jueves, 24 de febrero de 2011

domingo, 20 de febrero de 2011

miércoles, 16 de febrero de 2011

El ruedo ibérico de algarabía








El ruedo ibérico de angelillo.

Se despertó Abel tan resacoso como un domingo cualquiera. Abrió los ojos lentamente parpadeando y fijó la mirada en el techo observándolo borroso y con dificultad.
Abel, varón de mediana edad, baja estatura, con rostro de pómulos salientes, cejas pobladas, ojos vivos de rapaz y persona que mes si mes no se encuentra en el paro, constituye el arquetipo de un español prototipo de principios del siglo XXI.
Nuestro Abel fue arrojado a la existencia para gloria de la raza hispánica en el pueblo de Uíxo hacia 45 años. Cumplía modestamente en su lucha por la existencia con un papel bastante común compartido por millones y millones de paisanos: peón de la construcción, peón de fabricas de azulejos, peón de limpia cristales, peón agrícola, peón de electricista y demandante de empelo entre peonada y peonada.
En Uíxo solía trabajar para los hermanos Ventura, unos caciques locales que no diferían en crueldad y perversión a otros caciques nacionales.
Por lo tanto la vida de Abel dentro de su sociedad estaba en la media armónica del conjunto del estado.
En el curso de la vida de Abel, en su relación con sus semejantes, con la familia, con la mujer, con los hijos, los vecinos, los amigos Dios y el espíritu santo, le moldearon como al resto de gente de su alrededor haciendo de él un ser sin ilusiones por vivir.
Aceptaba con la resignación de un hombre de la calle, un don Nadie, el tormento de tener que soportar la otra mitad de su vida entre la manada de lobos hispanos.
Su resaca dominical era producto de la sesión de cerveza, porno y fútbol del sábado noche en el bar “alegría de la huerta”
Allí con su pandilla de farandules del mediterráneo se emborracho con la monotonía habitual repetida sábado tras sábado.
La racha de embriagamientos de Abel duraba 31 años, desde 14 años hasta sus actuales 45.
Estas borracheras de fin de semana en el alegría de la huerta solo habían sido interrumpidas en la vida de nuestro personaje en cuatro ocasiones, siendo vengadas el domingo, es decir al día siguiente.
Estos sábados excepcionales de abstinencia fueron:
El sábado de su boda, el sábado del bautizo de su hijo, el sábado de la muerte de su padre y el sábado que se fue la luz en el bar.

Abel al despertarse fue casi de inmediato al bar.
El alegría era un bar decadente donde apenas servían comidas, solo bebida con tapas de muy baja calidad. Los pinchos de tortilla de patatas siempre estaban fríos y el sabor era pastoso. El alegría estaba decorado con una cabeza de toro y fotos de toreros por las paredes, así como una enorme bandera española y la foto del Rey Juan Carlos I. La televisión siempre estaba encendida en los canales más infames imaginables: tele 5, antena tres, canal 9 y demás horrores indescriptible que merecían que fusilaran a los directores de programación de dichas cadenas.
El alegría, cuando entró Abel estaba animado con un simpático borracho de raza gitana que iba con una pandereta haciéndola sonar sin ritmo mientras se desgarraba la camisa y pegaba zapatazos en el suelo imitando a Camarón con ciertas dificultades para sujetar el equilibrio. Cada tres pasos caía, y todos reían.
Los golfos aplaudían acompañando la panderetas Samuel, pero con el rabillo del ojo miraban a la oscuridad de un rincón a otra criatura que tomaba un café entre entre balbuceos y lagrimas.
Era una mujer de 50 años llamada Asunción.
María de la Asunción padecía de una profunda depresión causada por un desengaño amoroso. Sorbía el café poco a poco, como un pajarillo, miraba la foto de su ex marido que la dejó por una preciosa rumana de 16 años.
Su marido era el héroe del alegría por dos cuestiones muy importantes en en la vida social uxense, en ellas se marca la diferencia entre un hombre de éxito, o un fracasado absoluto:
1ª El tener una rumana jovencita, hermosa y pobre como amante.
2ª El haber triunfado en el trabajo llegando a ser capataz chusquero de los constructores hermanos Ventura.
El ex marido de Asunción tenía estas dos cosas, por ello todo el mundo le envidaba, respetaba y adoraba.
Pero lo que no sabían era que la dicha de este encargado no era total debido a que era lago celoso. No se llevaba al bar a la rumana por miedo a que algún farandul se la quitara.
Al trabajar este encargado llamado Federico 16 horas al día para los hermanos ventura, daba a la rumana mucha libertad. Por las leyes actuales federico no podía encerrar a su muchacha en la casa con candado como en otros tiempos no lejanos se hacía en uixó, y su servidumbre venturera no permitía la vigilancia.
Federico intentaba convencerla sobre lo conveniente de pasar largas horas en casa, pero era inútil, ya que a la rumana le encantaba la calle. Con discreción al encargado de los Ventura le ponía los cuernos con varios moros y negros que deambulaban por caritas.

