De cómo Jorgiales conoció a Angelillo

Intro al texto de Jorgiales de Angelillo.
No es una de mis mejores habilidades recordar las situaciones, las épocas, los momentos en los cuales he conocido a la gente que conozco, e ignoraba que hubiera gente que pudiera recordar esos hechos.
Mi gran amigo Jorgiales recuerda un día que estoy seguro que aconteció como lo relata, yo desgraciadamente y espero que me disculpe, no lo recuerdo. Lo que si recuerdo y estoy agradecido es de haberlo conocido a él y al individuo que se menciona, Sergiete, alias el sapo, a los que aprecio tanto. Por ello he decidido publicar la carta que me ha enviado vía hotmail, aunque se mencione que soy una persona sensata y de a entender que soy apreciado por alguien de la especie humana. Quizás mi amigo ante tanto videos serie Z, escritos incalificables y demenciales, criticas de algunas personas insignificantes y despreciables a mi augusta persona desee aportar un contrapunto.
Sea como sea, su punto de vista coincida o no plenamente con el mio lo valoro y tengo en cuenta como ningún otro.
Ojala la nueva chica que he conocido hace unos días de la cual me he enamorado y tengo en casa como invitada, en un futuro también me escriba recordando algo que con el tiempo olvidare y es como la conocí y los muy felices días que estamos pasando juntos.
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De cómo Jorgiales conoció a Angelillo.

Una mañana de Enero de 1998 volvía Jorgiales hacia su casa, después de la primera jornada de su primer trabajo, cruzando el antiguo cauce del rió Turia en Valencia a través de un puente de diseño vanguardista cuando levanto la vista oyendo a dos personas de Asturias, siendo para el un lugar mágico y acto seguido reconoció a dos compañeros de laburo(como dicen los argentinos). Uno era bajito como Jorgiales con cara simpática, se hacia llamar Sergiete y a su lado caminaba un joven de complexión fuerte, ahora no me acuerdo pero posiblemente llevaba una camiseta de los Motorhead y lo que si me acuerdo es que llevaba una larga cabellera de color azabache: Era angelillo. No se porque pero me acerque para unirme a la conversación y charle con ellos lo que duro el puente, que no fue mucho pero en los días venideros se fue fraguando una amistad entre los tres, y la verdad es que nos servimos de apoyo unos con otros para las barbaridades que se vivieron en ese trabajo, aunque he de decir en un principio ellos sufrieron mas que yo.

Empecé a conocerlos y he de decir que ambos tenían sus ideas claras y a veces a su lado me sentía lo que era: un chiquillo

Por una serie de problemas a los siete meses tuve que dejar el trabajo porque no podía mas, perdiendo el contacto con ellos y más compañeros que merecían la peña.

Un día estando en mi casa, llamo a mi piso Angelillo, hacia meses que no sabia de el y fue una sorpresa, volvimos a retomar la amistad, que dura hasta hoy y espero que hasta la vejez(si llegamos), pero en aquel momento era incierta, el me abrió una puerta y una vez entre vi los muchos problemas que arrastraba, viví con el sus horas muy bajas, le serví de rama de arbusto para salir de las arenas movedizas en que se encontraba y a cambio me enseño como usar la fuerza para salir de ellas. Creo que de tantos palos que recibió, Angelillo se ha forjado una armadura para aguantar los envites que recibe, pero le aísla del resto. Tiene la mente y el corazón grandes pero quizás no acierta con la manera de usar los medios para encontrar soluciones a las heces que nos rodean.

Su sentido del humor es cáustico y creo que se ríe hasta de su sombra, con mucha ironía, porque es una manera de canalizar toda su rabia hacia las injusticias de su alrededor. Si tuviera que tomarme en serio cada palabra que dice Angelillo hace tiempo que habríamos dejado de ser amigos hace mucho tiempo, pero se que es una persona sensata y doy gracias por haberlo conocido, lo único que deseo es que cambie su suerte a mejor.

Se despide atentamente para el blog de Algarabía: Jorgiales