jueves, 21 de febrero de 2013

Crónicas subnormales de la marca españa de Angelillo de Uixó. Los cursos para parados

Crónicas subnormales de la marca España de Angelillo de Uixó. Los cursos para parados. I. La cueva. Una misteriosa cueva de Vall d´Uixo alberga un oscuro río subterráneo de aguas tranquilas, calidas y vinosas que discurren dentro de la negra roca. El pasaje de su curso es surcado por lecticianos gondoleros que pasean a cebados turistas domingueros. Un grupo formado por pomposos pijos capitalistas de ideología neo liberal se encuentra en reunión de negocios entre copas, bistec semi crudos y risas infantiles. El lugar elegido para la celebración de un acuerdo empresarial es la cueva restaurante que hay junto al tranquilo río que no conoce las olas, ni las tempestades, ni los rayos del sol. Los camareros de mirada taciturna, febril, cansados de servir a empresarios que pagan en negro, si pagan, están atentos a lo que pidan los señores. Aparecen los privilegiados tumbados en sofás de tapicería de cuero roja. Unas palomas enamoradas sobrevuelan la cueva en círculo, aterrizando en las ruinas iberas de la cumbre de la cueva. Un cartel en la puerta del restaurante pone: Hoy reservado el local, disculpen las molestias. Los turistas no pueden entrar en la cueva restaurante. Indiferentes caminan observando lo deteriorado del poblado ibérico que corona las cuevas. Las ruinas se yerguen rodeadas de chumberas y paleras donde anida la rata y la serpiente. Profecitan las murallas derruidas los tiempos vendidos que se avecinan. El abanico de las alas de las palomas se extiende y alzan su vuelo sonando a castañuelas. Un bulevar provinciano construido en los primeros días de la democracia trata de dar modernidad comercial y capitalista al paraje. Aparecen grapados al paraje natural comercios cerrados y abandonados por la crisis. Alguno queda abierto dedicado a la hostelería salchichera en un lugar histórico. Los gatos enroscados duermen en las oquedades de la colina uxense. Dentro de la cueva restaurante iluminada con electricidad alcanzan las manos los capitalistas copas repletas de licores. Risotadas neolíticas cruzan la cavernosa estancia, y los entremeses amontonados en plateadas bandejas son cargados con los dedos para devorarlos sin compasión entre tragos de vino, whisky, ron…. La mirada de los camareros se vuelven más atrevidas conformen tienen menos que perder. Contienen las afiladas bandejas en sus manos cansadas intentando pensar en otra cosa. Quizás en sus mujeres, quizás en sus hijos, quizás en sus hipotecas, quizás en una celda si hacen lo que piensan.. Un rayo de muerte cruza brevemente sus mentes, otro atruena con las horas que marca el reloj. Sus almas se hunden en el lago de la resignación histórica e imperturbable del que sirve. Están encerrados juntos, unos y otros. Son humanos diferentes y enfrentados por la dialéctica de la historia en una cueva de Vall d´ Uixó. Bajo los focos se proyecta la sombra andante que persigue a los siervos sobre las paredes rocosas cuando desfilan cargados con las bandejas desde la cocina. La sombra de los empresarios esculpida por la iluminación en la roca, forma la silueta de un brazo metiendo con los dedos alimento y vino a sus bocas. Están en el mismo lugar encerrados: empresarios, funcionarios, políticos, y obreros. Pero estos últimos no van hacer nada más que servir. Se escuchan la voces distorsionados, ebrias, cacofónicas del alcalde, el director del servef del pueblo, el director de ADL, un director de la fundación del banco de la CAM, y un par de empresarios de agencias de formación para desempleados. Las voces llegan hasta los camareros, testigos de toda la corrupción del país. Las risas de empresarios, funcionarios y políticos retumban en la cueva. Llevan dos horas de reunión festín. El trato estafa cargados a los fondos europeos queda consumado entre bocado y bocado