La señora María Asunción absorta en sus penas no se percataba de la mirada lobuna de los golfos del alegría.
Los farandules del bar eran gentes carentes de de relaciones sexuales que no fueran con mujeres publicas de los burdeles. Aunque Asunción tenia los pechos algo caídos por la edad, iba mal maquillada, tenia la mirada extraviada por su mal estado mental, seducía a los parroquianos del alegría con el encanto de su decadencia y fragilidad, junto con el fenómeno exclusivo de ser la única mujer que entraba en el alegría de la huerta, por ello asunción era conocida por lady alegría.
Tuvo Asunción varios intentos de conquista a lo largo de los meses que frecuentaba el bar. Estos intentos le devolvieron algo el animo, incluso le trajeron de nuevo el gusto tan refinado de las mujeres por la coquetería. A veces aparecía en el bar vestida como una adolescente de 16 años con minifaldas y camisas muy cortas que dejaban ver el ombligo. En esta parte del cuerpo mando hacerse un corazón, otras llegaba vestida con un dornajo de otras épocas y se sentaba para llorar.
Los intentos perpetrados para conquistarla por la canalla del alegría fracasaban siempre.
El corazón de Asunción seguía prisionero de federico que estaba viviendo a sus 55 años una edad dorada con la rumana Vatislaba.
Esos intentos fallidos de conseguir el amor de lady Alegría hicieron que los golfos maquinaran una venganza.
Abel estaba implicado en esa venganza, por ello acudió presuroso al alegría el domingo.
El hijo de Abel, Marianito Aznar, un niño repelente con problemas de aprendizaje siempre estaba para joder la marrana. Intento retener a su apresurado padre recordando la promesa que le hizo de ayudale con los deberes del colegio.
Federico, como padre normal hispano se deshizo del engendro llevándolo a su madre.
Esta que se estaba haciendo la permanente lo mando con el vecino, un chico de 37 años perteneciente a la casta casposa nacional de los pijos.
El vecino, llamado Frascuelo, era un ser afeminado, perezoso, pusilánime y sin idea para trabajar, por ello tenía el oficio de estudiante de oposiciones para el estado.
Frascuelo tenía fama de intelectual en el barrio ya que llevaba gafas gruesas, patillas y siempre vestía con camisa blanca y corbata.
Las madres ante las dudas escolares de sus impertinentes hijos los llevaban a Frascuelo. Este se ponía tan contento como un sacerdote ante las visitas de los niños.
Abel llego al bar. Era el día adecuado ,14 de febrero, fecha de los enamorados. Todos estaban resacosos de la noche de pandereta del sábado, pero aun así había ganas de guasa.
Asunción tomaba su café llorando ante la foto de su ex marido Federico.
Federico estaba a cuatro calles de distancia totalmente consumido por la noche sexo con la rubia Vatislaba, que era capaz de agotar con sus 16 abriles a cualquier que no tuviera algo de sangre mora.
Desgraciadamente no todos los españoles tiene el honor de venir de moros. Los hay que viene de judíos. Era el triste caso de Federico Zapatero como acusa su origen hebreo el apellido.
Los nombres de oficio: zapatero, carniceros, carpintero, porquero, Botín el banquero... son gentes cuya sangre viene de ese pueblo caracterizado entre otras insuficiencias por tener practicas amatorias torpes, las narices largas, afiladas, los labios gruesos y por dientes colmillos, a parte de ser circuncisos.
Asunción lloraba desconsolada cuando se le acerco el Lalo, una criatura con un síndrome de ecolalia, a la que convencieron los farandules para que se declarara delante de los parroquianos.

Breve historia del Lalo.

