viernes, 26 de noviembre de 2010

jueves, 25 de noviembre de 2010

La vida de Angelillo y un ponny de Uixó





Angelillo y un ponny.

En el camino que discurre hacia la ermita de Vall d' Uixó, dedicada por ironías del destino o por pura socarronería hispana, a San Antonio patrón de los animales. Entre unos ribazos destruidos, casas a medio hacer, chatarra, escombros, perros enjaulados, cabras, gallinas, niños, se divisa el garabato de un ponny atado a una cuerda comiendo hierba seca.
El animal se pasa allí amarrado las horas mirando lacónico el paisaje grosero de Vall d' Uixó: montañas expoliadas , caótico desarrollo urbanístico, vertederos de basuras ilegales , gentes morunas enzarzadas en sus egoísmos cotidianos e innoble lucha por vivir.
Unos chiquillos que viven en este arrabal tienen sus días de gloria jugando con el ponny.
Dentro de unos años, más embrutecidos al haber perdido la poca inocencia que la naturaleza dispensa a estas crueles criaturas llamadas “Los pobres” recordaran mirando atrás los únicos días felices de su desgraciada vida: los que el ponny les dio.
El griterío de los niños pobres los domingos jugando con el ponny justifica su presencia y su sufrimiento.
El animal monótono, desconcertado, cumple con el papel que la naturaleza le ha otorgado: subir sobre sus lomos a unos chiquillos que juegan enternecidos con él.
Al ver esta imagen: ¿Quién se atrevería a maldecir la vida?
Cuando aquellos que cometieron el delito de reproducirse y arrojar a la vida y al sufrimiento a estos chiquillos creen que ya se han divertido lo suficiente, descabalgando por la fuerza a los niños que se resisten, devuelven al ponny a su árbol, a su cuerda, a su hierba seca, y ellos se van a comer la paella dominical, muchas veces hecha con los pollos, conejos que almacenan en corrales llenos de escombro. Las pieles, vísceras, huesos desgarrados de los animales son arrojadas a los perros atados, a las gallinas, o simplemente a la calle como escenario del apocalipsis en el que viven los pobres.
La naturaleza es sin duda obra se Satanás.
Todo se lo debemos a él: el frío, la lluvia, el sol abrasador, la sed, el trabajo, el hambre, la pobreza, la nieve que algunas veces que cae por el lugar, la vida....
De todo esto recoge en gran cantidad el ponny en silencio, ya que los animales no se lamentan, ni se deprimen. De lo contrario este animal y el ejercito de perros, pollos, conejos, cabras, caballos y demás biodiversidad atada y enjaulada de San Antonio ya se habrían suicidado o rebelado.
Hay gentes que creen que los animales sufren y tienen sentimientos, pero aquí en san Antonio son como los pobres, que no se les nota mucho la sensibilidad.
Angelillo, uno de esos seres inferiores y desgraciados que sufren de accesos de hipersensibilidad e idiotismo, muchas veces le da de comer al animal, le acaricia y le susurra.
Cuando se acerca a el ponny en invierno, este suspira un vapor blanco en las frías madrugadas pasadas al raso.
Al verlo llegar, avanza el animal somnoliento y entumecido entre la hierba con escarcha dando trotes a cada paso más ágiles por la ansiedad de la comida, luego, calmado mira a Angelillo con sus enormes ojos vidriosos castaños llenos de bondad e ingenuidad.
Acto seguido Angelillo conmovido sin saber por que le acaricia la frente.
El animal vuelve a suspirar emitiendo más vapor blanco, y se quedan ambos en silencio compartiendo la vida.

Angelillo al ponny de San Antonio, dedicado al sufrimiento y odio que causa verlo, acariciarlo, susurrarle.

jueves, 18 de noviembre de 2010

sábado, 13 de noviembre de 2010

jueves, 11 de noviembre de 2010

angelillo, Jesús y los ocupas de Castellón














Angelillo, Jesús y los ocupas de Castellón.

