jueves, 11 de noviembre de 2010

angelillo, Jesús y los ocupas de Castellón














Angelillo, Jesús y los ocupas de Castellón.

Sobre las grises calles de Castellón caminaba Jesús, no por el mar, si no por la aceras, más descoloridas y sucias que en otras ocasiones por la llegada del otoño, que trae las hojas muertas con los fuertes vientos que acontecen en esta estación.
Vestía de forma humilde entre los ricamente ataviados ciudadanos de la metrópoli.
Contemplaba desde la acera como la gente iba y venia, observa con melancolía y resignación a esas personas tan superiores a él y de las que no formaba parte, al igual otros pobres extremos, excluidos de ese grupo exclusivo llamado: la humanidad.
Él ya no era humanidad, su personalidad se había desintegrado. Su proceso de desestruturación empezó años atrás, cuando sus sensibilidad hacia el prójimo le hizo entrar en contacto con anarquistas, movimientos obreros y movimientos de ocupación.
Fue una cálida mañana de abril, en su adolescencia, cuando su idealismo y su hipersensibilidad harían de Jesús el garabato errante que circulaba desconcertado por la calles de Castellón. Esa mañana de hacía ya muchos años cuando iba al instituto conoció a un grupo de estudiantes que repartían propaganda anti sistema. Le llamo la atención su aspecto desaliñado, sucio, tan alejado a los convencionalismo de la sociedad.
Toma compañero, lee esto- le dijo una chica hermosa aunque muy mal vestida, llevaba los pantalones rotos y tan bajados que se podía ver su ropa interior, los tirantes de su camisa colgaban hasta los pechos, unos pechos grandes y sonrosados que prácticamente exhibía, de su nariz pendía un enorme aro, al igual que de sus orejas llenas de pendientes y sus brazos llenos de tatuajes con calaveras.
Jesús leyó el panfleto y quedo eclipsado por las palabras, hablaban de que llevaban un mundo nuevo de hermandad, de compañerismo, de amor, de lucha contra las injusticias, de solidaridad y un sin fin de promesas melosas y simplonas que seguramente un hipócrita burgués autocalificado de anarquista o anti sistema había escrito con su pluma pedante y cínica como broma pesada , sin saber de las consecuencia que puede tener en las gentes más débiles.
Arrojando en el panfleto en algún momento de inspiración toda su maldad y ansias de venganza contra la humanidad, ya que no hay mayor perversión que hablar de hermandad, fraternidad, lucha social, amor , cuando lo que se experimenta es un odio salvaje hacia la sociedad.
La mayoría que escribe estos panfletos son estudiantes, ocupas, sindicalistas hartos de su trabajo y llenos de resentimiento hacia la sociedad, cosa que no es mala, y es lo que se debiera plasmar en los panfletos anarquistas, anti sistema y de lucha sindical, y no hablar de amor, hermandad para engatusar a las personas más sensibles que son carne de cañón de estos jesuitas de izquierda.
Todos sabemos a la hora de la verdad el que necesita ayuda donde menos la encontrará sera en un un sindicalista, o en los anti sistema y demás ordenes filisteas, o persona que hable de que ama al prójimo.
!Guardaos de todos ellos!
La historia siempre es la misma, las gente sensibles que creen en el ser humano, en la lucha social, en la igualdad de los hombres y en la justicia acaban sin excepción en el sumidero de la sociedad, mientras los que escriben los panfletos que hablan de la hermandad acaban en un buen despacho contemplando desde su ventana a los que están en el fango de las aceras por que se creen esa sarta de mentiras.
A ellos les dedican sus mejores versos el panfletista de la lucha social, los indigentes son la musa necesaria para el sindicalista intelectual actual.
Jesús, tras leer las hojas lleno de esperanzas en una humanidad que ahogaba sus sentimientos vio la luz.
! Existían personas que querían hacer un mundo nuevo y mejor!
-¿Me permites que os ayude a repartir?
-Claro compañero- le dijo la libertaria contemplándolo con cariño, un cariño que intimido a Jesús cuyo corazón estaba a punto de explotar de la emoción.
-toma, acercate a las personas y les das una hoja para que comprendan que otro mundo nace, hoy es la aurora roja de un nuevo orden.
Jesús con ahincó iba entregando los papeles, de vez en cuando hacía preguntas sobre la teología de estas personas, una vez terminado de repartir le preguntaron:
-¿Quieres venir con nosotros? Tenemos una casa ocupada tomaremos algunas cerveza y escucharemos música.
Claro- dijo Jesús entusiasmado.
Fue con ellos a la casa ocupada y allí pasaron la tarde, al día siguiente volvió, y al otro, y poco a poco se fue convenciendo que ese era su camino.
Acudía a todos los ateneos libertarios que por esa época impartían los anarquistas por las casas ocupadas.
Allí se hablaba del viejo ideario de igualdad, fraternidad, apoyo mutuo y demás mentiras que desde luego ninguno creía más que los enfermos mentales como Jesús.