El Lalo era un ser con insuficiencia intelectual, pervertido por las gentes del barrio.
Creció por la calles del barrio de texas situado a las afueras del valle de Uíxo y que sirve de gueto obrero.
Se integró bien pronto en una alegre pandillica de barrio.
Estos chicos de barrio eran hijos de obreros cuyos padre solo se preocupan traer el jornal a casa, y las madres de ver las telenovelas.
Los hijos de los trabajadores uxenses crecían libres y salvajes, agrupados por las ideologías de moda. Igual era nazis, que pankis, rototomberos, o ecologistas.
En un grupo de quinquilleros encontró el Lalo el cariño que necesitaba para crecer como persona. Los hermanos de pandilla le mostraron su amistad drogándolo para divertirse.
También le adiestraron para escalar las paredes y subir a las ramas de los arboles de los que saltaba a las terrazas para robar marihuana.
Le costo muchos puntos en la cabeza por las caídas, pero al final con esfuerzo, afán de superación y ayuda del grupo consiguió ser el mejor roba maría del barrio.
En ocasiones le hacían hacer de chapero para el grupo, era este el sacrificio que peor llevaba.
A cambio de todo estos servicios el Lalo poseía respeto, amor y seguridad dentro del grupo.
Su vida familiar no era muy buena.
De casa lo tiraron cuando tenía 15 años por no comprender los padres los escándalos del Lalo en el hogar cuando venia de los conciertos con ataques epilépticos causados por el alcohol y las drogas. Sus padres eran católicos fervientes, a parte de primos hermanos, ya que en estos pueblo los matrimonios entre hermanos y primos es cosa muy normal saliendo las criaturas aborbonadas.
Llevaron al Lalo a un doctor psicólogo muy sabio para que les asesorara.
Esto es lo que les dijo el sabio doctor psicólogo:
-Señores, por la experiencia que tengo y habiendo visto muchos casos semejantes, háganme caso, no hay solución posible, su hijo esta loco de atar, pero ustedes pueden y deben ser felices. Desháganse de él y adopten una niña coreana.
Los padre le hicieron caso al sabio doctor y fueron muy felices.
Así paso la adolescencia el Lalo, ahora era un hombre contrahecho de 36 años.

Fin de la breve historia del Lalo.

Asunción seguía mirando la foto de su Federico cuando se le acerco el Lalo por detrás y vociferando en su oído le susurro:
- Feliz san valentin, san valentin, san valentin
Asunción, asustada se giro, los ojos le brillaron de emoción al ver al Lalo con un un ramillete de flores.
-¿ Son para mi criatura?- le dijo muy feliz.
-Para mi, para mi, para mi- repetía en un ataque de ecolalia el Lalo mientras al hablar babeaba y escupía.
Asunción cogido el ramillete y lo olio. Soltó en la mesa el ramillete, sus ojos brillaban de emoción, se dirigió al Lalo y empezó a besarle.
Nadie en el bar tenía pensado ese desenlace. Todos se levantaron de los taburetes con la cerveza en la mano y empezaron a apurar tragos largos desconcertados.
El Lalo se agarro a Asunción agitando nerviosamente sus manos, la sobaba sin parar con un gran ansiedad babeando.
Asunción le tranquilizaba.
- Tranquilo Lalo, cariño mio, mi Federico, te quiero.
Los golfos pegaron en la mesa con las cervezas al escuchar esas palabras y empezaron a rodear a los amantes.
Gerónimo un cogedor de naranjas no pudo aguantar más la escena. Con toda la brutalidad de este hombre de campo le pegó un empujón al Lalo que rodó por el suelo.
Asunción se dirigió a la criatura grimosa que balbuceaba sobre las baldosas de terror y miedo, el Lalo parecía una lombriz retorciéndose por el suelo.
Asunción chillando y pegando a Gerónimo exclamaba:
- ¿Por que lo has hecho eso bestia?
Gerónimo sin decir nada agarro a Asunción del pecho y la estrecho entre sus brazos.
Ella gimió, él empezó a besarla.
El miedo de Asunción y sus gemidos excitaban a Gerónimo y a los golfos.
Abel excitado chillo:
desnudar a lady alegría, ponerla sobre la mesa. Tu gitano levantate y toca la pandereta, canta gitano, canta.
- Que dance para nosotros- aulló el bar.
Abel se dirigió hacia Asunción tras coger de la barra una botella de whisky. Ella rechazó la bebida pero el Lalo levantándose del suelo riendo como un diablo la agarro de la boca.
Empezaron a meterle whisky mientras la desnudaban.
- ¿No querías al Lalo?- pregunto Gerónimo- disfrutalo, venga Lalo es toda tuya.
Ahhh- grito como un poseso infernal el Lalo lanzándose sobre Asunción que estaba medio desmayada.
María Asunción por efecto del estrés se quedo como una estatua con los brazos estirados, la boca abierta y la rodilla medio dobladas. Su cuerpo no respondía, estaba rígido en esa posición, aun así pese a su estado de salud tan complicado no era suficiente para que estos golfos pararon ni cejaran en su broma.
Todos pasaron un agradable rato de San Valentín con Asunción.
Al terminar la echaron a la calle sobre un banco del parque en esa posición. Parecía una estatua con los brazos rígidos, estirados, la boca abierta, los ojos desorbitados del pánico, las rodillas ligeramente dobladas.
Su marido paso del brazo de Vatislaba y se rieron de la figura hierática

Es un historia de Angelillo de Uixó basada en amores reales en el valle de Uixó. Ocurrido en el 14 de febrero del 2011.
Derechos registrados y editados en safe creative, uso público.
Escrito por Ángel Blasco para el portal algarabía.

jueves, 10 de febrero de 2011

Marketing perroflauta, basado en hechos reales






Marketing perroflauta.

