Si compañeros míos,
Florece entre nuestras ruinas,
El tejido verde del capital.
Levantando sus furias contra nosotros.
Nos empujan en las colas de los servicios sociales,
La gente filantrópica con estudios.
Para que nos señalemos con el dedo delante de todos,
Y digamos que fuimos los propios responsables de nuestra
ruina.
Duele la garganta por acusarnos,
pero peor es el dolor de estomago.
Hay que resignarse y vomitar en la soledad.
Si les acusamos serán los huesos lo que nos duela.
Aceptar las mentiras como verdades,
aguantar el bofetón poniendo la otra mejilla.
Y callar hasta con la mirada al ver lo que nos ofende.
…..
Jueves 4 de noviembre del año 2019.
Una tenue franja de luz roja flotaba en las tinieblas de la
primera hora de la madrugada mientras llovía monótonamente. EL espectáculo era
extraño en una tierra árida y seca que no había conocido la lluvia ni en la
estación del verano, ni en la del otoño. Poco a poco la claridad de un día gris
avanzaba como el agua por las aceras. Estas las chafaban los zapatos mojados de los alumnos del taller de
empleo que se apretujaban en el aula al entrar , dejando tras de si un rastro de huellas húmedas
que se detenían súbitamente, esperando
para fichar en silencio. Luego, las huellas
irían a las sillas aguardando que les dijeran que tenían que hacer. La copa
del ciprés tras los cristales del aula de
jardinería apuntaba a un cielo gris y plomizo, entre sus ramas había una paloma acurrucada que salió volando cuando su tronco fue iluminada por un hyundai. A través del
chorro de las luces del coche se veían bailar las gotas que atravesaban el aire
para caer inmediatamente contra los
charcos, produciendo el ruidoso sonido de los pasos, con los que avanzaba una
mujer con una carpeta sobre su cabeza.
Buenos días- dijo al entrar sin mirar a nadie quitándose la
carpeta de la cabeza y dejándola en la mesa. Vio a la señorita Maribel
introduciendo datos la ordenador cuando dejó las carpeta. Ambas mujeres que
compartían edad similar, cuarentonas, y se conocían , prueba de ello fue el efusivo saludo con un beso en la mejilla. Compartían edad, además
de posición social similar, licenciadas ,y trabajaban desde hacia años en la
reinserción laboral desde diferentes
aspectos, una era funcionaria de carrera, y la otra, Maribel, licencia medioambiental, haciendo a falta de otro puesto de docente en un taller de empleo. Ambas también compartían su visión de los
problemas de la gente del taller de empleo: " no se esforzaban lo suficiente".
mientras ellas habían luchado mucho para llegar a donde estaban, otros lo querían
todo regalado. Era muy injusto.
Las dos clases del taller de empleo estaban unidas. Hoy era
el día que anunciaba el inminente final donde todos irían de nuevo al
desempleo. En la parte laboral , los trabajos encomendados a estos trabajadores
habían sido terminados. En la parte que tenían como alumnos, lo que se
llamaría la graduación, también habían terminado los exámenes. Ya se sabía quienes
habían obtenido los certificados de calificación profesional, y los que
no.
La parte académica de un taller de empleo es muy
desconocida, aunque estos programas casi todo el mundo los conoce. La diferencia
principal con otras formaciones en la obtención de un título de un taller de empleo que acredita las
competencias en un oficio, y que equivale a efectos laborales con un grado de
FP medio, es que no se celebra. Poca gente les da valor a estos certificados, y
la tienen. Es decir, la ambición por
tener un título de un taller de empleo:
! es inexistente!
Ni siquiera aparece la titulación obtenida en los actos de cierre del taller de empleo, que son momentos para el recuerdo, para contar la historia humana del proyecto, acompañadas con las fotos con profesores, autoridades, funcionarios. Aprobados, suspendidos, incluso los que están de baja todo el año se animan y se hermanan en la última comida. No hay ningún acto estrambótico de entrega de diplomas y fotos conmemorativas de los aprobados con algún sombrero raro como pasa ya en colegios, FP, y universidades. Tampoco hay nadie que este de mal humor, o se sienta mal por no haber conseguido el certificado, del mismo modo tampoco hay tampoco conductas de felicitación a quien se lo ha sacado. Es decir, que no existe valoración social ninguna, ni personal de cualquier tipo o en cualquier dirección.