Le cegó de tal modo el ardor de aquellos oradores pomposos y presumidos, grandilocuentes en sus palabras de hermandad, clase obrera y justicia que Jesús acabo convencido de que sus semejantes eran sus hermanos, y que había que amarlos como a él mismo. Pero este desgraciado de Jesús amaba a los demás más que así mismo, y a los demás les importaba muy poco o nada Jesús.
Todo el mundo en la crisis del 2010 andaba intentado de forma individual salvar el pellejo.
Pese a que la lucha por la existencia iguala a todos los seres humanos, en la sinceridad de afrontarla no pasa lo mismo.
Hay personas que sobreviven en este cochino mundo sin manifestar nada hacia su prójimo, cumpliendo con el único sentimiento que debe tener un ser humano: Que los demás no importan lo más mínimo. Frente a ellos, desmarcándose de todo ese egoísmo están el grupo de libertarios y anti sistema, estos llamaban a los primeros borregos, insolidarios, egoístas, cobardes, cómplices del poder, fascistas... Dicen todo esto desde internet, periodicuchos,y una vez desahogadas sus conciencias en el facebook , por las mañana arrancan sus coches y acuden como borregos a sus trabajos para someterse a la autoridad que tanto odian, aunque lo que realmente odian es que carecen de poder.
En la último escalón de todo este escalafón de miserables están los poetas, enfermos mentales y personas honestas y sensibles. Estos desgraciados si que odian de verdad la autoridad y aman la libertad, pero están tan alejados de la lucha por la vida semejantes pellejos hambrientos, que solo tiene sueños para una revolución que nunca va a llegar, por mucho que les canten las sirenas de los profetas libertarios y los anti sistemas.
El colectivo de anti sistema y ocupas de Castellón al que acudía Jesús para pedir ayuda era un grupo de ellos niñatos mal hablados de veinte años con las hormonas disparadas. Ocupaban casas para divertirse, ya que no tenían necesidad al ser todos ellos hijos de millonarios. En las viejas casas antes de agricultores o empresas abandonadas se hacían conciertos y demás actos hedonistas. Estas casas ocupadas pasaban a ser propiedad de los ocupas denegando el acceso a gente que estaba en la calle. Era frecuente que acudieran mendigos de Castellón, indigentes pidiendo abrigo, pero los ocupas de Castellón les daban con la solidaridad en las narices debido a que allí tenían equipos de sonido y cosas de gran valor, y recelaban de que los pobre se las quitaran.
- ¿Al fin y al cabo quien puede fiarse de un pobre?- Decían en las asambleas los ocupas para justificar su conducta.
Jesús que de eso no se enteraba vivía por las calles de Castellón, en coches vacíos, en casa ocupas de vez en cuando ya que él conocía a algunos de los que ejercían la autoridad en esos locales.
Por su enfermedad mental había idealizado esas palabras de amor a la humanidad tan ridículas e hipócritas que esa basura llamada humanista no para de repetir en sus ensayos, panfletos, discursos. La humanidad por aquí, la humanidad por allí.
Llegan a ser peor los humanistas que los judíos o los jesuitas.
Jesús seguía el ideario libertario en una sociedad que no merece ser salvada, como mucho merece ser extinguida. Durante un periodo en el cual encontró trabajo no paro de meterse en líos por la causa libertaria. En todos los trabajos daba la cara por sus camadas proletarios a los que la explotación realmente les gustaba, no comprendían sus compañeros la postura de Jesús. A la clase obrera le pasa como a las prostitutas que están acostumbradas a ser apaleadas, humilladas, robadas y cuando algún mojigato sensible como los libertarios le dice tras recogerla del suelo tras una paliza de su chulo que eso no es vida y contra ellas se esta cometiendo una profunda injusticia, esas mujeres publicas que no lo comprenden lo más mínimo las palabras del libertario le responden asustadas de esta extraña gente:
-¿Por qué no va a ser vida así, si es la única que conocemos?
Con los trabajadores pasa lo mismo, por mucho que se les explique que sus condiciones son indignas no van a hacer nada. “ La vida es así” dirán.
! Que reviente la clase obrera!
Mientras lo ocupas pasaban una vida afortunada, ya que sus padre les pagaban la experiencia ocupa, Jesús que de esto no se percataba se tomaba enserio el movimiento. Leía a Bakunin, Malatesta, admiraba las geniales acciones terrorista de un anarquista de verdad como fue Angiolillo el que asesino a Canovas del Castillo, o Salvador, el de las bombas del liceo, y Jesús pensaba que esa gente con la que estaba sería como aquellos valientes de principios de siglo.
Así que el imbécil de Jesús creyéndose Durruti en todos los trabajos practicaba el boicot interno.
Por ejemplo, en una ocasión estaba contratado en el servicio del correo interno bancario del banco Hispano Americano, tenía una oportunidad de encauzar su vida pero la locura de ser honesto con sus principios le hicieron bloquear los giros postales que mandaban las multinacionales a través del banco a países con dictadores y guerrillas paramilitares de hispano América, ya que España y sus empresas apoyan los regímenes dictatoriales que van contra los derechos humanos.