Angelillo era el llamado hombre de los 50 euros, apodo que le pusieron debido a que nunca conseguía con las ventas de verduras de su huerta superar esta cantidad.
Pensó cierto día con sus 50 euros de una venta y tras muchos meses de conseguir siempre esa cantidad, que era una vergüenza vivir con tan poco, siendo justo ambicionar más por tan duro trabajo.
Para conseguir aumentar los beneficios debería subir los precios, buscar nuevos compradores, establecer planes de venta, hacer una campaña de marketing...
El tener estos pensamientos neoliberales, libidinosos, traidores y fascista le causaba un gran dolor interno.
Gracias a la sabiduría del pueblo siux y apache, de los que los perroflautas tomaban sus enseñanzas, Angelillo podía librarse de este tipo de disonancias cognitivas.
Entre los remedios de medicina tradicional apache hay una receta para superar casos de conflicto interno.
El remedio es semejante al de todas las civilizaciones a lo largo de la historia para librarse estos trances.
La formula apache empleada por Angelillo y los perroflautas tribales consiste en acercase a un gran árbol del que penden cuerdas de cáñamo atadas de las ramas hasta una altura del suelo de cerca de dos metros. En un extremo de las cuerdas hay anzuelos similares a los que se emplean en la innoble practica de la pesca que tanto dolor causa a nuestra madre naturaleza.
A los pies del árbol se encuentra construido una especie de pedestal con una repisa de madera en lo alto.
Se llega a ella subiendo cinco peldaños. En lo alto de la plataforma la persona se coloca frente a los anzuelos que quedan más o menos a la altura del pecho.
Una vez se sube a la plataforma de madera se clava los anzuelo por el cuerpo atravesando la piel. Primero se perforan los pezones de los pechos con los anzuelos, luego en más lugares de la carne del pecho, también en las orejas, los brazos, narices, parpados...
Cuando la piel tiene suficientes anzuelos para quedar sujeto en el aire el cuerpo, el paciente salta al vacío.
El perroflauta queda colgado balanceándose entre las ramas del árbol ingrávido, dibujando en el aire la figura de un autentico aborigen de la tierra mientras las penas y la conciencia se liberan.
Este noble ejercicio sirve para tranquilizar la mente y sanar el cuerpo, por ello su practica esta muy extendida por todo el planeta bajo diversas formas actuando como tranquilizante totalmente ecológico, sin ningún químico añadido.
La empresa bayer, la monsanto, los gobiernos de los Estados Unidos y el hebreo intentan eliminar esta sabiduría de las tribus salvajes, debido a que si la civilización conociera estos remedios anti estrés, ansiedad, depresión, los psicólogos, psiquiatras, farmacéuticos, químicos, se quedarían sin faena. La economía capitalista se colapsaría más de lo que lo esta en estos momentos.
Cuando Angelillo practicaba este tratamiento perdía mucha sangre, cosa muy buena para la salud. La reciclaba de forma ecológica, recogiéndola en un cuenco de barro que luego servía para hacer otro ritual apache consistente en esparcir sangre por los campo para asegurar la cosecha.
No hay mejor fertilizante para la tierra que la sangre, muchas tribus a lo largo de la historia han fertilizado de este modo siendo generosas en sus cosechas.
Este es el método principal de abonar los campos de Angelillo.
Mientras Angelillo meditaba colgado del árbol de la sabiduría tribal recordaba el discurso de su maestro Cacambo:
- “We can, we change, nosotros podemos cambiar el mundo siendo austeros y anticapitalistas, el trabajo en el campo no debe degenerar jamas en beneficios económicos envilecedores. La misión que nos otorga Gaía a sus súbditos debe ser más elevada que el vulgar beneficio económico. Los intermediarios, los grupos ecologistas, los comités agrícolas y mi moral así lo confirman.
I have a dream, yo he tenido un sueño perrofluatas, una nueva orden, la de los labradores descalzos. Estos no usaran zapatos como símbolo de pobreza, austeridad y respeto a Gaia. Quemar los zapatos”
Angelillo pese a estar muy de acuerdo con el discurso de Cacambo, y creer que otro mundo era posible no conseguía tranquilizar su espíritu.
Seguía opinando que 50 euros era poca cosa por la cosecha.
Decidió bajar del árbol e ir a ver al gran maestro Cacambo para que le aclara sus dudas.

