Los rostros de los que acuden a Cáritas y la Cruz Roja.
Ojos han de tener los rostros de los pobres que acuden a Cáritas y a la Cruz Roja. Ojos de todos los colores: azules, verdes, negros. De rumanos, moros, hispanos, pero si los tienen no ven. Y ojos que los ignoran tienen la mayoría de ciudadanos que se tropieza con ellos a diario en Vall d´Uixó. El otro día me pare a mirarles y a hacerles fotografías. Primero los observe con ira por su suerte, luego con calma. Ellos no me veían, ni a mi ni a nadie. Note que sus miradas no miran, están ensimismadas por la vergüenza. Allí había mujeres acompañadas de sus hijos, despojadas todos ellos de dignidad, de humanidad. Ocultos envuelven sus rostros entre el coro que forman sus cuerpos cabizbajos y pegados creando a la vista una bola de carne sin forma, difusa, borrosa, algo así cómo una albóndiga de pobres. Se mostraban en la avenida Jaime I de Vall d´Uixó donde se encuentra la cruz Roja. Es un día antes de navidad . Hay silencio, humillación, derrota en sus gestos, en los movimientos de la fila de borregos que entra a la Cruz roja; hasta en el policía que se asoma armado a mirar que todo este tranquilo y se retira. Reciben alimento cómo bestias: arroz, cebada, garbanzos, galletas, harinas. Los coches pasan indiferentes, los transeúntes les dedican alguna mirada, pero solo ven espaldas. Los miserables guardan turno en la fila de la humillación, la mayoría son mujeres. Llevan ropa, el ir vestidos eso es lo único que les diferencia de mis animales cuando les doy de comer. Instintivamente se van uniendo, cómo los gusanos en una gusanera, siempre de espaldas al publico. Pegados unos a otro en un pasta de cuerpos. Se pueden oler sus cuerpos rancios de los juntos que están. Sus corazones tiemblan.
Angelillo de Uixó.
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jueves, 27 de diciembre de 2012
La profecía Maya y los reyes Magos Socialistas
La profecía Maya, los Reyes Magos socialistas.
de Angelillo de Uixó.
El cielo rojo y negro de hoces y martillos que dispersan las ráfagas de aire de poniente que traen la contaminación a Vall d”Uixó de las fabricas azulejeras de Nules Moncofar. Farolas colgando sobre sus grises chapas bajo las cuales la vida humana es depresiva carne entre cintas donde observar, seleccionar y cargar balsosas . Tras las fabricas rodeadas por las sombras de los bosques de naranjos abandonados, asoma la mancha lechosa del mar . Venus gravita alejada del cielo, alineado sobre los viejos ladrillos del nido de ametralladoras de la guerra civil que corona el cerro de la cova. Eso y no otra cosa debido a la semi oscuridad es lo que ve el ojo vidrioso en la madrugada del «Magno» al saltar en batín de la cama y asomarse a la ventana. Es el día siguiente a la profecía Maya. A su pies el barrio marginal de Texas.
-No han muerto los lumpemproletarios, ni los gitanillos evangelistas, me lo temía- son las primeras palabras del día del Magno que inicia jornada con la cínica decepción en su rostro augusto - Desaparece el virginal astro al cabo de cinco minutos tras del cerro. Relinchos, coces, insultos, risas, botellas rotas en e PAI sin edificar de los hermanos ventura entre San Antonio y Texas. La guardia civil con su habitual dejación de funciones, al igual que la policía local, hacen ronda indiferente al botellón dedicado a la profecía Maya del fin del mundo. La mente de la policía y guardia civil solo piensa en cómo recuperar la patria de los catalanes. La delincuencia juvenil y étnica les es indiferente. Mucha gente mayor que pasea de madrugada recuerda aquellos tiempos pre-democráticos donde había tranquilidad y seguridad. Si un andaluz o un gitano eran sospechosos de haber robado una gallina se le metían los dedos en el marco de la puerta y se cerraba la puerta tanta veces fuera necesario para que cantara. Y cantaba el kikiriki con intención solemne de enmienda de no volver a hacerlo. - Oh tiempos felices donde reinaba el respeto y la tranquilidad para los que no roban gallinas.
Mientras el día ilumina los picos de las montañas que resplandecen anaranjados aun con los valles dormidos; Angelillo de Uixó con gesto de emperador saluda a los dioses. El café termina de hacerse y lo sorbe sin leche, ni azúcar; pues el Magno es de los pocos pobres que siente vergüenza de acudir a cáritas, a diferencias de los indignos que aceptan el negocio, el chantaje de cáritas y la cruz roja.
Los miserables reptan a los comederos cómo las bestias infrahumanas : cantando, trinando, alegres, dando las gracias a sus cuidadores. Forman una fila de miseria exhibida, aceptada, consentida, desdramatizada en plena avenida bajo las luces de navidad. Reciben los pobres más atención de los viandantes que el belén del fondo, el burro, la mula y al Alcalde con el concejal de servicios sociales pidiendo arroz para los pobres, y votos. El Magno toma café sin azúcar, con el estomago rebelde y desobediente pidiendo nutrientes.- Que asquerosidad de café, debí haber ido ayer a cáritas . Maldita dignidad y vergüenza. - así, con pensamiento libertario,profundo, arrepentido por el peso de su gran honra y honor con el escozor del café amargo sobre sus delicadas papilas, el Magno, maldice su dignidad, y reflexiona si ser mejor que el resto de pobres del pueblo vale la pena.- Oh magno, dinos: ¿ cuantos vecinos tuyos se te acercan y te preguntan ¿ Qué no vas a cáritas, ni a la cruz roja? Y les respondes todopoderoso: No. Y ellos, los tentadores, alargando la mano cómo se hace a un hermano, haciendo gestos distendidos, amables para invitarte, y con palabras amistosas que esconden la burla y la provocación:- ves chico, ves, que van hasta los moros. - Oh Magno cuanto hijo puta tienes a tu lado. Angelillo de Uixó sale a la calle envuelto en batín para buscar algo con lo que acompañar el café. Asoma contra la pared, erguida, valiente, custodia; una chumbera que sirve de valla para guardar unas matas de espinacas. Gotas del rocío atrapadas en sus púas reflejan su rostro y sus cabellos repletos de caracolas que aplasta con la mano alisando la cabellera encrespada. Observa en la gota antes de caer el bigotilo hitleriano que le da aspecto de intelectual , persona de mérito y respeto, algo torcido. Pasa con un poco de saliva los dedos húmedos en la zona imperfecta para corregirlo - Oh que grande eres Magno. Cómo se nota tu sapiencia de persona de ciudad. Allí donde estés, ya sea en el Congo belga, o en Vall d”Uixó llevas la civilización contigo. La valla de higos chumbos evita los robos de los pobres, truhanes, y picaros al igual que los cepos para jabalí. Todavía nadie se ha atrevido a traspasar tus cactus para coger unas hojas de espinacas que hay detrás de ellos. Pero no solo esa defensa sirve para evitar plagas morenas, si no que dan fruto.
Los cactus con su alimento de forma ovalada se puede antojar a un daltónico y a un pobre muy hambriento un huevo, porque por la vista también uno se alimenta y lo último que pierde un hombre es: la esperanza. El Magno se planta frente al cactus. Bajo está la tierra removida de los bancales para la siembra de la cebada, al fondo: texas. El viento sopla húmedo, y el cactus envuelto en sombras, femenino, de formas redondas y sensuales sigue allí datando sexualidad a un paisaje de piedra, ribazo, algarrobos, pobreza y abandono. El Magno alarga la mano, las campanas de las asunción redoblan, y siente en su carne la resistencia de las púas cortas, punzantes, afiladas cómo agujas de jeringuilla. . Pero ¿ eso detiene la mano del Magno? No, no,no ,nada ni nadie pueden detenerle. Retuerce el Magno con sus dedos el fruto entre lágrimas. Lucha heroicamente, retira la mano para lamerla y vuelve al ataque sabiendo que le queda la mitad el la batalla por librar. El higo chumbo se tambalea. Y ahora cambia de mano el Magno. Utiliza la siniestra, la que tenía oculta en retaguardia, en espera de los acontecimientos, y el higo es derribado y cargado. Entra el magno a la casa con las manos rojas y repletas de púas. Acompaña al higo con naranjas que pela con la boca. Las vitaminas van precisas al lugar adecuado. Su organismo necesita alimento para abrir otro bancal donde plantar cebada. El Magno, seguidor de un socialista vasco que ha escrito un libro de cocina revolucionaria donde con un poco de perejil para aliño anuncia una revolución planetaria contra el capital entre plato y plato de recetas revolucionarias, cómo la que comía Espartaco: «bizcochos de cebada». De ahí que el Magno tenga el firme propósito de plantar cebada y alimentarse únicamente de bizcochos de cebada- ¿ Qué mejor homenaje al esclavo- gladiador- libertador Espartaco ahora que el 25 de diciembre se celebran los 1929 años antes de la revolución rusa de su crucifixión y de sus últimas palabras en la cruz :
- Y detrás de mi vendrán muchos más.
-Aquiles ¿ que te parece la profecía de Espartaco? - le dice Angelillo de Uixó a su pastor alemán recordando la inminente navidad; a su vez asocia su pensamiento con lo mal que le sentó el régimen de arroz y garbanzos. El mismo régimen que mata a los que acuden a cáritas. Le alarga unos higos chumbos que mastica el can cómo una bestia sin educación.- No se yo si se cumplirá, han fallado las predicciones de Marx, la de Flora Tristan, aquella insensata que dijo eso de: « A la clase noble sucedió una clase burguesa, mucho más numerosa y más útil. Ahora adviene una clase obrera mucho más útil, y más numerosa».- Angelillo escucha a unos chonis pegándose de cabezazos en el descampado del PAI donde celebran la fiesta Maya. Una ambulancia se lleva a varios intoxicados por alcohol. Desde la ventana el magno los observa con desprecio, mascando higo chumbo. Exclama con tono de beato anarquista moviendo su insigne cabeza:
- Pobre Flora Tristan. Pobre Espartaco. Casi que prefiero la profecía de los Mayas, aunque no se ha cumplido tenía buena programación. Abatido, desesperanzado, y aburrido, el Magno se aleja de la ventana y se tumba en un butacón haciéndose un hueco junto a un perro que ronca y no le cede sitio. Ojea una hoja que recogió con curiosidad cuando la tiraron unas chicas anoréxicas chonis que iban leyendo en voz alta entre risas; hasta que una de ellas se puso a vomitar.
Ven a celebrar el fin del mundo con nosotros. Chupitos, cubatas, carne asada, gogos, putas, boys, travestis.
A las 12 del medio día alineación de planteas y mojitos gratis para las chicas que lleven tanga rojo; luego invasión marciana, pollo y barra libre. A las cuatro lluvia de cometas, whisky, boys, cubatas a mitad de precio, después el gran sunami animado por DJ Doctor Menguele; más cubitos y comienzo de la extinción humana por reptiles...