! es inexistente!
Ni siquiera aparece la titulación obtenida en los actos de cierre del taller de empleo, que son momentos para el recuerdo, para contar la historia humana del proyecto, acompañadas con las fotos con profesores, autoridades, funcionarios. Aprobados, suspendidos, incluso los que están de baja todo el año se animan y se hermanan en la última comida. No hay ningún acto estrambótico de entrega de diplomas y fotos conmemorativas de los aprobados con algún sombrero raro como pasa ya en colegios, FP, y universidades. Tampoco hay nadie que este de mal humor, o se sienta mal por no haber conseguido el certificado, del mismo modo tampoco hay tampoco conductas de felicitación a quien se lo ha sacado. Es decir, que no existe valoración social ninguna, ni personal de cualquier tipo o en cualquier dirección.
Curioso y divertido es el caso de desmotivación del compadre
Jorge del módulo de jardinería, al que
le gustaba suspender para tener que hacer exámenes de recuperación por no salir a trabajar.
Conversación con la señorita L. 20 Julio del año 2019.
Grupo de jardinería. La clase ha sido dividida en dos grupos por la profesora
Maribel, los que han aprobado el examen se les ha mandado trabajar en el jardín, y los que
han suspendido tiene que hacer la recuperación en el aula. Maribel está en clase vigilando para que no copien los que han suspendido.
L . carga con la azada, cosa que no le gusta mucho, y
arranca hierbas como le han mandado. Yo estoy a su lado en ese momento preciso. levanta la frente y me mira cabreada.
-Me parece muy mal lo que hace Maribel, encima que aprobamos
nos manda trabajar.
No puedo menos que darle la razón mientras cavo.
-Realmente es injusto, esto acaba con la paciencia de cualquiera, voy a quejarme al Ayuntamiento, se lo diré a
Tania (la alcaldesa)
Pues sabes lo que te digo- me responde L- que yo no voy a
hacer nada más, no me parece bien lo que hace Maribel- deja el azadón apoyado
junto al boj , y se sienta en el banco junto al almendro repleto de frutos que
llevan temporadas sin recoger. Saca los cascos y el móvil balanceando los pies en el aire como si fueran un columpio. Canta escuchando música. Las otras dos personas que han aprobado junto a nosotros,
se contagian del espíritu de L, indignadas por el trabajo mandado y van hacia el banco. El otro grupo, los
albañiles, al ver a los jardineros descansar hacen lo mismo. Se hermanan
mientras comentan la jugada de la profesora Maribel. La conclusión es unánime
por parte de este grupo de trabajadores:
Maribel es injusta y déspota.
14 personas alrededor del almendro, 10 albañiles y 4
jardineros resisten al sistema.
EL aula se abre y salen los 6 jardineros que están haciendo
la recuperación.
Hay interés por la suerte de estos.
¿ Qué tal el examen? Pregunta L. a Juanma.
Un diez L, responde riendo y sentándose en el banco
de enfrente con sincero semblante que le importa absolutamente nada el examen. Todos saben que habrá vuelto a suspender, apenas sabe leer y no le
importa este hecho.
Lo importante es ser feliz. rollo al bater- son las frases de Juanma que repite una y otra vez.
Lo importante es ser feliz. rollo al bater- son las frases de Juanma que repite una y otra vez.
El resto va saliendo comentando lo que les ha
parecido. Ponen excusas estúpidas, en vez de reconocer la verdad-
Yo es que sin gafas no veo y me he mareado- responde a la
pregunta sobre el examen Dolores. Tampoco sabe apenas leer y no aprueba un examen.
Las excusas se aceptan como validas, aunque es parte del teatro entre
compañeros para no alterar la convivencia.
En los informes de los técnicos oficialmente han suspendido
porque no tienen interés, ni se esfuerzan en aprender.