de carne, y trago y trago de vino. Luces amarillas colgando de las estarlagtitas iluminan sus gestos cínicos. Los rostros de los avispados vividores latinos brillan grasientos de pomadas contra las arrugas. Sus estómagos orondos se agitan indigestos dentro de la cueva a intervalos espasmódicos mientras siguen comiendo y bebiendo sin cesar, aprovechando cómo cerdos el festín que se les ofrece. No saldrán de allí hasta que hayan devorado todas las bandejas y bebido todos los licores. Así lo han jurado. -Más bebida, más bebida- da palmas a un ecuatoriano el Alcalde Lelo Clavell mientras se saca un paquetito con polvo blanco que corta con la tarjeta de crédito del Ayuntamiento sobre su carnet de conducir. ¿Alguien lleva un Boli? Bic?- pregunta. El grupo consorte totalmente borrachos pasan las manos por sus trajes de forever young buscando bolis. Sacan plumas estilográficas de oro con las que firman contratos. Las dejan sobre la mesa para que el alcalde haga uso pertinente de ellas. El Alcalde mareado entre risas histéricas las arroja al suelo ante la sorpresa de sus colegas que han actuado de buena fe. - ¿Pero que mierda me habéis dado?- les pregunta. La pandilla observa extrañada por el tono, y el gesto circense del Alcalde con las manos abiertas pidiendo limosna y de rodillas imitando las esculturas del Cristo gitano de la Cocaína. Su rostro recuerda un Pocholo de bajón. Provoca su actuación la hilaridad entre el grupo. Las estilográficas de oro brillan sobre el negro suelo de la cueva. Alguna derrama tinta de calamar al romperse las finas puntas de oro, platino y plata sobre el suelo rocoso y duro de la cueva. ¿Qué mierdas de bolis gastáis? Un BIC señores, un puto bic de 30 céntimos es lo que necesito. ¿Es tanto pedir?- señala la cocaína con pena y ganas. Mira el alcalde al camarero ecuatoriano que aparece cargado con una bandeja con chupitos. En el bolsillo de su camisa blanca asoma un resplandeciente BIC. Le presta también atención a su enorme cabeza con forma de huevo. Eh, tu Boli.- le dice al ecuatoriano cayéndose el alcalde del sofá. Se apoya con una mano. Escupe babas mezcladas con alcohol que observa confuso, intentando vislumbrar en el líquido elemento el futuro. Consigue enderezarse con esfuerzo venciendo el vértigo que produce el alcohol. Aplausos de la exhibición acrobática del alcalde por parte del director del servef. Levanta su mandíbula cuadrada, y escudriña pasando revista con sus ojos de merluza revestidos por unas gruesas gafas de pasta, al uso del funcionario franquista, a los camareros. Siente el director del servef después de 30 años de servicio un profundo asco a la clase trabajadora. Se complace del terror del pequeño ecuatoriano suplicando ante el alcalde. -Cabeza huevo, dame tu Boli o te despido- le amenaza el alcalde admirando la sorprendente cabeza del engendro. -Ahorita señor no puedo dárselo, y por favor señor. No sea huevón, no me llame cabeza huevo, mi nombre es Willy de Pablos de Todos los Santos de los Huevos. Este Boli es el único que tengo. Si se lo entrego me lo descontaran del sueldo el patroncito- le dice excusándose el pequeño camarero ecuatoriano. Su aspecto es una mezcla del hombre y el mono, de menos de metro sesenta de planta, contrasta su pequeño tamaño con sus anchos hombros que denota de ser de estirpe campesina, y una geta aplanada cómo los síndrome de down. Tiene la forma de su cuerpo picasiano de cubo, roto por su cabeza enorme, que por cuestiones raciales, parece un huevo. Su piel negruzca, dura, sin apenas grasa, sobresale fina de sus huesos gruesos y cortos. Observa el pequeño mono ecuatoriano con sus ojos de cordero el rostro enmascarados del alcalde que se ha transformado en el un déspota. La pandilla ríe y corean el mote que le ha dado el alcalde: cabeza huevo, cabeza huevo, dale el Boli. El alcalde dando tumbos le coge el Boli al pequeño ecuatoriano que da dos