jueves, 15 de marzo de 2012

El atentado terrorista de Angelillo de Uixó







El atentado terrorista de Angelillo de Uixó.

Narración dedicada a mi hermana Tamara , por su cariño mostrado, por su fe. Aunque nuestras siglas, nuestros objetivos, nuestra revolución, nuestros ideales, hayan sido secuestrados de las cárceles, fosas comunes, de la justicia y de nuestro corazón.


Canto I.
Los mendigos de Valladolid y el hijo del alcalde del PP.
Valladolid , clavada en un seco llano, frío de marzo sin nubes, el sol en lo alto. Las flores de los parques marchitas, quemadas de escarchas. La tierra de los jardines reseca, la urbe pesimista. Calles azuladas y castizas del mejor habla castellana pobladas de obreros empobrecidos que cómo torna soles buscan rayos de esperanzas fuera de sus almas de cobardes. Los mendigos, escoria industrial que brota cómo hongos, en pose aristocrática extendidos en las sombras de las esquinas, rodeados de basura se muestran cínicos con el mundo ante la mirada indiferente de los transeúntes. Los señoritos con corbata pasean cargados de sonrisa. Con nobles ojos de idealistas observan la realidad ufanos del orgulloso pasado nacional. Contemplan felices y prometedores la nueva España con tintes Barojianos que se vislumbra al ser trazada radial con compás y calculadora por el recortador.
Dentro de un viejo parque por donde paseara Miguel Delibes una milana en la copa de una encina con una pequeña rata entre las garras observa las sombras del ruedo ibérico que agitan lentamente sus aguileñas cabezas dentro de un parapeto infantil.
La tranquilidad del bíblico jardín vallisoletano queda interrumpido por los eructos de dos pordioseros que estiran el cuerpo dentro una caseta de plástico para juegos de niños. Imita el parapeto en su forma la casa la de la serie de los Pica piedra. Ha servido de albergue para pasar la noche helada. Se rascan con las garras de los dedos el cuero cabelludo, pasan las ennegrecidas manos por los rostros quitándose legañas y mocos. Buscan en el macuto, una bolsa de cuero rota de color indefinible y pegajosa, algo de alimento. Comparten unas galletas rancias que devoran con los intestinos revueltos. Un pequeño perro caniche llamado jamelgo pide ración moviendo el rabo y temblando de frío. Obtiene un trozo de galleta salada que le sacia y se acurruca entre los cartones. Cierra los ojos enrocado en el cartón tiritando. Olor a calcetines podridos, sucios y húmedos, visten con ellos los pies envejecidos, llenos de llagas de servir en tantos caminos. Los dos mendigos llevan largas barbas. Los zapatos agujereados en la suela, se sacuden el cuerpo cómo un perro cuando se levanta.
Asoman para recibir el día la cabeza por la ventana de la casa de los Pica piedra y ven a una mujer colombiana joven, hermosa, servil. Mece en el columpio a un niño rubio al que cuida. La mujer al verlos grita. El niño llora , un policía a caballo que hace ronda galopa hasta la mujer.

-Señorita puedo servirle en algo- pregunta el agente desde el caballo observando el escote exuberante y valiente de la colombiana que no le importa cómo a las de su país las neumonías. Apretando piernas y espuelas al cuerpo del caballo se yergue el agente aguijoneado de deseo.
Oh si agente, por dios que horror- voz melosa y acompañada de gestos sexuales dan énfasis a su agravio. Provoca a las dos bestias, hombre y caballo, se desabrocha un botón del escote y deja ver medio pecho al agente que se inclina, ella con la mano en la frente le susurra los hechos que espera paciente el agente y el caballo- aquí estaba columpiando a Borja Mari, el hijo del acalde de Valladolid, cuando al girarme para llevarlo a los toboganes de la casa de los pica piedra he visto a dos hombre que me observaban.
Ah si, gracia por comunicarlo, serán maricones, ya avise de que el parque se llenaría de maricones si ponían esa casa en el parque. En el retén se rieron de mi, me quisieron llevar a un loquero y me degradaron a policía montada- le dice el agente contento de comprobar cómo sus predicciones se cumplen.
El centauro se dirige a la casa de los pica piedras. Se halla encalada sobre un pilar de cuatro metros recubierto plástico en forma de árbol rodeado de toboganes por todos lados. Sobre el pilar, la casa de cuatro metros cuadrados.
El agente desde abajo saca la porra y golpea un tobogán. El ruido galopa hacia arriba mientras grita:
Eh, los de arriba, maricones. Venga salir, dejaros de haceros pajas, no me gustan las pajas.
Los mendigos sacan la cabeza y observan a la autoridad. El agente les increpa:
Si no sois maricones, sois vagabundos, recristo quedáis detenidos, bajad ahora mismo aquí para que se os detenga- grita histérico con ganas sádicas de detenerles para conseguir ser el primer policía que detiene un mendigo con la nueva ley aprobada por el alcalde de Valladolid contra vagos y maleantes y premiada con ascenso al primer arresto.
Los dos mendigos dialogan entre si:
-Creo que será mejor tantear una salida, a ver si la chatis esa que ha llamado al madero nos acusa de hurto, violación, masturbación publica, o crimen. Vete a saber, que para nosotros no hay justicia, mejor apretar ya Jose- dice con gran cordura y raciocinio el más veterano de los mendigos, hombre de unos cuarenta años, larga barba ya blancas de desengaños sufridos errando por el mundo, le conocen en Valladolid como Paco penas.
Su compañero más joven, Jose, aun no se ha ganado mote. Menor de 30 años y ya carrilano sin remedio. Carente de sensatez por edad, decide entablar discusión con el agente. Desde la ventana resistiéndose a bajar hasta saber de que se les acusa saca un pañuelo blanco solicitando palabras:
-Madero, por que nos señalas a nosotros, no hemos hecho nada malo , íbamos a recogernos y troncar este lugar por otro. Dinos de que nos acusas.
El agente mirando hacia arriba desconsidera palabras y apremia soberbio:
-Nada tengo que explicarte, ¿quien te crees que eres, Urdangarin Conde de Palma? ¿desde cuando se le dice a una persona por que se le detiene? Bajar para que os detenga y punto pelota, daros prisa- les dice el agente mirando a la colombiana que observa la escena con una sonrisa picara . Borja Mari juega en la tierra indiferente a todo.
Se hace silencio en al casa de los Pica piedra, lanzan un puchero repleto de orines a la cabeza del agente. El agente sorprendido y lleno de rabia clava demasiado profunda las espuelas en el caballo que se desboca. Gira relinchando encabritado a dos patas 360 grados, queda el jinete en posición horizontal sobre el suelo. Aprovechan para saltar los goliardos por los toboganes mientras la bestia galopa descarriada pese a los esfuerzos del agente. Aplasta bajo los cascos a Borja Mari.
El agente controla el caballo, da media vuelta picando espuela y se lanza en persecución de los mendigos que corren por el césped del jardín hasta meterse en unos tubos que sirven para jugar al escondite. Jamelgo sale del bolsillo interior de Paco penas y los guía con su fino olfato a la puerta de atrás del parque por un pequeño laberinto de setos al que llegan los tubos. En el laberinto repleto de maricones despistan al agente. La milana bonita con la rata en las garras contempla la escena. Levanta el vuelo graznado y observa cómo salen a la calles los dos hombres. Da el parque a una plaza, la de la Universidad, el lugar los oculta, gracias a sus atuendos undergraund pasan desapercibidos los vagabundos entre los estudiante anti sistema de la universidad de Valladolid.
El agente galopando lentamente algo triste por el incidente, vuelve donde está la colombiana. La muchacha llora por miedo a perder su trabajo. El chiquillo con su flequillo rubio, sus ojos abiertos inmóviles tiene un aire siniestro semejante al de su padre. La muerte no le quita el gesto de tirano a Borja Mari , apenas mueve a la compasión su muerte, casi verlo muerto es un alivio cómo lo sería si muriera su padre. El agente mira a la criatura sin sentir nada, va a la casa de los Pica piedra y vuelve cargado. Tira sobre el cadáver infantil algunos cartones sucios marcados de esperma seco de los vagabundo y vómitos del vino. Las piernas de Borja Mari aun se muestran visibles, coloca el agente ramas de un seto de baladre rotas por el paso del caballo. Llama a la colombiana a la que lleva a la casa de los Pica piedra por donde se cola una luz intensa amarillenta.
El policía agarra contra sí a la mujer. Esta gime por su trabajo.
El policía para tranquilizarla le pega un par de ostias, le prepara la cuartada con instrucciones de lo que tendrá que declarar.
Desnuda a la muchacha, la pone a cuatro patas y monta rica colombiana picando espuelas sobre las nalgas de la mujer que chilla histérica de dolor, placer y miedo. El policía se afirma a sí mismo:
-No soy maricón- aunque no puede dejar de pensar en los penes que ha visto en los setos.
Cuando termina le escupe a la colombiana, toma los datos y anota su nombre para venderla a un burdel.

