lunes, 26 de septiembre de 2011

Viaje a la fatarella, domingo de amigos, alegría y fiesta








Viaje a la Fatarella. Domingo de alegría, amigos y fiesta.

“Vengo muy satisfecho del viaje a la Fatarella, de encontrarme con viejas ideas que creía olvidadas, casi muertas como los muertos que tengo en la memoria iluminándome bajo la misma luna que nos enciende está noche. Llego de la Fatarella lleno de endereza y animo”

Noche de luna menguante, aun cálida de finales de septiembre, ladran los perros atados en corrales de las casas vacías del paraje de San Antonio. Hay una luz encendida en una de ellas en la hora de la noche que cae bajo el asta del astro de nata y su tenue reflejo incide sobre el mar. Desde la ventana de la casa orienta al este se ve brillar la pantalla de un ordenador y se escucha un ligero teclear.
Hay dos perros dentro de la casa, entre un mobiliario viejo y carcomido, están tumbados en un sofá uno sobre otro. Duermen fraternalmente sin que sus colmillos conozcan la cólera, ni compartan el dolor de la persona con la que conviven. Descansan en encomiable paz mientras su amo teclea fieras quejas, más graves que el aullido salvaje de las bestias. Quizás sean humo, el mismo humo sin fuego que rodea a sus camaradas de la CGT, a los parados, a los indigentes, al ejercito cada vez más numeroso de miserables del país. Gimen quejas a golpe de tecla, no oculta quien las aporrea sus ganas de devorar carne humanas, despedazar vísceras con los dientes en el nombre de bellas ideas: justicia, amor e igualdad. Por qué de todo eso no conoce nada.
Se levanta el escribiente, bebe un vaso de agua, uno de los perros abre un ojo, se dirige hacia él y lo acaricia.

Madrugada de luna menguante, sale hacia la estación de ferrocarriles de Castellón un joven uxense desde una caseta de San Antonio tras acariciar a un par de perros dóciles medio dormidos que le siguen desde la casa a un amplio patio vallado y ajardinado donde se quedan. Le espera en Castellón su gran amigo Juanvi ,de la memoria histórica, para dirigirse ambos a la Fatarella y conocer de forma guiada con un camarada catalán que comparte con estos viajeros el mismo amor, interés y respeto hacia aquellas personas que generosamente entregaron sus corazones a un ideal superior. Credos olvidados hoy, quizás por qué se han superado, o quizás por qué hayamos perdido la inocencia.
Los hechos de la fatarella son más recordados que nunca a través de museos, asociaciones, artículos, ensayos, cine, radio, sindicalistas...
Una gran parte de nuestra población escribe a todas horas desde blog, facebook, prensa, libros y otros canales de difusión, sobre el ardor de esa generación que lucho contra la injusticia en la batalla del Ebro, de Levante, de Guadalajara... ensalzados hasta la saciedad y no comprendidos entre tanta sopa de letras, documentales y películas por todos los cobardes en que se han convertido los hombres de nuestra nación.

Llega el uxense a la estación media hora después de cerrar con llave su casa, aparca y a pocos metros de la puerta de la estación se encuentra con su amigo que está junto a su Opel. Parten hacia Cataluña en una oscuridad cada vez más clara.
Los primeros kilómetros del largo viaje discurren junto a la costa de un mar placido, plateado, manso, hasta llegar al Ebro para escalarlo entre montañas envueltas entre nubes con las crestas repletas de pinares entre riscos calizos.
Se muestra la naturaleza del río magnifica: ancho, silencioso, de aguas tranquilas, oscuras, que van cuesta abajo transportando verdes penas y riqueza para alimentar las fértiles huertas.

Un vehículo se detiene junto a la puerta de la casa de San Antonio, las luces de coche se cuelan por las ventanas, escudriña con curiosidad el conductor intentando adivinar que hará su vecino. Tras unos segundos apostado al relentí en la puerta continúa. Los perros tiene las orejas levantadas y el joven que escribe se ha girado hacia los canes indicando que no ladren, se vuelve al ordenador cuando el ruido del motor no se siente y redacta:

“ Escucho todavía emocionado lo que he visto y lo que nos han contado en la Fatarella. Último lugar de la batalla del Ebro que sirvió para la retirada del ejercito republicano. El valor de aquellas personas apostadas en la sierra entre zanjas, sacos terreros, matorrales y raíces. Inmolaron su vida en los búnkers para que más de 40000 soldados de otras posiciones pudieran salir de la tenaza asesina formada por alemanes, moros, italianos y falangistas.
Las huella negra de los impacto de los obuses, balas, están por doquier en arboles, piedras, parapetos, búnkers, pero lo que me ha marcado una profunda cicatriz en la memoria ha sido un cadáver encontrado estos días en una trinchera excavada, donde ha quedado esculpido en al tierra los huesos de un soldado aun con la granada por disparar en la mano. La muerte no ha vencido su valor.
Su imagen debe de guiarme y hacerme renacer en estas horas de dolor donde veo a mi alrededor tanta miseria por la crisis, tanto camarada acobardado, envilecido, sin ideales ni espíritu de lucha. Pisamos de nuevo una iberia maldita de desigualdades, de oprobio. Esto ya no es España, es la tierra de Caín.
La calamidad es reversible únicamente con el filo de la espada y el golpe de las granadas.
He recordado contemplado aquel espacio en la Fatarella de sacos terreros, hormigón, acero, huesos, como quiero vivir y como deseo morir”

El coche que ha subido al cabo de media hora vuelve a bajar parando para espiar, costumbre que tienden a realizar los vecinos y conocidos de Angelillo de Uixó, como si está noble persona acometiera desafueros y desvaríos.

Angelillo de Uixó, a un domingo feliz entre trincheras y camaradas.

jueves, 22 de septiembre de 2011

El funcionariado bohemio Español. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó











El funcionariado bohemio Español. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó.

Septiembre de cielo azul infinito y lejano en el levante morisco español, brisa veraniega con las primeras ráfagas de frío anunciando la proximidad del otoño. Sobre los tejados los gatos empiezan a buscar el sol. Estupendas señoritas vestidas de forma informal y elegante ocupan sus poltronas en la cámara de comercio del pueblo del Vall d' Uixó.
Primera hora de trabajo a las 10 de la mañana, aun quedan por delante dos horas más de jornada laboral descontada una de almuerza y media de asuntos propios.
La cámara de comercio de Uixó es un edificio que imita la de arquitectura colonial de Primo de Ribera, es idéntica la construcción al conjunto de edificios que champiñonescamente brotan en esa calle dedicada a diferentes servicios públicos. Tienen todos ellos un aire rural caduco. Se accede a cualquiera de estos clonados edificios a través de un pequeño jardín con césped y palmera datilera donde anida para la puesta el jilguero, cuyos huevos son devorados por la urraca y el jardinero.
La entrada a los despachos se hace a través de un marcial arco de medio punto pintando con cal del que pende un rotulo con la estrella semita de David donde se lee:

“Viva el comercio, abajo la inteligencia”

En el interior la primera estancia es un recibidor, allí deben esperar los ciudadanos hasta nueva orden. Están empapeladas las paredes con ofertas de empleo rodeado su código con un circulo rojo de una ETT que ha cerrado hace medio año. Los parados que acuden a fichar a la cámara de comercio, requisito impuesto por los los servicios sociales, pasean la miradas por las paredes con todo tipo de recortes de periódicos y ofertas cadavéricas de las empresas temporales envueltas en círculos rojos cuyos referencias y teléfonos anotan. Recuerdan la decoración del recibidor las habitaciones de Marilyn Manson empapeladas con fotos del presidente de Estados Unidos con un circulo rojo sobre la cabeza.
En una esquina hay un ordenador, y en el resto de esquinas sillas plegables negras fabricadas con petroleo. Se reposa la espera leyendo didácticas ofertas del servef donde para un puesto de trabajo de comercial de aceitunas con hueso hay que saber: alemán, ingles, francés, tener un par de ingenierías, experiencia demostrable en telecomunicaciones, ser guapo con don de gentes, no estar afiliado a ningún sindicato, y poseer un máster de la paz entre naciones.
Los despachos están cerrados, se abren a intervalos de minutos entrando y saliendo personal. Muchas personas que en la espera se medio duerme afirman haber escuchado cacofonías sonoras de pasos rotundos y secos del ujier Pacheco ,muerto el mismo día que el generalísimo , afanándose en atender a un funcionario que le aguardaba tras una puerta gruesa y que gritaba al ujier:
“Recortes para el pueblo, mano dura con el pueblo, cuño al expediente y orden de recorte”

