyendo ? - le dice.
Con aires de perra encelo se acerca su compañera a cándido atusándose el pelo bajo la pamela.
- ¿Buscas empelo?- le pregunta Cándido a la anoréxica.
-No responde la chiquilla, estoy aquí para apuntarme a una escuela taller financiada por el PP y el banco santander de vendedora de perfumes, joyas, coches le lujo y animales exóticos, al parecer es lo que va a tener más salida profesional en España, así me ha dicho la orientadora laboral.
Ok, Ok, muy bien babygirl, veo que eres una persona con grandes aspiraciones educativas y formativas, good, good, me gusta, es lo que necesita el país, eso y más cocineros como Arzac- le dice el empresario orgulloso de la joven promesa cum lauder. Una llamada le interrumpe y el abrazo impertinente de su pareja dando prisas.
- mira tengo algo de prisa pero si quieres trabajar en una perfumería de dependienta llama a este teléfono y pregunta a mi secretaria por mi ¿vale?- el empresario se aleja.
Por el amplio pasillo desfila la pareja, levantan las manos saludando a los parados y funcionarios, algunos les hacen fotos. Se detienen para salir bien, sonríen, siguen unos pasos más hasta la siguiente foto. La mujer seguridad va tras ellos protegiendo a la glamurosa pareja.
El hombre del garrote y la boina siguen con la mirada puesta en la mesa que le toca ajeno a el empresario y su pareja. Habla solo mascullando entre diente Casimiro tiene faena y yo no, Casimiro.
Dante y Virgilio consiguen un asiento de un par de mujeres jóvenes que tiene que irse para buscar avituallamiento en los servicios sociales para sus crías al haberlas agotado de tantas horas de espera. Los bebes y niños han pasado la mañana llorando y correteando por el servef molestando a la gente.
En la mesa número 5 le toca turno al hombre de la boina. Levanta lentamente, regio, rechoncho, ayudado del bastón, se dirige al funcionario, un joven de metro ochenta delgado, fino, con cara de pedante bobalicón y vago.
DNI- exige el funcionario alargando la mano para cogerlo pues ya lo tenía preparado. Marca su nombre en el ordenador: Juanes Vidal de Castro y salen sus datos
Vengo a por el trabajo de las ovejas- le dice el tío Juanes.
Está cubierto- le responde el funcionario.
¿Por quién?- le pregunta tío Juanes.
No puedo decírselo- le responde con indiferencia el funcionario- ¿ Desea algo más, figurar en una escuela taller de agroecología?
El tío Juanes se levanta hablando consigo mismo.
Al Casimiro que tiene tratos con el alcalde le han dao la faena, a él no le hicieron matar las ovejas como a mí por la directiva europea, el Casimiro se queda la faena, el Casimiro siempre to pa el Casimiro, puerca vida, pero esto lo arreglo yo. Toa esta miseria se acaba aquí.
El hombre del garrote de complexión varonil, fuerte, recia, bajito y lleno de razones se gira y le pega tal garrotada al metro sexual funcionario en la cabeza que los sesos salen disparados quedándose pegados en al mampara de cristal.
El funcionario con los ojos abiertos lentamente cae sobre los folios y las ofertas del servef llenándolas de sangre.
La seguridad acude con la porra, pero el tío juanes le pega en la boca del estomago con la garrota a la mujer que queda malherida de cuclillas en la misma posición que las aborígenes africanas cuando paren. En esa posición encuentra el angulo perfecto para desnucarla de otra garrotada. El resto de funcionarios desprovistos de la autoridad que les protegía se meten bajo las mesas. El tío Juanes se dirige a los parados, recuerda al anarquista y sus incomprensible formulas, acercándose a los más jóvenes empieza a pegarles hablando a la vez:
Quia, quía, es que estáis tontos, estas personas con camisa nos llevan a un barranco para degollamos como los moros en Annual, a por ellos coño que no tenéis sangre, quia quia.
El tío Juanes señala a los funcionarios que cada vez se meten más bajo la mesa.
Quia, quia, odo, venga- va dando garrotazos por la fila de los que están en el banco para animarles a la lucha. Casimiro te mato, Casimiro tienes faena y yo no, Casimiro, Casimiro.
Muchos parados se han puesto en pie comprendiendo lo que quiere decir el tío Juanes y se lanzan con furia sobre los funcionarios.
Al director del servef lo decapitan y tiran su cabeza a una papelera.
Las funcionarias lesbianas son cazadas cerca de la puerta intentando escapar y colocadas una al lado de la otra sobre el banquillo. Asidas de los brazos por fuertes ex encofradores mientras unos ex camioneros les quitan las camisas dejando sus pechos sonrosados al descubierto, sacian como es natural y perdonable entre los parados sus naturales instintos reprimidos por la crisis. Las funcionarias chillan mucho exacerbando los nervios de los parados que las despanzurran con abrecartas.