Angelillo de Uixó una vez ha leído la programación festiva hace un avioncito que vuela por el comedor hasta estrellarse contra el mástil de la guitarra eléctrica acariciando en un semitono la nota Do. Los últimos gritos del botellón a las 9 desaparecen.
El Magno con el sol calentando sale, se arremanga, se concentra, y arregla unos bancales para plantar cebada. Al cabo dos horas su fuerte cuerpo de hambriento, de persona cargada de ira y resentimiento hacia los empresarios se cobija bajo una garrofera. La tierra huele a podredumbre, a inmundicia. De momento es improductiva. En más de 40 años no se ha abierto. En el bancal solo quedan dos garroferas, el resto esta plagado de arbustos leñosos resecos. La tierra está dura cómo la roca. El hierro del azadón choca constantemente sobre ellas produciendo chispas, y un golpe duro, seco, que se extiende desde el mango del azadón hasta la mano produciendo un dolor semejante a habérsela chafado. EL Magno bajo de la garrofera maldice la vida, el trabajo, el sufrimiento. Baja al Erosky a comprar una barra de pan. En la entrada casualmente no hay pobres tirados en el suelo junto a la puerta en poses indignas mendigando. Tampoco está el rumano de 14 años del acordeón. En su lugar asoman unos rostros filantrópicos de la asociación Adram que hacen campaña de recogida de juguetes para los niños pobres de vall d”uixó. Un voluntario que deambula con una carpeta de publicidad le llama de forma educada y amable por si quiere colaborar.
- ¿ Y vosotros quienes sois? ¿ Sois familia del chico rumano del acordeón?- les pregunta intrigado Angelillo con curiosidad de saber donde está el esclavo rumano del acordeón que tiene rasgos delicados de mujer y toca muy aceptablemente Casa Blanca moviendo las caderas pese a ser varón cómo una adolescente.
-¿ Qué chico rumano?- pregunta el voluntario sonriendo ingenuamente.
Solo sonríe la gente que quiere vender algo malo. El Magno arquea la ceja sospechando que Dios anda por allí para llegar a los corazones de los niños a través de los juguetes. OH señor, tus caminos son ilimitados.
- Somos una organización de cristianos adventista. Estamos aquí para hacer una campaña de recogida de juguetes para los niños pobres del pueblo , buscamos colaboración.- olvida el adventista bien intencionado al rumano e insiste sin abandonar la sonrisa en su mensaje de amor y caridad con los niños menesterosos de vall d'uixó.
-Habla con el Alcalde hermano adventista- le responde el Magno elevando el dedo a la altura de su cráneo.
- ¿Por qué? - le pregunta el buen samaritano adventista que siempre está siempre sonriendo .
-Hace una semana, en un acto de la presentación de un libro sobre juguetes antiguos en Vall d”uixó. Un libro que os debe interesar a vosotros- el magno señala al adventista rozando con su dedo su cuerpo . Gesto de incredulidad en el adventista y la sonrisa todavía en sus labios carnosos, rojos y sensuales que adquieren pose hierática, casi grapada a la fuerza de tantas horas de práctica y sermones adventistas. Sus ojos verdes de batracio parpadean vidriosos de hereje adventista convencido-Se trata de un libro sobre la historia de vall d”uixó, de su sociedad, en el periodo pre democrático, examinada a través de los juguetes. Se habló de la escasez de los juguetes tras la guerra, del modelos paternalistas en la dictadura de Franco que repartía juguetes a los abyectos al régimen, aunque no hubiera para comer. Pero nuestro alcalde, que de cordura anda mal y de cinismo más sobrado , interpreto que el libro era un alegato a la felicidad de la infancia; y empezó a exclamar pedorreándose del publico que había que sacar el niño que llevamos dentro, y que este año sería fabulo en regalos. Si queréis vais y se lo decís. Aunque seguramente os contestará lo que dijo a una vez saco el niño que llevamos dentro:» hay que mirar al pasado para encontrar los valores del esfuerzo. Por que está crisis ha venido por la falta de esfuerzo»; aunque muchos creíamos que era por la mala gestión de gente cómo él. Por lo tanto hermano adventista, digo cómo el alcalde: Que los niños de los pobres miren al pasado y se distraigan jugando al coco gua, apretando el botón de la fuente para ver caer el agua, o cazando lagartijas- Angelillo le da una palmada y le desea suerte.
-¿No vas a dar nada?- le pregunta el adventista extendiendo la mano y arrepentido de no haber parado a una chonis que masca chicle, exhibe escote, tatus del conejito playboy y tanga bien prieto al ojete. Por el pasillo de las compresas, colonia, higiene femenina, empuja el engendro de barrio la silla de ruedas de la abuela pensionista de la que vive, una anciana parapléjica que babea envuelta en pañales sucios.
-Cristo no me deja dar a los pobres - se despide el hermano Angelillo de Uixó del adventista y compra su barra de pan. En la calle la muerde, y la escupe.
EL pan del Erosky es peor que los higos chumbos. Hasta Espartaco lo tiraría a la basura.
- ¿ Oh señor ,cuando crecerá mi cebada?- unas nubes abren un claro en el cielo. A la espalda de Angelillo queda el luminoso de varios metros con letras rojas de Erosky . Una bandada de garzas desciende al barranco Belcaire donde los desagües escupen aguas verdosas que forman charcos en el cauce seco y apestoso donde se alimentan estos esperpénticos animales con forma de monigote desgarbado.
Sin nada mejor que hacer, Angelillo camina entre pobres que compiten con las garzas en hacer siluetas deformadas producidas por los movimientos de sus cuerpos de cómic en la búsqueda del alimento por los contenedores. Ambas bestias se han adaptado a la vida carroñera. Se encamina hacia la biblioteca. Para a contemplar unos miserables que le llaman la atención. Sucios, inhumanos, casi indistinguibles de si son hombres o mujeres. Llevan muchas capas de ropa encima pese al calor. De varias esquinas surgen varias sombras similares. Es casi imposible adivinar de que parte del mundo son. Si rumanos, españoles, gitanos. Sus miradas van perdidas. Él los mira y ellos le miran, pero no le ven, no ven nada, parecen fantasmas. Sólo sienten vergüenza. En un momento se juntan 100 personas. - Debo seguirlos- se dice; camina tras ellos hasta que las callejuelas estrechas, serpeteantes de Vall d” Uixó se abren a la avenida y surge el edificio de la Cruz Roja. Varios pistoleros de la policía ayuda a mantener el orden, aunque no es necesario. Los pobres son animales inofensivos, sin energía. Se van apelotonando cómo gusano, quizás buscando protección. Se pueden oler unos a otros. Ningún pobre, miserable, paria o cómo se defina a este amasijo de carne dice nada. Forman un grupo de carne de borrego que no ve nada. Son alimentados cómo bestias, a base de arroz, lentejas, leche y galletas. Hay hasta niños acompañando a sus madres. El magno retrata a los miserables. No tienen ni fuerzas para rebelarse contra la policía que los vigila. Es lo más irritante de la fotografía.
- Mira, mira los moros cómo aprovechan- dice una comadre que pasa junto Angelillo. Se vuelve y observa su gesto de asco ante la obscena escena de la cola. Trata de justificar de algún modo la barbaridad de la imagen la mujer. Los rostros rotos, la mirada perdida, sin vida, sin dignidad de los caídos en la mendicidad. Docenas, cientos de historias de fracaso colean en la fila de la Cruz Roja. La mirada que tienen no mira, no siente, solo ven su propia vergüenza. Se alimenta de ella. Culpabilizarlos es mejor que exclamar que estar allí es una cabronada, una vergüenza, un infierno, una canallada.
- Y a nosotras nos toca pagar. No es justo, seguro que a nosotras no nos darían nada. Todo es para gitanos y moros- le contesta la otra comadre con una sonrisa histérica que le hace temblar el labio.
- Bien dicho señora, bien dicho- les dice Angelillo de Uixó a ese par de hijas de puta.
Las mujeres le saludan sonriendo.
Sube las escales de la biblioteca el magno de dos en dos pegándole un empujón sin querer a una persona , pero que al observarla da por bien empleado. Se trata de un varón de nacionalidad española de mediana edad que porta corbata y tiene pinta de secreta-Qué se joda el cerdo fascista. Si vistes con corbata hermano, no te quejes de que te empujen.
- ¿ funcionan los ordenadores, están censuradas las redes sociales, sigue siendo publica la utilización de la biblioteca?- le pregunta Angelillo a la bibliotecaria que saca su cabeza de los libros para soportar la impertinencias acostumbradas del Magno al ser la biblioteca hasta su privatización un servicio público.
-Hoy va todo bien menos el ordenador cuatro, pero deberás esperar media hora hasta que terminen la persona que está en el ordenador cinco- dicho esto vuelve a su tarea clasificatoria la bibliotecaria. Caen en su monotonía, y solo sobresale de la funcionaria su pequeña frente sobre unos libros.
El magno espera en una mesa haciendo ruiditos con los pies y vocecitas junto aun estudiante con gafas que prepara una oposición. El estudiante da muestras de exasperación. Apenas pasa de la misma página en media hora. Los ruidos del magno lo desquician. Angelillo lo sabe ,por eso lo hace. El opositor, y más en estos tiempos, es un triste ser donde los haya. Mira constantemente a Angelillo con cierta violencia desagradable hasta que la bibliotecaria le dice al Magno que le toca. Entonces el opositor suspira aliviado.
Navegando por la redes sociales se encuentra con la profecía más asombrosa de todas gracias a Lucia M. Donde se crítica la decepcionante profecía Maya que tanto ha servido para distraer, al igual que otras profecías similares y recurrentes sobre el fin del mundo ( la del 2.000, 2004...) empleadas por el enemigo fascistas- burgués - capitalistas . Acaba la crítica facebookera haciendo una rocambolesca profecía: la desaparición del régimen burgués y la creación de un estado socialista.
Dios mio, tengo que decirles a los socialistas si saben algo de esto- se dice con la boca abierta Angelillo. Mira en la biblioteca a la gente con disimulo. Todos tienen pintas de pijos del PP- Nada, a estos ni les hablo del socialismo que no saben ni lo que es. Escribe el Magno en el cuadrito pertinente de comentarios del facebook. A la atención de Lucia M:
Yo nunca creí en la profecía del fin del Mundo de los Mayas. Yo era de los que creía que el fin del mundo llegaría cuando ingresáramos en la OTAN, y poco después que el final de todo sería con la caída del telón de acero. Estoy de acuerdo contigo Lucia en que hay que construir el socialismo. Solo nos falta con convencer a los socialistas, y esos son duros de convencer, no se si lo conseguiremos. Mira si soy valiente que les voy a pasar el mensaje. Ánimo, que tu también eres valiente. Mira que ir por ahí diciendo que se acaba el mundo burgués. Eso si que es una profecía marciana, lo de los Mayas es de risa.
Angelillo de Uixó, el inocente, se entretiene haciendo otros comentarios sobre la profecía Maya hasta que la mano de la bibliotecaria cae pesada cómo la ley sobre su hombro. La mira girando la cabeza. Ya sabe el magno lo que significa, y se larga bajando las escaleras de dos en dos.