Los funcionarios trabajan en estos lugares entregados en cuerpo y alma al servicio del poder político y a su vida licenciosa.
La cámara de comercio suele ser un lugar tranquilo lleno de trabajadores que son cuñados, hermanos, tíos, hijos: del cura, de los alcaldes, de empresarios, de Pacheco y de la aristocracia venida a menos. Las moscas vuelan sin ser molestadas ni sufrir agravio alguno compitiendo su sonido con el zumbido del fax y las vibraciones de los móviles telefónicos.
El cuerpo funcionarial mientras el ciudadano espera suele leer la prensa, revistas de moda, descargarse películas porno, planear viajes, chatear en el facebook...
Una o dos veces al año se complica la faena en esta cámara, suele coincidir estas fechas con las de el apareamiento del ciervo y la loba que se produce en septiembre.
En las épocas de celo de la fauna mayor nacional, en Vall d' Uixo se da el inicio de las jornadas de los caminos, limosna social para parados, trabajos donde entre siesta y siesta se quita malas hierbas del municipio con una azada o con la mano, y se da respiro a economías arruinadas.
En la puerta de la cámara de comercio como todas los años migran a su puerta los más parias de la clase obrera.

La contratación de los parados para los caminos de Vall d' Uixó del 2011. El episodio del día.

Un miércoles 21 de septiembre hay congregada en la puerta de la cámara de comercio personas poco elegantes, casi todos llevan bolsa de plástico del mercadona donde guardan el almuerzo. Visten con ropas amplias, desgastadas, zapatos de trabajo. Tienen cara de asombro en su expresión, esperan en silencio.
Se escucha una voz preguntando:

¿ Me das un cigarrillo por favor?
A lo que responde el preguntado:
Lo siento, solo me queda un ducados.

A partir de ahí de rompe el anonimato y las dos personas entablan una profunda amistad.

¿Pero no empezábamos hoy a trabajar?- pregunta un chico de unos 40 años moreno, poco alto, con amplios pantalones chandaleros y camiseta de tirantes.
Es que creo que ha habido problemas con las listas, ahora saldrá la chica- responde un joven de 20 años que con sabiduría de otros años contesta.

Dentro de una habitación estrecha, con las paredes por pintar con algo de humedad, hay dos funcionarias encargadas de confeccionar las listas y contratos de parados, hablan de la vida bohemia, del placer de grandes cenas en restaurantes, de obras de teatro, del corte ingles. Una lleva una pamela con una flor de sombrero, y la otra un jersey muy corto con la foto de dos niñas batusis dando de mamar a una cabra y donde se lee:
Salvad las cabras africanas.
Suena un teléfono, lo cogen las dos funcionarias y una voz ruda de hombre sin luces a la que escuchan de mala gana les dice de malos modos:

-Me han faltado 18 personas de los caminos- dicho esto cuelga.

La chica de la pamela le dice a la compañera que se ha levantado para regar un geranio y encender una vela de incienso.
Los parados no han querido ir a trabajar.
Regando menea lentamente la cabeza, deja la regadera, cruza las palmas de las manos en forma de oración:
-Esa gente son unos vagos y unos irresponsables, gin, no me extraña que les vaya tan mal en la vida gan.
En la habitación se hace el silencio, la chica de la pamela mira a su compañera y le dice:

-Oye y por qué no llamamos Ulises no sea que tengamos problemas con el asunto de las listas.
-Oh que gran idea- responde la chica del jersey con cabras africanas.
Se abrazan una a la otra exclamando:
Ulises no dirá que tendremos que hacer.

Aporrean a la puerta.

Silencio por favor- dicen a la vez las dos funcionarias levantando la voz con tono de rabia e injusticia.

Del despacho contiguo sale un hombre grueso de piel rosácea, sudorosa, bien vestido, se encuentra muy agitado. Hay una limpiadora con cascos de música recogiendo papeles en el pasillo. El hombre hace una bola con el periódico “comarcas” y lo tira al suelo a los pies de la limpiadora.
La mujer metiéndolo en la bolsa de basura le pregunta:

-Señor Sócrates ¿Qué le ocurre a su merced?
-!Ay! Josefina que la revolución esta aquí- gira la cara de izquierda a derecha y pone ojos en blanco- han acusado a la administración local de consentir una carrera ilegal que traía turismo al pueblo. El open de España, una gran carrera de ciclismo denunciada por ecologistas y parodiada por el imbécil de Angelillo tocando la flauta, un loco perturbando la paz, el orden y la buena marcha de la administración ¿dónde acabaremos Josefina? !hasta los perturbados tienen voz!

A Josefina le cae el palo de la escoba entre las piernas, se arrodilla y santigua.
Sócrates sale al jardín trasero y se releja regando las tomateras.

Los golpes en el despacho de contratación siguen produciéndose como si se tratara de una avalancha de hunos sobre las murallas de Roma.

-Silencio por favor -vuelven a decir las dos funcionarias a la vez.
-Ve a ver quien es por Dios- dice la chica de la pamela a su compañera mientras aprieta las teclas de un móvil.

La puerta sigue retumbando y la encargada de gestionar la tocada de puerta se alisa la falda, atusa el pelo y estira el jersey, gira el pomo del paño. Se abre lentamente chirriando las bisagras, se escucha desde la mesa la débil voz de la chica de pamela preguntando: ¿Ulises...?
-¿Que ocurre?- suelta lengua la funcionaria con la mano sobre el paño, ceja arqueada, mirada impertinente, morros empastados de pintalabios mordidos de cólera.
-Mi hijo, mi hijo...exclama suspirando una mujer obesa , tetuda, baja ,con una nariz prominente, faltándole un diente de la quijada, vestida de negro como el color su el pelo grasiento. Señala a un adolescente de 20 años con problemas de obesidad y cara de idiota. Quedan los dos monigotes plantados delante de la puerta soportando el gesto de enfado y asco de la funcionaria.
- Mi niño, mi niño- se golpea el pecho la mujer- me han dicho que no esta en la lista para trabajar en los caminos. !Si estaba inscrito! Que lo vieron estos ojos míos- se golpea ahora las cuencas de los ojos enfatizando sus palabras.
-Disculpe señora pero se equivoca de puerta, esa competencia de confección de listas no nos pertenece a nosotros, le pertenece a bienestar social, diríjase allí- dicho esto la funcionaria intenta cerrar la puerta pero la gente que se encuentran fuera han seguido a la mujer con el niño idiota, sin darse cuenta la funcionaria queda rodeada. Los farandules de los caminos dirigen fieras miradas semejantes a los mexicanos de pancho villa.
A nosotros también nos han mandado a casa- cometan varias voces -estábamos en la lista.
Avanzan hacia la funcionaria varios afectados de los caminos con unos papeles que han descolgado de la pared para ejemplificar con gestos que sus nombres estaban escritos en hojas similares colgadas de la pared.
Una jornalera se acerca a la funcionaria acariciando su jersey por curiosidad de saber como están estampadas las fotos de las negritas cabreras sobre la prenda.
La funcionaria da un golpe con la mano a la joven exclamando:
!Quita perranca que me ensucias, jo!
La golpeada se frota instintivamente la mano, con voz suave y servil le dice :

- Escuche nuestra queja señora, el capataz ha dicho cuando pasaba lista que los aquí presentes no nos pertenecía trabajar y los que tenían que trabajar no ido. Señora, por favor , si han faltado esas gente yo me pregunto: ¿No podría darnos la faena a nosotros que hemos acudido? Somos pobres y lo necesitamos.
Eso, eso, tirar a la calle, tirar calle los que faltar y coger nos- exclama un moro bizco con labios gruesos y sonrosados mirando a todo el mundo que secunda sus palabras.
Esperen un momento por favor, salgan fuera que aquí no ha habido error, la culpa es de ustedes que no saben leer correctamente, las listas están bien hechas, ahora decidiremos ¿lo entienden?- da lecciones de autoridad la funcionaria con frialdad racional de persona con saber y formación.

