sábado, 26 de marzo de 2011

Encuentro con Paruba.









El encuentro con Paruba. Historia agrícola basada en hechos reales.

El valle de Uixó se encuentra rodeado de montañas que van a morir al mar entre caminos de naranjos y silenciosas acequias de aguas turbias.
El campo empieza a vestirse con colores de primavera, los animales salen de sus madrigueras con la esperanza que da el buen tiempo y las cosechas abundantes. El zumbido de los insectos acompaña a los caminantes que deambulan por las sendas y veredas tratando de olvidar en el recogimiento del bosque su vida laboral, las relaciones familiares y el mundo que tienen que soportar con resignación.
Mientras las personas de bien, con cargas familiares, hipotecas, hijos, trabajos remunerados y jerárquicos vagabundean por el monte, los goliardos de Angelillo y Jesús se afanan preparando en las montañas la tierra que acogerá las semillas en el campo.
Obtienen turba que genera el bosque cercano a su vivienda, evitando las costosos precios de las turbas traídas de ucrania con productos tóxicos. Este bosque está olvidado desde hace mucho tiempo.
Hace varios siglos tuvo su momento de esplendor , en la época en la que cabalgaban las tropas musulmanas haciendo de España el paraíso terrenal.
El edén del bíblico jardín no se encontró nunca en la Arabia feliz, si no bajo el poder de la media luna en Vall d' Uixó.
Los agricultores moriscos llevaron este bosque a la máxima producción posible. Todo se perdió cuando les expulsaron.
Hoy solo sirve el bosque como terapia mental para paseantes acompañados de perros a los que les hablan.
Angelillo y Jesús han vuelto al lugar. De allí sacan no solo turba para las semillas, si no compost de las hojas de los arboles y frutos, raíces, que nadie se toma la molestia en recolectar pudriéndose en la tierra.

Una mañana tras las lluvias de marzo este par de camaradas se encontraba recogiendo abono y turba cuando apareció Paruba.
Hubiera sido una mañana cualquiera de preparación del trabajo agrario, y esta historia para el portal algarabía basada en hechos reales no habría tenido lugar, si no hubiera sobrevenido la fatal aparición .

El encuentro con Paruba, historia de un licenciado.

Paruba para el que no sea del Valle de Uixó donde todos nos conocemos, le diremos que es un licenciado en agronomas. Por edad pertenece a la generación maldita, la actual generación NINI.
Es como la mayoría de licenciados y funcionarios: un imbécil pedante que sufre de intelectualismo y en su vida a pegado palo al agua, excepto 3 meses que estuvo en el congo trabajando para una ONG en una tribu caníbal. Les enseñaba agricultura ecológica, el proyecto lo financiaba la empresa mosanto y Bayer.

Paruba sorprendió a Angelillo y a Jesús en plena faena y les saludo. Los pelos a los dos se les pusieron como escarpias.