pasos hacia atrás lanzando un pequeño gruñido semejante al de un cerdo amazónico. El pequeño no se resiste. El propietario del local sale a escena tras haberse divertido en la penumbra de la cocina. Llama al orden al trabajador. -Willy, dale al caballero el Boli, no te lo descontare del salario- le dice con suavidad y vehemencia al siervo que se retira más tranquilo sabiendo que no le descontarán el Boli del sueldo. El alcalde hace un guiño afectuoso al jefe del local, un hombre servil a los poderosos, que gusta de atenderlos y codearse de ellos, cómo de contratar empleados emigrante sin papeles a los que les saca todo el jugo que puede de su trabajo. Sus cabellos laureados de canas denotan su edad avanzada, y le dan aspecto de patricio romano. Por edad podía estar jubilado, aunque se niegue a hacerlo, demostrando a su familia su gusto por los negocios y la actividad. Su primer restaurante lo monto en la época de la transición, muy cerca del ayuntamiento buscando el contacto con los políticos, funcionarios y empresarios. Intuyó que en la democracia los contactos con corruptos de los partidos políticos era la clave de la prosperidad. El alcalde le pasa el brazo amistoso por el cuello. Con lágrimas en los ojos y sinceridad de borracho le habla macacanamente. -Tu si que vales Amancio. Te quiero un montón. Eres el mejor amigo de los políticos. Tu local es la hostia, es el mejor local de Vall d´Uixó. Gente cómo tú es la que necesitamos para salir de la crisis. Toma un poco de esto conmigo amiguito mío- señala la cocaína a la que mira goloso frotándose los dedos y relamiéndose el patricio Amancio. -España debería ser una empresa, no un país, brindemos por la gente que propicia la iniciativa privada- votando cómo un autómata al que acaban de encender, un empresario que se beneficia gracias a sus contactos de cursos pagados con dinero publico alza agradecido a los presentes una jarra de cerveza celebrando el motivo de la reunión. El monigote de cortas piernas, flequillo a lo play movil, mediana edad, nivel cultura ínfimo a la altura de su sentido de la moral, bailotea moviendo sus gruesas rodillas y brindando. Unas gotas de grasa de churrasco de ternera le han ensuciado el Jersey polo. Siente euforia de pensar en sus cuentas bancarias que van a rebosar con el traspaso de dinero. El grupo al bello canto por la marca España brindan mareados, cansado, aburridos, angustiados sin saber el motivo, e indigestos. Presiente en cierto modo que acabarán degollados. El alcalde desmonta el Boli bic, tira el tapón y el tubito de tinta de dentro. Se queda la carcasa vacía y de rodillas sobre la mesa esnifa. Pasa el polvo al resto que aspiran con energía y alegría. Al instante se tumban sobre los sofás. El director del servef se quita los zapatos tirándolos a los camareros que utilizando las bandejas a modo de escudo. Los siervos en el rincón, bajo los murciélagos que duermen colgados del techo, quedan a oscuras y en silencio. Observan asqueados y horrorizados a los señores. El director de la CAM, un viejo Dandi con gorro de fieltro blanco que disimula la calva de vejez pega un eructo y llama por el móvil a Mireya, la monitora de un curso aprobado. -El lunes que viene empieza el curso. Gracias- se escucha agradecida la voz de una mujer de mediana edad. El festín acaba con la llegada de varias taxis que llevan a sus excelencias a sus villas. II. La reunión de los domingos en las casetas de San Antonio. Bella Mari engalanada de ropa sport de domingo, muy ajustada y sexy, come despacio como un jilguero, saborea la paella grano a grano. Sus preciosos labios rojos brillan sensuales con la grasilla del pollo y del arroz que se ha quedado en sus benditos labios de los que cualquier humano desearía alimentarse. El jersey de lana beis permite observar la forma sugestiva de sus enormes pechos. Su marido come pausado junto a ella. Satisfecho mete la cuchara