Las gentes obedecen menos la mujer obesa con su hijo patoso que yace sentado en un escalón sacándose los mocos.
La madre le riñe:
Eso es casa Albertito.

Del jardín posterior del edificio sale Sócrates con las manos en alto cruzando todo el edificio y llevándose por delante ordenadores, mesas, maceteros y a varias moras que hacían cola, llega a la calle donde en ruedo hablan los jornaleros , se derrumba gritando:

-Que me pica, que me pica, quitarme este monstruo de encina por favor, que me devora, auxilio.

El hombre como un perturbado se revuelca delante de todos los parados dándose golpes, la funcionaria vuelve a salir , el hijo idiota de la gorda ríe comiéndose los mocos sobre el blanco peldaño de frío mármol. Los congregados asienten atónitos, la funcionaria sale al jardín. Arrodillada intenta calmar a su compañero.

-Agustín ¿ Qué te pasa?¿ Te duele la tripa?

El hombre con dificultad presa de la agitación responde:
Se me ha puesto una amantis religiosa en el hombro y me dan miedo. Me pica, que me pica.

La funcionaria da dos pasos atrás contagiada por el miedo y pregunta a los jornaleros:

¿ Le podéis quitar la amantis?

Un gitano quinquillero que la ve sobre el estomago del funcionario lleno de buena voluntad le da tal patada que vomita el porcino hombre, pero el espeluznante animal verde esquiva el patados y se posa en el ojo. El gitano carga de nuevo dando descomunal guantazo, la amantis queda espachurrada en el rostro amoratado del funcionario que se incorpora tuerto envuelto en lagrimas. Le da las gracias a gitano, libre del insecto ficha y se va a su casa a descansar con una mano sobre el ojo.
La funcionaria se mete dentro y comenta con su compañera como van las gestiones con Ulises.

¿Has hablado con Ulises?
-No, pero he averiguado que está de bohemia en París, ha ido a ponerle flores a la tumba de Bruce Lee, se ha pillado un mes de asuntos propios y dos semanas de duelo. Ya sabes que a Ulises le gustan mucho viajar y esta pasando una fase de enamoramiento póstumo a Bruce Lee.
-!Ay! Es verdad, ya no me acordaba, perdona chica que hoy estoy expedida. ¿Y ahora que hacemos con estos? Miralos, me han dicho que se iban y no se van- dice la funcionaria del jersey corriendo las cortinas para no verlos.
-Yo creo que es competencia del ayuntamiento el asunto, ya se apañaran con las listas, jo- comenta la funcionaria con pamela.
-Bueno chica, voy a salir y mandarles al ayuntamiento, que no se van y me dan miedo- comenta con brote de iniciativa la chica del jersey.
Sale la funcionaria ante los congregados con gesto de disgusto y ademan prepotente:
¿ Qué os he dicho ? A la, ir al ayuntamiento por favor- se vuelve a meter, dentro suena el teléfono, de mala gana lo coge una funcionaria, pone cara de asco ante la voz.

-Me siguen faltando 18 tíos -exclama el capataz.

- Pues lo siento, haz lo que puedas o vete a casa, nosotras no hemos averiguado nada, aquí no ha venido nadie, llama al ayuntamiento a ver si saben algo y dejanos tranquila- contesta la chica de la pamela y cuelga.

Las dos mujeres quedan en el silencio de la habitación, presa de los nervios toman un prozac, ponen una nota diciendo que se encuentran mal y se van a casa cerrando el despacho con llave.
Los jornaleros de los caminos avanzan por las calles de Uixó saludando a todo el mundo ya que son muy conocidos en el ambiente de saraos y verbenas del pueblo.

-Ye mafia- se escucha desde un coche y un farandul levanta la mano.
-Ye chino el sábado masía y bacalao- le responde.

Llegan todos al ayuntamiento hablando de peleas, fiestas y cosas por el estilo, preguntan a un policía municipal que no les deja pasar quien puede informales de si están en las listas para trabajar o no.
El policía cierra la puerta del ayuntamiento para que no entren, y los jornaleros se van al parque de enfrente, almuerzan y hablan distendidamente de películas, más peleas, gitanos vengadores, robos de coches, el vaquilla y Camarón de la isla. Pasa el rato sin que salga nadie del ayuntamiento, muchos deciden irse y averiguarlo al día siguiente.

Del ayuntamiento finalmente sale un concejal de bienestar social, varón de mediana edad, con lentes, delgado, elegante, mirada orgullosa y soberbia. Un parado le reconoce y se dirige hacia él.

-Don Zambrano, escúcheme, he hablado con usted todos los día del verano postrándome a sus pies, pidiéndole ayuda por que no encuentro trabajo, y usted en su misericordia infinita me prometió que me metería a los caminos como hizo con mi padre, allá dios le guarde en la gloria, el capataz ha leído los nombres en el tajo para firmar los contratos y mi nombre no estaba ¿que hago?- pregunta angustiado el mozo.
-Mira Capetino- contesta el concejal sosegado, arrogante, soberbio , levantando la cabeza y dejando ver en el rostro impreso el gesto de emperador romano- se que eres un muchacho con muchas ganas de trabajar, que has llamado a mi puerta con la educación que merezco, eres hijo de un protegido mio. Tu caso se revisará, tomo nota, pero ahora no te puedo atender debido a que con el cambio de estación y el acortamiento de los días me encuentro mal, hoy estoy de bohemia, me voy a casa a descansar y al casino a tomar café. Entra en el Ayuntamiento y busca Don Frasquito, dile que vas de parte mía.
-Gracias don Zambrano- dice doblando cabeza y besando la mano a Don Zambrano que sonríe.

El jornalero se dirige al policía solicitando que le deje entrar en el ayuntamiento ya que don Zambrano da venia. Consigue poner los pies dentro y pregunta por don Frasquito a una funcionaria que lee unas partituras musicales.

¿Busco a don Frasquito? - pregunta con humildad el jornalero.
La mujer dejando la partitura mira una lista.
-Es imposible, hoy inaugura el arranque de una escuela taller de estampitas religiosas, vuelva usted mañana.
Capetino sale, contempla el parque vacío y se va a su casa confiado.

Al día siguiente ninguno de los afectados por la confusión de las listas acude a pedir responsabilidades y continúan en el paro.
Hay por el pueblo un pequeño grupo de personas bostezando con ropa ancha, petos reflectantes pintando barandillas, farolas, de aquí a allá, quitan papeles de las rotondas, regan el césped mascando chicle pensando en el sábado.

Angelillo de Uixó, obra basada en hechos reales en Vall d' Uixó, a finales de septiembre no se sabe quien trabaja o no en la limosna social de los caminos, los que tenían que acudir no fueron, los de la reserva sí. Esto es el cuerpo africano de funcionarios en una España que dice que es Europa.
El articulo de comarcas mencionado es sobre la denuncia hacia la administración de uxió por la colaboración con la banda ciclista del open de España que están destrozando nuestras montañas.

martes, 13 de septiembre de 2011

Carrera ilegal y galerías de vall d'uixó. Episodios locales de Angelillo de Uixó.









La carrera ilegal y las galerías de Vall d' Uixó. Episodios locales de Angelillo de Uixó.