Pero una persona que apenas sabe leer, ni tiene hábitos de
estudio, y vive en una zona donde no hay trabajo, carece de coche para salir a
trabajar fuera, y no tiene esperanza en encontrar trabajo, amen de una
autoestima por los suelos, mil facturas pendientes, follones vecinales que pueden acabar en juicios penales, y se ha adaptado para sobrevivir en solo pensar en el
presente, porque mañana les pueden rajar con la navaja en el barrio, y su verdadero trabajo es vivir de subvenciones miserables :
¿ puede entonces aprender o tener motivación para llegar a conocer el
orden de clasificación de los artrópodos, virus, hongos…que atacan a las
plantas, o hacer reglas de tres en diferentes escalas para las aplicaciones de
las dosificaciones de los plaguicidas, los cuales deben también saber diferenciar al igual que
la maquinaria y partes de la maquinaria
empleada para esto?
La respuesta oficial:
Es gente a la que se les dota de medios suficientes, su
fracaso es personal, no del sistema educativo ni empresarial, sino que no se
esfuerzan lo suficiente.
Extraoficialmente hay que añadir algunos
fueron apartado en su infancia del sistema educativo y no saben leer, otros pasaron
su infancia sufriendo palizas de sus padres, y en clase relatan de forma traumàtica como un día uno de ellos, su pequeño cuerpo cuando era chiquillos se amorató cuando su padre le pegó con una goma de butano hasta dejarlo medio inconsciente, o crecieron por las calles con sus padres en
prisión, o pertenecen a una cultura donde no se les escolariza ni se valora el
esfuerzo ni laboral ni académico, o han tenido problemas con las drogas, y mil
historias más…pero esto al parecer no influye a la hora de adquirir
conocimientos.
Las estadísticas nos cuentan la vida laboral de estas
personas. Tuvieron un año de privilegio dentro del sistema capitalista.
Privilegio; ciertamente privilegio es la palabra adecuada, porque las condiciones de trabajo que
encuentran en un taller de empleo estas personas, solo las pueden encontrar en
estos sitios. Fuera encontraron y encontraran ;- los que decidan seguir
trabajando, sin tirar la toalla frente al capitalismo- la vulneración fragante de las leyes
laborales y humanitarias. En las
estadísticas no salen las horas y horas
de trabajo en negro que padecieron estos alumnos trabajadores de taller
de empleo. Estamos hablando de miles y miles. Solo yo puedo aportar a la
estadística más de 40.000 horas laborales
en negro, es decir, sin cotización, básicamente como trabajador no
cualificado en el sector de la
construcción y el campo. A parte de no cotizar, estaban para acompañar a la situación
a la que me tenía que adaptar en aras de un futuro mejor donde subiría los
peldaños del trabajo en la empresa : las humillaciones sufridas por patronos,
encargados, gritos, vejaciones, horarios interminables, despidos gratuitos, robo de parte del salario, estafas a la hora
del cobro… y un sin fin de irregularidades que me han conducido donde me han
conducido. Aunque oficialmente lo dicho no pasa, no está reflejado en mi vida
laboral, ni en la estadística oficiales del estado, por lo tanto, estadísticamente
mi vida laboral es toda producto de mi
responsabilidad personal.
¿ únicamente?
Lo que no fue en negro en mi vida laboral, fue cotizado con empresas de trabajo temporal. En cuanto al restos de alumnos de taller de empleo, mis datos son extrapolables, lo único que varia es que algunos han pasado lo que yo solo un par de años , otros tres, es decir han trabajado dos o tres años en su vida, y lo han dejado viendo que es una barbaridad. Otros como yo, llevamos más de veinticinco años en estas condiciones de miseria. Eso no significa que no nos rebelemos, por eso tratamos de dar a conocer estos datos. La gente que está en un taller de empleo, en cierto modo se rebelan al sistema, es lo primero que hay que saber. Tienen conciencia de clase y dejan de trabajar. Son mediadores entre el capitalismo y el ser nada.
¿ únicamente?