La tarde llega marchita, triste, con una población deprimida , difunta y aterrorizada por la crisis. Los dos mendigos con las tripas revueltas de dos días sin apenas comer más que pan, galletas y simiente para palomas que encontraron en el parque buscan pórticos de iglesia desocupadas para extender las manos.
Encuentran sitio bajo una portada barroca. Al cabo de cinco minutos acuden dos agentes del orden que hacen ronda. Se acercan sigilosamente sorprendiendo a los dos mendigos.
Saben ustedes que es un delito grave pedir limosna- plantado sobre ellos amenaza el agente , junto a él, cómo enamorados su compañero, parecen dos torres frente a los dos monigotes mendigos humillados de rodillas.
No- Responde Paco penas con un ojo cansado adornado de venillas rojas que rodena la pupila, señal de anemia.
Jose su compañero suspira sin decir nada, ha aprendido la lección de socratica de para que sirve la palabra . Humilde lanza la mirada al suelo deslumbrado por el reflejo cegador de las dos gafas de sol raiman -lacoste de los agentes.
No, ¿Que?- dice uno de los agentes en tono chulesco. Su rasurada perilla de pequeños pelos cuidadosamente cortados con tijeras conforman la mueca de furia de un tirano sádico. Las dos figuras uniformadas a lo play movil policía semejan dos metrosexuales gays de gimnasio.
No, que no sabíamos agentes, ahora sabemos, comprendemos y nos vamos. No mendigamos más, perdones ustedes señores- dice sumiso Paco penas levantándose del suelo. Recoge el cartón que sujetaba en las manos donde se leía:

Sin trabajo, sin casa, sin amor y sin dinero, que vida más jodida, caridad por favor.

Jose tose , el sonido semeja cómo un enfermo de escorbuto. Sin poder evitarlo lo que sale del arranque de la boca da la bota del policía que tiene una mano apoyada en la porra y exhibe bandera de España con aguilucho negro para intimidar.
Los dos policías con la boca abierta bajan la mirada hasta la limpia bota fascista negra. Desentona el escupitajo verdiamarillo sobre el brillo del betún dado por el moreno subsahariano Sam momentos antes. Se desliza el gapo por el cuero dejando por el camino su rastro nauseabundo que la sensibilidad de los agente no pueden tolerar.
La mano del agente agredido se cierra en torno a la porra, las venas se hinchan, los pelo se erizan, el palillo de los diente se rompe entre sus colmillos. Una gota de sudor resbala por el rostro del fascista, y tras eso se escucha romperse el hombro de Jose. La porra le ha partido la clavícula de cuajo, descoyuntado cae al suelo, el otro policía le levanta y el agente agredido le descoyunta el otro hombro.
Jose chilla, para callarlo le golpean a la vez con las porras en el abdomen. Sin respiración y azulado cae Jose roto entre vómitos. Los fascista embriagados por su poder caen sobre él , a patadas lo dirigen por el suelo. Jose serpentea inconsciente como una víbora por la acera.
Una pareja de anti sistemas ataviados con camisetas del che y Hugo Chavez ven el linchamiento. Les hierbe la sangre, se sienten impotentes.
Paco penas se ha fugado de la escena con jamelgo.
Dios mio lo van a matar- dice el joven soltando la mano de su novia- deberíamos hacer algo.
No, mejor no meternos en problemas, por dios Tomás vayámonos de aquí, venga vayámonos no puedo seguir viendo esto- le dice la chica llorando a su novio que está clavado al suelo temblando.
Si, vayámonos Raquel,- reacciona Tomás con el rostro de cera y las piernas que apenas le aguantan- vayámonos, vayamos. Contra el poder no se puede hacer nada, sacare unas fotos y las pondré en facebook.
Suena un golpe seco que da fin a la vida de Jose, ruido de cráneo rompiéndose cerca de un contenedor de basura verde y grasiento de la esquina de la iglesia. En lo alto del pórtico gótico Jesucristo contempla la escena solemne acompañado de los apóstoles.
Raquel al escuchar el ruido de golpe sobre el cráneo lanza un grito grave estremecedor. Se agarra a Tomas presa de la histeria, queda rígida clavando sin darse cuenta las uñas en la espalda de Tomas que apenas puede respirar.
Los policías les observan y van hacia ellos.
Tomás intenta mover a Raquel.
Vamos, corre, corre que vienen- le grita asustado, fuera de sí.
Raquel paralizada ha quedado catatónica.
Tomás como puede se desembaraza de ella y corre por la calles. Los dos policías miran a la chica que parece una estatua, la tocan y no se mueve, hacen fotos y chistes, le pegan un empujón y cae al suelo .
Vuelven a Jose, yace ennegrecido, con los brazos desencajados, el pelo revuelto y crispado, sucio de sangre y excrementos, apesta. Le toman pulso, confirman que no tiene, lo aúpan sin mucho esfuerzo y lo tiran al contenedor de basura.
Canto II.
La cooperativa Amalur y los miembros de UCE, historia de una secta eco comunista en una alquería blanca de Castellón.