El tío Juanes a los más rezagados les da con la garrota para animarlos en el disturbio. Dirige a un pequeño grupo a la puerta a base de coscorrones para indicarles que deben atrancarla y colocar un rehén atado a una silla para cuando lleguen los geos.
A las mujeres violadas y mutiladas que se retuercen sobre las mesas con las carnes y vísceras palpitantes, en un acto de piedad los parados unen sus carnes con las grapadoras de oficina desinfectada con silaba.
Varios indignados del movimientos 15-m que quieren capitanear el movimiento se plantan delante de unos ex matarifes que llevan aun rincón a una hermosa joven becaria de la facultad de psicología que hacía practicas para recursos humanos. Los indignados levantando las manos y agitándolas pidiendo la palabra dicen:
-¿Pero que hacéis hermanos? Con violencia no se resuelve nada, debemos dialogar con los funcionarios, si no estamos de acuerdo en algo podemos hacer una acampada y un escrito de indignación mandado a zapatero.
El tío Juanes que a garrotazos lleva a un grupo para que reviente la puerta de los lavabos donde hay tres o cuatro funcionarios escondidos, al ver a los indignados se acerca a ellos por atrás dándoles más de 24 golpes mortales en la cabeza.
Dante y Virgilio suben y bajan por las escaleras del edificio sobre los cadáveres aun calientes realizando analogías con mayo del 68.
Dante encuentra a Cándido Méndez con su bella mujer en la azotea y llama a su amigo Manolete.
-Manolete que soy el Dante, mira no se si estarás siguiendo la protesta del inem- le dice.
-Si, si estoy aquí bajo, al salir del servef me fui al muro de las lamentaciones y me di un par de cabezazos, veo las llamas y los cuerpos que habéis tirado desde las ventanas.
Pues tengo una buena noticia, aquí está tu ex mujer y a su pareja, en la azotea, a ver si puedes pasar y hablas con ellos.
La mujer se quita la pamela, tiene la cara blanca amarillenta, se coloca las manos sobre el rostro. Cándido maestro del dialogo intenta mediar sacando un fajo de billetes que agarra Virgilio y se guarda en el bolsillo.
Gracias baby, esto por la revolución- le dice guiñándole el ojo.
Manolete con una bloque del muro de las lamentaciones intenta entrar ,pero la puerta esta bloqueada. Dante y Virgilio hablan con el tío Juanes, le convencen para que le dejen entrar. Con mucho esfuerzo y todos unidos consiguen hacer un pequeño hueco que vuelven a tapar una vez entra Manolete. Sube raudo con el bloque a la azotea, la cara la trae llena de furia salvaje, semeja un animal más que un ser humano.
Por favor perdoname todo, volveré contigo- le suplica su mujer abrazándole las rodillas y con la cara llena de lagrimas.
Ahora te vas a enterar- le dice Manolete.
Levantando el bloque del muro lo estrella sobre su cabeza destrozándola en muchos fragmentos.
Méndez arrastrándose con los ojos en blanco sin ver por el pánico choca contra todo los objetos a su paso culebrero. Se acurruca en una esquina balbuceando.
Dante, Virgilio, Manolete lo rodean entre burlas. Lo llevan atado a una antena y arrancan unos cables de la luz separando la fase y el neutro que colocan en cada uno de sus brazos inmovilizados.
La corriente eléctrica circula por su cuerpo asándose lentamente entre convulsiones dolorosas.
Al cabo de varias horas los disturbios finalizan. Para evitar en las elecciones generales problemas de votos y que otras comunidades copien el ejemplo los acontecimientos de Vall d' Uíxo se silencian lo ocurrido firmando un armisticio con los parados.
Al tío Juanes el alcalde le da el trabajo de cuidar una manada de borregos. Dante y Virgilio se colocan en el mercadona. La chica anoréxica se titula en perfumerías y moda siendo al encargada de druni. Manolete consigue trabajo en el telepizza.
Los funcionarios al día siguiente son reemplazado por otra remesa y algún androide.
El servef es reconstruido durante la noche, los muertos tirados al mar. Los judíos dan dinero para reparar los daños del muro de las lamentaciones de Uixó y se consiguen tres puestos de trabajo en la reforma durante más de dos semanas, que se amplia una más.
Al cabo de seis meses Manolete, Dante, Virgilio, la anoréxica, vuelven a encontrarse en el paro.
Angelillo de Uixó dedicado a los parados y a pink floyd.
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