-¿Que estáis haciendo?- les pregunto.
-Recogiendo turba para las semillas- contesto sin mirarle a la cara angelillo pensando que haciendo mala cara Paruba seguiría con su paseo y les dejaría en paz, pues Angelillo y Jesús ya tenían bastante cruz en esta vida. Pero Paruba era de estos tipos insensible incapaz de respetar los gestos de sus semejantes, tenía que dar su opinión en todo, ya fuera: agricultura, política, relaciones sociales, sexo, ONG, sindicalismo, astronomía y canibalismo. No había nada que Paruba no supiera.
Paruba no podía dar su visto bueno a la recogida de turba de montaña y empezó a criticar el trabajo de Angelillo y Jesús.
- Pierdes el tiempo Angelillo. Primero debes hacer un análisis con medidores para saber si las hojas del bosque abandonado no tienen exceso de vitaminas solares, o si el excremento de las ardillas y las palomas han podido influir en el Ph, es necesario la prueba de la B- 41. Después creo que con vuestra forma de trabajar artesana vais a tardar mucho en recoger la turba, no es rentable. La turba de monte sola no sirve, si metes la semilla con turba el agua se ira del semillero. No lo haces bien Angelillo, tienes que mezclar con tierra del campo y un poco de arena. Debes hacer una ecuación para saber los gramos de turba de monte y tierra que necesitas. ¿Has hecho la ecuación Angelillo, has hecho la ecuación?-insistía Paruba con ansiedad y levantando la voz ya que pasada una muchacha joven hablando con su perro Chau- chau. El pobre animal debía soportar por un plato de comida para gatos del corte ingles semejante ama.
Angelillo saludo a la chica, era una funcionaria del ayuntamiento. Era muy linda la muchacha y se cuidaba mucho, pero tenía el defecto de ser pija. Sufría de una profunda depresión debido a que trabajaba para el ayuntamiento donde el politiqueo, las jerarquías, la vagancia y la corrupción le llevaron a un maravilloso viaje a la depresión con delirios suicidas.
-¿ Que tal Alicia?- le pregunto Angelillo sonriendo.
- Como siempre Angelillo- le respondió la funcionaria mientras se perdía por el bosque llorando.
Paruba la miro con deseo, su sueño era casarse por la iglesia con ella ya que acaba de divorciarse de su segundo marido.
Paruba estaba en edad de merecer, con cerca de los 40 años deseaba propagar sus genes por el mundo.
Una vez paso la muchacha volvió en si. Se percato como buen sabio de que Angelillo se le iba por el barranquillo poco a poco, dando pasos sigilosos y cortos.
Pero Paruba trabajaba de funcionario de la cámara municipal agraria. La misma que llevaba el banco de tierras, si algo sabia hacer era perseguir a la gente.
Acorralando a Angelillo y Jesús siguió con su discurso:
- Angelillo, me han dicho que te has dado de baja del comité de agricultura ecológica. Tienes que volver a darte de alta en el comité y vender tu cosecha a un mayorista para que se la lleven a Alemania.
Esto es lo que le contesto Angelillo molesto:
Pero si ya te dije cuando viniste al campo que lo que vale el sello del comité es más de lo que te dan por toda la cosecha. Un mayorista no te da ni 10 euros por 100 kilos de tomates.
Oye Paruba, yo nunca te he dado un consejo. Permite que lo haga ¿ Por qué no te apuntas a las brigadas que esta haciendo el gobierno para dar salida a licenciados como tu llevándolos a Alemania, Stalingrado, al Congo Belga y a las centrales nucleares de Japón?
Paruba no se dio por vencido y siguió, siguió dando consejos.
Durante tres horas Angelillo y Jesús soportaron a Paruba con sus discursos sobre lo que tenía que hacer. Les contó la biografía de Fukuoka, de Juaquin Aroujo, pasando por la vida de Felix Rodrigez, Hitler, Stalin y Ho Chí Minh.
Como el destino no es justo ni proporcionado , cuando Angelillo y Jesús estaban a punto de darle una estocada en el cuello apareció su salvador.
Pasaba por el camino del bosque un anciano perdido de la residencia. Le había arrojado a esa prisión su hijo como recompensa por pagarle los estudios de abogado, la casa, el coche, la boda con Alicia y la comunión de la nieta.
El anciano tenía alzheimer y en su juventud había sido agricultor.
Angelillo lo conocía de vista. El viejo como no se enteraba de nada no reconocía a Angelillo.
Jesús con gran acierto convenció al anciano de que Paruba era su hijo. Angelillo entre tanto entretenía al funcionario.
-Hijo mio, hijo mio- se abalanzo el anciano sobre Paruba convencido de ser su hijo al cual no veía desde hacía 5 años.
Angelillo y Jesús aprovecharon para salir de allí corriendo al grito:

Mariquita el último.

Es un texto de.
Angelillo de Uixó, Ángel Blasco basada en hechos reales acontecido en el valle de Uixó.

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