La carrera de descenso de montaña que congrego tantos ojos, tan buena acogida y felicitaciones por la organización, termino con un ganador bebiendo de una botella de champan y brindando con las autoridades locales preparadas para cantar unos horas después del we are de champions, el himno del Vall d' uxió que cumplía 100 años.
Atraviesan estos centauros a lomos de sus esqueléticas maquinas de aluminio las sendas pisadas por íberos romanos moros y republicanos. Destrozan sus vestigios a su paso por el mero motivo del placer de deslizarse desde una cumbre a un barranco sintiéndose el centro de atención en su exhibición ante unos diminutos espectadores, que observan con prismáticos sus piruetas becerriles saltando a toda velocidad por encima de los obstáculos y deseando su caía mortal para dar emoción a su pasiva espera en el parking comiendo, bebiendo, bailando.
Las autoridades aprovechan para promocionar el turismo en un lugar donde vivió el hombre prehistórico hace 18000 años y que han convertido en una cafetería moderna.
Han dejado en el descenso impreso el golpe a los ciclópeos bancales, algunos demolidos para el evento. Esta murallas agrícolas de piedra construidas desde tiempo inmemoriales para albergar en la montaña algún árbol de secano como el algarrobo, higuera o el almendro quedan esparcidas por el lugar como un cadáver descoyuntado.
Igualmente han destruido trincheras de la guerra civil, aplastado ajedreas, hinojo, tomillo, lavanda, talado pinos, olivos, y espantado a toda la fauna.
Bajo un sol de fuego que exalta las pasiones, desde una ermita dedicado al patrón de los animales, San Antonio, un ateo no se desgañitaba gritando “más de prisa” ni filmaba la escena admirando al ciclista, si no lamentando el espectáculo de esta España que va cada vez más cuesta abajo tropezando consigo misma.
La ladera del descenso situada al noroeste recibe los rayos de sol solamente en el ocaso, mira al poblado ibérico de San José y a esa horas del día queda ya de nuevo postergada en la tarde lenta y mortecina sin que nadie perturbe su quietud.
El silencio es nuevamente interrumpido brevemente por los cohetes dirigios hacia la montaña, explotan en el aire a la altura de su cumbre. Ahora la acción y la fiesta que dura hasta bien entrada la noche, aun cálida pero cada vez más larga anunciando el final del verano, se traslada al centro del pueblo.

Hechos del martes 13 de septiembre.

Olvidada la carrera por mi parte como un capitulo más en el día a día del lugar, donde es harto frecuente este tipo de sucesos y nunca se da a basto de cubrir tanto despropósito, pues son muchos los habitantes de la villa (cerca de 35000 almas ),que se desvanecen en mi mente las trincheras, las pistas y los dichosos ciclistas.
A las dos noches siguientes de la carrera, cerca de la madrugada descansaba cuando un golpe seco llama a mi puerta y mis perros de la cama se levantan ladrando y brincando.
Al abrir contemplo como el que es siempre sumiso estaba convertido en un fiero león que le ha dado la fuerza para escapar de su miserable cautiverio.
Relincha ante mi puerta y se mete en la casa.
Es Platero, caricatura goyesca del sufrimiento, retrato del paisaje normal de Uixó.
Platero es un ponny siempre por desatar de un viejo y medio muerto algarrobo que contempla la vida como un trasto inservible llevado por una cuerda de un lado a otro, sabe quien por qué y para qué.
-Entra Paletero le he dicho-
Lo ha hecho arrastrando la gruesa amarra naviera cortada con dientes y pisoteadas por sus fuertes cascos negros sin herrar. Relinchando busca agua y alimento rompiendo vasos y platos hasta ser servido.
Varios pozales después de agua ha salido con el amanecer a su voluntad despidiéndose de mi mirada y cogiendo la senda por donde descendieron los ciclistas.
El día ha traído los mismos encuentros invariables que tenemos en esta zona: caras aun cansadas del fin de semana, gentes recelosas deambulando por las calles sin saber que hacer, el paro lleno, los servicios sociales desbordados, y los organizadores de la carrera festejando su éxito mientras planean nuevas felonías, y algún ciclista con la clavícula rota en el hospital de Villa Real junto con algún cantante del himno uxense con afonía vocal.
Cuando subía de hacer unas gestiones Platero estaba de nuevo atado.
Su aventura queda en su memoria y la mía, más yo sin platos, ni vasos, ni Platero.
Asomado al balcón de lejos veía varios adolescente montando los parany para la caza de pájaros, se escucha a los gitanos dando palmas, las pistas ciclistas con chiquillos descendiendo, el sol golpeando los sonoros matorrales del chicharrar.
Alegres galerías de mi vida.
Dos casa más abajo los perros siempre atados, todos están atados.
! son tantos! quizás doce, duele escucharles.
Al abrir el ordenador he tenido la grata noticia de un email anunciándome la denuncia de la carrera. Cosa que he de decir que me ha puesto tan contento como la evasión de Platero.
Es la primera vez que en Vall d' Uixó se realiza algo similar, por ello debemos estar de enhorabuena.

Angelillo de Uxió para los episodios locales del descalabro nacional.

sábado, 10 de septiembre de 2011

100 Aniversario del himno de Vall d'uixó. Episodios locales de angelillo de Uixó







100 aniversario del himno de la Vall d´ Uixó.

Un 11 de Septiembre de hace 100 años dos músicos bromistas realizaron una gran felonía creando el himno de la Vall.
Como todo himno que se precie y para sorpresa de aquellos que desconozcan el himno de uxió, habla del amor a la tierra y a sus frutos, a la cultura, a sus paisajes, a la bondad de sus gentes y cosas por el estilo que en ningún himno del mundo se recoge.
No obstante, pese a la ironía de los autores, nuestras iluminadas autoridades se han tomado muy en serio la centenaria guasa del himno del pueblo.
Himno cuya melodía es una farsa en la grotesca realidad de lugar.
Con toda solemnidad la jauría de concejales de todos los colores políticos, sacerdotes, fuerzas del orden público, los cultos del lugar, los patriotas y las típicas personas del populacho que acuden a cualquier sarao a ver que pescan, muy solemnes este conjunto se han conjurado para rendir tributo a esa falsa melodía en este desastre de pueblo en ruinas y repleto de vidas naufragadas.
Las vidas cantadas de los habitantes de uxió es la de un puño humano golpeando una pared por desesperación, el aullido de los perros encadenados por las noches, las gallinas cloqueando en las casas sin lucir , las chicharras chirriando entre los abandonados algarrobos, los abejorros zumbando, las serpientes silbando, los sapos croando cerca de las acequias, y los toros remudiando mientras aguardan dentro del cajón la última nota para su suelta en la fiesta.
Desde su tumba los creadores del himno del pueblo tendrán en la pétrea boca huesuda y fría de su calavera un esbozo de sonrisa y seguro que ganas de reírse aun carentes de labios del alcalde cuando canturree el himno con el politono de su móvil al compás de una bandurria y castañuelas tocadas por algún músico de la escuela del pueblo.
Las expresiones de los congregados latirán en está melodía silenciosa, monótona, lánguida de vidas insípidas que van hacia la muerte, y que desesperadamente viven aplaudiendo a los que crearon sus himnos.


Angelillo de uxió, pueblo moro de España que no es digno de himno a no ser que lo componga Ozzy Osbourne.
Posdata con las celebraciones de 11 de septiembre:
Como se festeja en el día del 11-S y todos los uxenses viene de los moros, con la excepción de las autoridades que viene de judíos, con lo que se recaude solicitar de hacer un mausoleo mundial a Bin Laden.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Otro ladrillo en el muro del servef, episodios nacionales de Angelillo de Uixó







Otro ladrillo más en el muro del servef. Episodios nacionales de Angelillo de Uixó.