Lo que no fue en negro en mi vida laboral, fue cotizado con empresas de trabajo temporal. En cuanto al restos de alumnos de taller de empleo, mis datos son extrapolables, lo único que varia es que algunos han pasado lo que yo solo un par de años , otros tres, es decir han trabajado dos o tres años en su vida, y lo han dejado viendo que es una barbaridad. Otros como yo, llevamos más de veinticinco años en estas condiciones de miseria. Eso no significa que no nos rebelemos, por eso tratamos de dar a conocer estos datos. La gente que está en un taller de empleo, en cierto modo se rebelan al sistema, es lo primero que hay que saber. Tienen conciencia de clase y dejan de trabajar. Son mediadores entre el capitalismo y el ser nada.
Para el capitalismo son una verdadera ruina como inversión.
Un taller de empleo para diez personas puede costar 200.000 euros, con una tasa
de inserción del 2%.
Sin embargo, esto se
amortiza con un potente discurso a las masas obreras donde se apoya por parte
del capital a las personas más desfavorecidas, es como invertir en ruinas.
Cuanto menos se reinserten es mejor para
formular este discurso de perdidas en aras de la justicia social.
Por eso, cuando veamos a la gente de los talleres de empleo
apoyadas en un árbol, lo que están haciendo es apuntalar este discurso
capitalista con su cuerpo extendido
junto la cálida corteza de un pino bajo su suave y olorífica brisa. Los docentes tienen ordenes de no
apretar a estos alumnos trabajadores privilegiados temporalmente . Es una forma
de acabar con la simpatías que despierta su forma de resistencia anti
capitalista. El empresario que los ve no los quiere contratar, y el obrero que
soporta gritos de:” meón” de su encargada en un almacén de naranjas si levanta las manos dos veces en una hora
para ir al servicio, al ver a estos haciendo el gandul , en vez de unirse a
ellos, se subleva contra ellos.
Finalmente, vence el
discurso de la integración entre el trabajador excluido, marginado por el sistema
capitalista, que se convierte en benefactor al sistema capitalista cuando es verdugo, y somete a este excluido resistente, a mendigo
al tenerlo pidiendo y en un perpetúo discurso a la compasión ante las autoridades, preguntando a todas horas:
¿ cuando me va a coger a otro taller de empleo alcaldesa,
concejal?
¿ por qué le dais a los moros 1000 euros al mes y a mí no?
Ay que desgraciadito soy, pena penita pena de Juanito bandolero que a todos los tienen en el taller de empleo menos a mí por es andaluz- español en Vall d´uixó. Ay, ay, ay que desgraciadito soy por no llamarme Alí o Mohamed o ser el negro Melchor.
Ay que desgraciadito soy, pena penita pena de Juanito bandolero que a todos los tienen en el taller de empleo menos a mí por es andaluz- español en Vall d´uixó. Ay, ay, ay que desgraciadito soy por no llamarme Alí o Mohamed o ser el negro Melchor.
El sistema capitalista de este modo se refuerza y prepara su
ejercito con los más desfavorecidos. Las perdidas de la ruina de los talleres
de empleo son amortizadas, y de este modo prepara su paz el sistema con violencia inhumana.
El círculo se cierra de tal modo que no hay salida ni
esperanza posible, por eso cuando la señorita del hyundai venía a preparar el
finiquito del taller de empleo pasándonos unas encuestas EFO, donde se calificaba por parte de los
alumnos del taller de empleo que nos habían parecido los docentes, los cuales
debían pasar el año siendo suaves y amigables porque su continuidad dependía en
parte de la nota de sus propios alumnos.
Recordar- nos comentó al comenzar- que depende de lo que
digáis en la encuesta, habrá más o menos talleres de empleo en vall d´ Uixó.
De este modo la gente que hacía las encuestas pensando en su
futuro- ¡apuntarse a otro taller de empleo!- por lo tanto, no iban a responde de acuerdo con su
conciencia, así que estás encuestas tenían un 99% de mentiras y amaño, es decir
, que están en la media de las que confecciona ayuntamiento, departamento de
recursos humanos, el estado…
Así actúa metodológicamente
el capitalismo.