Paco penas con jamelgo camina por duros paramos de la meseta leonesa que se extiende interminablemente amarillenta. La espiga dorada del trigo mecida por el viento ondula las eras. Semeja el viento una mano que pasa suave por los cabellos dorados de una hermosa rubia virgen. El alimento doblado por el céfiro en estos paramos solitarios es el único movimiento. Silencio y soledad infinita. Los cielos rasos y plomizos, sobrecogedores entre los caminos mortecinos. En lo alto las rapaces, a lo lejos algún caserón abandonado con un olmo en la entrada.
El hambre, el hambre amenaza al Penas y jamelgo con desesperación. En las tierras de Arévalo en las eras sólo hay grano aun no comestible, nada más se planta, en las zonas de barbecho sólo crece la sangrienta amapola. La tierra tiene color a sangre y sudor. Con quien se cruza le acecha, algún pastor de merinos que con la gallota la blande amenazante.
Los caminos le llevan hacia el este, cada vez más frondosos y donde el viento de poniente se va haciendo más suave, más cálido y los cañares traen el recuerdo de jóvenes moras adolescente cantando cerca de una fuente.
Paco Penas camina raudo hacia el este por los oscuros paramos castellanos occidentales, donde el sol cómo protesta apenas calienta a estas tierras de salvajes ascetas, fascista, cristianos, mata moros y franceses, que hasta acabaron con los ejércitos napoleónicos que les traían paz, buenas intenciones, progreso y democracia.
Va quedando a su espalda en el declinar de los días los castillos en ruinas. Las eras formadas por terruños polvorientos donde las cepas con sus muñones siniestros se alzan diabólicamente a los cielos para envenenar la garganta de unos hombres que sentados en una vereda a la sombra de una encina fuman tabaco de liar observando como el merino pasta hierbas secas.
Llega el día dichoso para El penas y jamelgo , el aroma a mar está cerca . Asoman las pequeñas huerta de horticultores repletas de sus frutos: melones, fresas, sandías,pepinos, tomates... el perfume del romero, a hierba buena, el sonido de la abeja, la inconfundible fragancia de las flores de Valencia, y el carácter amable, generoso de las gentes en el levante heredado de los moros, donde gracias a Mahoma han conseguido sobrevivir hasta nuestros días a salvo de la fiera barbara castellana.
Olfatea jamelgo y Paco penas feliz la esencia perfumada a moro y libertad, escucha con atención las voces humanas que no paran de brotar cómo las gotas cristalinas de un torrente puro de montaña. Llegan mezcladas por los caminos los ecos del cascabelero acento catalán con el que hablan las gentes de Valencia, junto las conversaciones berberiscas.
Cerca de Castellón capital, entre un pinar que atraviesa la vía Augusta se vislumbra un mas.
Caserón antiguo, levantado a principios del S XX por un agricultor naranjero rico. Está hecho de mampostería de rodeno. Se encuentra rodeado de acequias que tanta fortuna le trajeron. Llevan aun milenarias las aguas oscura, somnolientas, a las huertas.
En la entrada del mas hay plantada una palmera , a su lado un dorado limonero cargado de frutos. Entre unos pinos cercanos, amarrado un hombre llora y suplica a la diosa Gaya. Su pareja trata de conmover a dos moros argelinos con turbante que lo azotan. Ella se revuelca por la tierra , pide gracia, suplica con las manos abiertas y juntas. Los gritos de la fémina son lastimeros. Trata de conmover, el hombre atado también suplica, recibe dos docenas de azotes y lo sueltan.
Los moros ante de irse abren el coran y rezan.
La mujer corta la cuerdas, el hombre cae desplomado, cómo puede lo arrastra.
Paco penas y jamelgo cuando están lejos los verdugos se acerca a la mujer por la espalda. La doncella se sobresalta. Queda quieta con el hombre apoyado sobre su hombro en el que descansa, el Penas que no inspira miedo con su aspecto de viejo sin fuerzas, con el rostro noble y sin gesto de violencia, habla con su voz grave y ronca:
- He visto cómo daban corchetas a tu compañero los sarracenos, le han señalado y dado jubón del bueno. Yo no me meto, no me viene, ni me va el asunto del coran, estoy de paso, si quieres te ayudo con la carga a cambio de algo de comer.
La chica joven, de aspecto español pero disfrazada de étnica indefinida, quizás india del culto a la diosa siba, quizás peruana de la pacha mama, quizás mora del culto a la virgen del Libano. Lleva la joven un aro en al nazi, tatuajes tribales por hombros, espalda, cuello. Su vestido consiste en una larga falda de colores, camisa corta de tirantes con la imagen del Che al que deforma la cabeza del héroe sus gruesos pechos que separan la cabeza del guerrillero 45 centímetros del resto de la imagen. La cabeza cubierta con el pañuelo palestino bajo el cual asoma su larga melena, sus delicadas muñecas están repletas de pulseras confeccionadas a base de piedras energéticas , un largo collar le cuelga hasta el ombligo decorado con varios aros plateados al estilo prostituta de harén.
- Lo que has visto es algo desagradable, no tiene nada que ver con la religión, si no con la lucha anti capitalista- le cuenta la chica- te explico, mi novio y yo somos de una cooperativa ecológica y militantes comunistas de la tierra, pertenecemos a una organización radical espiritual revolucionaria que pretende acabar con el capitalismo por todos los medios, por eso sufrimos agresiones. Esos moros son cómo los de su raza, todos capitalistas. !Encima que les ayudamos en al distribución de verduras! Mira cómo nos tratan. A esto lleva el capitalismo. Ayudame y no solo te daré de comer, si no que podrás ser miembro de nuestra comunidad. Allí te ungiremos hermano, serás parte de nuestra familia revolucionaria. ¿Qué dices?
A Paco penas le es indiferente, levanta los hombros y ayuda a caminar al compañero.
Al ajusticiado le cae por la frente sangre y sudor, balbucea algo sobre Lenin, luego vomita.
Llegan al cabo de varios minutos a una carretera, la chica hace una llamada, da unas consignas y esperan en silencio bajo un algarrobo. EL ajusticiado delira. Se ve acercarse una C-15 blanca, destartalada. Para donde están y bajan varios jóvenes que se conmueven. Abrazan a la chica y a Paco Penas. Caricias, besos, a jamelgo que mueve el rabo sintiéndose querido. Sus vestidos luminosos repletos de colores chillones se agitan al ritmo de las muecas y carantoñas dadas al herido. Rodean su silueta tremebunda con sus flores estampadas, dibujos en blusas y jerséis de niños indígenas felices. Una de las chicas, de mediana edad aproximándose a la vejez, adornada con un lunar en la mejilla y locura en sus palabras balbucea una oración ritual. Da empaste de áloe vera sobre las llagas de la espalda del ajusticiado.
-Sujetarle la cabeza y abrirle los labios que le voy a dar el bálsamo de Frontineblas- dice un rastafari de sexo indefinido, repleto de aros en las narices, parpados, orejas y con un hueso en la cabeza que sirve de peineta para recogerse el pelo, es el o la chaman del grupo anarca comunista.
Las dos jóvenes que acompañan a él o la, se arrodillan junto al herido y susurran cariñosas palabras de ánimo :
- Román, Román abre la boca que se vas a poner bueno- las jóvenes sujetan los labios y el rastafari vierte el liquido negro azulado.
El herido una vez toma el bálsamo de Frontineblas empieza a convulsionarse y agitarse como un epiléptico, lo recogen y cargan en la furgoneta junto a Paco penas, la chica y jamelgo que ladra feliz.
Hacen camino en silencio, la compañera llora, el herido delira cada vez más.
La C-15 se detiene en una blanca alquería mora de castellón.
Las paredes están decoradas con soles, símbolos de la paz, retratos del Che, pintadas contra el sistema, hoces, martillos , estrellas y las siglas de la secta política UCE. Varias personas y perros están tumbados al sol. Al ver bajar al herido de la furgoneta levantan un ojo, los perros mueven el rabo y quedan de nuevo en silencio.
A Paco Penas nadie le dice nada, apenas reparan en su presencia y por su aspecto pasa desapercibido. Sacudido por el hambre decide a explorar el territorio. Por la alquería camina entre personas tumbadas, va pasando con cuidado de no chafar sus cuerpos debilitados por las drogas, el sexo y facebook. Busca comida, dinero, pero solo encuentra sobras de tofu y salvado de soja en una olla cerca de una chimenea. Aparta a un par de perros que husmean y las devora junto a jamelgo. Luego eructa y se tumba carca de una joven a la que acaricia las piernas mientras duerme. Esta despierta y le sonríe con la cara redonda de paz, se hace un porro, fuma y se lo pasa.
Al cabo de varios horas suena una campana llamando a asamblea.
Todos se levantan para caer otra vez en el jardín delantero de la alquería. Allí entre colchonetas, amacas, toallas o en la tierra se preparan a debatir tumbados.
Un anciano delgado, enjuto, de barba blanca y pelo largo canoso, con larga nariz semejante a la de judío hace de presidente de la asamblea. Sonríe a los asistentes, levanta las manos al sol dejando ver sus partes. Viste una túnica corta estampada con los colores del arco iris. No lleva ropa interior cómo protesta contra el capitalismo.
Habla el viejo anti capitalista:
-Camaradas, compañeros y compañeras, escuchad la voz de la sabiduría, el sistema capitalista opresor esta llegando a su fin, nosotros somos el futuro, por ello la llama del ardor revolucionario que prende en nuestros corazones debe prender contra la reforma laboral realizada por la derecha, debemos reforzar aun más la lucha si cabe. El sistema tiembla ante nosotros.
Los miembros de la comuna aplauden.
-Quiero deciros a colocación de lo que he dicho, y siendo el motivo de esta asamblea, que he tendido noticias del colectivo revolucionario del 15-m, quieren que hablemos de nuestro modo de forma alternativo para divulgarlo ¿que os parece? Vamos a ser un ejemplo de lucha.