Mientras caminaba por la calle de Uixó se encontró con un inspector del comité de agricultura ecológica.
Angelillo se había dado de baja por arruinarle, pero el comité ávido de dinero no estaba dispuesto a dejarle marchar. Continuaban pidiéndole más dinero, incluso había mandado inspectores a lomos de burros para que le pagaran. Cuando le vieron detuvieron a Angelillo, el eco inspector le comunicó:
-Angelillo venimos del melcadona y hemos sabido que has vendido tu cosecha por 50 euros, así que te reclamamos esa cantidad.
-Pero eso es todo lo que tengo vuecencia, el mercader es todo lo que me ha dado, es muy poco como sabe su señoría.
-Eso no es asunto nuestro Angelillo, Gaia te mandara alimentos, adora la madre tierra. Nosotros los del comité hemos hecho un trabajo y queremos nuestro dinero, tenemos una auditoria con ti.
-¿ Y cual es ese trabajo señor inspector tan grande para pedirme todo el dinero de un humilde siervo de Gaía? - Le pregunto angelillo
-Pardiez maldito campesino, hemos puesto tu parcela en google y abierto un expediente e inventado un método para saber donde hay más eco campesinos y eco parcelas.
Angelillo mostrando sus callos le respondió:
- Miren ustedes que mientras han escrito en un papel mi nombre para castigarme e inventado un método para inscribir mi parcela en el google, yo tengo las manos encallecida, los huesos quebrados.¿ Por que no le reclaman el tributo ecológico al intermediario del melcadona que de mi cosecha cuadriplica el precio?
-Insolente- le grito el inspector golpeándole con la carta de la auditoria en la cabeza- ese intermediario no tributa por que no tiene que ver con la ecología, este gravamen es para la gente que tiene tierras ecológicas.
-Señor inspector, vuestros poderes de funcionarios y recaudadores terminan en mi cuando no hay nada, yo soy pobre, así que déjenme pasar. Me espera mi maestro Cacambo.
El inspector de comité eco agrícola pensando que si no conseguía el dinero podrían despedirle y acabar trabajando la tierra. Por las vueltas que daba en burro por los campos sabia de los horroroso que era ser agricultor y lo maravilloso de ser funcionario.
Por miedo a desagradar al gran inspector jefe cargo con su burro contra Angelillo que prefería perder la vida que sus 50 euros.
La embestida del funcionario inspector y su borrico fue esquivada por angelillo que se tiro al suelo rodando entre las patas de la bestia salvaje. Se alzó rápidamente angelillo para saltar a la grupa del animal que empezó a correr desbocado.
Angelillo agarrando al inspector por la espalda de un bocado le arranco la oreja.
El inspector empezó a chillar como un marrano el día de la matanza. Dieron los dos en el suelo. Mientras el inspector se taponaba la sangre de la oreja amputada, Angelillo aprovecho para pegarle patadas en el hígado hasta que quedo inconsciente el inspector.
Un grupo de niños pobres de Vall d' uxió se acercaron.
Angelillo les explico por que le estaba pegando una paliza a ese hombre:
-Niños, este tipo es uno de esos correveidile que no trabajan y se dedica a inventar métodos para arruinar a las familias españolas, por culpa de gentes como esta estamos todos arruinados, son una plaga para el país.
La gente de la plaza se acercaron a Angelillo con pañuelos blancos y pidiéndole que le cortara la otra oreja.
Hecho esto y con las orejas del funcionario en las manos le pasearon a Angelillo por la plaza a hombros mientras ataban al funcionario por las piernas al burro y le daban la vuelta al ruedo.
La gente de la plaza, especialmente los niños, aplaudían la gesta efectuada por Angelillo.
Por un momento este pueblo miserable y arruinado de Uixó debido a la corrupción tuvo esperanza en que el cambio era posible.
Angelillo besado por la buenas gente de su pueblo, conmovidos por este acto de heroísmo se arremolinaban a su alrededor pidiendo autógrafos y dándole una lista con nombres de funcionarios, alcaldes, concejales, empresarios...
Abrumando, Angelillo apenas podía seguir su camino, finalmente se pudo continuar.
Llego a la casa de su maestro Cacambo que estaba muy contento por haber vendido su cosecha por 30 euros.
Recibió a Angelillo con una gran sonrisa
Maestro- dijo angelillo al llegar ante la presencia del gran maestro Cacambo- me alegro de veros tan contento. Yo en cambio estoy muy triste.
Cuéntame tu tristeza Angelillo. Yo soy el amor y la sabiduría, acercate a mis rodillas arrastrándote por el suelo hasta llegar a mis pies y para que acaricie tu cabellos, los bese, así como tus labios, tus mejillas, tus fuertes y musculosos brazos.
-Oh maestro, rey de reyes, en verdad eres todo amor. Tengo una gran duda, se que somos anti capitalistas, que creemos en otro mundo posible, que no estamos hecho de materia, si no de amor y paz. Aun así maestro, creo que deberíamos vivir mejor, nuestro trabajo debiera ser mejor pagado, yo..
Cacambo se alzó furioso repudiando a Angelillo de su lado, dándole un empujón lo dejo en el suelo.
-!Como te atreves a insultar de esta forma a nuestra tribu!- le gritó Cacambo lleno de lagrimas en los ojos, no por dolor si no por rabia- te acogí entre nosotros cuando estabas sin empleo. Te mostré mis mejores enseñanzas: el bancal profundo, el ritual de la sangre, la cobertura del caballón con hojas de margaritas y pétalos de rosas, te inicie en los ritos siux y de Gaía, te di a conocer a mis amigos perroflautas. ¿ Y así me lo agradeces? ¿Te vendes por dinero? ¿Que eres, un judío ? Largate de aquí miserable, fuera de mi amada tribu. Yo hoy estaba contento por haber vendido mi cosecha por 30 euros y encima haber conseguido una receta indú de un sanchwis a base de germinados de soja que aporta calcio al karma y minerales al chakra. Iba a enseñarte a prepararlo para luego pasar un rato agradable juntos al lado del fuego. Me has ofendido traidor, has robado mi dicha. Y pensar que tenía grandes esperanzas en ti. Te veía la persona más llena de amor y prometedora que había visto en mi vida. Ibas a ser mi lugarteniente en los ritos de Gaía, largo, quedas expulsado también de este club.