Al salir de la biblioteca se adentra por las calles céntricas de Uixó sin saber donde ir. Siguiendo el calendario Maya hasta la luna llena no plantará la cebada, por lo tanto tiene una semana de ocio.
- Quien se alimenta a base de cebada ha superado las barreras de la esclavitud y puede decir que es un hombre libre. Soy un hombre libre- le dice el magno a un transeúnte tras pasar ese pensamiento por su cabeza mientras el hombre cruza por su lado.
- Pirao no tengo monedas para darte, ve a cáritas- le responde un cabestro con tripa gorda de cura y cabeza de foca.
El magno se ríe y le da la razón cuando se encuentra con un grupo de socialistas que han reunido un botín de juguetes para los niños pobres. Ganar mentes y corazones para la causa socialista. Alrededor de una mesa se congregan hombres vestido de pana y mujeres vestidas elegantes pero sin ostentar demasiada riqueza. Sobre la mesa firmas que recogen, publicidad, y un cartel donde se lee: campaña de recogida de juguetes.
- Oh Dios mío Lucia que ingenua eres, cómo Flora Tristán. !Mira cómo los socialistas levantan el estado socialista que traerá la justicia una vez sean ejecutados los burgueses explotadores.! En una parte del pueblo aun sufren la humillación y la vergüenza de recibir comida cómo bestias las personas más desfavorecidas, y en la otra esquina del pueblo los que tenían que estar animando a los pobres a luchar por la dignidad, están mendigando juguetes. Aunque esa bicicleta que tienen es bastante buena y no me vendría mal- se contamina de materialismo el pensamiento del Magno ante una brillante bicicleta con marchas y luces que han captado los socialistas.
El Magno se acerca. Los socialista le atienden con una sonrisa.
-¿ Quiere colaborar en la recogida de juguetes?- le pregunta una hermosa socialista a la que lanza un piropo el Magno que agradece.
- No precisamente. Venía a rellenar mi carta a los reyes magos socialistas. Me pido la bici.
-¿Cómo?- le pregunta la mujer haciendo un esfuerzo para comprender. ¿Será para su hijo? Esto es para niños pobres, y usted no es un niño.
-No, pero soy pobre y estoy cansado de ir andando- insiste el Magno que se aferra al manillar de la bici. En un instante se monta en la bici y se aleja pedaleando al grito:
-Viva el estado socialista. Dar armas a los pobres no juguetes.
Los socialista le persiguen corriendo y gritando: los juguetes son para los niños pobres desaprensivo. Al pasar por el Erosky los de Adram que escuchan los gritos y aun se acuerdan del Magno se unen a los socialistas en la persecución. El niño rumano del acordeón que acaba de llegar se une a la persecución tocando polcas. El alcalde y el concejal de servicios sociales al verlo pasar intenta detenerlo. Pero Angelillo los esquiva y le da tiempo de pegarle una patada a la lombriz repugnante del alcalde que se une al grupo.
- Mirad, es el capullo que nos hacía fotos- dice un pobre que pide limosna en la Cruz Roja a sus compañeros indigentes.
-Vayamos a por él- Y los pobres cobran animo, aliento de rebeldía y sangre ,y se unen a perseguir al Magno.
Corre Magno corre, que vienen todos a por ti.
Angelillo de Uixó.
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miércoles, 19 de diciembre de 2012
Llora payaso tus cuernos.
llora payaso tus cuernos.
de Angelillo de Uixó.
Reunión en el salón de la Peña taurina de Vall d’Uixó. En el coso rostros rotos por las cornadas de la vida. Astados humanos cuyas existencias discurren sobre las alcantarillas de las calles uxenses entre bramidos, insultos, persecuciones, soledades, barreras y regueros de sangre . Aborígenes nacidos por asta de toro. Penetro de forma seca, dura , sin sentimiento por la entrepierna sangrante de alguna una hembra que jadeó entre suspiros de vaca alegre brevemente el nombre de algún Don Juan.
Emigrantes andaluces y rumís, se mezclan entre los nativos. Ganadería del hambre, la pena, el duende, la fragua, el jazmín , la manzanilla y la exageración. Trashumaron a la orilla seca de Vall d´Uixó huyendo de su cobardía contra el látigo del latifundista. Hoy apestan a gueto, a estiércol de pisar aceras entre risas, fiestas y trapicheos de raza. Comparecen reunidos llamados por el cuerno de la fiesta. Las gomas de sus zapatos chafan las balsodas de herrería de las dependencias de la peña taurina. Aroma añejo, castizo y rancio. El chiquero de discreto tamaño para la reunión de cabestros. Por los rincones pequeñas mesas de escuela con el escudo del Ayuntamiento del pueblo cubierto por manteles de papel blanco. Sobre ellas; platos de plástico con pinchos de aceitunas con banderilla, anchoas, tortillas, patas de pulpo, cocas , vinos y sidras escanciadas. En las calles sin toros aguarda el hambre por la crisis. Entre los asistentes hay menesterosos que nunca faltan a estos saraos; de esos indignos que acuden a cáritas y la cruz roja sin asomo de vergüenza, y que cómo cualquier otro, en pose de hidalgos e iguales se juntan con las Autoridades. Hacen bromas y se distraen, cuando muchos a media voz mencionan sobre su derecho a hacerlo.
-Mira allí esta Manolo comiendo a dos carrillos y su mujer. Ayer andaban por cáritas llenando el carro- exclama Loli señalando con el dedo a los carpanta para que Laura corta de vista atine a la pareja con sus comentarios. Laura apunta afinando felinamente la pupila y sirve el alegre comentario:
- Que poca vergüenza. Pues al Manolo le han dado una paga de 300 euros, y aun va a cáritas- Loli repite el comentario a la Rebeca que está a su izquierda escuchando aumentando la paga de Manolo a 600 euros, mendicidad en mercadona, y pocas ganas de trabajar. Pasan a otro desgraciado indigno que tampoco está libre de pecado y canta flamenco tocando las castañuelas.
Una cabeza de toro negra y seca colgando de una pared junto a dos banderillas engalana el salón con estilo. Las jóvenes festeras, ya envejecidas de tradición, se mezclan con viejas enlutadas en pose de estatuas sentadas que hablan cómo Cicerón: sin apenas mover los labios y apuñalando. Una anciana comenta obsesiva a dos viejas compañeras de fiestas tauromaticas sobre las chicuelinas. Un parche de cuero cubre su ojo izquierdo. Gesto de nostalgia y recuerdos a un ser querido.
-Mi José María sabia hacer las chucuelinas mejor que nadie. Era tan buen hombre, tan trabajador, tan decente. Los mozos de hoy en día no saben hacer chicuelinas. Mi hijo no las hace- exclama con pena.
Sus compañeras enlutadas afirman : es cierto, es cierto, no hace el Alcalde chicuelinas- coro de voces de urracas, pensamientos de momias y por la bajini le cuenta una comadre a la otra:
- Menuda chicuelina le hizo ésta a José María, por eso cría malvas en el cementerio.
La vieja del parche ante un pasodoble torero se levanta majestuosa echando sobre la silla un mantón similar con el que visten en las ofrendas a la virgen María; moviendo las caderas ritmicamente abre el abanico con la bandera de España entre risas y aplausos; hace una chicuelina varonil.
Una joven adolescente de pelo corto, pechos grandes que piden ser madre, morena de cabello y tez, bajita, vestida a lo chico le dice a una amiga:
-Ojala hubiera sido chico para poder hacer chicuelinas y recortes ante el toro- suspira lánguidamente llevando su mano al monte de venus de su compañera, también morena, de cejas gruesas, hispana ni alta ni baja, de hermosas caderas y culo enorme. Porta un cinto de metal en torno a unos pantalones vaqueros. Mira a los chicos del fondo de la sala con curiosidad y horror. Se deja acariciar y calla.
En la otra esquina. Gargantas rotas por el coñac, por el abuso del tono autoritario ante sus ancianos padres, mujeres, novias, e hijos. Humo que asciende hasta el hocico del toro. Bajo los cuernos de luna menguante y luna creciente berrunta un gitano llamado Heredia de aspecto de Alelí. Sus cabellos caracolas amorosas de delicada belleza . Sus dedos puñales de la estirpe de los jinetes que rondan los caminos. Sobre el cuello un pañuelo de lunares. Con el rabo marca paquete y hace gestos. Las mujeres lo persiguen con la vista, analizan con sentimientos femeninos sus brincos danzarines, y los abrazos bastardos de sus compañeros que le odian por chungo, por embustero, pero que le temen por gitano delincuente.
-Jachipe, jachipe, alabado sea el señor inventor de las mujeres- lanza Heredia un beso cómo si fuera un señor francés a un grupo de mujeres que suspiran por su macarra marginal de barrio .
-Oh traficantes de marihuana de Vall duixó, oh chonis de cresta en el pelo que pegáis a vuestros padres y maestros.Oh recortadores taurinos, oh parados que acudís a cáritas, oh albañiles de los caciques hermanos ventura. ! Qué joven festera taurina no desearía ser vuestra! Ser cabaldaga duramente entre eructos , pedos y palabras groseras, con la poesía que florece varonil de la autentica existencia: la inmundicia de vivir entre estiércol y los cuernos.
Varios farandules cogiendo cacahuetes hablan sobre una coima rumana con la que pasaron algún rato por turno en el prostíbulo de las Palmeras.
-Por 15 euros hacia de todo la zorra- saca pecho un adolescente con el rostro llenos de acné y el orgullo de pavo del que está abandonando el fastidioso mundo de las pajas y las revistas porno. Su tío que le instruye en el mundo del macho sonríe con el recuerdo caliente de su negrita en las Palmeras.
-¿ Y de donde sacaste 15 euros ?- le pregunta un bastardo chonis de padres separados cargado de envidia que le hace curvar la espalda.
El joven afortunado mira a su tío instructor que le guiña el ojo al chonis.
Serio y melancólico se yergue Juan frente a la ventana mirando el mar y el vuelo de las hojas arrastradas por el viento cálido. Enciende un cigarro. Amado el presidente de la peña taurina se acerca a él renqueante. Para a respirar indigesto de la comida que ha celebrado con cáritas a base de pavo, cordero y salmón con motivo organizar una matanza de toros el día 25 de diciembre con fines alimentarios para pobres . Gastronomía y mendicidad cómo reclamo turístico en las grutas de San José. Acto novideño que cuenta con apoyo del PP. Se pega un pequeño golpe en el vientre para desatascarse las válvulas estomacales. Deja salir el aire por el ano y avanza aliviado hasta llegar a Juan. Lo agarra por el brazo . Juan se asusta del gesto pero mantiene el tipo gallardo y comprensivo con lo que vaya a pasar. Amado, torpe y ojeroso se mete las manos en los bolsillos buscando algo. Saca sonoramente un sobre que deja en sus manos.