Sobre las grises calles de Castellón caminaba Jesús, no por el mar, si no por la aceras, más descoloridas y sucias que en otras ocasiones por la llegada del otoño, que trae las hojas muertas con los fuertes vientos que acontecen en esta estación.
Vestía de forma humilde entre los ricamente ataviados ciudadanos de la metrópoli.
Contemplaba desde la acera como la gente iba y venia, observa con melancolía y resignación a esas personas tan superiores a él y de las que no formaba parte, al igual otros pobres extremos, excluidos de ese grupo exclusivo llamado: la humanidad.
Él ya no era humanidad, su personalidad se había desintegrado. Su proceso de desestruturación empezó años atrás, cuando sus sensibilidad hacia el prójimo le hizo entrar en contacto con anarquistas, movimientos obreros y movimientos de ocupación.
Fue una cálida mañana de abril, en su adolescencia, cuando su idealismo y su hipersensibilidad harían de Jesús el garabato errante que circulaba desconcertado por la calles de Castellón. Esa mañana de hacía ya muchos años cuando iba al instituto conoció a un grupo de estudiantes que repartían propaganda anti sistema. Le llamo la atención su aspecto desaliñado, sucio, tan alejado a los convencionalismo de la sociedad.
Toma compañero, lee esto- le dijo una chica hermosa aunque muy mal vestida, llevaba los pantalones rotos y tan bajados que se podía ver su ropa interior, los tirantes de su camisa colgaban hasta los pechos, unos pechos grandes y sonrosados que prácticamente exhibía, de su nariz pendía un enorme aro, al igual que de sus orejas llenas de pendientes y sus brazos llenos de tatuajes con calaveras.
Jesús leyó el panfleto y quedo eclipsado por las palabras, hablaban de que llevaban un mundo nuevo de hermandad, de compañerismo, de amor, de lucha contra las injusticias, de solidaridad y un sin fin de promesas melosas y simplonas que seguramente un hipócrita burgués autocalificado de anarquista o anti sistema había escrito con su pluma pedante y cínica como broma pesada , sin saber de las consecuencia que puede tener en las gentes más débiles.
Arrojando en el panfleto en algún momento de inspiración toda su maldad y ansias de venganza contra la humanidad, ya que no hay mayor perversión que hablar de hermandad, fraternidad, lucha social, amor , cuando lo que se experimenta es un odio salvaje hacia la sociedad.
La mayoría que escribe estos panfletos son estudiantes, ocupas, sindicalistas hartos de su trabajo y llenos de resentimiento hacia la sociedad, cosa que no es mala, y es lo que se debiera plasmar en los panfletos anarquistas, anti sistema y de lucha sindical, y no hablar de amor, hermandad para engatusar a las personas más sensibles que son carne de cañón de estos jesuitas de izquierda.
Todos sabemos a la hora de la verdad el que necesita ayuda donde menos la encontrará sera en un un sindicalista, o en los anti sistema y demás ordenes filisteas, o persona que hable de que ama al prójimo.
!Guardaos de todos ellos!
La historia siempre es la misma, las gente sensibles que creen en el ser humano, en la lucha social, en la igualdad de los hombres y en la justicia acaban sin excepción en el sumidero de la sociedad, mientras los que escriben los panfletos que hablan de la hermandad acaban en un buen despacho contemplando desde su ventana a los que están en el fango de las aceras por que se creen esa sarta de mentiras.
A ellos les dedican sus mejores versos el panfletista de la lucha social, los indigentes son la musa necesaria para el sindicalista intelectual actual.
Jesús, tras leer las hojas lleno de esperanzas en una humanidad que ahogaba sus sentimientos vio la luz.
! Existían personas que querían hacer un mundo nuevo y mejor!
-¿Me permites que os ayude a repartir?
-Claro compañero- le dijo la libertaria contemplándolo con cariño, un cariño que intimido a Jesús cuyo corazón estaba a punto de explotar de la emoción.
-toma, acercate a las personas y les das una hoja para que comprendan que otro mundo nace, hoy es la aurora roja de un nuevo orden.
Jesús con ahincó iba entregando los papeles, de vez en cuando hacía preguntas sobre la teología de estas personas, una vez terminado de repartir le preguntaron:
-¿Quieres venir con nosotros? Tenemos una casa ocupada tomaremos algunas cerveza y escucharemos música.
Claro- dijo Jesús entusiasmado.
Fue con ellos a la casa ocupada y allí pasaron la tarde, al día siguiente volvió, y al otro, y poco a poco se fue convenciendo que ese era su camino.
Acudía a todos los ateneos libertarios que por esa época impartían los anarquistas por las casas ocupadas.
Allí se hablaba del viejo ideario de igualdad, fraternidad, apoyo mutuo y demás mentiras que desde luego ninguno creía más que los enfermos mentales como Jesús.