Bravo. Bravo claman todos los asistentes conmovidos, entusiasmados y pasándose porros y litronas de cerveza.
De repente a la alquería llegan de súbito tres bicicletas y un monociclo con jóvenes vestido al uso de traje regional de agricultor valenciano. Pitan frenéticamente con el timbre metálico de la bici, hacen gallardos caballitos y derrapan. Al llegar a la alquería tiran la suelo las bicis con estruendo. Caminan mirando fijamente al anciano que se torna amarillento como una sepia. Intenta girarse para meterse en la casa. Uno de los ciclistas le agarra por el hombro y lo gira quedando su cara frente a la suya.
- Ye Pacheco ¿ que pasa ? No nos has pagado las verduras ecológica que nos compraste, ya estamos hartos de tus discursitos sobre la universidad de la tierra, sobre el sistema capitalista y demás memeces. Nosotros nos matamos trabajando y tu nos robas las verduras para venderlas en ferias medievales a precios desorbitados.
-Eh tu no digas eso- le dice escupiendo al hablar el anciano anti sistema Pacheco- tu no sabes nada ignorante, nosotros estamos luchando contra el sistema, el problema es que tu no comprendes. Estás intoxicado por el dinero. nunca dijimos los miembros de esta cooperativa libertaria comunista Amalur que os pagaríamos.
-Pero seras hijo puta- hace el joven con ademan de pegarle.
El anciano asustado se zafa de la mano y se retira dos pasos atrás y prosigue su discurso.
-Cuando nuestros comerciales contactaron con vosotros y os dijeron que nosotros podríamos vender vuestro productos a precio justo y razonable, querían decir que nosotros nos quedamos con vuestros productos y después una vez lo vendemos os pagamos. Esa es la forma de trabajar más anti capitalista conocida en el mundo. Si no lo entendéis no es nuestro problema. Viva Stalin.
-Nos habéis engañado- dice otro ciclista agricultor sacando la corbella, enfatiza con gesto sesudo la sensación de engaño, golpea con la mano abierta su propia frente repitiendo: engaño, engañifa, engaño.
Los miembros de UCE y de la cooperativa amalur se retiran, se suben a la C-15 y se van mientra patalean a Pacheco. Román curado por el bálsamo de Frontineblas sale mareado al jardín.
-Ese es el agente comercial de la cooperativa, el que nos embaucó con promesas y nos daba talones falsos - dice un agricultor ecológico al ver apoyado en el quicio de la ventana a Román delirando.
Un agricultor ecológico frotando en sus largas barbas las gafas de culo de vaso para asegurarse confirma el testimonio una vez limpias se las vuelve a colocar.
- Ese es, ese el el de las promesas y las mentiras.
El resto al reconocerlo se dirigen hacia Román.
Román intenta meterse en la casa y algo aturdido tropieza con una silla, cae al suelo y saca un poco de bálsamo del que toma unas gotas para resistir mejor la paliza.
Le dan una tunda merecida de palos que quiebra sus huesos anti capitalistas, tanto que ni el famoso bálsamo comprado a una bruja de una feria medieval le arregla. El anciano Pacheco como una víbora repta intentando escapar por el jardín. En unos matorrales la falda le traiciona enganchándose en una rama. Un eco agricultor lo ve y va hacia él lentamente.
- ¿Que se escapa Pachaco? Le dice poniendo su pie sobre su espalda ¿De paseo?
Los agricultores van hacia el, uno de ellos saca unas tijeras y le corta la melena que guarda cómo tesoro. Queda la figura malograda de Pacheco con sus nariz aguileña semejando un buitre leonado desplumado.
Los agricultores pasan a la alquería buscando sus productos o dinero, pero no encuentran más que tomates podridos, algunas cebollas medio consumidas. Cargan lo que pueden en el porta equipaje de la bicis y se van.
Paco Penas y jamelgo salen del armario donde se han refugiado, y emprenden camino silbando.