-Toma Juan, el dinero. Sin iva y sin factura cómo quedamos. ¿ De acuerdo?- Juan asiente- El gotelé un éxito. Mi mujer está eufórica con la faena. Cuando puedas pasa por casa, quiere que pintes la cochera. Allí va- la señala Amado para que la vea- Juan emite un tímida mueca a lo Maikel Jackson y guarda el sobre en el bolsillo sin contar el dinero.
Varios farandules amigos de correrías taurinas de Juan ríen ante la escena. Llevándose un vaso de Rioja a la boca aplacan el dolor hilarante y la herida sangrante de la comedia humana. La mujer de Amado, Paloma, una rubia preciosa de melena ondulada de mediana edad, con caderas estrechas, pecho pequeño pero firme, corta unas cocas de tomate y sonríe a los que sirve. Destaca entre las chonis festeras sin clase ni estilo, y las viejas enlutadas con peineta. Paloma viste y se comporta con la mentalidad de una mujer de París entre batuecos de Vall d´Uixó.
Sufre la claustrofobia de estar casada con un viejo comerciante sin apenas éxito profesional que dedica todos sus esfuerzos y su poco talento a ser presidente de la peña taurina, la asociación de fútbol, la de cazadores, la de caza con parany, la comunidad de vecinos del barrio y diversas asociaciones culturales similares del pueblo. Las representa siempre cogido de la mano diplomáticamente de las autoridades del PP que lo llevan en volandas cómo a un idiota con poder de voto. Ella agobiada del ambiente habitual en su marido y agotada de vivir en un pueblo sin salida ni futuro, sale a la calle a respirar tras lanzar una mirada furtiva y desesperada a Juan. Se comenta rápidamente por todos los asistentes, siendo el presidentes de los taurinos el único que no se entera. Juan, alto, delgado, moreno, de cabeza cuadrada a semejanza de los antiguos romanos, rostro algo arrugado pese a ser de mediana edad, pelo rizado moreno donde florecen las primeras canas. El vividor latino la sigue dando un quiebro a su marido. Aplausos , oles y torero . Los palmeros claman la entrada del alcalde superstart Lelo Clavell.
-Hijo mio, hijo mio, mira una chicuelina- grita su madre enfocando su ciclópeo ojo a la figura larguirucha y asalchichada de su hijo putativo.
Lelo hace una mueca simiesca de gracia fingida a las chucuelinas de su madre. Ajusta la corbata y mira al auditorio. Los batuecos que se situaban cómo las ratas en pequeños grupos por las esquinas se van uniendo cómo gusanos que acuden hacia el centro de una gusanera . Redoblan las campanas de la iglesia, el cura aparece purpureo a la espalda del alcalde. Siempre serio, dispuesto a predicar a la menor ocasión, destilando olor a azafrán y prometiendo castigo en está vida y recompensa en la siguiente. Los zapatos, zapatillas, chanclas, que calzan las pezuñas de los taurinos avanzan repicando cómo un batallón hasta cuadrarse ante sus reverencias. Unas chonis con mallas ajustadas, escote y tanga lanzan miradas repletas de picardia a Lelo. El Alcalde se tamboléa del repelús ante las muchachas sobre las que opina, y con acierto, de que son la causa de todos los males que acontecen sobre la tierra. Consigue reponerse de la presencia femenina y controlarse.
El arlequín sonríe a su mala sombra. Populista en el salón taurino se aúpa a un cajón de naranjas volcado para el acto. La piará aguarda un discurso efervescente repleto de dureza, castigo, impiedad hacia la vida, condescendencia con la barbarie,la esclavitud; beneplácito y apológico con la tradición. El payaso desde el cajón habla a los gachupines hispanos:
-En estos días de fiesta, cercanos a las navidades, donde todos nosotros que hemos sido buenos, recibiremos estupendos regalos. Me ha soplado un pajarito que está aquí- señala a un caballero misterioso de nariz morcillera surcada por una cicatriz causada por una embestida de toro. Le recorre todo el órgano en vertical llegando hasta el labio cubierto por una barba de pelos de jabalí de tres días. Los batuecos miran al enigmatico personaje de ojos negros cómo el carbón. El personaje se encuentra solo en el acto, cómo un fantasma desconocido- Es forastero- dice los batuecos. Su pelo tupido y chafado por la boina de ganadero sobre la cabeza anuncia su profesión. Varios farandules se acercan para saber si necesita pastores o toreros. El alcalde prosigue, y las miradas del gentío vuelven al narcisista populista- Estos días tendremos a ratón, el toro que más gente ha pillado-gritos genocidas en el salón retumban de jubilo. El público abraza al de la boina que se convierte en el héroe y mesías de Vall dUixó.-Hossana, hossana- El alcalde llama al mesías que conduce al ganado para que hable: ¿ quieres decir algo Juncal?- pregunta Lelo al ganadero. Y este niega sonrojado con la cabeza boina. Los sanguinarios batuecos entienden el mensaje y enfervorizados lanzan los brazos al cielo, hacen el king kong, votan cómo paganos evangelistas sobre las baldosas. Le cantan a la muerte. Sus cuerpos sudorosos transpiran el alcohol y la comida a base de cerdo a través de ropas ajustadas de adidas hechas por niños esclavos chinos que exhalan el olor inmundo e incorregible por los siglos de los siglos de esclavitud, tortura y muerte.
-Oh adidas, vodafón, aple, zara, corte inglés, miura. Símbolos cómo las cruces romanas que adornaban los caminos con esclavos colgados para que los siervos recordarán el poder del imperio. Hoy los pies, las piernas, los cuerpos son vestidos con ropas que son símbolos de la esclavitud.
Lelo vota sobre el cajón de mandarinas haciendo el cosaco y recibiendo ovación de: presidente, presidente. Su madre hace chicuelinas. Heredia magrea a una joven. Amado pregunta por su mujer.
- Habrá salido con el pintor de brocha gorda- le comenta un desempleado que es voluntario de la cruz roja y ejerce en el acto cómo representante de la organización amante de los toros, los pobres y los actos donde haya autoridades comunicantes de forma directa con fondos públicos, con subvenciones y corruptelas con las que se financian los cargos de la cruz roja y cáritas. Los vidrios que hacen de ojos en la cabeza negra, acartonada, disecada del toro reflejan cómo espejo cóncavo nacional a los gusano votando, coreando, invocando cómo salvajes negros del Congo: ratón, ratón, ratón. Nos traen a ratón.
Una vez las voces se van apaciguando ,el Alcalde, alzando al techo con la camisa nueva su débil mandíbula ovalada a causa de algún defecto genético , recordando en pose y ademanes con los dedos juntos al inimitable Mussoline, pide sosiego a sus camisas negras. El sol de la tarde que llega pronto y poco luminosos en invierno, entre claros y sombras del salón ilumina al bufón anti democrático. Prepara su vendetta teatral junto al auditorio.
- Los toros amado pueblo-saludo indescriptible del Alcalde entre la forma habitual de los jesuitas, las marioneta y los toreros - siempre han estado con nosotros desde los albores de los tiempos. Si Darwing hubiera hecho su teoría en Vall d´Uixó, en vez de haber dicho la insensatez que dijo sobre que venimos del mono cómo los rojos, hubiera dicho que venimos del toro. Basta miraros para comprenderlo- Aplausos batuecos y oles. Echa una ojeada a Juncal y lo mira con deseo. Plantado con un palillo entre los dientes, la boina calada hasta el entrecejo. Se la quita para rascarse la caspa que le cae a los pies cómo una nevada. El inocente mete los dedos en la boca y saca un trozo de cochino ibérico que se ha quedado entre las muelas. Lo analiza y pa dentro de nuevo. El alcalde se estremece de placer opinando: uno de los míos, este ingenuo extremeño caerá en mi garras. Mío por mi poder y cargo serás Juncal. Prosigue su discurso dejando a Juncal que bebe vino cómo un imbécil aburrido y solitario echando de menos Monfragüe- El contrato social que sustenta el estiércol que abona nuestra sociedad se basa en las fiestas taurinas. ¿ Qué nos hace diferentes al resto del mundo, cómo por ejemplo los suizos, incluso de los turcos?- pregunta imitando a Perón Lelo Clavell.
El populacho calla. Amado cómo presidente en los silencios tiene el deber de hablar. Levanta la mano sacando el cuello del cinturón de grasa que lo rodea.
-Los toros alcalde, los toros.
-Bravo, bravo, ole y banderilla Amado, sobresaliente- exclama el Alcalde gesticulando, aplaudiendo en pose de Miky mause- Los toros pueblo de Uixó, buenos ciudadanos que los amáis. Por eso nos conocen, porque por otra cosa, ¿de que habrían de conocer a Vall d´Uixó? Y yo os pregunto de nuevo ¿ cuantos toros hacen en una fiesta de barrio en Nules, nuestro pueblo vecino, o en la capital, Valencia, o en cualquier punto de España?
-A lo sumo uno, y si llega- rebuznan voces del fondo sapientísimas.
Efectivamente- cruza los brazos el arlequín y mueve la pezuña sobre el cajón- Y nosotros en cada fiesta hacemos siete. En eso nos diferenciamos del resto del mundo, que somos los que más cabestros soltamos por las calles en este planeta y seguramente en otros mundos posibles.
Rompen las palmas que se encienden de rojo de los aplausos, silbidos de los chonis y gitanos que con los dedos en la boca chuflan groseramente.
-Debemos volver al espíritu del pueblo toril y cencerrero para salir de la crisis. La vida es una carrera de toros, al que se queda atrás el toro le pilla, o en la barrera le chafan las manos sus compañeros para que no suba porque está llena. El resultado es un Vallero muerto por no ser competitivo. Esa es la enseñanza del toro y de darwin.
-Bravo, bravo- clama el público metafísico. El Alcalde les para. Su sonrisa se torna malicia:
-Sin embargo los ecologistas de Vall d´Uixó critican nuestra fiesta, que es lo mismo que criticarnos a nosotros, a nuestro modo de vida. Quieren reducir el número de festejos cómo en otras partes del país, olvidando que somos especiales.
- No, no- gritos, patadas, mesadas de cabezos, silbidos chonis, gente por el suelo, hombres masturbándose cómo señal de protesta, mujeres con los pechos fuera, y dolor en las voces. Gritos de: muerte, muerte a los ecologistas.
- Querido pueblo- sobre el cajón con forma de serpiente sigue escupiendo veneno a los batuecos el alcalde- escucharme. No solo dijeron eso los ecologistas; si no que hicieron campaña contra mi y contra los ciclistas. A nuestros amigos de las bicis de descenso les sacaron en su informe acusándoles de impacto medioambiental, y a mi de permitir y fomentar sus carreras, cosa que es cierto, pero ¿ Acaso no me votan los ciclistas de descenso?- cínico espera la aclamación.
- Presidente, presidente- recibe con cariño de una estrella de rock las voces de los suyos llevándose las manos al corazón.
Una voz le pregunta: alcaldísimo ¿ cómo vuecencia sabe todo eso?