Le cegó de tal modo el ardor de aquellos oradores pomposos y presumidos, grandilocuentes en sus palabras de hermandad, clase obrera y justicia que Jesús acabo convencido de que sus semejantes eran sus hermanos, y que había que amarlos como a él mismo. Pero este desgraciado de Jesús amaba a los demás más que así mismo, y a los demás les importaba muy poco o nada Jesús.
Todo el mundo en la crisis del 2010 andaba intentado de forma individual salvar el pellejo.
Pese a que la lucha por la existencia iguala a todos los seres humanos, en la sinceridad de afrontarla no pasa lo mismo.
Hay personas que sobreviven en este cochino mundo sin manifestar nada hacia su prójimo, cumpliendo con el único sentimiento que debe tener un ser humano: Que los demás no importan lo más mínimo. Frente a ellos, desmarcándose de todo ese egoísmo están el grupo de libertarios y anti sistema, estos llamaban a los primeros borregos, insolidarios, egoístas, cobardes, cómplices del poder, fascistas... Dicen todo esto desde internet, periodicuchos,y una vez desahogadas sus conciencias en el facebook , por las mañana arrancan sus coches y acuden como borregos a sus trabajos para someterse a la autoridad que tanto odian, aunque lo que realmente odian es que carecen de poder.
En la último escalón de todo este escalafón de miserables están los poetas, enfermos mentales y personas honestas y sensibles. Estos desgraciados si que odian de verdad la autoridad y aman la libertad, pero están tan alejados de la lucha por la vida semejantes pellejos hambrientos, que solo tiene sueños para una revolución que nunca va a llegar, por mucho que les canten las sirenas de los profetas libertarios y los anti sistemas.
El colectivo de anti sistema y ocupas de Castellón al que acudía Jesús para pedir ayuda era un grupo de ellos niñatos mal hablados de veinte años con las hormonas disparadas. Ocupaban casas para divertirse, ya que no tenían necesidad al ser todos ellos hijos de millonarios. En las viejas casas antes de agricultores o empresas abandonadas se hacían conciertos y demás actos hedonistas. Estas casas ocupadas pasaban a ser propiedad de los ocupas denegando el acceso a gente que estaba en la calle. Era frecuente que acudieran mendigos de Castellón, indigentes pidiendo abrigo, pero los ocupas de Castellón les daban con la solidaridad en las narices debido a que allí tenían equipos de sonido y cosas de gran valor, y recelaban de que los pobre se las quitaran.
- ¿Al fin y al cabo quien puede fiarse de un pobre?- Decían en las asambleas los ocupas para justificar su conducta.
Jesús que de eso no se enteraba vivía por las calles de Castellón, en coches vacíos, en casa ocupas de vez en cuando ya que él conocía a algunos de los que ejercían la autoridad en esos locales.
Por su enfermedad mental había idealizado esas palabras de amor a la humanidad tan ridículas e hipócritas que esa basura llamada humanista no para de repetir en sus ensayos, panfletos, discursos. La humanidad por aquí, la humanidad por allí.
Llegan a ser peor los humanistas que los judíos o los jesuitas.
Jesús seguía el ideario libertario en una sociedad que no merece ser salvada, como mucho merece ser extinguida. Durante un periodo en el cual encontró trabajo no paro de meterse en líos por la causa libertaria. En todos los trabajos daba la cara por sus camadas proletarios a los que la explotación realmente les gustaba, no comprendían sus compañeros la postura de Jesús. A la clase obrera le pasa como a las prostitutas que están acostumbradas a ser apaleadas, humilladas, robadas y cuando algún mojigato sensible como los libertarios le dice tras recogerla del suelo tras una paliza de su chulo que eso no es vida y contra ellas se esta cometiendo una profunda injusticia, esas mujeres publicas que no lo comprenden lo más mínimo las palabras del libertario le responden asustadas de esta extraña gente:
-¿Por qué no va a ser vida así, si es la única que conocemos?
Con los trabajadores pasa lo mismo, por mucho que se les explique que sus condiciones son indignas no van a hacer nada. “ La vida es así” dirán.
! Que reviente la clase obrera!
Mientras lo ocupas pasaban una vida afortunada, ya que sus padre les pagaban la experiencia ocupa, Jesús que de esto no se percataba se tomaba enserio el movimiento. Leía a Bakunin, Malatesta, admiraba las geniales acciones terrorista de un anarquista de verdad como fue Angiolillo el que asesino a Canovas del Castillo, o Salvador, el de las bombas del liceo, y Jesús pensaba que esa gente con la que estaba sería como aquellos valientes de principios de siglo.
Así que el imbécil de Jesús creyéndose Durruti en todos los trabajos practicaba el boicot interno.
Por ejemplo, en una ocasión estaba contratado en el servicio del correo interno bancario del banco Hispano Americano, tenía una oportunidad de encauzar su vida pero la locura de ser honesto con sus principios le hicieron bloquear los giros postales que mandaban las multinacionales a través del banco a países con dictadores y guerrillas paramilitares de hispano América, ya que España y sus empresas apoyan los regímenes dictatoriales que van contra los derechos humanos.