La calle donde se encuentra el servef en Vall d' Uíxo queda cercana a la estación de autobuses y a una gran explanada amurallada de un grandioso PAI por construir destinado a la edificación de la mezquita de Uixó. El monumental muro protege del trafico a las ratas, gatas parideras, lagartijas, escarabajos y algún indigente que busca intimidad dentro solar.
El muro realizado con ladrillos bovedilla ha sido ricamente decorado con grafitis por los jóvenes hijos de los obreros que lo construyeron pertenecientes a la artística generación Ni-Ni promoción 2008, reconocibles por el trazo grueso en sus obras, colores vivos, temática propia de la era crisis financiera del crack del 2008, con representaciones de monstruitos, Son gokus, tías buenas en pelotas, coches BMW y frases pidiendo libertad, juerga y democracia.
A esa pared es donde acuden tradicionalmente a lamentarse los parados de Uixó descendientes en su gran mayoría de los judíos, pueblo culpable de todos los males del mundo junto con los infames pigmeos.
Los golpes, el dolor, el malestar, es el mínimo exigible por la sociedad que se le debe pedir a un desempleado por su fracaso personal.
Entre cabezazo y cabezazo oran la plegaría que les concede la absolución:
“ por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa soy un perdedor y no consigo empleo, cuando lo hubo lo desprecie cuando escasea lo deseo, soy un hipócrita. Por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa no consigo empleo, cuando pude formarme no me forme y ahora estoy deformado, soy un bellaco. Por mi culpa, por mi culpa, por mi culpa no consigo empleo, cuando ganaba 2000 euros en la obra no ahorre y ahora me doy de cabezazos contra el muro”

Una vez limpia la conciencia entran a un edificio amplio, funcional, austero, con aire acondicionado, altavoces que marcan los números de las pantallas.
El edificio es de varias plantas en forma de cuadrángulo, o como se le llama técnicamente en la facultad de arquitectura: nave en forma de caja de zapatos.
El primer piso tiene 100 metros cuadrados, queda dividido el espacio en dos planos separados por un vacío de 5 metros cuadrados por donde discurre arriba y abajo como flotando una mujer seguridad con camisa azul, corbata, pantalones negros, andar silencioso, y un fenomenal cinturón del que cuelga una porra negra cerca de su entrepierna, esposas resplandecientes y un resolver.
En la parte derecha de la primera planta se encuentran en fila diez mesas de transparente cristal separadas por mamparas de plástico. Tras las mesas pegados a las sillas de oficinas están las sonrosadas personas de pelaje porcino llamados funcionarios. Tienen el hocico husmeando casi oculto detrás de la pantalla del ordenador.
Frente a los funcionarios en el ala izquierda de la entrada se encuentra en un enorme banquillo de madera cuyo respaldo es la pared los desocupados: Moros que canturrean la perdida de Al- Andalus, negros que tocan como si fueran tambores tam tam la madera de los bancos, gitanos que dan palmas, y blancos hispanos que maldicen al cabestro de Zapatero.
Los afiliados a la lista del inem antes de la lucha en el circo empresarial por un puesto de trabajo luchan contra sus competidores por cada centímetro de madera para poder descansar sus nalgas en la larga espera.
Sus rostros curtidos por el sol indican cansancio, inquietud. Tienen la mirada melancólica, extraviada, violenta. La larga espera en la cautividad de las oficinas del inem para estas gentes acostumbradas a la vida libre en la calle les provoca un gran estrés, ataques de ansiedad, que se suelen saldar con violentos exabruptos corregidos por la porra de la seguridad.
Los parados suelen perderse en extraña divagaciones mentales de las que vuelven cuando escuchan algún numero desde el altavoz o reciben un cariñoso codazo de su compañero diciendo:
-te toca ya coño.
Los gestos repetitivos, estereotipados, que se producen entre funcionario y la gente del banquillo suelen ser seguidos por los que aguardan turno.
Giros de cabeza de los funcionarios de izquierda a derecha acompañado con el dedo índice imitando el movimiento del limpiaparabrisas del coche, mientras el desempleado obstinadamente enseñando algún papel asiente de arriba a abajo con su cabeza abollada, alza las manos al cielo con cara de perplejidad, se pega golpes en el pecho.
El sonrosado funcionario responde con alzamiento de hombros y ligero de brazos, balanceo sutil de caderas en la poltrona, y sonriendo da turno a otra persona despidiéndose del parado con la mano abierta y agitándola a un lado y otro.

Dante acude una mañana lluviosa de septiembre con su amigo Virgilio para ver si existe la posibilidad de una nueva prestación agotada la presente.
En la puerta del inem de uxió hay coche con las luces encendidas y unos agentes aporreando a un parado que acudió al servef chillando, furioso, con muestras de enajenación por la perdida de la paga de la prestación por haber abandonado un curso de agricultura ecológica de tomates canario que imparte el cuñado del director de servef.
Contempla Dante con pena la paliza a su viejo compañero de largas colas en el inem, de fichajes, y orientaciones laborales. Recuerda todos esos años donde juntos hacían golferias en los cursos inútiles que programa el servef, o en las entrevista laborales en las ETT donde solían tirarle los trastos a las rubias tetonas que recogen los curriculum y realizan los psicotécnicos.

-Dadle fuerte que así se soluciona el paro en España - exclama el sargento de la guardia civil de uxió animando a sus hombres a atajar el problema del desempleo.

El parado sangra abundantemente por la cabeza, su mano está esposada a la de un agente mientras su cuerpo se encuentra abatido de rodillas. Recibe patadas, porrazos de dos guardia civiles jóvenes que se emplean en los golpes. El resto de agentes rodea a sus compañeros formando una barrera y contemplan la escena. Los parados de la cola son indiferentes a la suerte de su compañero de profesión. Repasando una y otra vez los papeles que deben presentar se centran en sus problemas. Los funcionarios mascan chicle, sienten su autoridad y estatus de superhombres realzados, hacen gesto con la mirada a las gentes de los banquillos desde sus butacas con aire de triunfo. Los parados agachan las cabezas fijas entre los papeles.
La lluvia cae sobre la cara del perturbador del orden enjuagando la brecha de sangre de la frente que se arremolina con el agua sobre la rendija del alcantarillado que la engulle.

-Oye, por que no entramos en el alegría de la huerta a tomarnos un café, me ha entrado no se que en el estomago- le dice Dante a su compañero Virgilio.
-Si, creo que será lo mejor tomar café para animarnos, me repugna como tratan los funcionarios y la policía a nuestros compañeros, cada día es peor, hijos de puta. Venga vamos, no podemos hacer nada por ese- exclama Virgilio con aire de resignación estoica.

En un callejón oscuro que recorren un gitano vende ajos sentado en el escalón de una iglesia refugiándose de la lluvia bajo el pórtico repleto de santos y apóstoles esculpidos en piedra. Una vieja rumana de más de 100 kilos vestida con un batín amarillo rebusca por los contenedores ropa con un palo, a su lado tiene un carro del mercadona repleto de ropa vieja que cambia por algo de dinero a los que visitan el callejón.

- Ropa señores, ropa lujosa, traía de la india, realizada por habilidosos chinos, todo marca el corte inglés, compren señores su ropa dos por uno, estamos de rebajas- les dice la mujer ofreciendo un corsé a Dante y Virgilio.
-Ajos, señores, buenos para la circulación, mecheros señores, tengo también mecheros, toda a un euro, aprovechen la fantástica oferta, ajos, mecheros para el niño y la niña, compren señores sus ojos para mascar- les dice el gitano senil más seco que el palo de una escoba.

El gitano tiene a sus pies varios cartones de vino Don simón que comparte con la rumana que se acerca viendo que no le compran el corsé amarillo.
El vendedor carece de dientes deformando su cara arrugada que parece un higo aplastado, con las encías negras mastica unas ciruelas sacadas del contenedor llenas de unos insectos rojos.
Toca los pechos a la rumana que bebe y ríe como una loca en celo por las caricias.
Bonica, bonica, ven con conmigo- le dice el gitano escupiendo un hueso.