- Porque me lo dijeron en mi cara- se da dos golpe en el rostro y se aprieta los labios cómo un macaco- Al ser Alcalde fui invitado a un acto de los ecologistas. Acudí contra mi voluntad, por deber, a sabiendas de que esa gente no me vota. Por eso os lo cuento- hace pucheros, se arrodilla en el cajón.
Juan y Paloma llegan a la casa de Amado. Unos ecologistas de los comandos de autodefensa animal de Vall d´Uixó aprovechando del acto pro taurino se encuentran en la finca de Amado, que al ser presidente de las peñas taurinas, y la sociedad de caza es un objetivo político militar. Dentro de la vivienda los corrales se hallan repletos de animales en cautiverio. Las ladridos de los perros son ensordecedores. Los ecologistas los van sacando poco a poco. Los perros les lamen sus benditas manos agradecidos. Deambulan oliendo el aroma de las flores del jardín. Juan y Paloma observan abrazados sin decir nada. Una nube de ruiseñores, jilgueros, tórtolas suben al cielo mientras un encapuchado va abriendo las jaulas de las aves. Juan y Paloma se besan bajo los hierros forjados y verdosos de moho de la valla que rodea la finca. Aleteos, cantos felices de aves y ladridos de canes interpretan el himno a la alegría.
Los encapuchados una vez los perros están sueltos se van. Pasan junto a la pareja que sigue bajo el arco voltaico de la puerta de la valla. Paloma detiene a uno de ellos.
Gracias- le dice. Juan saca el sobre que le ha dado su marido por el gotele y se lo entrega. Los perros salen a la calle. Unos se adentran hacia las montañas, otros hacia el pueblo. Son libres de escoger el camino que deseen.
La luna surge de cuarto menguante cómo un asta flotante lechosa. Últimos resplandores rojos en el ocaso mortecino. Desde la ventana de la peña taurina donde un ojo tuerto es testigo de un crimen surge un grito de horror. Se produce un devaneo y desfallece la madre de Lelo Clavell. Este se encuentra con el ganadero en el retrete. El lerdo se sujeta la boina mientras Lelo se mete en su cuerpo de forma seca, dura y sin piedad.- Muuuu, muuu- exclama el ganadero llorando de dolor y rojo cómo una sandía abierta. Ante las voces que le llaman: -Alcalde, alcalde, su madre. Sale corriendo sin terminar la faena gritando:- madre, madre. ¿me llama madre?- Su madre yace sobre el suelo abanicada. Varios farandules han salido a la calle a ayudar a Amado que le pega patadas a una perra suya de ojos azules que está siendo montada por un pastor alemán.
- Guarra, asquerosa, maldita bestia, indecente, no te se puede dejar sola. Le pega Amado con la correa. Varios golfos se unen. Los animales indefensos caen abatidos por una lluvia de palos, patadas, escupitajos y risas.
Lelo de rodillas atiende a su madre que recobra el sentido.
-Madre, madre- exclama con un hilo de voz.
-Hijo mio, perdona, he visto a unas bestias fornicando. De la impresión he caído desvanecida. -Que asco hijo mio, que asco. Cuando tu padre vivía estas cosas no pasaban; con franco tampoco hijo mío. Había respeto.
Varias viejas enlutadas sonríen cínicamente la hipocresía que ellas también practican. Recuerdan a los cornudos que tiene enterrados.
-Lo se madre, lo se. El general volverá madre. Tranquila madre, mi informan que las bestias han sido castigadas. Ya están muertas madre- llora Lelo sobre el rostro tuerto de su madre.
La madre se incorpora y pide observar por la ventana. Ve a los dos animales jóvenes y que fueron hermosos. Están tumbados en el suelo aun calientes, eternos, sin vida; y hechos papilla. Un rayo de luna ilumina sus cuerpos junto a las farolas. El viento deposita sobre las pieles de los dos canes unas hojas del viejo olmo que hay plantado en el jardín de la peña taurina.
-¿Cómo se habrá escapado Cleopatra?- se pregunta Amado en voz alta colocándose el cinto.
- Igual tienes visita de ladrones en casa. ¿ Por qué no vas?- cómico y entre risas sugiere el voluntario de la cruz roja dándole una palmada y guiñando el ojo a los campadres.
-Si eso Amado, vayamos a tu casa por si tuvieras visita- coro de voces con ganas de jarana.
La peña taurina en pleno camina por la calles de uixó y se cruzan con varios perros de Amado. Los animales y varios borrachos que están en los bares les siguen.
- Oye Tomás, que igual le están robando de verdad y no se trata de Juan y Paloma- le dice un batueco a otro extrañado por la aparición de los perros.
-Mejor no vayamos delante, a ver si son una banda de rumanos- le contesta el compadre.
Los dos farandules se escapan del pelotón. Les siguen a varios metros de distancia en la tranquila retaguardia.
Llama a la guardia civil- le dice el Alcalde a Amado.
Entran en tropel a la casa dispuestos a matar a los ladrones. Amado encuentra a su mujer a cuatro patas cabalgada por Juan que salta por la ventana. Huye desnudo. Paloma petrificada se queda allí.
Amado abre la boca, las sirenas de la guardia civil anuncian la entrada de los beneméritos que hacen el parte cornudo. La madre del alcalde pierde el conocimiento del shock.- Madre- exclama el alcalde. Amado se gira y observa a todos sus amigos que le dan palmadas malintencionadas de animo. Da dos pasos hacia su mujer con la correa. Ella se cubre con la sábana. Emite Amado un eructo, apoya la mano en el pecho y expira.
-Cómo alcalde de Vall d ´Uixó; por el poder que la democracia y los votos me han dado: os declaro marido y mujer.
Firma aquí Juan- entrega el Alcalde un documento a Juan que con frac , pajarita y un lazo negro firma su matrimonio con Paloma que levanta el velo negro para leer el papel que Juan le da para firmar. Firma y se besan. Una lluvia de arroz cae sobre ellos. Suben al coche de Amado que va cargado hasta arriba de trastos y los recién casados se van a París. A las afueras del pueblo Paloma le dice a Juan que se detenga.
- Para por favor. Juan obedece. Ella sale del coche, ve a lo lejos el pueblo de Vall d´Uixó por ultima vez. Se quita el traje de luto y se pone una minifalda. El traje se queda en la cuneta junto al letrero que anuncia: Vall d Uixó, 1, 5 kilometrós. Visite por favor las cuevas de San José.
- Y nosotros ¿ nos nos casaremos nunca?- le pregunta Juncal a Lelo besando su nuca y deslizando suavemente su mano hacia su Zib.
Angelillo de Uixó
Llora payaso tus cuernos. by Ángel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
Permissions beyond the scope of this license may be available at www.scribd.com/.
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miércoles, 12 de diciembre de 2012
miércoles, 5 de diciembre de 2012
EL bancal, de Angelillo de Uixó.
El bancal.
de Angelillo de Uixó.
Quiebro de un sendero musulmán del folclórico pueblo de la Vall d´Uixó. Entre calizas y aligas un pequeño paso no más ancho que una sandalia entre unas piedras de un bancal hace de escalones para subir a el.
El lucero vespertino se sumerge desapareciendo entre el mar y el colmo del cerro que corona el espinoso barrio marginal de texas. La luna se vuelve transparente con la luz del sol avergonzada al contemplar la humanidad agotada tras las orgías y crímenes de la noche. Huye. Unas alpargatas madrugadoras trepan entre la piedra. Y dejando caer un matojo de espinacas, un azadón,un chusco de pan, declina la figura de Ecoastro entre las sombras de un algarrobo moribundo apunto de caer :
-Oh dime, piedras del bancal arrancadas de la pared por la mano del batueco de nuestra tierra que pone con su acción de eminente insuficiente la supervivencia de nuestra glorioso patrimonio realizado por los descendiente de la raza de los nobles beduinos y bereberes del desierto que cabalgan el camello, y tanto espanto crearon a nuestras tropas que cabalgaban asnos y cabras cuando nos conquistaron. Oh losas, destinadas a proteger mi cuerpo de las escarchas y lluvias del invierno en vida y cubriéndolo en la muerte, cuando mi alma se reencarne en oruga . ¿ Quien os ha arrojado al suelo? Quizás el codicioso cazador por que un concejo buscaba protección de su jauría de perros entre vosotras. El roedor habrá encontrado a estas horas la sepultura- lamentos de Ecoastro tocando las piedras. Busca de rodillas restos de sangre- Hoy no vale la ley que en los viejos tiempos se respetaba, al uso del derecho de asilo en las iglesia. Si llegaba el animal al bancal quedaba bajo la protección de este. Eso fueron tiempos de ayer. Ahora el cazador derriba el bancal y masacra al animal indefenso en su agujero- viendo falta de sangre en las piedras cubiertas de polvo reciente, se interroga Ecoastro: Quizás os haya derribado la mano de un deficiente chonis que pasaba destrozando ribazos para tirarse con la bicicleta de descenso, o el no menos faccioso motorista de trial. Oh piedras, todos ellos tendrá su castigo por el gran mal causado- Ecoastro mira a su alrededor. El pueblo queda al fondo, en el horizonte lejano, sobre una cumbre de Alfondegilla, vislumbra el castillo de Castro a su oeste, al este corona las murallas el de Vall d´Uixó. Junto a él se sucede un paisaje yermo de bancales abandonados repletos de huecos. Las piedras, cómo meteoritos dispersas entre la avena silvestre y la jara. Un viejo refugio de labriegos construido con piedra seca cubierto con una bizarra cúpula semejante a Santa Sofía de Estambul yace derribado en medio del bancal.
- Para mi no hay ayuda cómo a la gente que desahucian. A ellos acude la plataforma de stoop desahucios, sin embargo a los que deseamos vivir más humildemente, no hay ayuda ni comprensión. Nadie grita conmigo stoop derribos de bancales, stoop de apropiación indebida por parte de motorista, ciclistas, cazadores, de nuestra cultura, de nuestro patrimonio, de nuestras tradiciones - La figura hierática de Ecoastro semeja a un serafín que vaga por el cosmos conquistando nuevos mundos repletos de herejes. La soledad del misterio del aire con el que habla Ecoastro es roto por el chirriar del grillo y el ladrido de sus perros que aburridos se han enroscado. Besa la tierra con sus manos y se yergue a dos patas, posición características de los homínidos. Observa de nuevo de forma morbosa el paisaje con sus ojos oscuros. Siente repulsión, y una sensación incomprensible hacia la calamidad que ha hecho alguien en el camino de Peña Creus a San Antonio destrozando bancales, derribando casetas de piedra secas. Muchas de ellas sin catalogar por los rumís power flower del Ayuntamiento que pasan largas horas en los almuerzos hablando de sus sentimientos heridos por la infidelidades de sus power parejas, de los consejos que les dictan sus psicólogos o gimnofilósofos hindúes, y de las editoriales del ABC que les causan escándalo porque Cataluña se quiera independizar de España.