rascando el arroz socarrat y tirando el resto del arroz a un montón que se acumula en el lado de la paella de su suegro, un jubilado que devora alegremente lo que le echen. Comen en compañía de los suegros, los hermanos de ella, y sus sobrinos. Se encuentran en la caseta dominguera de San Antonio, donde cómo champiñones brotan sobre escombros casetas destartaladas, de formas constructivas rectangulares, cuadrangulares, trapezoidales, pintarrajeadas sus paredes cómo los rostros de las putas, de mil colores a cual más estrambótico. Es domingo de un febrero seco y calido. Las casetas de San Antonio se pueblan de farandules que comen paella, guardan trastos viejos en corrales, sótanos, y ven las carreras de coches en la televisión descansando en manada familiar. Las casas se ventilan ese día, quedando cierto aroma rancio a humedad y cerradura semanal. El olor a humo y a comida perfuma la montaña que se yergue próxima al pueblo de Vall d´ Uixó. El natural aroma a romero, a tomillo, ajedrea y a lavanda que verdean rodeadas de maleza en los bancales circulantes de las casetuchas, es superado por el pollo, el concejo y las verduras fritas de la paella. -Estos es vida, nada hay mejor que el domingo y la paella. Ojala todos los días fuera domingo- exclama Ramón, el marido de Bella Mari llevándose el porrón de vino a la boca. Se desabrocha el cinturón del pantalón. El resto exclama de igual manera masticando sin tregua. Los niños corretean por el comedor jugando a indios y vaqueros. -Mañana cobrare los atrasos- exclama Bella Mari, satisfecha por cobrar aunque sea tarde y mal. Piensa en ir a druni, piensa en ir al Corte Ingles y comportarse cómo una pija. Emiliano, vecino de San Antonio, baja a la cesetucha de los padres de Bella Mari seguido de su perro perdiguero que ladra a los perros que están atados en las diferentes casetas. Adiestrado queda en la puerta de la caseta de los vecinos en posición de protección, tiene la planta de un soldado ingles de la guardia de la reina. Emiliano entra a tomar café. Bella Mari, Ramón, Tomás, Raquel, Rosarito, Macario… le saludan familiarmente. Toma asiento cómo todos los domingos. Emiliano emite una triste queja involuntaria mientras Bella Mari le entrega una carta que lleva en su bolso. -Te ha llegado esto del Ayuntamiento- alargando la mano le entrega el sobre. ¿Qué te han dicho del correo en San Antonio? -No van a ponerlo, dicen que somos población dispersa. Si no te importa sigue cogiéndolo. Bella Mario hace un gesto afirmativo y continua comiendo de forma sexy, abalanza su cuerpo hacia la otra orilla de la paella y el Jersey se le sube dejando al descubierto dos dedos de su hermosa carne perfumadas, blanca, y pura de sus caderas. Emiliano abre la carta y lee con tristeza resignada. El excelentísimo Ayuntamiento de Vall d´Uixío le obliga cómo receptor de la renta garantizada para la ciudadanía a la realización de un curso de inserción laboral titulado: Aprenda a superar una entrevista de trabajo. El curso es patrocinado por la CAM y el Ayuntamiento de Vall d´Uixó y tiene cómo objeto ayudarle en su inserción laboral. En caso de no realizarlo le será retirada las ayudas sociales. Atentamente: El alcalde. -¿Qué pone la carta que haces tan mala cara?- le pregunta Bella Mari. Ella le mira intrigada con sus preciosos e intensos ojos pardos de felina hermosa con la que retozar en la orilla del mar, en un frondoso prado, o un sucio corral repleto de barro y excrementos. Emiliano, cuyo rostro se ensombrece trata de disimular la situación. Sus ojos negros muestran la decepción con el mundo y con él. -nada, nada, es sobre un pago del coche que tengo que hacer- mal disimulando la mentira, con rictus de perro que ha cometido una falta, Emiliano pasa página a la vergüenza cursatil, apología del fascismo empresarial con fines de convencimiento de la clase obrera de que el paro es culpa suya. ¿Aun tienes el coche?