Cuando le descubrieron haciendo ese boicot fue despedido.
Su despido fue a lo grande, chillando delante de todos los clientes del banco: Viva la anarquía y los movimientos anti capitalistas. El seguridad le saco a ostias, las cicatrices que le hizo las tenia como medallas Jesús y fue varios meses a prisión por la causa, de la que nadie se entero de su sacrificio baldío, uno de tanto de una vida estéril.
Varios militante ocupas que trabajaban en el banco , cuando ocurrió su despido internamente aplaudieron su discurso, pero le negaron cualquier tipo de ayuda más que por la tarde escribir panfletos y preparar un homenaje al camarada Jesús por su buen hacer.
Fueron pasando los años: Jesús totalmente ciego tenía una fe casi religiosa en el movimiento anti sistema, en los colectivos de ocupas, en el sindicalismo anarquista, eso le impedía entender que en la casa ocupa donde vivía había un líder fascista que hablaba de libertad e imponía su voluntad en cualquier actividad:desde fregar los platos a tirar la basura. Tampoco se dio cuenta de que todos se estaba labrando un futuro menos él.
La primera promoción de ocupas ya se habían ido, estaban matriculados en la universidad y al acabar sus estudios trabajaban para empresas armamentísticas, o eran miembros de las fuerzas armadas, o abogados.
Se habían convertido en pequeños burgueses flatulentos que militaban sin entusiasmo y con bastante resentimiento hacia la vida en ONG. Siempre que veían a Jesús por la calle le saludaban con cariño recordando tiempos mejores:
¿Te acuerdas Jesús cuando quemamos los contenedores del cuarte de la civil, o le tiramos un cóctel molotov al coche patrulla?
Y se reían junto los dos amigos, acto seguido le daban algo de calderilla tranquilizando sus conciencias, y le recriminaban:
-Pero coño Jesús, todavía estas así, han pasado 15 años, no ves que todo es una farsa, abandona, buscate un trabajo, una chica y vive.
Se despedían abrazándose.
Cuando este encuentro se producía los viejos ocupas ahora burgueses militantes en ONG y demás organizaciones fraudulentas, llenos de energía en el facebook y los blog escribían una sarta de mentiras que se suponen que iban contra la burguesía.
El encabezamiento era ya un clásico:
-Compañeros y compañeras llevamos un mundo nuevo en nuestros corazones, la situación económica por el capitalismo ahoga a nuestros parados y paradas, hoy he estado con Jesús un viejo camarada victima del sistema...
Así se extendía por el papel toda unas declaraciones de intenciones que resultaba cómica cuando esos sentimientos de amor hacia los demás acaban donde empieza su instinto de supervivencia y hedonismo.
Jesús deambulaba con la mirada perdida por las calles, se sentaba en los bancos, pedía limosna, en ocasiones tenía ataques de pánico o de furia. No era nada, ni siquiera contaba como ser humano, y quería haber sido todo, haber abrazado a toda la humanidad y así se lo pagaba la humanidad, quería haber cambiado el mundo, y era más que un trazo de carne que respiraba olvidada de todos, tan insignificante que no podía hacer daño a nadie , no por que fuera pacifista, si no por no tener capacidad de vengarse ¿cómo iba hacerlo?
Si hubiera tenido oportunidad de tirar una bomba lo hubiera hecho sin dudarlo en el corte ingles o en cualquier sitio, hubiera sido un fin sonoro de una vida despreciada por todos, incomprendida.
Una mañana de invierno después de estar varios años en una casa ocupada decidieron por asamblea tirarlo de la casa en la que estaba, ya que a los nuevos moradores les molestaba que siempre estuviera hablando de la clase trabajadora, de la igualdad y de la fraternidad.
Ahora vagaba por la calles de Castellón como un espectro, su única afición era leer los panfletos de los sindicatos, de los anti sistemas, al hacerlo reía con una mueca retorcida dejando ver una dentadura podrida. Solo iba por las aceras, la gente se apartaba al verlo.
Hablaba el loco con su locura:
-Los hombres somos todos iguales, hemos de hacer la revolución, la clase obrera ganara, el amor triunfará.
Un día soleado de otoño, de calma entre borrascas, un día agradable para el paseo por las orilla de la playa apareció su cadáver, el loco Jesús se había tirado al mar, por fin descansaba y olvidaba la gran revolución.
Ese día en los periódicos del mundo hablaban de un ataque del ejercito de marruecos a los refugiados del Sajara, de un ataque de israelí al Libano con más de mil muertos.
Los libertario, los antisistema se manifestaban diciendo no a la guerra y si a un mundo mejor, un joven se acerco a ellos y les dijo si podía unirse a ellos:
-Claro, toma aquí tenemos unos panfletos, leelos.