Cruje una rama repleta de nidos de gorriones. Da un eructo el árbol y el último pio pio los pajaritos. Los metros que quedan de bancal, solidarios con el divorcio de sus centenarias compañeras, se tiran rodando al vacío. Se forma una nube de polvo donde se difumina una garrofera, un olivo, romeros, laureles silvestres. Ecoastro esquiva las piedras y troncos de un eco salto evitando que su pie dañe unas matas de manzanilla. Y tras el desmoronamiento del orden que custodia el bancal, semejante al de los tronos a las dominaciones, llega el silencio y la lluvia de lagrimas que resbalan por las mejillas morenas del príncipe de los bancales y la agroecología al contemplar el estropicio.
-Oh madre tierra ¿ de que está sirviendo la crisis económica que ha arruinado a muchos empresarios cómo los hermanos ventura y a sus abyectos trabajadores que ahora sin motivo se quejan del desempleo y los excesos? Ayer estos esclavos judíos del sistema andaban tirando ribazos a dos dracmas o dos euros la hora . Veo que para nada es buena la crisis. El mundo, el valle, está lleno de cretinos que habría que eliminar, y no solo con corridas de toros por las calles- capotea el aire repleto de moscas blancas que se espantan, una libélula roja tiene que hacer una aterrizaje de emergencia en la barrera de una zarzaparrilla . ¿ Por qué madre moldeaste barro del humus para hacer seres tan viles? ¿ No hubiera sido mejor para tu creación que hubieras amasado anguilas pensantes en vez de personas?
Un ladrido rotundo hace que deje Ecoastro sus abluciones para prestar atención a la señal.
¿Donde está la presa noble Aquiles, donde está el culpable, dime amigo, el más grande y noble de los animales, primo sanguíneo del lobo que desciende de la corona de los grandes monarcas del reino animal junto el jaguar y el león.
El gran pastor alemán bramando entre el aullido y el ladrido señala alargando el cuello, con el lomo erizado, hacia unas sombras que se mueven. Avisa tan bien cómo aquellos antepasados suyos que servían para custodiar a los judíos circuncisos que tras la verja por sus muchos pecados de usura eran prisioneros merecidos en Auschwitz, y no se queda atrás Aquiles ladrando cómo sus abuelos que en esas fría noches sobre el muro del telón de acero acompañaban a un agente la stasi para vigilar y poner a salvo la República Democrática Alemana de los anti comunistas. Loor a ti Stalin y Pol Pot que mantuvisteis el orden del mundo en vuestros titánicos hombros a través de la sangre de esos salvajes burgueses que no merecen otra cosa que ser encerrados en grandes rascacielos y luego derribarlos.
Un arco iris formado por camisas amarillas, rojas, blancas, azules, se acercan al bancal formando un trío humano difuso. Cantan y sonríen bajo un cielo grisáceo que presagia frío a los animales y a los pobres desahuciados. Avanzan hacia Ecoastro por la agreste floresta de aliagas y tupidos matorrales del monte de Vall d´Uixó.
- Amigo Aquiles, con la iglesia o algo peor hemos topado- exclama Ecoastro mirando por donde puede escapar de los ecologistas perroflautas. El pastor alemán mete el rabo entre sus piernas.
-Buenos días Pibe- dice un ser de luz rastafari vestido a semejanza de un vagabundo. Hace el saludo Zen mientras sus dos compañeras se tiran al cuello del pastor alemán, y le dan besos y masajes.
-¿Que hacéis por aquí?- le pregunta de forma tajante y fría Ecoastro.
-Hemos venido a ver el destrozo causado en los ribazos y hacer fotos. Luego haremos un almuerzo con el alcalde, los de medio ambiente, los forestales, la policía local, los bomberos, y el colectivo de feministas que celebran la castración de un violador. Rezaremos para que el mundo cambie y las personas tengan conciencia de que tirar ribazos está mal. ¿Vendrás?- le pregunta la bellísima HazdeLuz.
-Ni loco iría con vosotros. Estáis cómo una cabra. Sois colaboradores del sistema al proteger la vida humana- mira con desdén Ecoastro a HazdeLuz que se siente intimidada. Con la miranda busca una explicación y Ecoastro se la da: -Se que criticáis mis teorías del exterminio de la humanidad. Y sabéis de sobra que es la única oportunidad que tiene la vida vegetal y animal, los anfibios, las aves y los peces de seguir existiendo. Cualquier otra acción es demagogia. Exterminio humano y ecología. Vuelva el mundo a su edad de oro sin nosotros, Ea- exclama panfletario Ecoastro descargando su rabia.
- Mira Ecoastro, nosotros no te censuramos, respetamos todas las opiniones, incluso la tuya- HazdeLuz se toca el pecho turgente en señal de honestidad- Estamos abiertos a todo el mundo. Cómo prueba de ello si quieres venir esta tarde vienes, y si no quieres venir, no vengas. Tu te lo pierdes- cambia HazdeLuz bipolar la actitud de la acritud al polo de la conciliación sensual. Entorna los ojos brillantes cómo estrellas en la oscura noche- Tenia reservado para ti una sorpresa entre mis cojines y mi alfombra africana- coloca los brazos HazdeLuz en sus caderas que mueve cómo una virgen. Sus rubios cabellos tan dorados cómo el maíz maduro le cuelgan hasta sus turgentes pechos redondos y suaves que sobresalen de su túnica transparente. Ecoastro siente el puñal del deseo. Los labios carnales y gruesos de HazdeLuz transmiten la pasión arrebatada de las mujeres alocadas que llevan a la perdición a los hombres tanto cómo las sirenas a los marineros. Ecoastro, el Ulises de la agroecología, conocedor por experiencia del peligro de la biferina, retrocede de la lagarta sin importarle clavarse los espinos que tiene detrás. Cómo la lengua de Hazdeluz no consigue derribar la voluntad de Ecoastro, intenta tocar con su mano suave y cálida su cuerpo. Pero este consigue esquivar a la tentadora metiéndose entre una mata punzante de zarza mora. HazdeLuz, cuya piel es demasiado fina para penetrar los espinos se queda fuera llamándolo:
Ecoastro, Ecoastro.
- Aparta Hazdeluz- grita protegido por la zarza mora- no necesito de tu falso cariño que hoy me das y mañana me quitas con el cambio de horóscopo. Yo solo necesito para vivir decentemente lechugas, acelgas y mi chusco de pan. El resto me sobra, no quiero formar parte de vuestro banquete. Vade retro mujer seductora.
-Parece Pibe, hermano que vive entre perros y cómo un perro que fuera tuyo el bancal. No puedes tirarnos.- sarcástico mirando lujurioso a las doncellas cómo un gallo de corral, el rastafari más semejante a un perro de nieves argentinea ante las damas. El soberbio perroflauta con cara de cuervo adornado su cráneo lanudo de rizos increpa el honor del virtuoso Ecoastro.
-Por supuesto Parua que el bancal no es mio, ni tuyo- sale del zarzal con sangre hispana goteando por las sienes de varias punzadas de las plantas-Estoy aquí para plantar unas espinacas y a okupar la caseta de aperos. Ayer estaba entera- señala triste las piedras Ecoastro y se revuelve furioso al argentino-Si quieres Parua puedes ayudarme a reconstruirla, a plantar las espinacas, y quitarte esa fama de que nunca has hecho un caballón recto. Y lo que dicen de ti a tus espaldas tras recitar de memoria el apoyo Mutuo del príncipe Kropotkin y lanzar mensaje de solidaridad con todos los oprimidos del mundo a través de facebook y tu blog para ligar con féminas superficiales de la facultad de humanidades. En verdad rey de los perros Argentinos, nadie te ha visto nunca ayudar a hacer un eco ribazo, ni reconstruir un bancal, ni plantar una acelga. Solo nos llegan a nuestros oídos tus hazañas panfletarias de la defensa de los pigmeos, raza que creo que ni existe. Cómo la de los elfos del bosque a la cual me convenciste para darte mis últimos 100 euros porque decías que la monsanto los iba a genocidar. Arremangate Parua, y agarra esa piedra- Señala Ecoastro una gran losa de cerca de 100 kilos.
Rechinan los dientes de Parua, las aletas de sus nariz ganchuda se dilatan a intervalos bilicos. Su cara huesuda de argentino se sonroja. Las mozas que juegan con los perros ríen. El habito de piadoso que cubre su cuerpo de percha sudamericana se mece al compás de sus caderas femeninas dispuesto a saltar sobre el buen Ecoastro.
HazdeLuz a cuatro patas jugando con el pastor alemán se levanta. Sus pechos grandes y redondos aun se agitan del bamboleo del movimiento. El pastor alemán se aupá y agarra a HazdeLuz del brazo y se frota con fuerza sacando la lengua. Ella sonriendo lo aparta. Moviendo sus caderas seductoras se mete entre el bueno de Ecoastro y el malvado y vago del indígena argentino Parua.
-Ecoastro, debes dejar tu actitud hostil hacia la gente e ir cómo todos nosotros al psicólogo. Te hará mucho bien y te mostrará pautas de conducta para llevar una vida ordenada y armónica. Venga, dale la patita a Parua que es muy chico- HazdeLuz armoniza las diferentes opiniones en eco conflicto.
-¿ Sabes que Parua ha dirigido un corto sobre los pobres Españoles que viven entre cartones en la calle? En Argentina se lo han comprado y lo pasan en todos los cines. Es un éxito de taquilla, les encanta- Claro de luna devota y fan de cualquiera que hace un documental sobre etnias y animales urbanos, con cuyos directores underground establece la típica relación ninfomaniaca de universitarias, apunta la información besando los cabellos rastas del argenindigena Parua.
Ecoastro sube los hombros en ademan de indiferencia clavando violento su mirada en los ojos verdes de repollo de Parua. Se niega a pedir disculpas si antes no lo hace el causante de los agravios:
-Ha empezado él, que me pida disculpas primero- sugiere a HazdeLuz.
-Dale la mano para que reine el karma en este lugar destrozado- solicita a Parua mesando los cabellos del rastafari Claro de luna. La cara redonda y simpática de Claro de luna junto con el guiño de ojos hacia su Rodolfo Valentino obran en el superficial, egoísta, vago, golfo, hipócrita Argentino un cambio muy característico de está raza femenina que desconoce el honor y la honra.
- Pibe, Yo sentir mucho si os agravie a vos, venga a mi brazos- y forman sus brazos una cruz enganchando a Ecoastro que le abraza de mala gana.
Las chicas aplauden y dan saltitos al confirmar sus teorías de que con amor se puede evitar los navajazos, así cómo que los argentinos son más civilizados y mejores amantes que los Españoles. Entonan un occidentalizado hare krishna, y se van tras hacer dos fotos en las que posan sonriendo.
Ecoastro toma asiento para pensar sobre un piedra donde descansa una lagartija que sale corriendo en zig zag hasta meterse en un pequeño agujero. Se recoge para planificar la reconstrucción del refugio y de la huerta. La luz baña las gotas de roció de la red de la tarántula, calienta los huesos de los animales, las ramas coscojas, y las conchas de los caracoles.