Angelillo triste por este nuevo revés, abandonado a un mundo cruel, carente de un maestro protector llegó a su casa.
Encendió incienso y mirra, puso música de la filarmónica de calcuta y la gran big band del Tibet, los grandes éxitos del dalay lama.
Todo ello le recordaba demasiado a Cacambo y a sus amigos perroflautas, así que sintonizo la radio.
Casualmente Gaía quiso que parara su mano en el dial de la cope.
Estaban hablando de un novedoso método de marketing agrícola. El programa lo radiaba un tal Felelico Giménez lo Santos y los contertulios eran tres judíos circuncisos cabalistas.
El primer circunciso cuya voz parecía de ultra tumba, pudiendo serlo ya que por los ritos de la cábala los judíos se resucitan constantemente, apareciendo y desapareciendo en intervalos de siglos.
Muchos judíos llamados ultra ortodoxos, de esos vestidos con gorro negro de alas anchas, largas barbas, rizos dorados, no es que vistan traje tradicional, si no que es gente del a XVI resucita en el siglo XXI por la magia de la cábala, de ahí ese integrismo anacrónico.
Uno de los judíos invitado al programa hablaba sobre la necesidad de que el campesino debía buscar siempre un socio hebreo para la venta, aseguraba la necesidad liberal de intermediación en el campo.
Felelico confirmo este hecho, hablando muy acertadamente sobre el problema del campesino español, un ser incapaz de tener mentalidad empresarial y organizativa, que no piensa más que en el comunismo y en quitar las tierras a las grandes compañías como la bayer, la monsanto y la de los padres Jesuitas. Aseguraba de que eran gentes muy capaces de dar un golpe de estado para acabar con el rey, las multinacionales, e instaurar el comunismo libertario y una república bolivariana al servicio de Hugo Chavez y Fidel Castro.
Angelillo escucho todo el programa de la cope y empezó a grabarlo. Se dio cuenta de que si escucha el programa hacia atrás con la voz de Felelico se invocaba a satanás y a su siervo el Papa Juan Pablo III , aparecían también frases de la cábala junto eslogan neoliberales del PP y chistes dichos por Franco.
Aconsejado por su nuevo maestro Felelico Giménez lo santo Angelillo se busco a un judío para ir a medias en el campo.
El judío no quería trabajar la tierra, solo vender.
Lo cierto es que lo hacía muy bien en cuanto a la venta, consiguió vender todas las alcachofas, habas, guisantes por mil euros, y le dio a Angelillo 50 euros.
Con el nuevo maestro Felelico a Angelillo le iba igual de mal como con Cacambo.
Un día al terminar una terapia siux salio para da un paseo y se encontró con la hermandad de agricultores descalzos. Saludaron a Angelillo al que le perdonaron sus ambiciones neoliberales fascistas por querer vivir con más de 50 euros.
Se perdonaron dándose un abrazo. Los hermanos descalzos estaban muy contentos por que había vendido todas su cosecha de invierno por 10 euros a un agente judío del melcadona que multiplicaría por 1000 los beneficios. Los hermanos descalzos dieron la mitad de ese dinero al comité de agricultura ecológica y la otra mitad a una ONG para salvar una reserva Apache que querían convertir en un gueto de negros y mexicanos.
Angelillo les contó sus aventuras empresariales y como su nuevo maestro Felelico le aconsejaba buscar intermediarios que vendieran su cosecha, aunque le estafaran constantemente quedándose siempre con 50 euros y encima enriqueciendo a gente que no trabajaba.
Los hermanos perroflautas descalzos le dijeron que debía conformarse con esos 50 euros, dejar el mundo en su justo curso con el equilibrio entre pobres y ricos. Ellos eran felices siendo pobres y él debiera hacer los mismo, el orden del cosmos dictaba la existencia en esta esfera de pobres y ricos.
Angelillo consciente de que siempre seria el hombre de los 50 euros se conformo con sus 50 euros. No fue feliz, pero si un poco menos desgraciado.