De Angelillo:
En recuerdo a Jesús (1975- ) vaga por Castellón desde hace unos día después de haber sido desahuciado fue acogido por unos ocupas los de la NAO y al cabo de dos días de acogerle le tiraron a la calle sin que hubiera hecho motivo alguno para que le tiraran, Viva la fraternidad.

viernes, 5 de noviembre de 2010

martes, 2 de noviembre de 2010

Angelillo y el misterio de las aceras de Uixó













Angelillo y el misterio de las aceras.

Las aceras de Vall d' Uixó en su totalidad están repletas de suciedad, polvo y escombro.
Comparten vecindad con las casas y las calles asfaltadas estando tan destartaladas y caóticas como éstas.
Son realizadas las aceras sin ningún gusto por manos de obreros que lo hacen de mala gana. Incluso recién inauguradas son inútiles hasta el extremo de que deben ser modificadas de inmediato.
Por ellas discurren los nativos uxenses, calle arriba, calle abajo, atareados en sus menesteres cotidianos que siempre finalizan en algún bar donde ahogar las penas causadas por el paro, o por la frustración de pasarse el día colocando bordillos a destajo.
Las aceras de uxió son el principal negocio del pueblo, aquí el bordillo es llamado “el oro gris”.
En la localidad de uxió tiene feudo del ladrillo y la baldosa los caciques locales conocidos con el nombre de: Los Hermanos Aventura.