- Hare krishna, hare, hare, hare krishna- se abren paso los seres de luz entre el romero, el tomillo, la ajedrea, cómo antaño hicieran los santones hindú en la selva de bengala. Hoy más sensatos los santones se dedican a trabajar en las factorías de la Tata, y fabricando ordenadores para apple. Haciendo que la India sea una gran potencia a la que envidiar, imitar y destruir.
- Mirar troncos, grapas, grapas, van por el barranco cantando, seguro que son unas guarras-desde el cerro de San Antonio donde la mano de un beato hace más de un siglo decidió construir una ermita para santificar a un humano llamado San Antonio que vivió en Egipto en el siglo III de nuestras era. En ese momento el lugar es profanado por chonis ciclistas de descenso. Una pandilla de mal rapados cráneos acabados en cresta de gallo, adornados los cuellos con colgante de oro con el cabezón de cristo , planean un gran salto para publicar en youtube con agravante de ataque religioso, medioambiental, patrimonial. Delitos que les hará más populares a ojos de otros batuecos que responderán al desafío rompiendo otra parte del pueblo.
A los gritos del lenteja que hace de centinela mientras el resto arranca piedras, corta pinos que estorban en el descenso, acude la piara de chonis formada por 10 individuos, aunque es cómo si acudiera uno solo. Tal es la uniformidad de su aspecto : cresta por doquier, caras huesudas y amenazadoras de perdona vidas, tatuajes facciosos, rostro alargado con mandíbula cuadrada, y nariz chata de moro. Sus pellejos: morenos y agitanados. Su idioma el dialecto jergal calorro, y el pensamiento aplanado y unificado. Los chonis son cómo los chinos: visto uno, visto todos.
-A ver, a ver- grita eufórico el coro de batuecos asomando sus rostros cobrizos. Sus ojos de hienas de estirpe andaluza brillan cómo estrellas luminosas en una noche de cometas. El ardor de sus partes que a todas horas se tocan les produce un gran escozor al contemplar por el barranco el rostro de HazdeLuz y Claro de luna.
- Si serán putas las chonis grapas, van cantando- exclaman asombrados al unisono las 10 gargantas.
- ¿Que te parece Alfardo Gimeno si saltamos desde aquí y las atrapamos antes de que salgan al camino? - pregunta el kepsu dominado por la pasión.
La pendiente aparece a los ojos de la manada iluminada entre los amarillos de la luz del sol que alimentan las perfumadas lavandas, y la oscuridad que hace brotar las setas a causa de un vértice saliente de la mole rocosa del cerro de la cova en cuya cara este se queda el sol. El camino surge siniestro. Luz y sombra en la pendiente de roca y arena. Misterios de la madre naturaleza. La cruz del techo de la ermita situada a sus espaldas llega a sus pies diciendo: No lo hagáis, ser buenos muchachos. Pero los pies de los descreídos chonis que le cantan a Cristo pero adoran a satanás cómo los herejes rumís y judíos, chafan los mandamientos del señor que le entrego al jardinero Adán: No destrozaras los bancales, ni las plantas del bosque, el resto: libre albedrío. La pendiente de San Antonio que se ha conseguido vencer gracias a la ciclópeo trabajo de quienes hicieron bancales ! muchos siglos antes de la feliz época actual del neoliberalismo y la cultura del esfuerzo!, surge desafiante, hechizante, embrujada, a la mente de los batuecos que piensa: El salto perfecto. Los hare krishna suenan chamánicos y eróticos entre el eco de las rocas lanzando un mensaje subliminal de: tomarnos chonis, tomarnos. Somos niñatas perracas rototombera y golfas de barrio marginal.
- Ea, a mi los terratremolls, a por las muchachas cantarinas. Yo me pido la del pelo rastafari- exclama Alfardo. Corren hacia sus bicis. Se enfundan el casco, cierran la visera. El sonido de los cascos suena cómo un golpe en la cara de una mujer. Seducidos por el canto, los marginales sobre el sillín bajan la pierna girando el pedal derecho que mueve la correa que se desliza por el piño y gira mientras el pedal izquierdo hace su recorrido. Del hemisferio sur llega al hemisferio norte donde baja impulsado por la pierna izquierda. Se vuelve a repetir el acción mecánica avanzando cada vez más rápido bajo la mirada de San Antonio dibujado en el pórtico de la ermita junto sus cerditos. Avanzan los chonis en formación de uve. El lenteja y el kepsu cuya pedaleada ya es veloz toman asiento. Dejan de mover las piernas y la bicicleta empieza a descender vertical en picado. Pequeñas piedras saltan. Dan el primer salto y caen al siguiente bancal.
- Ciclistas, ciclistas, corred que nos violaran- grita Parua al ver a los ciclistas. Abandona a las doncellas a su suerte. Las muchachas empieza a correr por el barranco mirando el culo endemoniado y prieto del argentino, que aunque carece de tridente y rabo, huele a azufre. Suenan la melodía metálica, estridente y fúnebres de los cascabeles de las doncellas, hasta los vaginales. La campana de San Antonio dobla réquiem movida por la mano del Santo que odia a los chonis.
El kepsu queda a dos bancales de distancia de Claro de Luna. Percibe hasta su tanga cuando gracias a la madre tierra y la mano de San Antonio una rama de pino afilada se cruza en su camino. La rama atraviesa la visera del casco, y el Kepsu mete su ojo izquierdo en la afilada punta quedándose el parpado pegado mientras la cuenca de su ojo avanza por la rama. El lenteja sale despedido de un bancal y sobre pasa el siguiente cayendo al vacío. Sobrevuela las cabezas de los seres de luz. Unas piedras le hacen descansar a sus huesos que estallan cómo un cañón al disparar. El golpe le astilla por dentro dejándolo tetrapléjico al instante.
El resto de chonis consigue frenar a mitad descenso al ver la suerte de sus compañeros. Los seres de Luz salen al camino. Huyen alegrándose por dentro de la muerte de los chonis, aunque por fuera no lo muestran al prohibir su religión festejar la muerte de algo viviente. Cómo mucho se pueden alegrar si es un gurú que va a abandonar este mundo para reencarnarse en tortuga en la próxima vida, porque se entiende que va a ser más dichoso.
Ecoastro levanta de la piedra. Sin ganas empieza a reconstruir el viejo refugio. Las piedras las va trabando, realizando el milagro que el altísimo nos entrego a los hombres para nuestro bien: la traba. Método Capaz de levantar catedrales, mezquitas, centrales nucleares, incluso graneros, talleres de coches, y cosas menos útiles cómo mercadonas y sinagogas.
Martillazos, sonido del material de construcción cayendo, jadeos por le esfuerzo, sudor, gritos. En la ladera de enfrente de donde se encuentra Ecoastro observando movimientos. Son las casetas de San Antonio donde tiene la vivienda oficial Ecoastro. Observa a unos étnicos subidos con mucho ingenio, gracia y duende a un techo para robar unas vigas. Dan golpes secos y rotundos delante de sus pies desnudos para sacar la viga. La hacen caer junto al techo y a ellos mismos. Ecoastro ríe al ver la polvareda que se traga los cuerpos. Luego el silencio, el humo que desaparece, al cuarto de hora las sirenas de la policía. Llegan sin prisas, muy profesionales. Aparcan, observan y sacan dos bolsas de basura donde enfundan a los finados.
Charly- dice un agente a su compañero tirando los cuerpos de los adolescente al maletero- Menuda tarde nos espera. Son quinquis, el Fresita y el Garrofera. Y yo que tenían entradas para el fútbol- ademán de fastidio del agente, muestra indicios de burnout laboral- Cuando se enteren sus familiares vendrán en bandada cómo los cuervos a los cadáveres a velar a los primos a la morgue y armarán el mismo jaleo que provocan todos los días en los guetos . El cabo nos mandará intervenir para que se tranquilicen. Todos los días es igual. Me estoy cansando de esto.
-No lo tomes a mal Charly, el negocio es el negocio. Son horas extras- responde Pacheco limpiándose las manos en el uniforme y subiendo al coche.
-¿ Lo que yo no entiendo es por qué debemos proteger a los blancos en la morgue, y sin embargo en barrio cómo el de texas tenemos orden de no atacar, ni golpear con el peso que nos otorga la ley a los calorros aunque se pasen el día molestando, extorsionando, robando a los blancos de Vall d´Uixó?- pregunta charly rascándose con sus largas uñas el cogote bajo la gorra.
- Croack, croack,Yo que se charly. Yo solo obedezco.¿ No te pagan bien?. La orden es en el gueto de San Antonio y Texas no actuar jamás, croack- rompe la conversación croando molesto con tanta demagogia de su compañero. Charly comprende y calla. Pasa el coche discreto por el gueto que es animado por su feroz fauna. Caminan los pendejos dando golpes a los contenedores de basura, traficando con drogas, cantado la música de la delincuencia: el flamenco. Las amas de casa gitanas reciben los insultos de sus marido que tumbados desde el sofá les amenazan con ensalada de ostias porque las croquetas de la comida no ha sido de su agrado. Se escucha desde la calle los insultos provocando la risa entre los paseantes que produce un efecto bufonesco y circense en el gitano. Para divertir a los paseantes insulta más a la mujer.- Pegale Josele, pegale a la pendeja- gritan los paseantes riendo- paf, pum, pim, la gitanaca recibe dos ostias. Llora, y la gente que lo escucha ríe. Algunas chicas, las de las primeras fincas se prostituyen para pagarse el vicio de las drogas. Los clientes salen discretos. Varios perros son torturados para divertirse los niños que ya llevan la malformación de satanás no solo gravada en el color de su piel y su herencia genética, si no en el alma, que solo la santísima inquisición sería capaz de erradicar. O quizás que los rumís alcanzaran conciencia de que viven cómo animales en Texas. Se encararan primero contra sus patriarcas y pastores evangelistas colgándolos de los cables de la luz. Luego reflexionaran sobre sus costumbres para abolirlas. Pasando finalmente al ataque contra el PP fascista que les ha metido en un gueto.
Nuevos cascotes de la casa embargada por el banco en San Antonio caen con estruendo sin que nadie lo oiga. Ecoastro observa el paisaje de la desolación: bancales rotos, casas destrozadas, árboles talados, animales afinados en corrales. Se regocija cómo un idiota lanzando una gran carcajada histérica contra un mundo sin arreglo.
-Oh mama pacha que bien he hecho renunciando al mundo, convirtiéndome en un ser autosuficiente alejado de mis semejantes, plantando espinacas y lechugas cómo las gentes de la edad dorada del mundo. Sintiendo la comunión de las plantas florecer bajo mis cuidados. Oh eso es el amor puro, el mismo que hace que aun no me extinga alejado de mis semejantes, aunque me aburra cómo un oso.- Y tras hacer sus abluciones mientras llegan los primeros gritos de dolor en Texas por el anuncio de la muerte de los quinquis. Ecoastro besa la tierra cogida entre sus manos. Nota entre la tierra que hay unas bolitas de excremento de conejo. Raudo las escupe tras adivinar que el conejo ha comido escaramujo.