Canto III.

El delegado sindical de CC.OO. y su hijo.
Paco Penas se encuentra con el camino de entrada de Vall d' Uixó junto a jamelgo. Ve edificios blancos a lo lejos, dan sensación de colmena destartalada, aparecen en el horizonte como celdas, unos sobre otros.
Los campos yermos llegan hasta una especie de gheto industrial abandonado que se mezcla con la primeras viviendas del municipio.
EL Penas mira a su alrededor, los caracoles hacen equilibrios sobre la espiga de la avena silvestre.
Las urracas sobrevuelan el paisaje y comen la carroña de conejos muertos de enfermedad. Varios perros abandonados compiten con las urracas en el festín.
Paco no se decide de si ir a Vall d' Uixó o continuar hacia Sagunto, pregunta a jamelgo.
-Jamelgo, tu decides, vamos a Vall d' Uixó si te levantas y me das la patita derecha, seguimos la carretera si no te levantas y ladras.
Jamelgo se pone a dos patas y le da la patita delantera derecha.
-Tu has decidido jamelgo.
Dos cohetes estallan en el cielo azul dejando una estela gris y un gran estruendo, luego le siguen varios más, se trata de una mascletá.
La entrada urbanizada del pueblo esta rodeada por fabricas con sus chimeneas cayéndose, ennegrecidas, con las ventanas rotas, las puertas abiertas de par en par con iconografía fascista en las fachadas.
Ya en las las calles de la judería de Uixó, angostas,laberínticas, curvas y convertidas en bulevar donde escapar de la delirante realidad, desfilan las golfas medio desnudas con necesidad de ser queridas para sobrevivir al tedio. Uniformadas con gafas de sol, pantalones ajustados que marcan tanga, y pose de pijas. Adolescentes, viejos, niños , adultos, paralíticos, celebran las fallas. Chicas vestidas de falleras y porro en la boca caminan con el ramo de flores para dárselo a la virgen de los desamparados.
Las bandas musicales recorren el pueblo de abajo.
Paco Penas se queda fascinado al contemplar el jolgorio.
-Jamelgo, nuca pensé que un pueblo con sus campos tan arrasados, sus industrias fuera de servicio se lo pasará tan bien. Esto en Valladolid no pasa.
Jamelgo ladrá en señal afirmativa, cae un petardo a su lado y se acurruca en los pies del penas.
El penas deambula entre los transeúntes que le ofrecen libaciones de vino, cerveza, vodka que el carrilano bebe en honor al dios Baco patrón de Vall d' Uixó.
Paco penas llega a la parte de arriba, llamada pueblo de arriba. Allí no se celebran las fallas por ser zona franca para el toreo. Las calles se muestran cortadas al trafico, las barrera de salvaguarda del toro y cerca del mismo sirven de gradas. Están repletas de golfos y golfas de baja estopa que se divierten viendo correr a la gente perseguida por los miuras. Observa con deleite de viejo sátiro a las golfas subidas a las barreras que enseñan las bragas a los de abajo. Metiendo la mano en el pantalón se frota bajo la bragueta contemplando las chicas. Estás abanican sus rostros con la bandera nacional, chupan chupa chus mientras chillan animando a los golfos a que corran más rápido que el toro.
La tarde va llegando entre las alegrías, felicidad, dichas cotidianas de este pueblo. La gente se recoge para volver a salir por la noche.
Paco deambula y llega al pueblo del medio, que no es de arriba ni el de abajo. Allí se celebra en la sobremesa la procesión del beato municipal.
Todas la tardes de fiesta pasean a la momia de Recaredo Centelles, abad falangista.
Paco Penas contempla la escena apoyado en una barandilla, recibe la visita del monaguillo que le extiende una palangana para que tire dinero.
Paco pena coge dinero acostumbrado a que se lo den curas y monaguillos.
El monaguillo lo reprende.
-Perdone señor- le dice cabreado al Penas y algo acostumbrado a estos incidentes con los forasteros - ese dinero no es para los pobres, es para el alcalde, el cura y los familiares del finado Recaredo Centelles.
-¿Y quién fue ese?- pregunta intrigado devolviendo con lastima el dinero.
-Pues fue un abad que mataron los malvados republicanos, paseamos su cadáver todos los días para que sientan vergüenza y de paso ganarnos la vida, a mi me dan un 5 por ciento de la recaudación, los justo para irme de jarana después del colegio.
-Ah- dice Penas , ¿ no necesitáis más gente para pedir? Yo conozco muy bien el oficio, incluso se podría llevar a otros pueblo al fiambre y hacer un tour.
-Yo solo soy el monaguillo, hable usted con el alcalde que es el de las ideas- le cuenta indiferente el monaguillo contando que el dinero devuelto sea el correcto. Pasa la palangana a un hombre de mediana edad que está a su lado.
-¿Tiene usted problemas para ganas la vida?- le dice el hombre a la derecha de Paco pena.
Tira un billete de 5 euros a la palangana donde ha escrito: viva Pot Pol, ríe maléfico de la broma imaginando la cara de Oscar Clavel el alcalde beato cuando recuente el dinero. Pasa la mano al monaguillo por el pelo.
Este se guarda el billete de 5 euros en el bolsillo cuando no lo ven.
Paco penas le contesta ambiguo intuyendo que el caballero le ofrecerá algún negocio.
alterno días buenos y malos en las andanas, con la crisis no hay mucho que recoger, ¿ofrece usted algún negocio?
Comprendo, comprendo camarada- le dice el hombre cínico observando de arriba a bajo al Penas- Posiblemente tenga algo de faena para usted.
El penas observa la vestimenta de su contertulio, traje de pana tanto pantalón como chaqueta con coderas cosidas a la americana, unos tirantes rojos le sujetan el pantalón panero marrón, de camisa, una colorada.
Su aspecto humilde, pero la mirada pura ambición, los labios dejan ver una sonrisa sarcástica y descreída del mundo. Laurea el cráneo cesariano pelos canosos a los lados, demasiado prematuros para alguien de mediana edad.
- Me ha dicho el muchacho que todos los días hay profesión- le dice el penas esperando que diga algo el hombre que le observa en silencio.
Un jorobado renqueante llega hasta Paco penas y su compañero. Tira de la americana de pana para llamar la atención de su jorobada presencia.
Amancio, Amancio- insiste el jorobado-al final ¿haremos huelga o acataremos convenio?
Acatamos convenio- responde Amancio - hable con el empresario de la Vall fruit y el pescado está vendido. Si hacemos huelga llaman a los marroquis de las ETT para recoger la naranja y os despiden, así manda convenio. Más no se ha podido luchar ,y mira que me he entregado a fondo. Díselo a los chicos . Mañana pita, así que al sobre pronto y para recoger.