En estas entrañables aceras que no envejecen dos meses, compartían camino sin conocerse un pobre vendedor ambulante llamado Carlos y Angelillo.
Carlos era un hombre enjuto, nerviosos, de cara avellanada, melancólico, sentimental, con aires distraídos y mirada fija pero carente de integración en el trasfondo de sus percepciones.
Iba vestido de forma humilde pero limpia, y cargado siempre de un enorme maletín casi tan grande como él, que le hacia caminar de forma grotesca medio tumbado por el lado del peso.
Angelillo el día del encuentro iba con su bicicleta hacia Nules para trabajar la huerta que tenía en dicha localidad.
Circulaba por la acera entre transeúntes para evitar los BMW, audis, mercedes y demás maquinaria alemana que era comprada por fontaneros, albañiles, mozos de azulejeras, peones de pintores, y en general toda la canalla obrera que creían ser pequeños burgueses.
Más todos ellos no eran que muertos de hambre y busca vidas que danzaban por el mercado laboral sin comprender nada, subiendo y bajando de los andamios, y haciendo remiendos mal hechos.
Esta canalla obrera de sueños burgueses se caracterizaba por ser cobardes en el andamio ante el patrón, servil ante los bancos, fácil de manipular por los medios de comunicación, y por tener fabulosas hipotecas.
Cuando subían a sus BMW y Mercedes se agigantaban, y la criatura insignificante, grimosa, y polvorienta del andamio circulaban a toda velocidad por las calles de Uixó, siendo frecuente los atropellos a ciclista y peatones.
Por ello Angelillo iba por la acera siguiendo las instrucciones de la DGT que aconsejan que “jamas” motos y bicicletas salgan de la acera por ser más seguras que la carretera. Pero ni siquiera una acera nueva de dos semana proporciona seguridad, y no pudo evitar Angelillo el choque que tuvo lugar contra Carlos.
El vendedor ambulante Carlos que siempre estaba dubitativo de entrar en los bares, comercios o donde tuviera que ejercer su oficio, ya que las personas como él eran motivos de risa y burlas por el resto de obreros al dedicarse a estos menesteres tan ínfimos, siendo su profesión como algo así como la cuarta categoría laboral, los parias del inem patrio.
Estas situaciones de humillaciones cotidianas habían dejado huella en su sistema nervioso y padecía de todo tipo de temores, de ansiedades, insomnios, falta de autoestima y depresiones.
El instinto de supervivencia de Carlos no estaba muy desarrollado, pero esta vez ante el bar alegría de la huerta presintió algo que le puso los pelos de punta y cambio de opinión sobre la conveniencia de entrar.
Viro 360 grados a lo loco, sin observar las distancias de la gente de al lado.
Con su enorme maletín le dio en el estomago a una chica anoréxica que estaba totalmente idiotizada mirando a través del escaparte de una tienda de ropa intima. La chica del golpe fue a dar con los dientes sobre la acera inaugurándola con dos molares. Angelillo para no pasar sobre la chica giro el manillar para esquivarla, dando contra Carlos que del impacto fue rodando al bar alegría de la huerta.
Los farandules y golfos congregados aplaudieron su espectacular entrada.
Angelillo que no llego a caer de la bicicleta bajo para mirar a la chica que empezaba a cobrar conciencia. La agarró del brazo para levantarla, pero de la impresión de tocar un hueso casi sin carne, algo parecido al tacto de un pellejo seco abrió la mano ante esa sensación, y la chica dio de de nuevo contra el suelo poniéndose a llorar.
La anoréxica miraba a Angelillo asustada y con lagrimas en los ojos sin saber lo que pasaba.
Colocó sus diminutas manos frente a sus pechos, casi los mostraba debido a la moda de las chicas de hoy de utilizar las aceras como pasarelas y ellas ejercer de modelos semi desnudas.
Hacía la joven ademan de que la dejara tranquila.
Angelillo frente a ella esperaba para ver si necesitaba de su ayuda.
Al parecer no había sido nada, más que un par de dientes que no necesitaría mucho ya que no parecía ser muy comedora. Se puso la niña en pie por sus propios medios. Como era una muchacha tímida y asustadiza dando tiernos gemidos se fue abochornada esperando que nadie la hubiera visto caerse.
Angelillo miro a su alrededor para ver a la persona contra la que había chocado, la localizo tras la puerta del alegría de la huerta, desde allí le grito Carlos si se encontraba bien.
Angelillo dijo que si y siguió su camino riéndose solo.
Carlos iba a salir cuando se acerco el Lalo, un farandul ecocálico que se pasaba el día en el alegría buscando quien le diera una cerveza.
Le susurro con su cara de bobalicón:
Me han dicho los hermanos aventura que vayas a su mesa, me han dicho los hermanos aventura que vayas a su mesa, me han dicho...
El tabernero pego un golpe en la mesa para que lalo callará, y le sirvió una cerveza que bebió de un trago. Esta era la única forma de callar al Lalo.
Carlos se acerco a la mesa temblando, sabiendo lo que le esperaba de unos varones de raza blanca, de origen español, mediana edad y del mundo de obra: Primero venía una sesión de burlas, luego pasaría por una sesión de tener que enseñar todo su genero que consistía en toritos con la bandera de España, relojes, calcularas, cd de música... tras esto le harían preguntas y más preguntas sobre esos objeto para decirle después que no se lo compraban, o si lo hacían regatearían hasta que casi tuviera que regalarlos.