- pregunta el tío de Bella Mari con una rojiza pata de conejo entre los dientes que engulle sacando los huesos de la boca. Si- responde Emiliano mirando la televisión para no sufrir el dolor que causa la hermosura virginal e inalcanzable de Bella Mari. Más en su condición de paria. La mirada que observa de reojo repleta de pena de ella se clava homicida y violenta en sus entrañas. Alienta Emiliano en su pensamiento la guerra civil. Es la única esperanza que pueden albergar los desesperados. Su pensamiento se interrumpe con las imágenes del telediario de la 1 anuncian brotes verdes para España gracias al PP. Unos contertulios culpan a la baja formación profesional de los obreros del desastre nacional. En la caja tonta surgen rápidas secuencias de obreros desarropados en las puertas de los inems. Los periodista con fines de audiencia y cómicos enfocan a los parados para que digan su opinión sobre el INEM. -Nos tienen aquí sin darnos faena. Que lo vea toda España, soy Juan de Dios ¿donde está la faena? ¿Donde está el INEM para colocarnos?- el paria obrero Juan de Dios con gorra de tela nike, y nariz aguileña de judío, protesta con unos papeles verdes enrollados en su mano derecha que deben cuñarle. -Nos han robado los políticos tanto a los empresarios cómo a los trabajadores- una señora gorda con gafas, rulos en el pelo, de cincuenta años, histéricamente furiosa desahoga su corazón que lleva un marca pasos pagado con los impuesto de todos. Su rostro de chucha vieja queda pegado al cristal de la cámara. El periodista echa dos pasos atrás para sacar mejor plano de la gorda loca. Los beneméritos enverdecidos de pensamientos y uniforme, andan con ganas de jarana, hacen ronda por la calle del inem junto a seguridades privados con motivación de atar al ganado obrero en una cuerda y mandarlos al truyo. Esperan que las cámaras se vayan para acercase a saludar a los parados. ¡Que país, que país! La gente no quiere trabajar. El país se hunde por culpa de los vagos.- entra sin llamar a la caseta un jubilado vecino de San Antonio al que llaman Pedro. Entra dando voces de papagayo. Su rostro, arrugado cómo el de una pasa, el cuerpo castigado de soles y escarchas, camina cojo y encorvado. Su figura, la de un monigote estrambótico que da voces repetitivas cómo una cacatúa. Un puro en la boca no le impide hablar. Es padre de dos parados militante de España 2.000 a los que ayuda económicamente, y susceptible a la influencia de los contertulios de la 1. Su pensamiento político lo exclama en reuniones vecinales, en bares y en ocasiones en la soledad de sus paseos. Todo de forma obsesiva. Ve venir la guerra y un nuevo caudillo. Encofrador de profesión cuando trabajaba ha visto a muchos obreros despedirse para cobrar el paro y trabajar en negro. Votante del partido popular y nostálgico cómo casi todo el mundo de los felices tiempos del caudillo, vive con asco la democracia. La puerta de la caseta de los padres de Bella Mari queda abierta para que entren a tomar café algún vecino más. Cobrar el paro y trabajar en negro, si no ¿de que se sostendría el país con seis o siete millones de parados?- le responde dándole la razón el padre de Bella Mari a Pedro. Gira el tapón botella de coñac y le pregunta mirando con sus ojos con estrabismo- ¿medicina en el café? Cómo siempre. Vale, vale ya- detiene Pedro el goteo del coñac que baila sobre el café humeante. Me subo a casa- se despide Emiliano con el sobre en la mano y angustiado. El pensamiento: de guerra civil y juicios sumarísimos a sus vecinos. Un adiós dado por Bella Mari es la única respuesta que obtiene a su insignificante despedida. Los contertulios de la TV dan voces sobre la mentira de la crisis. los bares están llenos a todas horas, los supermercados también y todo el mundo trabaja en negro, a mi que no me jodan con eso de la crisis y la gente que se mata porque les quitan la casa. Que