Al terminar de realizar las encuestas, entró Maribel, la
profesora del taller de jardinería, y Ramón Juan, el profesor de albañilería,
en la puerta se despidió la funcionaria del departamento de Labora con sus
carpetas en la mano:
-Recordar que las
encuestas son anónimas y están selladas. Me despido de vosotros, os deseo a
todos suerte en vuestro futuro profesional.
Queridos alumnos y alumnas- exclamo Maribel, ¿ lleváis todos
los zapatos de seguridad?
Si- dijimos.
Muy bien- respondió- ahora vamos a preceder a descargar un
camión con thujas, es un tipo de coníferas, también hay que descargar unos maceteros para meterlas, son para regalar en
los comercios de la vall. Tenéis que ponerles un lacito y una pegatina.
Albañiles y jardineros salimos de las aulas caminando despacio. Formábamos un
grupo de trabajadores desarrapados envueltos en chaquetas de trabajo polvorientas
para protegernos del inusual frío y lluvia de ese día.
Al entrar a la nave donde estaban las thujas, estaba el
viverista metiéndolas junto una gran
cantidad perfiles metálicos. En los rincones estaban las maquinas industriales para hacer zapatos
arrinconadas y cubiertas de polvo, equipos de soldar enormes estaban en
palet echándose a perder , materiales en
definitiva para poner una industria en pie. En esta nave municipal era material para cursos, pero esos cursos
estaban en desuso, solo se hacían de jardinería y albañilería desde hacia
varios años, aunque no había demanda apenas ni de jardineros ni albañiles en el
municipio de Vall d´Uixó, más bien sobraban del mercado.
Limpiar esas mesas-ordenó Ramón Juan.
Al segundo manos de jardineros y albañiles cayeron sobre lo
que había en ellas, despejándolas de cables, destornilladores, para la
operación de los “ abetos navideños”
Vamos a hacer una cadena- explicó Maribel- Unos irán
metiendo las thujas con maceta incluida en esta maceta que es más bonita, las de barro, para que no se vea la maceta que
lleva dentro, le pondremos corteza de pino. Otros pondrán silicona a las
macetas, la pasa, y el siguiente le pone el lazo que se pega en la silicona .
Un grupo para hacer lazos, otro para poner etiquetas.
Mientras se preparaba la cadena le pregunté a Maribel:
Estos árboles, una vez pase la navidad ¿se pueden plantar en
Vall d´ Uixó?
Maribel sabiendo mi interés por la jardinería y el medio
ambiente me respondió.
Le he preguntado al
viverista que tal se adaptan a este suelo, y me ha respondido que mal. La mayoría que no vayan a la basura,
morirán igualmente lentamente cuando los planten en este clima.
Lentamente- susurré contemplando tanta vida desperdiciada.
Todo ese esfuerzo por vivir de las plantas para nada. El espectáculo era
precioso pero siniestro si se conocía la verdad. Es normal para soportar la vida que nadie quisiera conocer la realidad. ¿ qué conciencia lo puede aguantar ?
Miré el precioso bosque de coníferas que teníamos en el
taller, varias chicas se hacían divertidas fotos metidas entre las macetas,
solo se les veía la cabecita . Podía ser divertido aparentemente, pero esos
árboles no pasarían del día de reyes. Eran pequeños en términos de edad, y
morirían siendo árboles infantes, no llegarían a centenerios. El sistema capitalista había
gastado litros y litros de agua, kilos fertilizantes, plaguicidas dentro del
vivero, miles de semillas, horas y horas
de trabajo de operarios, kilos de
plástico para las macetas, gasolina para el transporte, tan solo para que
estuvieran en los comercios en la semana de la navidad. Luego irían a la
basura, y si un alma samaritana las
plantaba en esta zona, morirían lentamente.