La rumana se lanza a los sus brazos rodeando su diminuto cuerpo con sus carnes magras.
La étnica pareja envuelta en la sombras del callejón se dan arrumacos. Las palomas ante los pasos de Dante y Virgilio alzan el vuelo hacia el cielo. El sonido del aleteo de las palomas se mezcla con el choque de sus labios, suspiros ahogados, gemidos, y miradas llenas de ternura. Sus cuerpos se abrazan suavemente bajo los pétreos evangelistas del pórtico. Las palomas tras su vuelo circular sobre el campanario se acurrucan sobre las cabezas de San Juan evangelista, San Pablo, San Marcos...
Dante y Virgilio entran en un bar pequeño llamado el alegría de la huerta.
El lugar es oscuro, suenan música de pasodobles, en mesas de madera se agolpan hasta seis farandules por tabla con sus respectivas cervezas apoyadas en la periferia de la mesa, el centro de la tabla es el lugar donde reposa dinero y caen cartas. Los ojos de los golfos siguen con atención la caía de la baraja dando chillidos de alegría cuando el azar alza a la gloria a un jugador.
Un rusa de menos de 18 años es la camarera. Tiene el rostro angelical, exhibe escote al que llega su larga melena rubia, va cubierta de cintura a dos palmos abajo con la pertinente minifalda negra, delantal corto blanco, cofia.
Se acerca a los nuevos cliente que acaban de entrar. Les dirige una agradable sonrisa rusa.

-¿que desearrrr señorrres?- les dice con acento eslavo.
-A mi me gustaría un café con leche, fuerte de café- dice Dante sin perder de vista el escote.
-Yo un café largo rubia - pide Virgilio.
!Como esta la chiquilla!- les dice un tuerto que se encuentra sentado al lado de Virgilio y bebe cerveza.
-Ya te digo, con lo feo que son los rusos y como están sus mujeres- comenta riendo Dante.

Tras la barra del bar hay una cortina, cubre a la visión de un pequeño almacén. Se descubre la cortina azul y sale un gordo patrio con un bote enorme de tomate triturado que deja en el frigorífico. Respira como todo gordo por la boca y con dificultad. Se acerca con andar de elefante marino a la rusa que prepara los café, con disimulo le da un pellizco en el culo entornando los ojos. Ésta le sonríe de forma forzada.

-¿has visto Virgilio?- le pregunta Dante a su compañero.
-Así es el mundo, los que no tienen nada deben soportar las humillaciones de los poderosos que tienen algo- le responde.

La luz de la calle ilumina la cloaca humana del bar.
Entran dos mujeres de mediana edad, vestidas elegantemente, los parroquianos giran la mirada hacia otro lado al verlas, escupen en el suelo.
Ellas entran cogidas de las manos sentándose en los taburetes de la barra. Miran a la rusa con deseo.

- ¿Lo de siemprrrre?- Le pregunta la muchacha risueña con su dulzura habitual y el acento abrupto propio de esas personas que vienen de las estepas, el hielo y los grandes lagos.
-Hay que ver lo pesados que están los parados hoy- dice una de las mujeres con gesto de enojo que es funcionaria del servef.
-Si chica, cada día están peor, creo que han perdido la esperanza o será la lluvia, son una amenaza,algún día tendremos un disgusto, no dan más que faena, te descuidas y te quieren convencer a una con sus penas. ¿Te acuerdas del albañil de ayer? !que chillidos pegaba por que no encuentra trabajo! que se hubiera formado- le dice la otra mujer que también es funcionaria, pasa la mano a su compañera por la rodilla.
-Cuando ganaban 3000 euros al mes los albañiles no se quejaban, ganaban más que nosotras dos juntas, y ahora que todo ha estallado viene con sus problemas de que no tienen dinero. Otros muchos de los que vienen exigen trabajo, y cuando había faena no querían trabajar, y ahora...¿A que vienen, dime, a que vienes esos miserables ahora?- puntualiza la funcionaria coincidiendo en el análisis social de su compañera.

El gesto de enfado e indignación de las funcionarias lesbianas se suaviza con la llegada de la rusa.
La rusa les sirve ante las mirada vidriosas y lujuriosas de las funcionarias unas cervezas con unas tapas de sepia, patatas fritas, jamón ibérico, salchichón, aceitunas.

Esa muchachita es preciosa- le dice una a la otra acariciarle la mejilla.
Algún día vendrá al servef y la tendremos- le dice la compañera.

Dante y Virgilio pagan sus café y salen a la calle, la lluvia cesa, las aceras están sucias repletas de papeles pegados que ha arrastrado el agua, se forman charcos en los socabones del suelo.
En la puerta del servef hay un hombre vestido con una túnica repartiendo octavillas. Es de edad avanzada, bajito, gordo, tiene una larga melena blanca recogida en una goma, su barba también es blanca, al igual que su piel, semeja a un enfermo por falta de melanina.
La mujer seguridad hablan con él de forma discreta. Ningún parado ha cogido las octavillas quedando sobre el suelo mojado.
A los pies de Dante ha llegado una hoja en buen estado. Con la curiosidad de los escépticos la recoge. La lee con una sonrisa irónica, en la octavilla dice:
“Por la emancipación obrera, sindicatos anarquistas, dignidad obrera, unámonos todos y todas para acabar con el paro”
Bajo esta adenda se observa una formula matemática con unos dibujos geométricos llenos de datos.
Dante con el papel se acerca al anarquista, le saluda ya que le conoce de cuando creía que era posible un cambio de la historia. Sus ideales se desmoronaron como los de todos los Españoles de bien cuando aquella grieta del muro de berlín lo derribó convirtiendo los principios éticos y humanistas europeos revolucionarios en una escombrera causante de ese desastre neoliberal llamado unión europea.

-¿ Qué tal Niño Becerra, propagando la biblia de la liberación?- Le dice con sarcasmo Dante.
-El capitalismo esta agotado Dante, debemos luchar contra el- responde por encima del hombro de la seguridad que le esta tomando el nombre- Ayudame en el nombre de Durruti, que si la palabra de cristo curaba a los enfermos, sanaba la vista, eliminaba la lepra, las palabras de Malatesta, Marx, Bakunin erradican la pobreza y tú lo sabes, venga aquí esa solidaridad que el aprieto con las fuerzas del orden es grande.
¿Y que soluciones propones esta vez tú o tu sindicato anarquista, la teoría poliédrica?- le pregunta Virgilio con media sonrisa.
No te rías Virgilio, que esta vez todo el mundo va a salir a la calle a luchar- suspira el anarquista- la reforma de la constitución nos llevara a la revolución inminente, y nosotros estamos preparados para encarrilarla.
Si hombre, ya lo hemos visto todos estos años como os habéis comportado los anarquistas y anti sistemas,tres años de crisis y atracón de conciertos para protestar, venga la juerga con la generación Ni-Ni del casal popular, los pankis y los perro flautas, esos son los verdaderos anarquistas de hoy. Ahora se ponen las cosas muy mal y os acordáis de que se debe hacer algo, pero estoy seguro de que no tenéis ganas de hacer nada más que estar tumbados, escribir poemas y fumar hierba- le responde con escepticismo Dante.

Niño Becerra agacha la mirada y la alza con furia asesina.
- Quinta columnistas traidores, esquiroles- les dice arrojando unos panfletos a Dante y Virgilio en el rostro.
¿Conocen ustedes a este loco? ¿tiene familia con la que contactar para que lo ingresen?- les pregunta la seguridad.
Si lo conocemos. Es un hombre de méritos donde lo ve, una leyenda viva de la lucha revolucionaria nacional, ha leído el manifiesto comunista, ha visto la película tierra y libertad, vive sin televisión, hace yoga y también ha publicado las octavillas revolucionarias: el mercado de esclavitos, obreros punto guión 086 , y la vaca revolucionaria la teta no da más. Sus artículos se pueden leer en el blog revolution.org. Además ha patentado una teoría basada en una novedosa estadística, no la típica donde se ve una raya que desciende con percentiles y luego sube, si no en un circulo que se cierra y dentro quedan atrapados los números y las personas pobres, fuera hay un poliedro estadístico financiero en cuyos vértices está wall street, microsof, la monsanto, bayer, el corte ingles y emi discos intentando dominar el mundo. Familia no tiene más que un rincón en un casal popular ocupa que comparte con un par de perros y un mestizo de esquimal y china que está de erasmus.
Asombroso- exclama la seguridad contemplado el rostro lleno de orgullo de Niño Becerra al escuchar su bibliografía- pero aun así pese a ser un ilustrado debe irse, nuestros parados están bastante mal, es mejor dejarles tranquilos mientras se acerca su fin. No puedo permitir que un agitador profesional viole el orden.
Lo comprendemos, nos hacemos cargo- le responde Virgilio.
Niño Becarra, atiende- le dice Virgilio dando un guantazo al anciano al anarquista que exaltado le explicaba del error de apoyar el capitalismo a un asustado mantero que iba por la acera a vender cd en un bar- debes portarte bien o te darán de ostias como siempre. Escucha, por que no te vas a casa, te preparas una o dos tilas y haces como tus compañeros de sindicato la lucha revolucionaria a través del blog y lo pasas por email diciendo algo así:
compañeros y compañeras hoy en el servef mientras ayudaba a la clase obrera oprimida y angustiada por causa del capitalismo, las fuerzas del orden que se ha privatizado delegando en empresas privadas de seguridad como indica mi formula trapezoidal que pasaría, me han tirado de una institución publica asustados de que las clase oprimidas vieran la luz. Es una conspiración contra nosotros, quieren acabar con nuestra superiores ideas anarquistas.