no se hubieran metido en tantos pisos- Ramón, rascándose el cráneo y con gestos de macaco resume la crisis contentado a los contertulios de la primera y a Pedro. Todos de acuerdo, tanto periodistas de la TV, cómo los vecinos de San Antonio pasan a comentar la formula 1. Alonso se ha quedado tercero. III. los cursos. Cómo pájaros encerrados en una jaula, en cuarto dedicado al reciclado de obreros sin formación que cobran ayudas de los servicios sociales, de los planes estatales cómo el Prepara, asoman los desempleados su geta disecada sentados y calmados. Trinan sus penas. Han hecho su nido tras unas mesas y sillas infantiles de colegio. Se dan ánimos hablando de los cursos que han hecho y los empleos que han tenido antes de llegar a esa situación. Cuentan un pasado mejor que no lo fue. - ¿Tu hiciste el curso de ingles de atención al publico, verdad?- pregunta una mujer de negra cabellera rizada, grandes pechos, mediana edad. Hace movimientos sexys a un hombre también de mediana edad, canoso, de pelo engominado que conjunta con su camisa blanca y vaqueros azules. -Esa es más zorra que zorra- exclama al oído de su compañera de pupitre una señorita a otra de la fila de atrás. Unas serpentinas bufandas verdes se enroscan en sus cuellos de cisne putero. -Yo iba por la tardes al curso ¿sabes? Una mañana fui por la mañana y te vi. ¿No te acuerdas de mí? Me llamo Loliluz. ¿Y tu?- le pregunta tocándole con la mano la pierna para calmar la ansiedad sexual y existencial que le recorre el cuerpo cuando empieza un curso. -Si, si, me acuerdo de ti- exclama cómo un imbecil el caballero engominado. Yo me llamo Rafa. -No se si me ayudara el curso, yo busco trabajo de seguridad- quitándose las gafas de sol de pera un sujeto joven, alto, sentado en la tercera fila. Sobresale su cresta en el pelo sobre todas las cabezas, brillan sus piercing en las cejas, y le dan un aire exótico sus tatuajes chinos en los brazos. Tiene aspecto de no haber trabajado mucho en sus 25 años de existencia. Estrecha fraternalmente la mano a su vecino de pupitre que sufre depresión nerviosa. -¿Solo buscas de seguridad?- le pregunta con tembleques de piernas y la felicidad que pueda albergar un depresivo por el gesto amistoso en desuso de un saludo. -Yo solo quiero trabajar de seguridad, nada más me interesa en este mundo, a parte de las mujeres. Me gustan mucho, son lo mejor de la vida- se vuelve a poner las gafas de sol mirando a la ninfomana. Emiliano llega tarde, se sienta discreto en una esquina. Lanza evasiva la mirada perdida a la ventana. Unas nubes algodoneras cruzan con forma de cometa los azules cielos. Les acompañan en formación de triángulo la silueta alada y esperpéntica de las garzas sobrevolando en círculos los campanarios. La monitora aparece con algo de retraso y causa sorpresa su figura femenina deformada por preñez. Jadea cansada de subir las escaleras. Tiene el rostro de reptil, la mirada de fiera sobrecoge a los desempleados. Pasa revista sobre ellos haciendo un examen psicológico actitudinal a través de los rostros. Vagos, perdedores, sin iniciativa, subvencionados, son las cuentas que les salen del test ocular. Mi nombre es Mireya y soy psicóloga- se presenta escribiendo en la pizarra sus títulos y el nombre que le impuso sobre la pila bautismal el cura. Este curso versa sobre cómo hacer una buena entrevista de trabajo, que es la clave de tener un trabajo. La gente sin formar, los que no se esfuerzan en complacer a quienes pueden darles una oportunidad de trabajar, no van a encontrar nunca trabajo. Cómo os he dicho, yo soy psicóloga, una mujer formada que me hace ser más competitiva que esas mujeres que se quedan en casa viviendo de su marido. Formación- escribe en la pizarra bajo su titulo de psicóloga- En la vida las oportunidades no se pueden dejar pasar. En este curso vamos a dar lo que es una entrevista de trabajo. En la entrevista lo más importante es dar impresión de tener un gran interés en la empresa, demostrar que se es servicial y de confianza. El empresario debe confiar en sus operarios, y los operarios deben confiar en el empresario. Unos y otros están atados por un lazo de lealtad. Lealtad del de arriba con el de abajo, y del de abajo con el de arriba. Es el ciclo de la naturaleza. Si los trabajadores colaborarán con la empresa cómo hace el empresario y dieran el 100 por cien a la empresa cómo hace el empresario, España no tendría una crisis económica.