Estos árboles desconocían su destino, como nosotros, pero
había sido perfectamente planificado: su vida iba a ser un adorno en un
comercio, y luego al basurero como un bello desperdicio. ¿ Y la nuestra? Hablamos de hombres y mujeres. Es lo mismo para el capitalismo, aniquilar a un bosque que a un pueblo entero . Estaban los
árboles en nuestras manos , y en
nuestras manos estaba el móvil con mis compañeros jugando con los árboles para
hacerse fotos. En ese momento, en las
manos de un funcionario con su móvil estábamos nosotros, nuestros datos,
nuestros currículo, nuestros destino barajado en un móvil donde se cruzaban
datos.¿ qué podíamos hacer nosotros que desconocíamos lo que planeaban hacernos?
Nos pusimos manos a la obra. Nunca vi a la gente del
taller con tantas ganas de trabajar.
Mientras estuvimos plantando un verdadero bosque en la moleta, donde los
árboles iba a vivir y a tener todo lo mejor para poder hacerlo, ya que tendrían
una plantilla de jardineros municipales preocupados para que así fuera, mis
compañeros no hicieron mucho caso a sus obligaciones. Entonces el objetivo era bueno, según mi conciencia.-
Ahora el objetivo en mi opinión era un delito ecológico. Lo sorprendente es que
mis compañeros trabajaban como nunca, los monitores también estaban preocupados
por la faena. Maribel parecía más preocupada por este encargo que por los problemas de todo el bosque de
chopos, fresnos, celtis australis que plantamos en la moleta. Lo atribuí a que querían quedar bien con la agencia de
desarrollo local, y los de la agencia desarrollo
local querían quedar bien con los comerciantes. Es decir, que era una cadena
interesada en uno mismo. Uno mismo y su permanencia con el trabajo, porque en
el sistema capitalista está basado únicamente en el egoísmo, la hipocresía y en terminar
poseyendo cada individuo una mala conciencia. Todos los que por desgracia vivimos en este
sistema criminal , sabemos que lo único
que cuenta es uno mismo, y uno mismo aquí es igual a “su puesto de trabajo” El
puesto de trabajo es la identidad, el lugar que ocupa el individuo en la sociedad , le dará las condiciones materiales para
seguir adelante. Si falla ante el jefe se queda sin empleo, entonces es víctima de
todos y acaba en un taller de empleo en el mejor de los casos, en otros casos acaba en
la cárcel, la indigencia, salud mental, servicios sociales, o pasa por todos
estos sitios en menos de 10 años. Los árboles a todos nos daban pena, pero
ahora lo importante era quedar bien no se sabía muy bien con quien, pero era
gente importante, ¿ quienes? Ni idea. ¿ Los de ADL? No son nada, pero aquí
significan que te pueden hacer la vida imposible poniendo tu currículo en un
cajón. No son nada, pero son como Dios clasificando personal. ponen una cruz en el currículum y estás muerto.
Mis esquemas de todo lo que había aprendido en el taller de
empleo cayeron. Lo que estábamos haciendo
contradecía las buenas prácticas
de fitosanidad vegetal. Mi ética
personal y la de Maribel que se parecían en este aspecto , circulaba vía conciencia por el
problema de quedar bien , por encima de hacer algo malo como ser cómplice del asesinato de estos árboles , porque también ella se
iba a la calle cuando terminara el
taller, aunque como licenciada tenía más posibilidades que como certificada en
un taller de empleo. En mi caso, tendría que volver a pedir otro taller de
empleo de no encontrar nada en la empresa privada. Al primero que le pedí faena
fue al viverista que traía las thujas.
Su seco NO, casi cabreado y ofendido por la petición me
trajó amargos recuerdos.
Ocupé mi puesto de trabajo en el engranaje como otro más, a
mí me tocó manejar la pistola de silicona. Daba puntos al macetero dejando unas
gotas de silicona, mi compañera R colocaba una cinta roja, P metía el árbol, S la pegatina, D el
lazo de tipo alas mariposa sobre el lazo rojo. J las cargaba y las llevaba a un
rincón, R las contaba. B las supervisaba.