Una historia verídica de Angelillo de Uixó.

sábado, 5 de febrero de 2011

miércoles, 2 de febrero de 2011

Angelillo el rey de los hunos












Angelillo, el rey de los hunos.

Angelillo cuando bajaba para contemplar la setera ubicada en las entrañas más abismales de su villa mediterránea, no podía evitar sentir nostalgia de Hungría, un país por el que viajo no hace mucho.
Hungría, la tierra en la que nació Atila, el rey de los Hunos, y también el lugar por el que se extendieron aquellos maravillosos ejércitos soviéticos del gran Stalin, que recorrieron invencibles Asia y Europa con sus poderosos tanques, para gloria de la democracia, la libertad , el amor y la fraternidad humanas.
En el peregrinar de Angelillo por las tierras de los paganos húngaros, siendo un nativo del levante español donde a un riachuelo como el Turia le llaman “El río de Valencia” , se sorprendía de aquel Danubio azul de más de dos kilómetros de anchura en sus margenes más estrechos. Aquel enorme río estaba omnipresente en aquel territorio. El río formaba enormes islas, en ella siempre quedaba embolsado algún castillos fantasmagórico donde las hiedras cubrían las paredes, al niebla envolvía las sombras de las edificaciones, y los hombres aparecían y desparecían misteriosamente entre las vaporosas nubes creando un ambiente de inquietud para un latino hispano-moro como es Angelillo.
En su viaje, Angelillo fue atendido con mucho cariño por parte de las damas húngaras, ya que por aquellos lares era una novedad encontrar a un hombre moreno, delgado, fibroso, de rasgos suaves finos y morunos, como son los de los nacidos en España. Rasgos estos alejados del de los varones eslavos, cuya fisonomía es poco grácil. Poseen los eslavos cabezas enormes anunciando su testarudez. Sus cuerpos son gruesos de la manteca y grasas con las que se nutren, sus pieles son blanquinosas, apenas poseen barbilla y el rostros es redondo. La mayoría tiene un pelo rubio fino peinado como los monaguillos. Todo ello apesadumbra a las eslavas que son de las mujeres más bellas del planeta. Por todo ello no fue de extrañar que Angelillo fueran tan bien recibido en aquella región.
Y como la visita de un latino no puede pasar desapercibidas en la panonia húngara, no tardo en escamparse la noticia entre las mujeres de que un hispano moro muy bien dotado estaba visitando esas tierras. En los pueblos las damas se afanaban en invitar a comer a Angelillo. Esto evidentemente era un pretexto para hacerle todo tipo de preguntas.
Sobre todo le preguntaban a Angelillo sobre el mediterráneo, ya que aquellas gentes magiares nunca habían visto el mar, solo el lago balatón. Hemos de decir que ese lago es casi como un mar por su tamaño.
Pero sobre todo, las preguntas como es lógico entre las damas versaba en como se hacia el amor en España.
Habían oído hablar de que España era un pueblo refinado en el amor. Se decía que sus hombres se enfrentaban a los toros con un trapo rojo cuando estaban enamorado de una dama. Tras saltar el enamorado al ruedo gritando el nombre de la amada: por doña Ines, por doña Isabel, por doña Lola, por Pilar...luchaban contra un toro del que brotaban llamas de los cuernos. Las damas ataviadas con peineta, mantón negro de encaje, abanicándose para evitar los sudores seguían con la mirada como arriesgaban la vida su amante por ella. Si el varón sobrevivía se celebraba la boda rasgándose la camisa, y eran felices para siempre.
Angelillo les confirmo estos hechos, y le narró al pueblo húngaro las peculiaridades de su región.
En ella los mozos de su pueblo, el valle de Uixó, antes de casarse debían arrojarse a una plaza de toros sin trapo, y saltar siete veces por encima de la cabeza del animal para convertirse en un adulto. También angelillo les contó otras menudencias geográficas de su pueblo y España. Les comento como en el valle de Uixó al igual que en muchos otros sitios del país los ríos no van por la superficie de la tierra, si no por debajo. Así pasaba en Uixó cuyas gentes nunca habían visto un río al aire libre, solo conocen el agua que brota en las cuevas.
Aquello asombro a los magiares.
Las damas le hacían a Angelillo muchas preguntas sobre los amantes de España, mientras le ofrecían el plato típico de Hungría: setas con filete de oso.
Angelillo como buen pedagogo para explicarles la pasión de su pueblo hizo varias demostraciones prácticas de como aman las gentes de España, quedando las húngaras encantadas y asombradas por fuego corre por las venas de los hispano-moros.
En los paseos frecuentes que hacían angelillo por la estepa se sorprendía por las cantidad de setas que había por todas partes. Los húngaros, un pueblo pacifico como ningún otro en las tierra, entre sus aficiones esta la de pescar en sus ríos y lagos, cazar con arco, e ir a por setas.
En casi todas las comidas se sirven setas con la caza fresca. Es fácil degustar setas con oso, ciervo, truchas, salmón...
Las setas que acompañan los guisos son de todos los tamaños, sabores y propiedades.
Los aldeanos de szabolcs-szatmar-bereg una preciosa región fronteriza con Ucrania, le contaron a Angelillo como los hunos fueron los que enseñaron al pueblo magiar a diferenciarlas y a cocinarlas.
Escuchar eso le extraño a Angelillo, ya que pensaba que los hunos era un pueblo bárbaro comedor de carne cruda.
Estos prejuicios se debían a la educación de Angelillo en un colegio de jesuitas donde su profesor de historia: el padre Torquemada, cuando tocaba la lección de los hunos y la caída de roma les contó lo siguiente:
-Hoy hablaremos de los hunos niños. No penséis que estos bárbaros que destruyeron roma eran humanos. Eran como los comunistas de stalin, diablos. Los hunos fueron engendrados por satanás en escitia, con el fin de atacar a nuestro santo padre, como Stalin.
Hunos y comunistas niños son paganos incurables, a los que habría que asar en la hoguera a fuego lento para salvar su almas pecadoras.
Os contare hasta el extremo de barbarismo de estas gentes niños. Los hunos no se alimentaban como las personas normales, es decir los Españoles, con verduras y cereales ecológicos, si no con carne cruda que almacenaban debajo de la montura de sus caballos para que fuera fermentando.
Los hunos que nunca bajaban del caballo cuando tenían hambre sacaban la carne cruda fermentada y comían. Así era ese pueblo niños, y no quiero ni saber con que se alimentaran los comunistas hijos míos, cuya secta hereje habita en España, esperemos que el santo padre Juan Pablo II nos proteja, Amen.
Mañana hablaremos de los santos reyes católicos y la reconquista, bajaros de Internet el cuadernillos de historia de Felelico Jiménez lo Santos.