Tragando silaba se acercaba Carlos a la mesa que dejaba adivinar lo que le pasaría.
La mesa era de éstas típicas de taberna de Uixó, de madera de baja calidad, diseñada de forma austera. Estaba cubierta por un tapete blanco de papel de poner y quitar. La superficie estaba cubierta de botellas de vino, cerveza, ginebra con tónica, platos con aceitunas, fiambres, embutidos, carajillos.
Carlos iba santiguándose mientras los Aventura sonreían de forma siniestra.
Llego a la mesa y lanzo un suspiro culpándose interiormente de ser tan cobarde y no haberse ido, ahora era consciente el vendedor de que no podía hacer nada para salvarse.
Los hermanos aventura estaban de enhorabuena celebrando con el concejal de urbanismo, la arquitecta municipal y unos judíos diversos hechos felices.
El primero la muerte por suicidio de un contratista al que le debían dinero los aventura y el ayuntamiento de Uixó.
El concejal brindando se puso de pie ebrio y diciendo:
-Muerto el perro muerta la deuda, que caigan más como este y seremos más ricos si cabe.
Todos los presente aplaudieron el discurso.
-Hombres como este necesitamos para levantar la ruina de país que tenemos- dijo un Aventura a uno de los judíos que era accionista de la empresa, y en voz baja para no interrumpir el discurso y siguió con su comentario a modo de confidencia- Como ven vuestras mercedes en este país tenemos una clase política que sabe dar grandes discursos. Aquí donde lo ven ese jovencito que ocupa la concejalía de urbanismo si sigue así seguramente llegará a presidente de España, cualidades e inteligencia y saber comportarse no le faltan, solo financiación, y nosotros se la daremos, estamos muy impresionados con él.
El concejal arremetía en sus cencerreadas contra toda la oposición, contra los ecologistas, contra los derechos humanos, e invitaba a todos estos colectivos a que pasarán por su despacho que les daría buenas garrotadas.
Se sentó el concejal nuevamente cogiendo una copa y bebiéndola de un sorbo.
El del medio de los Aventura se levanto con una copa y la alzó a los presentes:
-Estamos hoy aquí no solo para celebrar la muerte de un acreedor y la muerte de dos obreros sindicalistas, si no para celebrar la nueva oportunidad que nos da el Ayuntamiento de remodelar las calles de Uixó inauguradas la semana pasada con una nueva contrata de 100 kilómetros cuadrados de aceras y bordillos que rodearan como un cinturón al pueblo, hasta al menos dos semanas. Quiero alzar mi copa por el Ayuntamiento: Viva la alcaldesa, viva el capitalismo y el mercado libre, vivan los concejales y viva España.
-Viva, viva- gritaron todos, y se sumaron a los vítores los farandules del bar esperando a que los poderosos les invitarán a una copa y un plato de croquetas.
Frente a los Aventura Carlos que también dijo viva, viva, siguiendo la corriente.
Sacando las pocas fuerzas que tenia el pobre desgraciado dijo:
-Buenos días señores, creo que me han llamado, supongo que querrán ver el genero.
-Claro que queremos verlo- le dijo cabreado el Aventura- no ves miserable que estamos celebrando algo muy importante que hará celebre a nuestra localidad, y además, estoy rodeado de gente que amo profundamente como estos hombres semitas y miembros del consistorio. Deseo agasajarlos, así que ve sacando cosas para mis invitados.
Los judíos y los concejales se frotaban las manos ya que cualquier regalo era bien venido.
Dicho esto sin mirar a la cara a los de la mesa, que ya se estaba riendo y eso le daba terror a Carlos por pensar por experiencias previas que sería de él. Abrió el pesado maletín dejando ver toda la mercancía de tan poco valor y repleta de objetos infantiles como ositos de peluche, relojes infantiles, abanicos, toritos y menudencias que llevaba el vendedor.
Uno de los Aventura metiéndose un muslo de pollo en su enorme boca insaciable para los placeres de la carne, con los restos aun sin masticar hablaba, y señalando con el hueso descarnado entre sus afilados dientes dijo:
- Ese torito me gusta. ¿ Se mueve solo?
Si señor- le replico Carlos accionando una palanca que tenia en el vientre la figura del animal, al hacerlo sonaba un pasodoble y el torito levantaba la cabeza de forma estúpida y mecánica.
Los Aventura se quedaron con la boca abierta conmocionados ante el torito, que para ellos era la más hermosa obra de arte, algo así como la capilla sixtina.
Al escuchar el pasodoble torero que junto con el himno de España era toda la cultura musical de los aventura, los tres empezaron a cantar y brindar con gran alborozo. Los encargados de los aventura que también hacían de escoltas, niñeras, chóferes y manporreros empezaron también a silbar el pasodoble, ya que hacían siempre cualquier cosa que hicieran sus jefes.
El Lalo al oír la música y la algarabía fue corriendo y se puso a cantar y a bailar.
Uno de los obreros lo subió a una mesa.
Allí el idiota se movía como agitado por una crisis epiléptica.
-Voy a torear- dijo el del medio de los Aventura a los congregados- mesonero, presto una capa y unos cuernos.
El bar alegría de la huerta como casi todos los bares de uxió estaba surtido de cabezas y cuernos de toro.