Por la radio escuchábamos propaganda del ayuntamiento
asegurando que estaban a favor del medio ambiente, de la clase trabajadora, del
desarrollo sostenible, y que iban a poner un lazo solidario en el balcón como
señal de apoyo por la cumbre del cambio climático, e invitar a Greta y sus
niños cruzados del cambio climático a que visitaran las
cuevas de san José. Por supuesto hablaría Greta de cómo la
contaminación de su país le había robado la juventud a sus 16 años convirtiéndola en maniática medioambiental.
Vamos a descansar muchachos- la voz de Maribel interrumpió
el interesante discurso del concejal de medio ambiente hablando de Greta.
Volviendo al aula descubrí que:
No había traído el bocadillo.
Déjame un par de euros- pedí a mi compañera Cris…he olvidado
el bocadillo, mañana te los traigo.
No hace falta que me los devuelvas- respondió dejando una moneda
de dos euros en mis manos con una sonrisa de amabilidad.
Cogí el paraguas y empecé a caminar por un polígono
industrial de la vernicha. Estaban las
puertas de las naves industriales
cerradas, muchas no resistieron a la crisis. El asfalto estaba ya agrietado, las canaletas embozadas, las
fachadas de las naves descorchadas. Ningún coche pasaba. Caminé cinco minutos
en silencio, con ansiedad y nauseas de vivir, maldecía bajo la lluvia con todas
mis fuerzas el capitalismo. Tenía ganas de romper un cristal de una nave
industrial. Aparecieron las casas de la colonia Segarra, surgían como colgadas de la colina que ocupaban.
Frente a ellas aparecía un gran cinturón
de supermercados, y servicios llenos de
carteles en grande sobre las naves industriales reconvertidas en el King
Wong, gimnasio GL, Erosky ,
juguetería toy boy….de todos los kilómetros que la fábrica Segarra ocupaba,
quedaba una parte inmensa del solar derruido, ahora estaban bajo la lluvia
trabajando maquinaria pesada en más de 8000 metros cuadrados .
Paré con mi paraguas contemplando allí sola la chimenea con aires de orgullo industrial,
la monumental chimenea que quedaba de la
pequeña central para producir energía que tenía esta fábrica de zapatos , la que
en su día fue una de las mayores del mundo. Ahora gran parte del terreno estaba
ocupado por bares, y centro comerciales. Hacía tiempo que había escuchado que
iba a hacer otro supermecado, la gente hablaba de un mercadona destinado solo
ha comida precocinada, y a su lado
escuché que iba un burguer King o un Mac donals. En definitiva, se trataba de
un modelo basado en el superconsumo . Lo que era demoledor sabiendo que mucha
gente no tenía trabajo, porque estos supermercados dejan muy poco beneficio
social donde se implantan, son como
cuscuta, una planta parasitaria que enraíza sobre las plantas de las que se
alimentan. Los supermercados arruinan los campos, la ganadería, la
artesanía local, hace hostiles contra su
pueblo a los políticos. Este tercer
cinturón de supermercados, traería
escasos y peores puestos de trabajo,
incluso peor que los que había en los tiempos de la fábrica. Si ya de por si era triste y miserable el
destino de los obreros de Segarra,
ahora, tras la reconversión y la época del ecocapitalismo, la clase obrera, y
los que yo no eran ni eso, que dependían de servicios sociales, del sistema
para sobrevivir ya no podía contener la mínima esperanza ver algún día la luz.
Se ha sembrando la ruina total a escala local y
planetaria.
Ninguna planta puede germinar plenamente con tanta
oscuridad, y cuando no queden árboles, ni plantas, ni agua, en todo el planeta ,es
cuando el capitalismo dirá:
¿ Y ahora que inventamos para ganar más dinero?
Esta pregunta la hará mirando a millones y millones de
personas empobrecidas.
Y prefiero no imaginar lo que harán con ellos para ganar más dinero,
porque el capitalismo seguirá existiendo, y acumulando beneficios con todo el planeta contaminado, con tres
cuartas partes de las naciones en guerra, con
solo dos ríos potables para toda la humanidad, con uno solo de los siete
mares que contenga peces,
Seguirá abriendo supermercados, abaratando los costes de
producción, y asegurando que apuesta por la ecología y las personas.
Angelillo de Uixó.
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