El jorobado se va aun grupo de obreros que beben cerveza mientras discuten de sus problemas laborales y dan limosna piadosos al monaguillo mientra el cura municipal junto el alcalde tira de la carreta donde llevan la momia de recadero centelles. El cura y el alcalde saludan a los obreros. Educados devuelven el saludo, y siguen hablando de sus problemas laborales, del fútbol y del toro embolado de la noche, se mezclan las conversaciones en una algarabía de opiniones disparatadas, angustiadas, aburridas, relativizadas con cerveza, maldad y asco en la monotonía de una vida sin salida, donde el suicidio sería un acto de amor propio y la mejor alternativa para mejorar sus vidas. El monaguillo pasa la palangana junto a un grupo de niñas en faldas escocesa que se santiguan y tiran calderilla a la palangana. El monaguillo les mira las piernas y estas le guiñan un ojo.
Un chico joven con cretas, pircin, camisa del che, engatusa a una joven deseosa de ser engatusada por tedio.
El chico le lame el cuello y toca con sus manos su trasero, la joven segura, feliz suspira delante de sus amigas chorreando. Una de ellas anoréxica , pija, e insegura que lleva un bonito sombrero rosa, se cabrea sin saber nadie por qué y se va.
La pandilla corea:
UHHHH, UHHHH, UHHHH; AHHH;AJJJJ.
La anoréxica llora corriendo, sin darse cuenta tropieza con el toro que la empitona en la garganta.
Los camilleros entran, la cargan en la ambulancia y hacen camino al hospital de la plana. La fiesta sigue para olvidar el drama de la vida.
Junto al joven romeo de crestas y mano fácil se hallan varios golfos pandilleros hablando fuerte, chuleando, mirando a todos lados en busca de estímulos sexuales, de diversión. Pasan frecuentemente las manos por flequillos semi largos que les cubren un ojo, exhiben camisas de los rolling stones cómo señal de desprecio a la sociedad y rebeldía, mascan chicles , fuman porros.
El monaguillo y el alcalde los saluda y les invita al concierto de la misa, ellos al festival hart cord
El joven con cretas apodado el pollo mira el reloj, susurra oído de la chica balanceándose a compás:
¿Quedamos por la noche?
Sí- le susurra Julieta con gafas de sol de pera, coleta recogida en moño, ropa ajustada y sexy, olor a perfume de hembra limpia.
Amancio que se ha acercado coge al pollo de la camisa. Este sorprendido se gira violento y al verlo le saluda.
-Hola Padre, ya me iba a casa a preparar la cena.
-¿No me dijiste que ibas hoy a buscar trabajo?
Los amigos del pollo se retiran riendo se van coreando:
UFFFF; AHHHHH; IHHHH; Tururu tururu que mal rollo.
-Joder, no hay trabajo, ya buscare, son fallas- responde violento y chulesco.
-Las fallas no han empezado todavía oficialmente- Amancio cruza los brazos en pose de disgustado que abandona permisivo para mirar a su hijo comprensivo.
-Vale, ahora en casa miro ofertas por internet- le dice derrotado el hijo.
Amancio se dirige a Paco penas que tiene la mirada distraída en una viuda de 50 años.
Es un buen muchacho- le dice satisfecho de su hijo- Usted señor, perdone que desconozca su nombre, cómo ha dicho que tiene falta de dinero o me ha parecido, estoy pensando si le apetece ir con mi hijo a coger unas garrofas que tengo en la montaña. La temporada ha terminado pero allí siguen en las ramas por que nosotros no las hemos recogido. Se puede sacar mucho dinero. Mi hijo no trabaja en estos momentos. Bueno nunca lo ha hecho ni creo que lo haga nunca. No quiere hacer nada- lanza una mirada al chiquillo que tiembla de ira reprimida mezclada con vergüenza y odio a su padre.
- eso es mentira- le pega un puntapié al padre, este ríe y le hace una señal de que pare.
- ¿ Le parece quedar aquí mañana y va usted junto a él a por garrofa? Yo no les acompaño por que me duele la espalda, además tengo mucha faena en el sindicato, los obreros no paran de molestar con esta reforma, es un follón lo que ha hecho el PP, un marrón para todos. ! con lo bien que vivíamos! Soy delegado sindical de CCOO ¿sabe? sección agrícola. ¿ Qué le parece? Bueno ¿Viene mañana?
Paco penas hace un señal incalificable que entiende por un Si Amancio, luego el penas eructa.
-¿Y algo de jalar pa acomodar fuerzas pa mañana ?- le pregunta Paco penas.
Lo siento, no llevo nada de comida encima- le contesta pasándose las manos por el cuerpo el sindicalista.
-Con calés se puede conseguir alimentos- le responde sonriendo Paco penas.
-No llevo nada encima- sigue Amancio cacheando su ropa- saca Amancio una cartera de bolsillo del pantalón. La enseña en el aire provocando un refuerzo positivo en su hijo adiestrado a que cuando se hace la cama o dobla la camisa del Che, Amancio la saca del bolsillo del culo y le tira un billete de cinco cómo premio por su conducta.
El penas acostumbrado a ver sacar carteras cuando limosnea le indica que explore la cartera a ver si encuentra algo.
El delegado de CCOO la guarda sin abrir.
- yo soy un paria de la tierra- le dice al Penas y al pollo que hace pucheros- si contara el gran trabajo que hacemos los delegados sindicales de CCOO y lo poco que cobramos, yo trabajo en esa organización por compromiso, por ética, por que no soporto la explotación capitalista, ni las injusticia. Un justo es lo que soy, lucho para que mi hijo tenga un futuro, una oportunidad, viva en un mundo mejor. Dinero no recibimos apenas los que trabajamos para CCOO , una nomina modesta que apenas da para comer, pero lo importante no es eso, si no la labor que hacemos, el compromiso con la revolución, ahora estamos preparando un gran convenio que hará que los agricultores se acuerden de nosotros durante mucho tiempo. Bueno majetes nos vamos. ¿Mañana aquí caballeros?
EL penas hace señal afirmativa y el pollo igual. Paco se va a buscarse la vida seguido de jamelgo.
La mañana llega con escarchas que han estropeado los cartones del penas y jamelgo, les han servido de parapeto entre los ninot de una falla. Jamelgo tiembla. Son despertados por los petardos. Retira el Penas maldiciendo el cartón empapado de rocío y la hora tan matutina de ir tirando petardos. Mea en la falla, jamelgo hace lo mismo. El estomago le estalla de hambre. Alza el olfato y llega a un descampado donde han tirado restos del toro sacrificado en los festejos, saca una pequeña navaja y corta algo de carne que está muy pegada al hueso jamonero. Los recortadores han separado hábilmente la cecina así como las parte más apetecibles y guardado en bolsas del mercadona para ofrecer a sus madres y novias, que en muchas ocasiones son la misma cosa.
Paco penas se desayuna algo de carne cruza junto con jamelgo que metido por las vísceras del animal muerde lo que puede sin mucha fortuna pese a sus esfuerzos con sus pequeños dientes.
Las calles están desiertas por la mañana después de la petardada. Algún obrero deambula para arreglarse papeles del desempleo y mujeres emperifolladas se buscan la vida, aguardan a que llegue la tarde de fallas, toros y romerías.
Las mañanas se viven silenciosas, somnolientas, frías, son un testigo molesto de la crisis económica, y muy diferentes a las tardes: cálidas, amistosas, donde la alegría mediterránea olvida penas, hambre, la miseria, cáritas, la cruz roja que asiste a los golfos y las golfas del pueblo, para concentrase en lo importante: las fiestas y tradiciones, la vida.
Paco penas fatigado, hambriento aguarda en el parque que está frente al ayuntamiento al pollo.
El Pollo llega al cabo de una hora en un ciclomotor, no le saluda y le dice que se siente.
-¿No tienes casco?- pregunta de mala gana.
-No- responde el penas.
El pollo hace gesto de indiferencia y le indica que suba.
-SI nos multan la denuncia será para ti- le dice bostezando.
No han hecho 10 metros cuando un policía los detiene y pone multa al Penas de 300 euros, la firma y siguen su camino.
Llegan a una montaña repleta de ribazos rotos, arboles marchito sin cuidar, esparragueras tristes, escuálidas de sequía. El paisaje esta cubierto por un fino polvo arrastrado por el viento de las montañas erosionadas. Camina un rato y el pollo le indica la faena al Penas.
-Estas son las garroferas que hay que recoger.
Paco penas mira los arboles con sus troncos agujereados, sus grande ramas sin podar donde las merlas danzan frenéticas y las ratas hacen nidos.
-No mires la ramas- le dice el pollo- tienes que mirar el suelo- hace meses que se acabo la época de la recogida. No se cogió por que yo solo me negaba a venir , este es trabajo para dos o no se hace, y mi padre no quería venir, mis amigos menos. Ahora se han caído por el viento, la gravedad o que me se yo, debemos recoger las del suelo.
Bajo los nobles arboles se agitan las siluetas esperpénticas del panky y el vagabundo. Andan a cuatro patas y chillan cunado se clavan las secas puntas de las zarzas bajo las cuales han caído las garrofas. Las van colocando en sacos, en cuanto el primer saco está lleno el pollo le dice al Penas.
-Mira, si te parece iré bajando el saco en la moto al pueblo para venderlas, tu ves llenando sacos ¿vale, OK?
-¿Y algo de comer no me traerás? Mira que me encuentro mal- hace suplica al adolescente el penas con el estomago crujiendo.
-No, que no podemos entretenernos tío, aguanta.
El pollo ayudado por el penas ata el saco a la moto y arranca con el fardo haciendo zig zag por el peso.
Llega la pueblo y encuentra a la novia y los amigo viendo fallas, almuerzan con ellos y vuelve.
El penas ha llenado tres sacos, los va cargando el pollo en la moto y vendiendo hasta llenar el último saco.
- cargo este y vuelvo, ya hemos terminado, tu aguarda. ¿Vales, OK? -Le dice el pollo al penas que se sienta a la sombra de una garrofera.
El penas espera, cae la noche y el pollo no ha vuelto.
Obtiene 20 euros el pollo de la venta de 250 kilos de garrofa al judío de Cocot, conocido traficante local de frutos secos que compra a recolectores vagabundos, marginales, enfermos mentales, yonkis, hijos de sindicalistas de CC. OO,de UGT, a gitanos, a jubilados, y les paga a estos engendros céntimos por kilo de garrofa que luego revende 90 veces más caras sin pagar impuesto a empresas farmacéuticas o a compañías de harinas holandesas.
El pollo con esos 20 euros y 10 que roba al padre de la cartera pasa la noche fuera de casa con la novia vagabundeando por los casales falleros.