- El trabajador sin formar es un lastre- escribe en la pizarra cambiando el color de la tiza. Hoy lo primero que haremos será preparar test psicotécnicos, una vez me hayáis dicho la formación que tenéis. Ir saliendo uno a uno y diciendo los estudios y títulos que habéis alcanzado. ¿Imagino que nadie será licenciado cómo yo, verdad? Los alumnos parados desfilan explicando con la mirada en el suelo y desmotivados sus pocos e interesantes estudios primarios, y sus trabajos penosos de obreros de la construcción, de amas de casas, y recolectores de frutas por cuenta ajena. Satisfecha de sus predicciones, Mirella exhorta a la obediencia, entrega, sacrificio y lealtad a la empresa cómo forma de superar su falta de formación. -Lo importante es ser sincero y a la vez complacientes con lo que quieren. Es posible que os hagan test psicotécnicos en una entrevista de trabajo. La clave del psicotécnico es hacer test y más test, responder con sinceridad y complacencia al que manda. Cuanto más se hagan, mejor. Otra cosa muy importante es que no utilicéis ni divulguéis vuestra opinión en las redes sociales. ¿Alguno de vosotros tiene un perfil en una red social? -¿Que es una red social Mireya?- pregunta el depresivo con tembleques e indecisión cognitiva en el timbre de voz. . Es Factbook, emails, twenty, son redes de Internet donde la gente se comunica y expresa sus opiniones que también los empresario lee. ¡ Cómo debe ser para asegurarse de a quién contratan ¡- asiente convencida su efervescente discurso neo liberal adquirido en la faculta de psicología y perfeccionado con experiencias en la libre empresa darwinista hispánica- Hoy en día de un operario se sabe todo, su curriculum, lo que piensa, si tiene motivación por el trabajo, si es leal y servicial. Se sabe todo no solo gracias a los test, los roll plays, si no a Internet. ¿ Sabéis que es un roll play?- pregunta sin dar tregua a los alumnos. -No- responden al unísono. Se santigua neoliberalmente rezando a la libre empresa para que le de fuerzas para curar la ignorancia de sus alumnos de pueblo que han vivido de un estado social subvencionador que anulaba su iniciativa. -Ahora mismo haremos un role play. Tras el circo del role play termina el primer día de curso. Los alumnos con sentimientos de fracaso y culpa salen a la calle. Allí vuelven a encontrarse consigo mismos. Les es familiar la calle. Es su habitad acogedor. Ven personas del pueblo que van y vienen, y les saludan. Estos son cómo yo- se consuelan con ese pensamiento. La profesora les ha prometido para mañana un especial de domesticación obrera a través de vídeos donde les ilustran que ponerse para una entrevista de trabajo, cómo peinarse, que colonia utilizar, cómo cruzar las piernas en las sillas, cómo poner los brazos, comunicación gestual, evitar el sudor de las manos y la frente que puede resultar molesta al entrevistador, para después seguir con baterías de test, psicotécnicos y role plays. Los alumnos en cuerda van subiendo las escaleras del primer piso del centro social donde se imparte el curso. Aterrizan en sus sillas, en el mismo orden del día anterior. A mi la verdad, que en mis 30 años de vida laboral, y casi todos en el mismo sitio , en Keraben, jamás me han hecho una entrevista de este tipo- confiesa un veterano de 55 años con tripa de obrero que ha pasado muchos domingos comiendo paella y reposando la semana de trabajos. Yo tampoco he hecho ninguna payasada de estas, y me niego a hacerlas, aunque reconozco que quizás los tiempos estén cambiando, y a peor. Deberíamos volarlo todo por los aires.