De un manotazo bajo al Lalo de la mesa, el idiota como era bastante cobarde y salían pegarle para divertirse todo el mundo se cubrió la cara y empezó a gemir para dar lastima, ésta era su estrategia más habitual para salir ileso ya que el Lalo carecía de fuerza para contraatacar, razón principal por la que a todo el mundo le gustaba pegar al Lalo.
Tranquilo Lalo- le dijo el Aventura- no voy a hacerte nada, ven quiero que te pongas esto en la cabeza y hagas MUUU como los toros. ¿Lo has comprendido, Lalo, lalito?. Muuuu, muuuu
El ecocalico empezó a hacer:
- MUUU, MUUU.
Otro de los Aventura le dio unas cervezas al Lalo que engullo como ningún ser humano no lo haría, pero que ese engendro mal parido era capaz de beberse en un segundo, incluso aunque fuera alcohol puro.
El tercero de los Aventura apareció con la capa y los cuernos, la capa se la entrego a su hermano y los cuernos al Lalo.
Empezó la corrida , entre las mesas de taberna se podían ver dos figuras: la de un torero calvo de 100 kilos y de 50 años, y la de un garabato esperpéntico llamado el Lalo con cuernos gritando:MUUUUUU.
-Embiste Lado- le gritaba el aventura que se había metido en su personaje, y haz MUUUU más fuerte, embiste coño Lalo, embiste.
Y el Lalo venga a embestir y a hacer MUUUU y el Aventura a torear.
En el bar sonaban las palmas, el humo del tabaco ascendía indiferente y el olor a alcohol se adueñaba del lugar y el ruido del MUUU con el chocar de los cuerpos entre las mesas y sillas que caían en sus embistes, junto con los ole, ole y torero, torero, abanderilla.
Otro de los aventura en estado ebrio mando que uno de sus empelados, el maestro de obras, le subiera en hombros haciendo de caballo y a él se le armara con una escoba.
Carlos quería irse de allí, paró el torito y recogió el maletín.
¿Que haces imbécil?- le grito el concejal de urbanismo agarrando un cuchillo que estaba en la mesa para cortar jamón, fue hacia Carlos ordenando que pusiera en marcha el juguete.
Carlos inmediatamente lo encendió mientras le caían gruesas lagrimas que provocaron la risa del concejal y los obreros.
El Aventura picador se dirigió al Lalo y empezó a darle escobazos, el idiota asustado se escondió bajo una mesa tirando los cuernos y diciendo MUUUU, esto exaspero al Aventura toreador.
-¿Pero que clase de toro cobarde eres? Embiste imbécil o te atravieso con el cuchillo, recoge los cuernos y pontelos.
MUUUUU- repetía el Lalo aullando y colocándose los cuernos nuevamente.
Cuando iba a embestir de nuevo: Zum, pum, pam, una somanta de escobazos le derribaron.
El toro estaba inconsciente mientras sonaba el pasodoble y el juguete no paraba de bajar y subir la cabeza.
Las gentes del bar sacaron los pañuelos blanco en señal de veneración y el torero se paseo por el ruedo.
-Corta las orejas- se escucho.
El Aventura picador estaba feliz de su gran proeza en el manejo de la escoba. Con sus botas golpeaba y apretaba el hígado de su trabajador mula que jadeaba y se dolía de tanto golpe. Estaba amoratado apunto de espicharla.
- Otro, otro toro- gritaba el aventura picador mientras hacia girar a su mula obrera.
Todos miraron al vendedor que quería salir del bar.
El dueño había cerrado al puerta y Carlos empezó a temblar de miedo.
El Aventura blandía sobre su cabeza la escoba, la esquivo y empezó a correr por el bar.
-Date prisa que se me escapa- le gritaba al maestro de obras pegándole patadas en el hígado para achucharlo.
Carlos evitaba la carga de caballería por las esquinas, no se percato que a su espalda tenía al torero, éste le arrojo al capa sobre la cabeza y el aventura que cabalgaba no fallo.
Zum, pam, le dió de pleno con la escoba en la testa.
De la sabana blanca se vio brotar la sangre y el cuerpo de Carlos se desplomo, junto a su cuerpo fue también a dar el del obrero- caballo que debido a los apretones y patadas en el hígado se lo reventó.
Entre tanto el torito seguía subiendo y bajando la cabeza.
En la calle se escuchaba el lamento de la gente cansada de las obras y el sonido los compresores destrozando la acera recién inaugurada.
-¿Otra vez estáis aquí? Nos vais a espantar la clientela- decían dos jóvenes anoréxicas de 25 años indignadas.
Esta chicas eran las contratadas recientemente para trabajar como dependientas en la tienda de lencería ya que las dos chicas anteriores habían hecho un tratamiento anti anorexica y por ello fueron despedidas.
Haciendo posiciones de pijas siguieron con su discursos e indignaciones ante unos obreros que las miraban con deseo sexuales.
Un albañil seboso de aspecto de sapo le contesto eructando y subiéndose los pantalones:
-A mi que me dice señora, a nosotros nos mandan a trabajar y no decimos nada, eso hable con los de corbata, lo nuestro es obedecer y estar contentos de tener trabajo.
Las chica se metieron dentro y empezaron a llorar pensando que las despedirían.
Los obreros siguieron con su trabajo también preocupados:
- ¿ Que sería de ellos si algún día alguien se daba cuenta de que todos los jueves destruían las aceras construidas durante la semana y las volvía a hacer?
¿Que sería de ellos si sus amos y señores Aventura no le protegía y si alguien paraba toda esa corrupción de la que se benefician todos los obreros españoles?


Angelillo de uxió, el hombre que siempre camina derecho por la aceras.