La noche a Paco Penas le toca en la montaña bajo el frío claro de luna. Al día siguiente baja al pueblo y busca a Amancio.
Acude a la sede de CCOO Vall d' Uixó, allí en sillas aguardan ante la puerta de los despacho los obreros despedidos o acosados esperando algún tipo de solución por parte de los sindicalistas. Los sindicalistas pomposos, engreídos, presumiendo de cultura y de conocer la obra “ el capital, de Marx” pasean cargados con documentos, indiferentes, chulescos, meditabundos cómo jesuitas, y tan falsos en sus pensamientos cómo estos.
Entran y salen de los despachos. Reciben los delegados sindicales durante 5 minutos a cada obrero y les piden que firmen unos documentos. Tras revisar lo firmando, tamponean el documento y despiden con soberbia. Los obreros acatan y no plantean dudas, dan por bueno todo.
Paco penas pregunta por Amancio, le indican un despacho y se sienta frente a su puerta aguardando turno ya que comparece en importante reunión.
-Compañera, no estés triste- dice Amancio a una mora embarazada de 18 años y precioso rostro cuyos encantos le hacen desearla ardientemente- intentaremos darte trabajo en las brigadas de los caminos, pero está difícil, te advierto. Incluso para los de la casa. Solo puede contratar CC.OO a 15 personas de las 30 plazas, 10 son para UGT y el Ayuntamiento reserva 5 para los amigos de Oscar, el alcalde. No te engaño preciosa.
-Por favor, yo necesitar, yo necesitar- le dice suplicante e insistente la preciosa mora decidida a no irse de allí sin un contrato.
-Bueno, bueno- con paternalismo se acerca a la chica y le pasa la mano por la pierna- veré que puedo hacer. Pero si me arriesgo a que me abran expediente ¿Que gano?