-La coneja debería andar constipada, por eso ha comido escaramujo- exclama orgulloso y pecando de vanidad y soberbia por la viveza de sus sentidos y la agilidad detectivesca de su mente . Escupe de sus labios las bolitas que mezcladas con su saliva al caer al hoyo empiezan a germinar unas matas de escaramujo. Y la tierra perpetua su ciclo: Loor a ti madre tierra.
Sobre bancales aun vírgenes de una cara de la ladera de San Antonio , una cresta de gallo con piercing en las cejas, chándal de adidas, y agarrado a la bicicleta del manillar clama filantrópico cómo un lobo a sus camaradas que sudorosos jadean por el esfuerzo y sus ánimos desfallecen atrapados entre esparragueras y zarzales:
- ¿No deberíamos acercanos a ver cómo se encuentra el kepsu y el lenteja? Tienen mala pinta, no se mueven- les dice.
-Que hubieran frenado- responde mesándose la cresta vaquilla y lanzando una mirada unos metros abajo donde se encuentra el lenteja.
-Van de listos, ya se apañaran- contesta Alfardo Gimeno contrayendo el vientre. De repente un terremoto seguido de un mal olor invade el bancal, y los chonis de la agrupación terratremolls se tapan la nariz, y ríen cómo benditos inocentes.
- Menudo cuesco¿ Que has comido alfardo?- pregunta el pollo estrábico.
- No es lo que pensáis. Que picor, que picor- grita metiendo los dedos por el ano. Salta en esa posición a lo largo del bancal. Y entonces aliviado y pedorreándose un poco más saca los dedos negros del ano con una enorme bola de hachis cubierta por un plástico con el dibujo algo manchado de Son Goku haciendo un Kame- Kame. Sobre el bancal los inferiores empiezan a votar al uso de los negros africanos en sus orgías en torno a la hoguera. Se agitan frenéticos entre la maleza angustiosa que incita la violencia y al crimen.
¿Repartirás verdad?- pregunta el pollo.
-Aquí no se da nada. Sacad la cartera y repartiré- les responde Alfardo Gimeno. Los chonis buscan entre sus riñoneras. El pollo que va pelado anda hacia el cadáver clavado en el pino del lenteja. Le roba sutilmente la riñonera.
-¿ No te importa verdad lenteja? le pregunta sin que responda. Luego hace lo mismo al kepsus que se arrastra tetrapléjico.
-Pollo, ayudame, ayudame por favor- balbucea-te daré a mi hermana menor para que te la folles si me ayudas.
-No te muevas que ahora te ayudo ¿ donde tienes la riñonera?
El kepsu señala al abdomen. El pollo lo gira segándole del bamboleo la médula espinal. Recoge la riñonera y se va silbando.
-Es de primera- exclama mascando el hachis el Pescadilla.
Los chonis toman asiento en torno a un hueco algarrobo. A Gimeno empiezan a dilatarse las pupilas. El pollo empieza a temblar, el vaquilla suda, el resto balbucea babeantes.
- Iré a por leña y haremos una hoguera- sugiere el pollo que siente escalofríos. Reptando cómo una culebra con la mente borrosa empieza a amontonar panocha, pequeñas ramas, piedras que confunde con troncos. Setas- exclama el engendro al ver cerca de un charco varias setas amarillas que empieza a mascar. Un prodigioso ataque epiléptico se apodera del Pollo causándole convulsiones y erección de pene. Imagina que esta haciendo el amor con la bella HazdeLuz.
-Mirad lo que hace el Pollo, se corre por la boca. So cerdo- gritan riéndose sus compañeros. Y al cerdo masturbador le tiran piedras, y recibe su castigo por sus muchos males causados. El deficiente escupe babas y espuma por la boca cómo un cangrejo vicioso. De una pedrada le rompen al ingenuo los dientes. Poseído por el vicio es indiferente al golpe. Sonríe pensando que esta follando con HazdeLuz. El viento mueve unas ramas verdes de llentiscle.
- Ye muchachos, mirad la guardia civil- grita Alfardo que imagina que las ramas son beneméritos. Echa a correr con todas sus fuerzas tropezando y cayendo por los bancales. No me cogeréis con vida- grita estrangulando unas aliagas.
El resto de chonis huye sintiéndose perseguidos por la guardia civil. En su retirada el vaquilla tira el porro para que no le denuncie la policía sobre la panocha apilada por el Pollo que expira.
- No llevo nada, no llevo nada- levanta las manos el vaquilla fuera de si. Su mirada perdida y confusa orientada al cosmos no termina de encontrar al duende. Frente a unas matas de llentiscles se rinde ante la guardia civil con las pupilas cómo platos y la boca seca. La panocha empieza a arder a sus pies.
EL medio día que precede a la tarde llega pronto a primeros de diciembre, cómo los bombarderos judíos sobre palestina. La sombras se envuelven de humedad, escarcha y frío. El esforzado Ecoastro feliz por la restauración de su refugio aplaude. Los perros le felicitan ladrando. Mete las manos en sus agujereados bolsillos y maldice de pronto la existencia:
- Me cago en la puta, siempre igual. ¿Aquiles, Meidei, Careto, habéis visto el mechero?
Los perros ladran moviendo el rabo: guau, guau.
-No, guau, guau, no. Buscar el mechero coño que se me ha caído del bolsillo- dice a sus fieles canes que se tumban en la hierba y juegan indisciplinados.
-Vamos a casa a por un mechero- ordena. Los perros haciendo el paso de la oca van tras él hacia las casetas de San Antonio. Descienden entre entre los ribazos destrozados.
-El diablo ronda este lugar Alfardo- le dice el vaquilla con las pupilas dilatadas, la mirada borrosa, y el pensamiento embotado. Masca para tranquilizar las palpitaciones de su corazón otro trozo de hachis.
- Eh ¿ Que pasa? ¿Donde estamos?- pregunta aturdido y con palpitaciones Alfardo. Contempla los restos de los bancales rotos, las ramas esqueléticas del monte que parecen dedos de cadáveres señalando el refugio reconstruido.
-Vaquilla, Pescadilla, chanquete, piraña, alfardo, lute, chilindrón, aquí estuvimos esta mañana destrozando este refugio, y ahora está de nuevo reconstruido. Esto es obra de satanás- sobrecogido por la observación se abraza al lute el pescadilla cuya cara es la de un puerco a las puertas del matadero. Gime de pánico. Sus ojos de borrego miran a todos lados. Su cuerpo sucio de mugre, sudores, se estremece por las palpitaciones causadas por los psicotrópicos y la amenaza de las fuerzas oscuras. Una coz precedida de un rebuzno de Alfardo Gimeno hace que caigan varias piedras. Por inercia el resto de la pandilla pasan del miedo a las risas. Seguidas de vómitos, chillidos, y una diarrea del piraña. Realizan tan tremendo estropicio . No dejan piedra sobre piedra, cuando terminan los atilas drogados continúan su rosario de destrozos hasta llegar a texas, el barrio madre de todo criminal de Vall d´ Uixó, donde el delito no se castiga. La ley y el orden allí no existe, porque así se ha decidido en el cónclave de la guardia civil, policía local y el alcalde Lelo Clavelitos.
Los chonis llegan a sus hogares tras beber cómo camellos agua de la fuente oxidada del parque. Sus padres desempleados, la mayoría rumís andaluces que trabajaban para los caciques Hermanos Ventura, ríen ante las evidentes muestras de drogodependencia de sus hijos que están en la edad de oro en la vida de un futuro proletario. La adolescencia: tiempo de amigos, pandillas, toros, verbenas, drogas, alcohol. Las madres les preguntan tiernas, sumisas, con hematomas del amor pasional de los andaluces en el rostro maquillado de funeral para que no cante bulerias en el barrio:
-¿ Quieres hijo mio un tazón de leche con cola cao?
-Vete a la mierda puta , dame 10 euros- responden cada uno de los chonis a sus respectivas. Los padres, que no van a castrar el único tiempo feliz en la vida de sus hijos, ya que a sus hijos les depara un futuro similar al suyo de trabajo, desempleo, y otros horrores cómo matrimonio e hijos. Se los dan junto una cariñosa palmada para que disfruten de una vida que ellos ya odian.
- Oh señor del infierno, en que poca estima me tenéis. Satanás, soy Ecoastro. Escuchame padre, soy fiel seguidor tuyo. Hasta realizo ritos en tu honor. Oh Hades, señor de los infiernos, hermano y esposo de madre tierra. ¿ Por qué me has abandonado?- Ecoastro entre las ruinas del refugio, con la luna de nuevo en el firmamento dispuesta a acompañar a las miles de violaciones, crímenes, tiroteos y genocidios que cubrirán el mundo con la oscuridad, contempla feliz los lamentos de Ecoastro.
-¿Quien habrá sido está vez el que ha derribado el refugio? parece un terremoto, no me extrañaría que los terratremol hubieran sido los culpables. Hay restos de huellas de bicicleta.
Ecoastro camina por los caballones mirando espinacas pisoteadas. Se inclina hacia las hojas vencidas por la suela de acero y fascista del choni. Son regadas por la lagrimas de Ecoastro. Nota a su espalda sobresaltándose una cálida caricia. Se vuelve y ve a un hombre semejante a Papa Noel, de cara redonda, gafas de culo de vaso, barriga prominente. Su rostro sonrosado cómo los porcinos.
Y educado le pregunta:
-¿ Por qué lloras hijo mio? ¿ has perdido tu hogar?
Ecoastro mirando desde su humillante posición de rodillas al hombre santo le pregunta:
-¿Eres Papa Noel?
No- responde riendo el hombre- soy el psicólogo municipal. ¿ Vives aquí?- con interés policial le pregunta al buen Ecoastro.
-No, todavía no, iba a hacerlo. Deseo vivir en un bancal.
-¿No tienes casa?- pregunta el psicólogo.
-Si, de 450 metros, libre de hipoteca- le responde Ecoastro al psicólogo que se asombra de la respuesta. Esta allí- le dice señalando la caseta que se ve desde esa ladera junto con otras de San Antonio.
-Tu estas muy mal. Ven conmigo- y tiende el psicólogo la mano a Ecoastro que se levanta. Caminan juntos por el sendero, ya a oscuras. El psicólogo ilumina con una linterna el camino y ejercita sus músculos sedentarios de pasar la mañana escuchando a los locos.
-¿ Los perros son tuyos?- pregunta el psicólogo viendo a tres perros que les siguen.
-Son mi familia- le dice
El psicólogo mueve la cabeza exclamando : Un caso grave.
Gracias la psicólogo, varios psiquiatras, jueces, trabajadores sociales y la perrera, consiguen el milagro de que Ecoastro vuelva a su casa, se olvide de los bancales, encuentre un trabajo, una chica elegante, guapa, limpia, del partido socialista, y viva cómo una persona normal.
De Angelillo de Uixó.
EL bancal, de Angelillo de Uixó by Ángel Blasco Giménez is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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