jueves, 16 de mayo de 2019
Las rotondas no son ni de rojos ni de azules: son del pueblo
Vuelvo de Castellón en el último autobús que regresa a Vall ´d Uixó, el de las ocho de la tarde. Una vergüenza los horarios de la que nadie habla. Hay carteles por todas partes de una campaña electoral que no me interesa. He dejado de creer en la política. Una chica entra, la conozco de vista de la biblioteca. Ha entrado en la última parada de Castellón antes de salir de la ciudad y se ha sentado delante de mí mientras yo bostezaba. En las paradas hay carteles con la imagen de Franco, el dictador. En algunos de esos carteles pone :Ni roja fue la historia de España, en otros: ni Azul fue la historia de España. Es decir, que es gente de derecha que trata de contar la historia desde un punto de vista donde el argumento de la guerra civil lo narran como una riña entre hermanos , y al final siempre disculpan las barbaridades ocurridas bajo la siguiente formula : esperemos que esto no vuelva a pasar, que estemos todos los Españoles unidos como una gran familia dirigida de arriba a abajo por un padre para hacer una España Grande y libre. A estas horas de la noche voy a ser breve. Y más mañana teniendo que madrugar para trabajar , además de compatibilizar el trabajo con juicios en los que me piden muchos años de pena de cárcel por expresar mis ideas. Sigo en el autobús, voy dormido, pero no he tardado en despertarme al notar unas extrañas maniobras del conductor al llegar casi a la estación. Entonces ha empezado a gritar llena de violencia la chica que estaba delante de mi asiento. Recordar, la que conozco de vista de la biblioteca. Al parecer estaba esperando llegar a la rotonda para decir esto, creo que compinchada con alguien que iba a grabarlo, ahora caigo en esto mientras escribo, pues he visto como se giraba y movía la mano haciendo una señal. Hasta este momento no he caído.
Que mal construida esta la rotonda. Todo lo hace igual este Ayuntamiento.
El conductor hace filigranas para evitar darle a la rotonda que tiene un gran macetero en el centro. irónica ha contestado sin percatarse que está chica estaba haciendo campaña electoral con todos nosotros en el autobús, y hay gente que no le interesa saber nada de la campaña.
Me lo dices a mí- ha contestado el conductor con su típico acento rumano halagado de que alguien se interesara de su trabajo.
No sabe como yo que esa chica solía visitar páginas en los ordenadores de la biblioteca de extrema derecha donde se decía que había que dar trabajo solo a los españoles. Lo sé porque hay pocos ordenadores en la biblioteca y cuando la bibliotecaria le decía que se levantara para dejar paso el siguiente que era yo, se dejaba las páginas abiertas de España 2.000 que yo cerraba santiguándome de lo que veía.
Lo que tienes que hacer es estampar el autobús contra la rotonda para que se entere todo el mundo- ha comentado en voz muy alta y excitada.
He pensado que si eso mismo lo digo yo, y lo pongo en Internet a estás horas ya estaría detenido.-
La sorpresa es que en el autobús le aplaudían, seguramente es gente que quieren estrellarse con tal de que pierda el PSOE.- Estrellar un autobús lleno de gente es la mejor manera de convencer para que gane la derecha y extrema derecha.
No he podido más, y le he pedido que no gritara más, ahora estaba hablando de no sé que cosa le había pasado por culpa del equipo de Psoe. Cada vez estaba más alterada.
Por favor, tus problemas personales no creo que le interesen a la gente. Aquí no es para hacer un mitin de España 2.000- le he comentado.
La chica de atrás ha empezado a decirme que había libertad de expresión.
La ley modaza- le he respondido recordando que estamos en un estado fascista.
La que te aplican a ti- me ha respondido levantándose y saliendo, pues ya habíamos llegado y no me había enterado de que le conductor acaba de aparcar.
No me ha dado tiempo a mirarla, pero al parecer me conoce y lo que me pasa,¿ y aún se atreve a hablar de libertad?
No son ni rojos ni azules, son fascistas.
Para colmo pensando en el fascismo, me encuentro a la guardia civil bajo la puerta de mi casa.
Lo primero que he pensado es si tenía relación con el incidente he ido hacia cara a ellos. La guardia civil me ha mirado extrañada, como si me pasara algo o fuera a hacer algo. iba a hablar con ellos para decirles lo ocurrido y si me aconsejaban denunciar a la chica por delito de odio y apología del terrorismo al decir en voz alta que estrellara el autobús.
Pero me parece una barbaridad. Lo sé porque por decir cosas más suaves y mucho más elaboradas y en un contexto de sátira, a mi si me acusan la derecha de delitos de odio.
El mundo no es ni de rojo ni azules, el del color del asco como se esta poniendo todo.
Angelillo de Uixó.
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