- confiesa melancólico utilizando el fraseo ametrallador anarquista Emiliano. Tarda en llegar Mireya, comenta Loliluz, la ninfomana de la clase que se ha levantado y se dirige hacia la ventana. Pese a sus cuarenta años su cuerpo es seductor, se le marca el tanga a través de unos vaqueros muy ajustados. Un anciano engalanado en traje de Dandy sube las escaleras. Su sombrero blanco habanero conjunta con sus pantalones de lino. Su rostro desencajado rompe su elegancia. Se sitúa en el centro de la clase y emite un anuncio. -Soy el director de la fundación CAMP, quiero anunciaros que el curso se interrumpe. Mireya ha muerto. EL director pasea la mirada por las caras de asombro de los alumnos que tienen necesidad de explicación. Abriendo la boca cómo un tortuga, escapan de sus diente el silbidos de sus aladas palabras donde explica lo acontecido ensalzando el heroico comportamiento de Mireya. Ayer la difunta Mireya- resbalan dos lagrimas en su rostro de verde caimán , retira el gorro de su cráneo calvo- estaba haciendo una selección de personal para una empresa de camiones, ya que Mireya, que Dios tenga en gloria, era un ejemplo de trabajadora. Renuncio hasta a la baja por maternidad, su objetivo era trabajar hasta que rompiera aguas, en vez de quedarse en casa cómo otras parturientas. Hacia cursos cómo este para la fundación, y cómo creyente en la libre empresa, seleccionaba operarios para empresas privadas por las tarde noches. Cómo os he dicho, ayer acudió llamada por Adecco a que seleccionara camioneros para Seur. Hicieron un experimento de selección que debía aportar pruebas de quien era el candidato más valido para el puesto de trabajo. Contrato a una hermosa prostituta que vestía muy sexy y debía fingir ser una entrevistadora. La prostituta debía ponerse delante de la mesa y hacer posturitas, entre tanto Mireya estaba oculta detrás de unas cortinas que tenían un pequeño agujero y veía los movimientos de los camioneros. Al camionero que se le iban los ojos detrás de la prostituta lo rechazaban por que puede crear un accidente. Un hombre que mira a una puta no es de fiar. Imagínense ustedes que van por la nacional 340 con su coche y su familia detrás de un camión, y esas señoritas sin formación, ni educación, que están en el arcen ofreciéndose, provoca que un camionero se ponga nervioso y frene. Y ustedes se empotran contra el camión y mueren, y la mercancía tan importante que transporta para la empresa se estropea. ¿Comprenden lo importan del trabajo de Mireya, de la selección del personal? Pero ayer paso algo incomprensible en estos tiempos. Un camionero sin formación, un sátiro muy excitado por la prostituta, en vez de irse por la puerta, se mareo y camino en dirección a las cortinas pensado Dios sabe que. Allí descubrió a Mireya con los papeles evaluativos. Se los agarro y los leyó. El camionero llamo al resto de entrevistados que estaban en la sala contigua. Había más de 30 candidatos todavía, algunos que habían hecho la entrevista esperaban los resultados. Este les enseño los papeles, y el método de cómo les seleccionaban. Mireya había anotado junto a los seleccionados, los que no miraban a la puta, una etiqueta de homosexuales, OK. Cómo sabrán ustedes el gremio de marineros y camioneros está lleno de homosexuales. Los camioneros seleccionados al verse señalados cómo homosexuales y recibir las burlas de los no seleccionados se lo tomaron todo muy a mal. Primero violaron a la prostituta, y luego a Mirella, después la sacaron al patio de la empresa y la chafaron con una apisonadora. Un horror, un horror. Angelillo de Uixó. Licencia de Creative Commons
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