Niño becerra mirando a los parados a través de la puerta que está abierta presencia como una embarazada colombiana se pelea con una anciana española paralitica para que le deje un sitio en el banco, como los funcionarios despachan al instante a unos indocumentados negros, los altavoces no paran de repetir números, los rostros de tensión, el afinamiento, la miseria... El agitador mira su formula estadística cuya comprensión por parte de la clases oprimidas debe llevarles a una nueva dimensión de la evaluación de la realidad y liberares del yugo burgués.
Zafándose de Virgilio, Dante y la segurata que le agarra de la túnica quedándose la prenda en su mano entra desnudo al grito :
!Libertad obreros explotados!
Lanza papeles a los parados que caen en sus caras mientra corre por el pasillo.
En el último rincón del banquillo de los parados un hombre de rostro duro, bajito, con garrota, boina, mirada severa, permanece imperturbable como los hombres de antes de la democracia.
La segurata persigue a Niño Becerra con la porra y lo alcanza en la escalera que sube al segundo piso. Se abalanza sobre él, el anciano aun ágil pese a la edad se revuelve y queda encima de la mujer, ésta pierde la gorra quedando libre una fenomenal melena pelirroja y unos ojos verdes repletos de esperanza. Los dos cuerpos se observan, la seguridad le abraza con las rodillas a la altura de las costillas, y el anciano le muerde el cuello apretando con fuerza a la mujer. Los dos cuerpos quedan unidos en un amasijo de piernas, brazos que gimen y se revuelcan. La mujer intenta moverse bamboleándose a un lado y a otro, sigue el ritmo Niño Becerra.
De tanto movimiento caen juntos rodando por las escaleras con la mala fortuna que Niño Becerra se desnuca en el último peldaño.
Los asistentes en el servef aplauden. El anarquista pancha arriba semejante a una enorme foca lanza un eructo mortal. Su cuerpo desnudo yace junto la mesa 10 con los brazos extendidos en cruz.
Llaman a los de la limpieza que agarrándolo de los pies lo meten en el cuarto de los trastos en espera del personal del tanatorio.
Dante y Virgilio aguadan su turno de pie, se acerca a ellos un viejo amigo.

-Hola Dante- le dice un hombre bajito con la cara roja de sol playero.
-Joder Manolete, cuanto tiempo- le dice Dante contento ante su presencia.
-Si chico, si hace tiempo que no nos vemos, desde que me quede en el paro por dúo décima vez- le responde dándole un abrazo.
Esta jodido el trabajo - le dice Virgilio cuando termina de abrazar a Dante.
-Si que esta mal- le responde Manolete de forma mecánica acostumbrado a repetir esta coletilla.

Sin querer mira hacia la puerta de la entrada, una visión perturba su aspecto, Dante y Virgilio que miran su rostro felices del encuentro al ver la expresión sombría de Manolete miran donde él lo hace.
Entra una mujer provocativa con un bañador negro que cubre solo una pequeña parte de las nalgas , para vestir un poco más lo complementa con un pareo transparente. Exhibe piernas largas morenas de piscina, cintura adornada con varias cadenas labradas en plata, colgantes de perlas, gafas de sol. La cabeza está cubierta con una pamela enorme con pluma de pavo real. Va de la mano de un hombre de mediana edad vestido con traje y corbata. Al instante se convierten en el centro de las miradas de ambos bandos del servef.
Caminan por el espacio vacío cruzándose en la ronda con la seguridad.
La mujer de la pluma de pavo real al ver a Manolete sonríe y le hace una carantoña. Él aparta la cara cuyos mofletes están rojos y los labios temblorosos. El caballeo que acompaña a la madama se separa unos metros de la nueva pareja pues todo indica que van a hablar. Enseguida el caballero es rodeado por unos parados necesitados.

-¿Buscando empleo Manolo? Siempre igual, eres un perdedor- le dice con sarcasmo la mujer plantándose delante y haciendo poses con una mano en la cintura y la rodilla flexionada mientras coloca la otra sobre el escote del que cuelgan un grueso collar de perlas. Los dedos finos de la mano se encuentran ensortijados, su cuerpo exhala olor a perfumes muy caros que marean.
La pamela le deja al descubierto medio rostro muy femenino, ojo de felina con los que examina el rostro convulsionado y deprimido de su ex marido.

Manolete mirándola con violencia no dice nada, su cuerpo hierático es un tempano de hielo a punto de desmoronarse por el incendio de un fuego fatuo.

-No quieres decirme nada, igual podría ayudarte- le dice tocándole la nariz suavemente sin que este se mueva- Mi actual pareja va a construir un mercadona en Vall d' Uíxo, es empresario, también tiene otros muchos negocios y necesitará chicos para cargar los carritos de la compra. No paga mucho pero es un buen trabajo. Eso si, te tienes que afeitar, depilar y tomar hormonas para rebajar el timbre de tu voz. Las clientas del mercadona se pueden asustar y no consumir si un buenos días suena muy grave.
-Largate y dejame en paz, me oyes- le dice Manolete que lentamente camina hacia la salida.

Conforme sale a la calle respira el vapor húmedo de la lluvia de septiembre que el sol del mediterráneo veraniego hace irrespirable.
Al caballero que la acompaña los desempleados siguen haciéndole preguntas.

-Señor Cándido Méndez ¿van a empezar dentro de poco las obras del mercadona y de la perfumería drumi sueños húmedos de pijas anoréxicas?- le preguntan al conocido caballero que es un gran empresario.
of caurse, ok, good, good- dice el empresario con acento yanky tocando teclas del móvil sin mirar a la cara a los golfillos del paro- he venido aquí para pone anuncios del personal que necesite, y creo que voy a necesitar a varias jóvenes anoréxicas para mi perfumería.
El empresario mira a los farandules y centra su atención en una chica esquelética del banco que aguarda turno. Lleva trenzas rubias, ropa dos tallas menos muy ajustada, mira una revista de moda con las piernas cruzadas carentes apenas de carne.
Méndez con mirada picara de empresario va hacia ella.
-Hey girl ¿ leyendo ? - le dice.

Con aires de perra encelo se acerca su compañera a cándido atusándose el pelo bajo la pamela.
- ¿Buscas empelo?- le pregunta Cándido a la anoréxica.
-No responde la chiquilla, estoy aquí para apuntarme a una escuela taller financiada por el PP y el banco santander de vendedora de perfumes, joyas, coches le lujo y animales exóticos, al parecer es lo que va a tener más salida profesional en España, así me ha dicho la orientadora laboral.
Ok, Ok, muy bien babygirl, veo que eres una persona con grandes aspiraciones educativas y formativas, good, good, me gusta, es lo que necesita el país, eso y más cocineros como Arzac- le dice el empresario orgulloso de la joven promesa cum lauder. Una llamada le interrumpe y el abrazo impertinente de su pareja dando prisas.
- mira tengo algo de prisa pero si quieres trabajar en una perfumería de dependienta llama a este teléfono y pregunta a mi secretaria por mi ¿vale?- el empresario se aleja.