Debido a la lecciones de historia del padre Torquema y de Felelico J. Lo Santos, Angelillo creía que los hunos, y por extensión los húngaros, rumanos, búlgaros, rusos eran gente sin civilizar. Al visitar Hungría y ver la huella de los hunos se daba cuenta de que fue un pueblo con unos amplios conocimientos de la naturaleza, ya que incluso hoy en día de la mayoría de las setas se desconocen sus propiedades. Los hunos las conocían todas, incluso las que curan el cáncer y los constipados, pero los jesuitas y el santo padre al conquistar Hungría destruyeron ese saber.
De su viaje a Hungría, Angelillo trajo unas setas, cosa que asombro mucho a los nativos uxenses en cuyas desérticas montañas no existen.
Angelillo vació una leñera que tenía y empezó a versarse en el cultivo de las setas con técnicas magiares de premacultura a lo Fukuoka.
Este cultivo le sirvió para consolidar su admiración al pueblo huno, cuya historia no solo está ligada a Atila el azote de Dios, si no a las setas, a la naturaleza, a la libertad y a los derechos humanos tal y como los concibe Angelillo y los bienaventurados como él.
Mientras su admiración por los hunos aumentaba día a día al conocer su gastronomía, sus hábitos de higiene, su manera de amar a las doncellas después de haberlas librado de sus marido e hijos...
Pero una pregunta no dejaba de atormentar la mente de Angelillo, y tenía que ver con su infancia:
¿Por qué el padre Torquemada o Felelico Giménez lo Santos tendrían interés en mentir sobre los hunos, los comunistas, la reconquista...?
Angelillo que era un criatura que podríamos llamar inocente no conseguía desvelar ese misterio.


Es un texto de Angelillo de Uixó en recuerdo a su viaje de Budapest y la cantidad de setas que trajo de ese lugar cuyo cultivo guarda como tesoro huno.