Quimera

Quimera.

Era primavera.
Toda la rabia y maldad de la naturaleza golpeaba a sus criaturas.
Andaba un ser de otros tiempos, un agricultor, bajo el sol.
Caminaba a su huerta a solas entre quiméricos pensamientos y con la sangre avinagrada por el cansancio.
Viajaba entre las sombras del bosque que no había disipado el alba.
Una jauría de perros en el camino aullaban y se mordía.
Una cuchillada de marfil en una disputa por un hueso podrido dejaba ver en uno de ellos sus vísceras blancas, los nervios y los rojos músculos.
La herida olía a infección, pronto devorarían al animal los gusanos.
El campesino miro sin espanto, sin pena, ni compasión.
Siguió su camino la ancestral criatura humana con la pesada quimera de vivir del fango de la tierra.
En ella se hunden los pies de la humanidad, y el alma.
La figura del hortelano era épica, anacrónica y ridícula.
Amaba lo que no se debe amar, a la naturaleza, la obra de Satán.
Iba el campesino con paso lento, sin prisa.
Contemplaba las acequias realizadas por los moros, las mismas que desde hace siglos llevan las aguas turbias y cansadas a las fértiles huertas levantinas.
En los charcos que se forman del reguero los sapos croaban de forma monótona.
Por los campos se encontraban conejos enfermos, sin ojos, hambrientos, esqueléticos.
Carroñas vivientes moribundas nacidas para decorar la vida de horror.
Al llegar a la huerta recién regada aguardaban los cadáveres de las conejas parideras, sepultadas por el lodo.
Sangrientas amapolas sobre la tumbas crecían con sus flores rojas abiertas.
Susurraba suave el aleteo de las golondrinas bajo un cielo azul.
A compás del sonido batía la azada el agricultor sobre las eras.
La lanzaba contra el suelo una y otra vez, sin que la vida, el tiempo, la fatiga tuviera significado.
La brisa de abril soplaba suave proveniente del mar cercano.
El mar brillaba con destellos blancos, cansaba a la vista y aburría.
El campesino quedaba con su quimera, sin darse cuenta de los horrores que le acechaban.

Angelillo de Uixó: “ La humanidad se redimirá a través de la refundación de la sociedad industrial ”