Cuando le descubrieron haciendo ese boicot fue despedido.
Su despido fue a lo grande, chillando delante de todos los clientes del banco: Viva la anarquía y los movimientos anti capitalistas. El seguridad le saco a ostias, las cicatrices que le hizo las tenia como medallas Jesús y fue varios meses a prisión por la causa, de la que nadie se entero de su sacrificio baldío, uno de tanto de una vida estéril.
Varios militante ocupas que trabajaban en el banco , cuando ocurrió su despido internamente aplaudieron su discurso, pero le negaron cualquier tipo de ayuda más que por la tarde escribir panfletos y preparar un homenaje al camarada Jesús por su buen hacer.
Fueron pasando los años: Jesús totalmente ciego tenía una fe casi religiosa en el movimiento anti sistema, en los colectivos de ocupas, en el sindicalismo anarquista, eso le impedía entender que en la casa ocupa donde vivía había un líder fascista que hablaba de libertad e imponía su voluntad en cualquier actividad:desde fregar los platos a tirar la basura. Tampoco se dio cuenta de que todos se estaba labrando un futuro menos él.
La primera promoción de ocupas ya se habían ido, estaban matriculados en la universidad y al acabar sus estudios trabajaban para empresas armamentísticas, o eran miembros de las fuerzas armadas, o abogados.
Se habían convertido en pequeños burgueses flatulentos que militaban sin entusiasmo y con bastante resentimiento hacia la vida en ONG. Siempre que veían a Jesús por la calle le saludaban con cariño recordando tiempos mejores:
¿Te acuerdas Jesús cuando quemamos los contenedores del cuarte de la civil, o le tiramos un cóctel molotov al coche patrulla?
Y se reían junto los dos amigos, acto seguido le daban algo de calderilla tranquilizando sus conciencias, y le recriminaban:
-Pero coño Jesús, todavía estas así, han pasado 15 años, no ves que todo es una farsa, abandona, buscate un trabajo, una chica y vive.
Se despedían abrazándose.
Cuando este encuentro se producía los viejos ocupas ahora burgueses militantes en ONG y demás organizaciones fraudulentas, llenos de energía en el facebook y los blog escribían una sarta de mentiras que se suponen que iban contra la burguesía.
El encabezamiento era ya un clásico:
-Compañeros y compañeras llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, la situación económica por el capitalismo ahoga a nuestros parados y paradas, hoy he estado con Jesús un viejo camarada victima del sistema...
Así se extendía por el papel toda unas declaraciones de intenciones que resultaba cómica cuando esos sentimientos de amor hacia los demás acaban donde empieza su instinto de supervivencia y hedonismo.
Jesús deambulaba con la mirada perdida por las calles, se sentaba en los bancos, pedía limosna, en ocasiones tenía ataques de pánico o de furia. No era nada, ni siquiera contaba como ser humano, y quería haber sido todo, haber abrazado a toda la humanidad y así se lo pagaba la humanidad, quería haber cambiado el mundo, y era más que un trazo de carne que respiraba olvidada de todos, tan insignificante que no podía hacer daño a nadie , no por que fuera pacifista, si no por no tener capacidad de vengarse ¿cómo iba hacerlo?
Si hubiera tenido oportunidad de tirar una bomba lo hubiera hecho sin dudarlo en el corte ingles o en cualquier sitio, hubiera sido un fin sonoro de una vida despreciada por todos, incomprendida.
Una mañana de invierno después de estar varios años en una casa ocupada decidieron por asamblea tirarlo de la casa en la que estaba, ya que a los nuevos moradores les molestaba que siempre estuviera hablando de la clase trabajadora, de la igualdad y de la fraternidad.
Ahora vagaba por la calles de Castellón como un espectro, su única afición era leer los panfletos de los sindicatos, de los anti sistemas, al hacerlo reía con una mueca retorcida dejando ver una dentadura podrida. Solo iba por las aceras, la gente se apartaba al verlo.
Hablaba el loco con su locura:
-Los hombres somos todos iguales, hemos de hacer la revolución, la clase obrera ganara, el amor triunfará.
Un día soleado de otoño, de calma entre borrascas, un día agradable para el paseo por las orilla de la playa apareció su cadáver, el loco Jesús se había tirado al mar, por fin descansaba y olvidaba la gran revolución.
Ese día en los periódicos del mundo hablaban de un ataque del ejercito de marruecos a los refugiados del Sajara, de un ataque de israelí al Libano con más de mil muertos.
Los libertario, los antisistema se manifestaban diciendo no a la guerra y si a un mundo mejor, un joven se acerco a ellos y les dijo si podía unirse a ellos:
-Claro, toma aquí tenemos unos panfletos, leelos.


De Angelillo:
En recuerdo a Jesús (1975- ) vaga por Castellón desde hace unos día después de haber sido desahuciado fue acogido por unos ocupas los de la NAO y al cabo de dos días de acogerle le tiraron a la calle sin que hubiera hecho motivo alguno para que le tiraran, Viva la fraternidad.

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