Por el amplio pasillo desfila la pareja, levantan las manos saludando a los parados y funcionarios, algunos les hacen fotos. Se detienen para salir bien, sonríen, siguen unos pasos más hasta la siguiente foto. La mujer seguridad va tras ellos protegiendo a la glamurosa pareja.
El hombre del garrote y la boina siguen con la mirada puesta en la mesa que le toca ajeno a el empresario y su pareja. Habla solo mascullando entre diente Casimiro tiene faena y yo no, Casimiro.
Dante y Virgilio consiguen un asiento de un par de mujeres jóvenes que tiene que irse para buscar avituallamiento en los servicios sociales para sus crías al haberlas agotado de tantas horas de espera. Los bebes y niños han pasado la mañana llorando y correteando por el servef molestando a la gente.
En la mesa número 5 le toca turno al hombre de la boina. Levanta lentamente, regio, rechoncho, ayudado del bastón, se dirige al funcionario, un joven de metro ochenta delgado, fino, con cara de pedante bobalicón y vago.

DNI- exige el funcionario alargando la mano para cogerlo pues ya lo tenía preparado. Marca su nombre en el ordenador: Juanes Vidal de Castro y salen sus datos
Vengo a por el trabajo de las ovejas- le dice el tío Juanes.
Está cubierto- le responde el funcionario.
¿Por quién?- le pregunta tío Juanes.
No puedo decírselo- le responde con indiferencia el funcionario- ¿ Desea algo más, figurar en una escuela taller de agroecología?

El tío Juanes se levanta hablando consigo mismo.
Al Casimiro que tiene tratos con el alcalde le han dao la faena, a él no le hicieron matar las ovejas como a mí por la directiva europea, el Casimiro se queda la faena, el Casimiro siempre to pa el Casimiro, puerca vida, pero esto lo arreglo yo. Toa esta miseria se acaba aquí.
El hombre del garrote de complexión varonil, fuerte, recia, bajito y lleno de razones se gira y le pega tal garrotada al metro sexual funcionario en la cabeza que los sesos salen disparados quedándose pegados en al mampara de cristal.
El funcionario con los ojos abiertos lentamente cae sobre los folios y las ofertas del servef llenándolas de sangre.
La seguridad acude con la porra, pero el tío juanes le pega en la boca del estomago con la garrota a la mujer que queda malherida de cuclillas en la misma posición que las aborígenes africanas cuando paren. En esa posición encuentra el angulo perfecto para desnucarla de otra garrotada. El resto de funcionarios desprovistos de la autoridad que les protegía se meten bajo las mesas. El tío Juanes se dirige a los parados, recuerda al anarquista y sus incomprensible formulas, acercándose a los más jóvenes empieza a pegarles hablando a la vez:
Quia, quía, es que estáis tontos, estas personas con camisa nos llevan a un barranco para degollamos como los moros en Annual, a por ellos coño que no tenéis sangre, quia quia.
El tío Juanes señala a los funcionarios que cada vez se meten más bajo la mesa.
Quia, quia, odo, venga- va dando garrotazos por la fila de los que están en el banco para animarles a la lucha. Casimiro te mato, Casimiro tienes faena y yo no, Casimiro, Casimiro.
Muchos parados se han puesto en pie comprendiendo lo que quiere decir el tío Juanes y se lanzan con furia sobre los funcionarios.
Al director del servef lo decapitan y tiran su cabeza a una papelera.
Las funcionarias lesbianas son cazadas cerca de la puerta intentando escapar y colocadas una al lado de la otra sobre el banquillo. Asidas de los brazos por fuertes ex encofradores mientras unos ex camioneros les quitan las camisas dejando sus pechos sonrosados al descubierto, sacian como es natural y perdonable entre los parados sus naturales instintos reprimidos por la crisis. Las funcionarias chillan mucho exacerbando los nervios de los parados que las despanzurran con abrecartas.

El tío Juanes a los más rezagados les da con la garrota para animarlos en el disturbio. Dirige a un pequeño grupo a la puerta a base de coscorrones para indicarles que deben atrancarla y colocar un rehén atado a una silla para cuando lleguen los geos.
A las mujeres violadas y mutiladas que se retuercen sobre las mesas con las carnes y vísceras palpitantes, en un acto de piedad los parados unen sus carnes con las grapadoras de oficina desinfectada con silaba.
Varios indignados del movimientos 15-m que quieren capitanear el movimiento se plantan delante de unos ex matarifes que llevan aun rincón a una hermosa joven becaria de la facultad de psicología que hacía practicas para recursos humanos. Los indignados levantando las manos y agitándolas pidiendo la palabra dicen:

-¿Pero que hacéis hermanos? Con violencia no se resuelve nada, debemos dialogar con los funcionarios, si no estamos de acuerdo en algo podemos hacer una acampada y un escrito de indignación mandado a zapatero.

El tío Juanes que a garrotazos lleva a un grupo para que reviente la puerta de los lavabos donde hay tres o cuatro funcionarios escondidos, al ver a los indignados se acerca a ellos por atrás dándoles más de 24 golpes mortales en la cabeza.
Dante y Virgilio suben y bajan por las escaleras del edificio sobre los cadáveres aun calientes realizando analogías con mayo del 68.
Dante encuentra a Cándido Méndez con su bella mujer en la azotea y llama a su amigo Manolete.

-Manolete que soy el Dante, mira no se si estarás siguiendo la protesta del inem- le dice.
-Si, si estoy aquí bajo, al salir del servef me fui al muro de las lamentaciones y me di un par de cabezazos, veo las llamas y los cuerpos que habéis tirado desde las ventanas.
Pues tengo una buena noticia, aquí está tu ex mujer y a su pareja, en la azotea, a ver si puedes pasar y hablas con ellos.

La mujer se quita la pamela, tiene la cara blanca amarillenta, se coloca las manos sobre el rostro. Cándido maestro del dialogo intenta mediar sacando un fajo de billetes que agarra Virgilio y se guarda en el bolsillo.
Gracias baby, esto por la revolución- le dice guiñándole el ojo.

Manolete con una bloque del muro de las lamentaciones intenta entrar ,pero la puerta esta bloqueada. Dante y Virgilio hablan con el tío Juanes, le convencen para que le dejen entrar. Con mucho esfuerzo y todos unidos consiguen hacer un pequeño hueco que vuelven a tapar una vez entra Manolete. Sube raudo con el bloque a la azotea, la cara la trae llena de furia salvaje, semeja un animal más que un ser humano.

Por favor perdoname todo, volveré contigo- le suplica su mujer abrazándole las rodillas y con la cara llena de lagrimas.
Ahora te vas a enterar- le dice Manolete.

Levantando el bloque del muro lo estrella sobre su cabeza destrozándola en muchos fragmentos.
Méndez arrastrándose con los ojos en blanco sin ver por el pánico choca contra todo los objetos a su paso culebrero. Se acurruca en una esquina balbuceando.
Dante, Virgilio, Manolete lo rodean entre burlas. Lo llevan atado a una antena y arrancan unos cables de la luz separando la fase y el neutro que colocan en cada uno de sus brazos inmovilizados.
La corriente eléctrica circula por su cuerpo asándose lentamente entre convulsiones dolorosas.
Al cabo de varias horas los disturbios finalizan. Para evitar en las elecciones generales problemas de votos y que otras comunidades copien el ejemplo los acontecimientos de Vall d' Uíxo se silencian lo ocurrido firmando un armisticio con los parados.
Al tío Juanes el alcalde le da el trabajo de cuidar una manada de borregos. Dante y Virgilio se colocan en el mercadona. La chica anoréxica se titula en perfumerías y moda siendo al encargada de druni. Manolete consigue trabajo en el telepizza.
Los funcionarios al día siguiente son reemplazado por otra remesa y algún androide.
El servef es reconstruido durante la noche, los muertos tirados al mar. Los judíos dan dinero para reparar los daños del muro de las lamentaciones de Uixó y se consiguen tres puestos de trabajo en la reforma durante más de dos semanas, que se amplia una más.

Al cabo de seis meses Manolete, Dante, Virgilio, la anoréxica, vuelven a encontrarse en el paro.


Angelillo de Uixó dedicado a los parados y a pink floyd.