La chica se quita el velo y deja caer la túnica, muestra su hermoso cuerpo de adolescente estrenada, con el vientre gestando un nuevo morito para gloria de Alá. Sus pechos duros, gruesos, tostados con los pezones alzados convierten a Zoraida en la musa del deseo. Sus bracitos delgados se acurrucaran cómo la paloma en el nido sobre el cuello del bueno de Amancio, el tacto de su piel cobriza excita y conmueve al sindicalista.
-Mañana tu trabajas, y cuando lleves dos semanas pides la baja por embarazo- promete caballerosamente el delegado sindical.
La chica cunado termina sus gestiones se coloca el pañuelo y levanta el puño en alto en agradecimiento marxista, y reza a Mahoma agradecida.
Sale Amancio y ve al Penas.
-¿Que haces tu aquí? Le pregunta extrañado.
-Tu hijo se fue de jacarandá y me dejo en la montaña solo- voz de afligido e indignado para el penas, cierto tono de rabia que no puede tener por su condición de paria, agudos de tristeza en sus palabras.
-No puede ser- le recrimina Amancio con dureza- ¿No estuvisteis haciendo la faena? Si ayer le di permiso para que se fuera de fiesta por que me dijo que recogisteis todo y la venta fue muy bien. Cocot le dió por ser él 20 euros por todos los sacos, a otro le hubiera dado 12 euros.
Cogió las de villa diego, que a mi no me apoquino ningún calé, palabra del Penas, cargue las garrofas y huyo el rufián, habrá estado de jolgorio con la ramera que se ha pescado, pido justicia.

Riendo Amancio le responde con sarcasmo:
¿Tu desgraciado, justicia? pon una denuncia en el sindicato, encima que te doy faena. ¿Que quieres ser, cómo todos estos bellacos obreros, cobrar más de la cuenta? Sois todos muy espabilados. Vuestro único compromiso es que os saquemos las castañas del fuego, estoy harto de tanta corrupción entre los miserable, solo deseáis dinero, largo de aquí asqueroso- La violencia de Amancio aumenta ante la presencia desaliñada, triste, patética del Penas, siente ira ante su miseria.
Fuera de sus papeles Amancio le pega una patada al penas impactando en Jamelgo que duerme acurrucado en un bolsillo interno.
Jamelgo dobla la cabeza, tirita, y tras un pequeño lamento muere.
El penas se va, hace camino solitario hacia Castellón con el perro muerto en el bolsillo.
Las calles de vall d' Uixó se van llenando de gente con ganas de alegría y fiesta,.
El Pollo ve desde una esquina al Penas y les cuenta el engaño a sus compañeros.
Todos ríen del Penas que habla solo con el perro muerto.
Canto IV.
El atentado terrorista de Angelillo de Uixó.

Plaza María Agustina de Castellón, encajonada entre finca de pocas alturas, grises edificios sin ningún encanto recubiertos de azulejos chapados. Recuerdan las baldosas pegadas el motor industrial de la zona. Bajo en la plaza los banco hechos de trencadizo también hacen apología de la industria local.
Las calles están repletas de sindicalistas, la mayoría funcionarios que han vivido bien y ya no lo hacen tanto. Son días de movilizaciones sindicales, fiestas y toros. Los bares llenos, el ambiente de fiesta, las consignas sindicales suaves. En primera fila de las reivindicaciones va Amancio con unos compañeros. Llevan todos pipas en la boca, algunos se han dejado hasta barba a lo Marx.
Los globos rojos hinchados de helio con siglas sindicales orbitan cómo las ideas de Platón sobre la cabeza de los manifestantes.
La primavera se anuncia seca, cielo azul sin nubes y el sol anticiclónico en lo alto. Los estorninos observan la marea humana gritando consignas contra los recortes.
El la plaza un atril donde se espera a Cándido Méndez y Toxo, lideres de los sindicatos mayoritarios que han acudido a las movilizaciones de Castellón.
Los anarquista también han acudido, aunque CNT, CGT por escrúpulos, falta de iniciativa y el que dirán de nosotros quedan en segundo plano.
Llegan los grandes dirigentes con boato y carisma.
La entrada de Cándido y Toxo semeja la de un emperador romano.
Saludan desde el atril y una bomba cae sobre ellos.
Sus cuerpos estallan, llenan de sangre, vísceras y tripas a la multitud atónita. La gran cabeza de Cándido Méndez acaba encalada en el patio de una guardería. Los niños corren a verla. La gruesa cortina gris de la bomba se disipa.
Silencio y sobrecogimiento.
La policía acaba de detener a dos personas, Paco penas que dormía entre unos matorrales y Angelillo de Uixó.
Canto V.
La confesión del terrorista Angelillo de Uixó.

Cuartel de la guardia civil de vall d' Uixó, en las mazmorras oscuras hablan Paco penas y Angelillo de Uixó.
-Siento tu detención, dentro de un momento seguro que te sueltan, acabo de confesar que lo hice solo¿que hacías en os matorrales? Era mi escondite.
Dormir – le dice el penas- siento haber chillado cuando me chafaste y que lo oyeran los maderos.
-No lo sientas compañero, mejor así, la vida para mi era ya una cárcel. Deseo que todo termine cuanto antes, ojala Rajoy vuelva a incorporar la pena de muerte al código penal y me la apliquen.
Los dos hombres se abrazan.
Un guardia civil silbando baja a los calabozos y le dice al penas que recoja que queda libre. Se acerca a Angelillo y con curiosidad le pregunta:
-Hemos mirado tu ficha policial y estamos muy sorprendidos, que lanzarás una bomba e hiciera un atentado era algo que teníamos en cuenta , aunque te anticipaste, estábamos tras tu pista. Lo que no entendemos es que mataras a tus compañeros. Siempre apostamos a que intentarías matar al alcalde Oscar clavel, al jefe de los servicios sociales, quizás alguna asistenta social o funcionaria del servef. Pero ¿ a sindicalistas ? la verdad es que nunca lo predijimos. No lo comprendemos, eran tus compañeros.
-No eran mis compañeros. Esa gente hacia tiempo que había olvido la ética, los principios, la revolución, debían ser purgados, eran garrapatas de la revolución, para que triunfe todas las personas con cargo que han estado en los sindicatos en los últimos 10 años deben ser purgadas. La revolución no es hacer manifestaciones con globos rojos, ni decir sermones en un parque a ritmo de batucada, ni declaraciones en el facebook. La revolución es le medio para alcanzar la justicia y la hermandad entre las personas, y quien atente contra ella es un tirano que merece morir. Yo no he matado a nadie, solo he eliminado elementos que frenaban la liberta humana, era necesario hacer justicia.
El guardia civil se vuelve y se va girando la cabeza de un lado a otro sin comprender a Angelillo de Uixó que se extiende sobre la colchoneta y cierra los ojos con felicidad de que todo haya terminado bien.


Angelillo de Uixó.

2 comentarios:

  1. Joder, Angelillo. Menudo panorama. Estamos apañados entre sindicalistas, pachecos, beatos, policías y alcaldes.
    Al menos en tus cantos muere la gente, y parece que el mundo está un poco más abierto.

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  2. 5 cantos 5 cual jinetes del apocalipsis que nos asola. Bravo Angelillo eres digno portador de tan literario apellido, del cual se sentiría orgulloso tu antepasado literato que lo portaras con tanto honor y sentido. Una perla para quien quiera no solo un apetivo sino toda la madre del cordero.

    http://recherche.univ-lyon2.fr/grimh/ressources/ejercito/1923-1930/1924blascoibanez.htm

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